Minseok no era un cocinero.
Bueno, tenía unos trucos bajo la manga desde que debe cuidar a un niño de 5 años y a sí mismo, pero en verdad, cocinar no es su pasión o algo parecido. El joven padre solía echar algunas cosas juntas hasta que fueran lo suficientemente comestibles para saciar el hambre. Pero ni eso le impedía poner una cara seria y ambiciosa mientras picaba unas cebollas.
Rápidamente echa las cebollas a la mezcla que Sehun agita arriba de una silla, tomándose Minseok unos segundos para acariciar la cabeza de su hijo mientras que este último revuelve la pegajosa masa del pajeon con una cuchara de madera.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudar?
En el marco de la puerta, se hallaba Luhan con una sonrisa, siendo tirado por Minseok al interior de la cocina, entregándole un cuchillo cuidadosamente.
—Corta el calamar. Yo cocinaré la sopa de algas.—Dijo el hombre mayor (sólo por 1 mes y unos días) mientras acompaña al chino junto a Sehun en la mesa.
Minseok, finalmente pone la sopa al fuego, y esperando que comience a hervir, voltea a ver a su hijo y amigo.
Ver a Sehun moviendo la cuchara en la mezcla con gran concentración y a Luhan sosteniendo cuidadosamente la silla mientras agrega la sopa de algas, lo hace sonreír por tal escena.
Había pasado un tiempo desde la última vez que hizo algo familiar...Y vaya, sí que se lo había perdido.
Sonriendo aún más, Minseok se dio cuenta (otra vez) de lo muy agradecido que está con Luhan. De no ser por él habría-
—Luhan, ¿Acabas de lanzarme un calamar? —El mayor interrumpe sus pensamientos antes de enarcar una de sus cejas en dirección a su amigo. Había una pieza de calamar tirado en el suelo, inocentemente justo frente al hombre.
Escondiéndose atrás del risueño niño, Luhan miró al mayor con la culpabilidad en su cara, encogiéndose de hombros.
—¿Yo? Nunca. ¿Qué edad crees que tengo?
Minseok lanza la cáscara de la cebolla al chino, alzando su ceja mucho más cuando Luhan alcanza la bolsa de harina.
—¿Acabas de lanzarme una cebolla? —Pregunta el chino de forma burlona y peligrosa con la bolsa de harina en sus manos. Dejando escapar una risita, Minseok agarra otra cáscara como "proyectil", encogiendo sus hombros para seguirle el juego.
—¿Qué? ¿Yo? ¿Qué edad crees que tengo?
El shock de recibir un puñado de harina directamente a su cara era fácil de superar mientras el mayor lanza los desperdicios de los vegetales a Luhan repetidas veces.
Mientras Minseok agarra la tabla para cortar –Ok, debía admitir que era demasiado– un suspiro lo hace detenerse con Luhan.
Ambos hombres quedan con las manos alzadas, listos para atacar en cualquier momento. El mayor rápidamente limpia su cara cuando ve a su hijo en el rincón.
Sujetando el gran cuenco de manera protectora, arrodillado en la esquina, Sehun miraba a los dos hombres con un puchero.
—¿Qué edad tienen? Dejaron todo suciooo.—Haciendo algunos ruidos con su boca, el niño de 5 años coloca el tazón sobre la mesa, dirigiéndose a la sala de estar sin mirar atrás. —Llámenme cuando la cena esté lista.—Dice Sehun entre dientes, desempolvando un poco la harina que quedó en su hombro, dejando en la desordenada cocina a dos hombres desconcertados.
Después de unos dolorosos segundos de silencio, Luhan miró a Minseok cubierto de harina con diversión.
—El sacó su descaro de ti, ¿sabías?
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—¿Puedes pasarme la sal?
El fuerte ruido de la película, los excesivamente dramáticos efectos de la explosiones resuenan desde el televisor mientras tres hombres estaban sentados en el piso, alrededor de la mesita de centro con su cena.
Comentaban ocasionalmente acerca de la película, sólo que Sehun los hacia callar con un infantil mohín. Minseok revuelve los cabellos de su hijo antes de dejar una pieza de pajeon a su boca.
Luhan dio al mayor un poco más de arroz, a pesar de sus protestas, degustando deliciosamente de la sopa de algas.
—Creo que esta es la mejor sopa que he probado. Wow, cásate conmigo Minseok.
Sintiendo su cara arder, Minseok golpea el pecho de Luhan con el dorso de su mano mientras masticaba el arroz.
No era como si el mayor obtuviera muchos halagos acerca de su manera de cocinar...La verdad, la mayor de las veces, tenía suerte si conseguía un "¿Puedo comer un pudín si termino esto, papi?"
El coqueteo o todo lo de salir con alguien nunca fue la cosa de Minseok, así que era un poco frustrante estar alrededor de Luhan a veces.
Sintió un pesado brazo rodearlo por los hombros, el joven padre abrió su boca para replicar o encogerse de hombros, pero cambia de parecer cuando vio a Luhan de lo más contento apoyado en él, concentrado en Iron Man.
Había pasado un tiempo desde que el joven hombre salió a tener su tiempo privado a hacer lo que sea que hace, así que Minseok decidió dejarle hacer lo que quiera.
"Sólo por un rato" pensó.
Cayendo poco a poco la noche, los satisfechos hombres alrededor de la mesa de centro se pegaron cómodamente después de sus últimos bocados, con los ojos aún conectados a la película.
Minseok se quedó cerca de Luhan, con su cabeza apoyada en su hombro, haciéndolo sentirse cálido y algo aturdido con un cansancio sereno. Casi quedándose dormido en el pecho de Luhan, el mayor es sacudido en medio de su casi sueño por el ruidoso efecto que sonido que lo hizo parpadear varias veces.
Sehun, al igual que su padre, caía al sueño con los palillos todavía en sus manos. La cabeza del niño estaba apoyada en su hombro, con los ojos completamente cerrados, sacándole una pequeña risa a Minseok.
Codeando a Luhan por un lado con una sonrisa soñolienta, el mayor indicó a su hijo con diversión.
—Probablemente debería llevarlo a la cama.
Con un brazo que lo sujeta con más fuerza, Minseok miró al chino cuando pausó la película y se levantó con un bostezo.
—Yo lo cargaré. Tú puedes lavar la loza en la cocina.—Dijo Luhan con una somnolienta sonrisa que imita Minseok mientras toma el dormido cuerpo de Sehun. El joven padre mira como este último toma a su hijo hasta dejarlo en la grande cama, tamaño queen, acariciando su suave cabello gentilmente luego de haberlo cargado sin complicaciones.
Era algo lindo mirar a Luhan con todo ese cariño y paternidad en Sehun y Minseok sonríe suavemente para sí mismo mientras lleva los platos sucios.
Estaba contento por tener a Luhan a su lado tanto tiempo. Él sería un buen padre y esposo en el futuro, estaba seguro a pesar de su animada…vida de noche.
Antes de eso, Luhan y él no eran tan cercanos. Bueno, no lo suficiente como para quedarse en la casa del otro, ni siquiera visitarse.
Siendo honestos, viendo hacia atrás su vida, Minseok no tenía amigos además de Jongdae. En realidad no tenía el tiempo suficiente para socializar en su agitada vida.
Ahora, esta repentina cercana amistad y confianza fue construida dentro del corazón del joven padre fácilmente mientras se dejaba a sí mismo mimar con las excesivas afecciones y ayudas de Luhan.
Luhan era un idiota y la mayoría del tiempo molesto pero…Era algo lindo.
—Hey, esposa. Para de fantasear sobre mí y terminemos la película. Puedes lavar los platos luego.
Lindo…Algunas veces.
La verdad, Luhan no tenía nada de lindo.
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Con los créditos bajando y los cansados cuerpos casi completamente tirados en el sofá, Luhan pockea un lado de Minseok para ganar su atención.
—¿Hmm? —Va como respuesta de parte del mayor mientras le da un manotazo a la del contrario.
Luhan lo mira como si estuviera considerando no decir nada por un momento aún con su boca abierta de modo vacilante.
—Me preguntaba por un rato…Minseok tu nunca tuviste una relación después de divorciarte. ¿Por qué?
El mayor levantó su cabeza ya que en sus ojos se notó la curiosidad. Luhan y el coqueteaban y hablaban mucho pero pensó que nunca antes llegaron a algo tan personal.
Encogiéndose de hombros y sumido en sus pensamientos, Minseok frunció los labios y se rascó detrás de la cabeza tímidamente después de un rato.
—Tengo a Sehun, ¿sabes? No puedo sólo salir y ya. Primero, no tengo tiempo y segundo, no quiero terminar con alguien como tú.
El repentino ceño fruncido choca en la cara de Luhan y su oscura expresión sorprende al mayor. Luego un poco incómodo, el chino murmuró entre dientes:
—Cierto…Alguien como yo.
El silencioso murmullo pasó por los labios del chino, que rápidamente se puso de pie. Una triste mirada apareció en su rostro, el más joven debía hacer un movimiento para ir…a cualquier lugar.
Era algo tonto, en verdad. Esa era su casa. ¿A dónde iría de todos modos?
Bueno, era tonto ofenderse por esa cosa también pero a Luhan no le ayudaba sentir el desagradable sentimiento de…algo.
Algo que no se atrevía nombrar.
A punto de alejarse del sofá, Luhan paró cuando una pequeña mano atrapa su muñeca, reteniéndolo.
Mirando hacia atrás, el joven vio la cara de pánico de Minseok.
—Luhan, no lo dije de mala manera.
Tirando de él hacia atrás, el más bajo tiró del otro en el sofá y continuó sujetando su muñeca entre sus dedos, y acariciando la mano de Luhan, Minseok abrió su boca tímidamente.
—Lo que quería decir es, es sólo que no quiero latear a mí y a Sehun en una relación. Es sólo- No tengo tiempo para salir o tontear.
Sintiendo la larga y dura mirada de chino en su cara, Minseok finalmente dejó de desviar la mirada para sostener ésta misma después de oír el suspiro de Luhan.
—Todos esperamos al correcto para nosotros, supongo.
Atrapando la mano de Minseok, dándole un firme apretón, Luhan se levanta con una media sonrisa.
—Tomaré una ducha.
Esperando al correcto…Se preguntó si Luhan esperaba a su persona indicada también…
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La habitación quedó en completo silencio luego de que el mesero saliera, sintiéndose mareado. Minseok pensó en lavar los platos mientras Luhan se daba una ducha…Sin embargo, rápidamente renunció a esa idea cuando asintió medio adormilado.
Parpadeando perezosamente, el mayor se acurruca en el sofá con el sonido del agua adormeciéndolo más.
Descansaría sus ojos un poco…Sólo hasta que Luhan regresara de la ducha. Había tenido una larga semana y quería descansar un poco.
Sólo un poco.
Descansar sus ojos…
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Alborotando su mojado cabello con una toalla, toma una camisa limpia del lavadero gracias a Minseok. Luhan presiona la tela contra su nariz, inundándose con el rico olor del suavizante.
Teniendo en mente ir a checar a Sehun y tal vez volver con Minseok al sofá, el chino sale del baño, parando en seco su caminar cuando se introduce a la sala de estar.
Ahí estaba Minseok, durmiendo hecho un ovillo, respirando tranquilamente en el sofá.
Un tanto vacilante avanza hasta quedar arrodillado al lado del mayor, acariciando inconscientemente el suave cabello del hombre dormido.
Labios carnosos medios separados para respirar y pestañas que revolotean tiernamente en las mejillas enrojecidas. El menor notó qué tan cansado lucía aun estando dormido. Acaricia una vez más en los suaves cabellos, sonriendo tenue por la manera que Minseok acunó su mejilla en esa mano. Luhan suspiró en sus pensamientos.
Le gustaba ver esto en su casa. Esto, Minseok dormido en el sofá, Sehun murmurando sobre autos en sus sueños o tener comida casera para cenar. Por primera vez sintió su casa como un hogar.
Desde que llegó de China, comenzando los veinte, encontrándose entre tantos extraños, buscando comodidad y tal vez hallar hogar, Luhan se estaba cansando de su propia vida. Él deseaba establecerse por una vez y no aprender de un cuerpo cada noche al que le diría adiós en las mañanas.
Por 5 años, Luhan buscó esto.
Habían pasado sólo… ¿3, 4 días? y el menor ya se había acostumbrado a este nuevo “entorno” demasiado rápido para su gusto.
Un adormilado suspiro corta los pensamientos del menor. El más alto se levanta con sus músculos adoloridos, mirando la pequeña bolita en la que Minseok se pone otra vez. Acariciando rápido su cabello una vez más, Luhan pone una mano bajo las rodillas del mayor y la otra en su espalda.
Bueno, Minseok podía tener dolores de espalda o algo si dormía en el sofá, ¿qué se supone que haga Luhan?
—Si estás planeando cargarme, para o te golpearé.
Salta debido al somnoliento murmullo bajo él, haciéndose rápidamente para atrás después de dejar escapar una risita nerviosa.
—¡Oh, vamos, Minseok! ¡Estás arruinando el romance!
Estirándose como un gato bajo el sol, el mayor se sienta algo aturdido antes de lanzarle a Luhan un vistazo.
—Saqué las zanahorias de tu cabello hace unas horas atrás. No creo que haya algo más romántico que eso.—Dijo Minseok cuando se levantó con un gran bostezo. Ni siquiera intentó cubrir su boca, estaba enfocado en no gatear de nuevo al sofá.
La risa de Luhan retumba en su pecho, el joven finge un gemido y dramáticamente sujeta el brazo de Minseok.
—¿Qué hay acerca de cena-cita que me prometiste Minseok? ¿Cómo te atreves a hacerme esto?
Viéndose por unos segundos, ambos hombres dejan escapar algunas risitas mientras se empujan el uno al otro en broma, pero con gentileza.
—Buenas noches Minseok. Ve a la cama ya…O puedes quedarte y nos acurrucamos en el sofá juntos.
Empujando al joven una última vez, Minseok sonríe con pereza antes de acechar el dormitorio.
—Ve a dormir Luhan.
Justo antes de que la puerta de la habitación se cerrara, Luhan oye un suave susurro diciéndole Buenas noches a él.
Luhan sabía que iba a terminar mañana, pero aún así, eso no se quitó el ansia por ella.