Nuestras lágrimas caían una tras otra.
Sus brazos me rodeaban haciéndome sentir protegido, como siempre me sentía cuando estaba a su lado.
Lástima que ya no será así. Jamás volverá a ser así.
El chico inseguro que yo era volvería, el chico callado y aislado regresaría justo en el momento en el que él se fuera.
Lo perdería...
Aquél abrazo duró más de lo normal. Sus ojos parecían dos cristales negros bajo la lluvia; tomó mi mano entrelazándola y sus labios hinchados por morderlos fuertemente tratando de contener sus lágrimas se posaron sobre los míos.
Nuestro último beso.
Aquél beso duró más de lo esperado, pero no lo suficiente para tranquilizarme y parar mis lagrimas.
Lo necesitaba a mi lado por siempre.
-L-Luhan... No te... No te vayas, por favor... Te Ne-necesito.
Sus lagrimas seguían cayendo cada vez más rápido. Mi vista se nubló; en mis ojos llovía como un día gris, y quizá era porque este día realmente era gris, sin color alguno, sin sol que me caliente quitándome el frío, sin sol que ilumine este día.
-Te amo, MinSeok, te amo de una manera que jamás pensé que podía amar de esta forma.
-Te olvidarás de mi.
-¿Como podré olvidarme de ti? La persona que fue causante de mis insomnios todas las noches.
-No mientas...
-No lo hago.
-¿Cuando volverás?
Un silencio: largo y solitario. No volvería...
-Luhan...
-No... No lo sé.
Su celular sonó y sus lágrimas que, por un momento habían cesado, regresaron.
-Me tengo que ir. Mi avión sale en una hora.
Me abalancé a él en un abrazo, y volvimos a la escena de hace un rato. No podía terminar esto así, no podía ser de esta forma...
Nos separamos. Luhan tomó sus maletas y salimos de mi habitación.
Los miembros estaban en la cocina, todos con lagrimas en los ojos, y hojas en las manos. Cartas. Cada uno le dio una carta. Yo no le di ninguna, la había escondido en su maleta, no podía dársela yo mismo.
Todos abrazaron a Luhan en montón y yo sólo me quedé parado observando aquella escena. Todos lo querían y a todos les dolía su partida, pero no tanto como a mi.
Todos acompañaron a Luhan al carro, Jongdae no lo dejaba ir al igual que Tao y Baekhyun ¿y yo que hice? Nada, absolutamente nada.
Por mi mente pasaba el pensamiento "este es un sueño, un mal sueño, una pesadilla; Minseok, despertarás en cualquier momento" Lo decía con tantas fuerzas que esperaba que de esa forma despertara, pero no fue así, Luhan metió sus maletas al carro del manager, me observó y me hizo una seña para que fuera, pero no lo hice. Estaba en shock, inmóvil y sin aliento.
Los demás me miraron raro, todos sabían que éramos novios y el hecho de que no fuese con él les pareció algo horrible y triste.
-¡¿Es que no piensas ir u despedirte de tu novio?! ¡Esta a horas de irse y tu te quedas ahí parado viéndolo como se va! ¡Eres un idiota!
Me gritó Tao. Aún seguía dolido por lo de Kris, lo sabía. No pudo despedirse de él, no quiso hacerlo.
Pero sus gritos hicieron que me moviese. Corrí hacia él, llegué a su lado con un fuerte choque y lo abracé.
Luhan me besó desesperadamente al igual que yo, como si ambos quisiéramos sacarnos una parte de nosotros y entregárnosla.
Lo amaba, lo amaba con locura y le necesitaba, pero a pesar de eso, quería que se recuperara, que mejorara y estuviera sano.
Nos separamos del beso y nos quedamos mirando el uno al otro.
-Te amo, Minseok...
Dijo entre lágrimas y tomó mi rostro entre sus manos.
-Yo también te amo Luhan...
Y esas fueron las últimas palabras que nos pudimos decir, depositó un suave y rápido beso en mis labios y se subió al carro; arrancó y lo observé como cada vez se hacía más y más pequeño conforme se alejaba.
Y caí en cuenta.
Era el fin de todo.
Traté de correr tras el carro, pero los miembros me agarraron de los brazos y me jalaban para que no me fuera.
Después de que me calmé regresé a mi habitación, me senté en aquella cama que cada noche compartía con Luhan, me acosté recargándome en mi cojín y la moje de mis lágrimas, pero sentía algo duro, la levanté. Una rosa blanca, una hoja de papel doblada a la mitad y una pequeña caja. Una caja de un anillo.
Tomé la hoja. Era una carta y comencé a leerla.
"Baozi.
¿Recuerdas cuándo te puse este apodo?
Cada vez que coma un Baozi en China me acordaré de ti.
No te preocupes por mí, estaré bien, lo prometo, pero tú prométeme algo,
No vuelvas a dejar de comer, no te lastimes y no hagas caso a las cosas que la gente dice,
Porque tú eres perfecto, sólo que la gente no se da cuenta.
¿Te dije que eres la persona a la que mas he amado?
Bueno, lo eres.
No me olvidaré de ti porque es imposible.
Muchas veces traté de hacerlo, mucho antes de ser novios y no hacerme ilusiones.
También traté de hacerlo esta última semana para que no doliera tanto,
Pero no pude.
Kim Minseok, prometo volver.
Espera por mi, por favor.
Aquél anillo será una promesa de me regreso.
Nos volveremos a ver. No lo dudes.
Te amo
LuHan."
Abrí la caja del anillo con lágrimas cayendo lentamente; Un anillo de plata con las letras grabadas: "XLH & KMS" nuestras iniciales.
Me lo puse en el dedo corazón y tomé la rosa.
-Digno de ti, Luhan.
Una vaga sonrisa salió de mis labios y fui por un vaso con agua y coloqué la rosa.
*~*~*~*
El vuelo había despegado, saqué mis audífonos junto con mi celular y coloqué los audífonos en mis oídos. No quería saber nada del mundo, ya nada me importaba.
Mis manos sintieron una hoja de papel al volver a meter mi mano en mi mochila y me sobresalté y por un momento creí que no había dejado la carta a Minseok, pero no fue así. Al desdoblarla vi la letra de él. Todos menos Minseok me habían dado una carta. Lo más seguro era que la había escondido.
Sonreí por eso.
Lu ge...
Te extraño ahora y aún te vas.
No quería darte esto personalmente
porque lloraría más de lo que lloraré mañana
Cuando te vayas. Te necesito a mi lado, pero quiero que
Estes fuerte y sano. No quiero verte enfermo, no quiero que sufras.
No quiero que esto termine, sólo quiero que prometas que esto no terminará
Viviré los restos de mis días aprendiendo a vivir sin ti, al menos hasta que vuelvas.
¿Sabes cuan frustrante será no poder besarte, tocarte y abrazarte? Demasiado. Lu ge, te amo
No te olvides de mi, por favor...
Minseok.
-Jamás lo haré, Xiumin.
Dije para mí mismo mientras mis lágrimas volvían a caer.
-Tendré que aprender a vivir sin ti...
Ambos dijeron justo al mismo tiempo sabiendo que sus vidas se separaban.