Midorima y Takao habían vuelto a estar juntos desde hace unas cuantas semanas. Todo habia vuelto a la normalidad, hasta que...
Mi celular sonó despertandome del tranquilo sueño. Kuroko también se despertó pero no se movió de su posición.
-Si diga?... Papá?-
-"Hijo, necesito un favor tuyo.."-
—Mas tarde, después del desayuno—
Yo estaba lavando los platos mientras que Kuroko veía televisión. Estaba nervioso y triste pues mi padre me había pedido volver a America por una situación crítica en su trabajo. No me atreví a contarle a Kuroko en el momento, pero sabía que tenía que decirselo...
-Kagami-kun- Me llamó pero fingí no haber escuchado. -Taiga- Dijo mas fuerte.
-Si?- Respondí en tono desinteresado.
-Esta mañana te llamaron... Quien era?- Preguntó.
-Era mi papá.- Respondí. -Oye, quieres algún dulce? Voy a salir a comprar algunos para comer...-
-Te acompañaré. Solo dejame ir a buscar unos zapatos y tu camisa.- Rio. Me vi a mi mismo sin camisa y reí también.
Al rato de salir y comprar unos dulces en una pastelería nos sentamos en la plaza donde queda esa dichosa cancha de street basquet. Vimos a unos niños jugando en la cancha, y por un momento, quise entrar allí y acompañarles.
-Entonces... Que te dijo tu papá?- Preguntó Kuroko con un pedazo de tarta en la mano.
-... Es una larga y trágica historia...- Dije.
-Solo dime que es.-
-Tengo que regresar a America...-
El silencio apareció pero fue interrumpido por el chillido de uno de los niños. Me levanté y me acerqué a él.
-Que te sucede?- Le pregunté.
-Es que me caí y ahora estoy sangrando...- Dijo mostrando su rodilla.
-Ah... Dejame ver si tenemos algunas banditas...- Le dije, luego llamé al que se había quedado afuera. -Oye Kuroko! Tienes banditas?-
-Si, si tengo...- Se acercó a nosotros. Sacó una del bolsillo de su suéter. -Ten amiguito...-
-Muchas gracias, señor...- El niño se colocó la bandita y luego se puso de pie.
-No necesitas decirme señor...- Rio Kuroko con una mueca. -Solo dime Kuroko-
-Muchas gracias Kuroko-san!- Sonrio -Ya debo irme, se los agradezco mucho.- hizo una reverencia ante nosotros y salio de la cancha junto a los otros niños.
Y ahi estabamos. Kuroko y yo sentados en todo el medio de la cancha vacía, rodeados por un inmenso silencio. Durante unos cuantos sehundos conectamos miradas y sentí mi interior ser llenado de calidez.
"No voy a dejar a Kuroko."
-Entonces... De regreso a América, eh?- Suspiró. -Entonces debe ser algo urgente...-
-Kuroko yo...-
-No tienes porque decirme. Puedes quedarte tranquilo, voy a cuidar muy bien de nuestro hijo..- Dijo volteando la mirada.
-Que? No Kuroko. No estoy hablando de terminar...-
-No tienes porque compadecerte diciendo eso. Tampoco pienso abortar al niño, asi que no tienes porque preocuparte..-
-Que no me dejas terminar de hablar!!!- Exclamé algo irritado. Me sobé la sien *estilo Midorima* y suspiré. -No estoy hablando de terminar, no estoy hablando de dejar al niño sin su padre... Estoy hablando de que mi ... novio y mi hijo me acompañen a América.- Dije.
-Eh?...- Abrió los ojos como platos y se calló.
Suspiré con nerviosismo. Estabamos en un lugar público pero, era el momento perfecto para lo que iba a hacer. Rebusqué en mis bolsillos y encontré la cajita. Una pequeña caja roja. La abrí y me puse de rodillas (a pesar de que estaba sentado, lo hice).
-Kuroko... Quiero que me acompañes a América no como mi novio... Sino como mi futuro esposo.- Le dije, respiré hondo y al exhalar. -Te quisieras casar conmigo?-
-Kagami-kun....- Unas lágrimas se asomaron en sus hermosos ojos. -Claro que sí!- Exclamó sonriente, abrazándome con fuerza.
Estaba seguro de que estariamos felices juntos, para siempre.
"Kuroko, mi futuro esposo" Sonreí, Kuroko soltó el abrazo y tenía una enorme sonrisa. Acercó su mano a mi y limpió las lágrimas que habian aparecido sin yo saber.
-Seremos muy felices Kagami-kun...- Me dijo acercándose -Demasiado...- Y me besó.
Lo abracé nuevamente, sin intenciones de soltarlo jamás.
—Esa noche.—
Ya habíamos hablado con la madre de Kuroko quien nos felicitó y nos dio su bendición. También nos dio suerte para que todo saliera bien en el viaje que tendríamos al dia siguiente.
Llamamos a TODOS nuestros amigos, tanto de la Kiseki como de Seirin, y nos dijeron que irian al aeropuerto para despedirse. Y por supuesto, que les pedimos a los de la Kiseki invitar a sus respectivos equipos.
Después de tanto tiempo, todos nos habímos vuelto amigos cercanos, a pesar de la rivalidad entre todos los equipos... Kaijou, Touou, Shutoku, Yosen, Rakuzan, Kirasaki Daiichi (poniendo a Makoto por ser pareja de Kiyoshi). Habiamos hecho una relacion muy amistosa, demasiado, y nos agradaba. Jamas olvidaríamos a nuestros verdaderos amigos.
-Bien... Ya tienes todo Taiga?-
-Me falta una cosa mas...- Le dije con una idea en la mente.
-Que cosa?- Preguntó curioso pero sonriente.
-Me falta tenerte una vez estando aquí en Japón...- Sonreí seductoramente. Se sorprendió un poco y se acostó en el sofa.
-Esta bien... Quiero sentirte de nuevo Taiga-kun- Susurró. Me coloqué encima sin quitar mi vista de sus ojos.
-... Nos irá muy bien mañana...- Le dije antes de besarlo frenéticamente. Juntandolo a mi cuerpo.
"No es nuestra última noche... Pero, probablemente sea la última aquí en Japón..."
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español