Código Compañero de trabajo/Hermano; Nunca tengas una pelea con el novio de tu jefe.
Nunca.
Minseok se escondió atrás de un archivo mientras Junmyeon lanzó una desagradable mirada a su dirección. Ok, tenía una razón pero no quiso decirlo en serio. No tenía nada en contra de la homosexualidad. Diablos, sí incluso fue de compras con Jongdae por…cosas…para, ¿ya saben?
De todas formas, no se trataba de él solamente. Esto era sobre Luhan. Todo era culpa de Luhan. Ese sigiloso chino había destruido su estabilidad mental con sus estúpidos actos domésticos y estúpidos coqueteos y su atractiva cara…
¿Qué demonios pensaba Minseok? ¿Besar su frente como una esposa preocupada y acurrucarse con él? Ni siquiera se acurrucó cuando estaba casado, en serio, ¿qué demonios?
De: Luhan
'Buenos días. La sopa estaba asombrosa. No puedo esperar para que vuelvas a casa.'
Leyendo el mensaje de la mañana, Minseok rascaba sus ruborizadas mejillas con una cara molesta
Luhan era un amigo. Eso era todo.
Pero bueno…la verdad es que, hace una semana el chino no sería alguien al que alimentara con sopa y con quien se abrazara en el sofá así que… ¿Amistad? ¿Qué límites cruzaba exactamente?
Luhan siempre fue ingenioso y un hombre querido. A pesar de su madura bondad, estaba en todos lados. Burlándose, lanzando afecto aquí y allá. Minseok nunca fue especial. Sentía que era el único que estaba cruzando la línea.
El joven hombre jadea para sí mientras se levanta de su asiento y pone una chaqueta sobre sus hombros. Tenía a un quejumbroso de 30 años que debía alimentar y a un amigo al que debe hacer galletas de disculpa…
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Cuando Minseok llega al enorme departamento de Luhan, se maldijo a sí mismo por no traer las llaves con él. Es que no sería cómodo pedir las llaves como "Hey Luhan, no vivo aquí pero me encantaría tener las llaves de tu casa."…Eso no estaba bien.
Así que cuando tocó el timbre, solo esperaba que Luhan estuviera despierto y lo suficientemente bien para abrir la puerta.
Apoyado en el marco de la puerta, cuando ésta abrió, Minseok parpadeó con asombro.
—¿Sí? ¿En qué te puedo ayudar?
Un fuerte acento pero suave voz –Totalmente no era Luhan- alcanza los oídos del joven padre, haciéndolo detener su paso. Estaba seguro que no se había confundido y no había ido al lugar equivocado así que…
—Um, ¿está Luhan...?
De repente, la cara del desconocido se iluminó de alegría, sonriendo ligeramente…Con hoyuelos. Ok, era alguien apuesto y en la casa de Luhan…A Minseok no le gustaba eso.
—Se está dando una ducha. Tú debes ser Minseok. Pasa.
El mayor no necesitaba su permiso. Por supuesto que iba a entrar.
—Soy Yixing, por cierto.
Chino. Igual que Luhan. A Minseok continuaba no gustándole toda la situación.
Adentrándose y tragando todas las preguntas que tenía para ese Yixing, Minseok rápidamente entra a la cocina a preparar algo de sopa…Con el alto tipo hoyuelo atrás.
—Entonces, Yixing. ¿Luhan y tú son amigos?
No es que le importara lo que son. Podrían ser más que amigos por todo lo que le importa.
—Uh, sí. Cómo le dicen aquí, ¿más que amigos? Sí.
Así que, amigos con beneficios, eso es. O tal vez amantes. Quién sabe. Minseok no sabía. O importaba. Wow, hasta había una sopa en la cocina.
Yixing se asomó detrás del hombro de Minseok para apuntar la sopa hervida en el mostrador. Sonriendo dulcemente, el alto hombre lo miró con una suave voz.
—Ya cociné algo pero no pude encontrar los cuencos.
Já, Sr. Más que amigos podía ser lo que sea de Luhan pero Minseok vivió con él casi una semana así que já.
—Bueno, sé dónde están.
Bien, el mayor no quiso mirar al chico. Ese Yixing parecía una buena persona pero Minseok era solo-
¿Cómo se atrevía Luhan a no contarle que tenía una amante o lo que sea y lo hacía a él cuidarlo?
¿Cómo se atrevía a confundirlo y luego traer un atractivo hombre a su casa? ¿Cómo se-
—Yixing- Oh, Minseok.
¿Cómo se atrevía Luhan caminar por la casa sólo con una toalla mientras el chico hoyuelo estaba allí?
—Oh, Luhan.—Vale, Minseok no quería sonar burlón…o celoso.
No estaba celoso. No tenían una relación. Yixing y Luhan lo eran sin embargo. Y Yixing ni sabía dónde estaban los cuencos.
—Bueno, viendo que no soy necesitado aquí, mejor regreso a trabajar. Te ves lo bastante bien Luhan. Nos vemos.—Minseok no quiso sonar tan amargado.
—No, espera, Minseok-
El joven padre ya estaba fuera del apartamento, haciendo un mohín tontamente, enojado consigo mismo por sentirse así. Era un idiota. Todo por culpa de Luhan.
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—No creo gustarle a Minseok ge
Yixing estaba vertiendo algo de sopa en un cuenco mientras se asegura de poner papas extras y carne en él. Colocándolo en frente de un ahora vestido Luhan, el joven se sentó a su lado con su propio plato de sopa.
—Gracias. Ah, lo siento por eso Xing. No sé qué pasó. Minseok usualmente no es así.
Canturreando alrededor de una cucharada de algo verde –Yixing no estaba seguro de que puso en la sopa…Sólo cosas sanas, supuso– suelta una risa.
—Tal vez estaba celoso.
—Que- Yo- ¡Yah Yixing!
—No lo sé. Es decir, durmieron juntos anoche. Apretaditos.
El otro chino se burla por el tono que Luhan hace al proliferar quejidos y lamentos. Golpeando el pecho de su amigo con el dorso de su mano, el mayor se sienta con una sonrisa y sorbe algo de sopa.
—Si tienes tiempo para burlarte, tienes tiempo para comprar comida también. No olvides conseguir algo de pudín o parfait. Especial los de banana. Sehun ama las bananas.
Aún riendo, Yixing se pone de pie con su cuenco medio vacío, dejándolo en el fregadero. Tomando su chaqueta, el joven le guiña a su amigo, tomando la lista de compras que Minseok escribió anoche.
—Regresaré en una hora ge. Tienes suerte de estar enfermo.
Antes de que Yixing dejara la casa, se asomó a la cocina y mostró sus hoyuelos con los labios fruncidos.
—...Enfermo de amor.
Justo cuando se va, Luhan lanza un camión de juguete que Sehun había dejado en el piso.
Para desgracia de Luhan, no dio en el blanco.
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Decidió no tomar el autobús hasta el jardín de infantes y caminar un poco en el frío de la tarde, Minseok mueve sus labios inquietos entre sus dientes en los pensamientos.
Acariciando el teléfono con su mano, leyendo los intermitentes mensajes por novena vez, el joven hombre bufa tercamente.
'Me siento mucho mejor. Deberíamos tener otra noche de película.' Decía el mensaje.
Probablemente debía solo responder un ‘Si te estás sintiendo mejor, me iré a mi casa, tarado.’ O ‘¿Tú no tienes novio?’ pero al mismo tiempo quería pasar una relajada tarde con Luhan y asegurarse que esté bien con sus propios ojos.
Minseok no estaba celoso. Una parte de sí lo estaba, tal vez, pero la mayoría estaba molesta con Luhan por la vida y los amigos que eligió. El chino mantenía a un hombre que ni siquiera iba a revisarlo mientras estaba enfermo mientras que Minseok, alimentó a Luhan con sopa y cuidó de él toda la noche. A Minseok le importaba.
Pensaba que Luhan se preocupaba de él también. Al menos lo suficiente para contarle de sus relaciones. Aparentemente no.
Luhan merecía una mejor vida a pesar de que escogiera adentrarse en relaciones fugaces. El joven merecía ser cuidado. Luhan tenía mucho potencial y fuerza. La suficiente fuerza para quedarse bajo sus propios medios en otro país mientras que Minseok ni podía mantenerse a sí mismo.
Enviando un simple 'seguro' y guardando su teléfono, Minseok frunció más el ceño.
Su vida era un lío por todas las precipitadas decisiones y emociones que tenía y ahora sabía que se confundía a sí mismo. Por años, todos bromeaban acerca de Luhan y él con su traviesa y lo que sea coqueta amistad mientras incluso le lanzaba besos y guiños de aquí por acá para entretener…
Minseok sabía que era muy profundo en algunas cosas. Sehun estaba muy unido a Luhan e incluso si rompía el frágil corazón de su hijo, Minseok no podía sólo olvidad esa amistad. Se culpó por sentimental…Siempre lo era.
En una relación con Luhan…Más bien, un ticket directo al desamor.
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Empujando a Sehun a su regazo en el asiento trasero, dejando su boca en el cuello del niño con juguetones gruñidos, Minseok le hace cosquillas en el auto mientras Luhan maneja silenciosamente con una sonrisa en su cara.
Con ojos grandes como felino mirando justo a Luhan, Minseok se sintió nervioso por seguir la pequeña, tierna sonrisa en el rostro del más joven. Abrazando a su pequeño en su pecho, el mayor escondió su cara en el hombro del niño que aún se reía.
Rehusándose a hacer contacto visual con el joven, Minseok vio la cara de Luhan caer confusamente por el espejo. Sabía que estaba siendo un poco injusto, sin embargo no se atrevía a decir nada a éste último.
Luhan fue a buscarlos al jardín de niños y ahora estaban regresando a casa…A la casa de Luhan. No la de Minseok.
El joven padre decidió irse de allí esa noche.
Se preguntaba si Yixing estaría allí…
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Minseok cocinaba en la cocina, Luhan estaba apoyado en el marco de la puerta con una cara aburrida y una balanza bajo la axila. Sehun estaba listo con sus juguetes y crayones recolectados, a pesar de los lloriqueos de no querer irse y de que Pinkeupinkeu lo necesitaba mientras el padre estaba satisfecho de que el niño no llorara.
Cortando cuidadosamente un largo rollo de kimbap, cubriéndolo y metiéndolo al refrigerador, Minseok cierra la tapa de los guisos de verduras, volviéndose hacia Luhan con brusquedad.
—Balanza.
Rápidamente dándosela al mayor, Luhan lo miraba como un culpable y confuso niño. Él intentaba hablar con Minseok pero el más bajo estaba echando humo y lanzando una rabieta en silencio por alguna razón.
Revisando la balanza, Minseok asiente para sí mismo antes de dar unas palmadas en el hombro de Luhan.
—Saludable y de pie. Me voy a casa.
Quedando estupefacto por un segundo, Luhan pensó en lanzarse al suelo con un lamento y desmayarse…Pero por supuesto, no era un adolescente que actúa como un mocoso que es irrespetuoso en las decisiones de los demás o-
—Oh dios Minseok, creo que voy a-
—Luhan, si te desmayas encima de mí te juro que patearé tu cara y me llevaré esos Kimbaps a casa.
Frunciendo el ceño de repente, el chino se apresura en bloquearle el camino a Minseok al ponerse delante de la puerta, cerniéndose sobre ésta última con un rostro molesto. Su expresión de preocupado estaba muy lejos ya.
—Ok Minseok, ¿qué sucede? Me siento como si haya olvidado nuestro aniversario o algo.
—Luhan, dejame-
—No.
El joven hombre podía ver la forma en la que el rostro de Minseok se volvía más dura. El mayor siempre era alguien tranquilo, pero peligroso y la última cosa que Luhan quería era dirigirlo a la ira.
...Sentía como que no saldría vivo de ésta.
—Luhan, déjame ir.
El más alto sostiene el hombro de Minseok y vio la forma en la que esos ojos brillaban peligrosamente.
Luhan estaba seguro que perdería un brazo.
—No hasta que me digas que pasa y pares de actuar como una esposa con síndrome premenstrual.
…Y ahora tenía la certeza que de perdería un brazo.
—¿Esposa pre menstrual? ¿Tu novio sabe acerca de esta esposa tuya?
—Bueno, yo- ¿qué?
Luhan parpadea algo atontado y no se molesta en alejar sus manos del hombre de Minseok. El mayor respiraba pesado y que notó que ya había ido muy lejos al habar.
—¡Oh, espera! ¡Apuesto que ni siquiera le importa! Diablos, ¡si ni siquiera a ti!
—Minseok-
—No. Ya sé suficiente, Luhan. ¿No estás aburrido de esto ya? Estoy seguro que fue horrible para ti perder el tiempo esta semana. Piensa en toda la gente que pudiste traer a casa.
Mientras unas piezas hacen click, Luhan de repente sintió una oleada de rabia sobre él. Retirando rápidamente sus manos, los ojos del chino se tornaron filosos.
—¿Es así como piensas de mí?
—Es así como te conozco.
Con Sehun ya olvidado, altas y dañosas voces junto a unos enojados rostros se acercaban con rapidez.
—¿Así es como me pagas después de todo lo me has hecho?
Luhan estaba harto de actuar como si estuviera bien. No quería oír a Minseok más. Sólo estaba cansado y…rendido.
—¿Qué te hice? ¡No pedí que nos ayudaras a Sehun y a mí, Luhan!
Sin previo aviso, Luhan encierra a un sorprendido Minseok contra una pared, respirando severamente. Él estaba temblando y su cara mostraba el dolor por las emociones que tenía. Tal vez estaba teniendo un quiebre por todo eso.
Y entonces casi escupiendo;
—¡Como si tuviera opción! Tú me arruinaste. Hace 5 años, justo cuando decidí cerrar mi comedor y regresar a China, tú llegaste a mi vida.
Las palabras en la boca de Luhan se volvían más bajas en cada resoplido y sus ojos revoloteaban con un húmedo sentimiento.
—Me estaba rindiendo. Creí que era un lío y que no podría tener mi “juntos” pero allí estabas tú, un padre soltero y creías poder mantenerte a ti y a tu familia. Estabas tan fuerte y sólo- tú.
—Luhan-
—Y tú solo tenías que hacerme conocer a Sehun también. Odio a los niños, ¿sabías? Creí que odiaría a Sehun también pero el sólo tenía unos meses, unas rosadas y gordas mejillas, babeando toda mi camisa, llorando sin parar…Me enamoré de él, me enamoré de ti Minseok.
Con los ojos muy abiertos, el rostro de Minseok se convierte a uno sorprendido mientras se enfrente a los aguosos ojos de Luhan. El joven tenía una pequeña, casi burlona sonrisa en su rostro.
—Me enamoré de ti, Minseok.
Lentamente los temblorosos labios presionan los que están inmóviles, depositando un suave, profundo beso allí. Luhan hunde sus labios más y más con cierta desesperación antes de separarse con un suspiro.
Evadiendo la amplia y casi asustada mirada de Minseok, el más alto se aleja con dolor.
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Hace 5 años, cuando Luhan tenía 25, estaba seguro de que ya no sería un cantante.
Viviendo en Corea por 7 años, queriendo ser un idol o un músico, era difícil para el joven aceptar su fracaso.
Nunca había admitido una derrota tan fácilmente, se negaba a regresar a casa mi mirar la cara de su insatisfecho padre. Por lo mismo, Luhan decide conseguir un préstamo de un banco y abrir una pequeña cafetería para recoger algo de dinero.
Con los tiempos difíciles golpeándolo en la cara, el joven y nuevo gerente estaba al borde de cerrar todo y regresar a los gentiles pero decepcionados brazos de su madre después de unos meses.
Luhan estaba en la quiebra y el banco estaba sobre él cuando Minseok vino a ordenar una taza de café negro con un par de brillantes ojos.
Aún más quebrado que Luhan, recién divorciado y teniendo un bebé, el viejo cliente era demasiado optimista en todo, considerando su vida.
"Me estoy sujetando. La vida continúa y yo debo también. Sehun necesita a un papá después de todo." Fue lo que Minseok dijo en su primera conversación.
No era más que admiración para Luhan al comienzo. Un fuerte, joven padre lo inspiraba a tener su…orden…Minseok era un chico genial.
Pequeñas charlas aquí y allá, justo un año después de conocerse, Luhan tenía en sus brazos a un bebé cuando Minseok se apresura y le dice que cuide de él por unas horas.
Quedarse con un bebé de un año, cambiando sus pañales con muchas luchas y alimentarlo con tontos sonidos de avión y todo, por primera vez Luhan no odiaba a los niños tanto.
Tal vez porque era de un amigo o Sehun era muy lindo para odiar.
Durante años, siendo más y más cercanos, Luhan se encontró siendo parte de la pequeña familia y al mismo tiempo muy lejos de su vida.
Minseok le había encontrado algunos meseros que trabajaran para él y lo ayudó respecto al préstamo del banco con unas confusas cosas matemáticas, diciendo "Eso es lo que estaba estudiando antes de decidir casarme. Aún tengo algunos movimientos."
Debilitándose por la siempre calma del aún confuso Minseok, para Luhan no fue difícil encontrarse añorando al joven padre en sus brazos. Estaba demasiado ido para darle la espalda.
Llegando a la edad de establecerse, que eran los 28, Luhan se encontró a sí mismo queriendo tener una pieza de hogar con Minseok y el niño de 3 años, Sehun.
…Lo que no sucedería, y que probablemente no lo hará nunca, el chino pensó el chino mientras salía con su amigo de la infancia en un bar que Yixing había elegido.
Amante tras amante, algunos de verdad y otros simplemente para presumir, Luhan tontamente esperó por Minseok y ni una sola vez pensó en mudarse.
Luhan era tan estúpido. Estúpidamente enamorado.
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Cuando Minseok se libera de los temblorosos brazos del joven, vaciló cuando se dirigió hacia la puerta.
—Yo-Yo mejor me voy.
Mientras Minseok rápidamente deja la casa, él ni siquiera pudo oír los sollozos e hipidos que provienen de su hijo por los pensamientos corriendo en su mente.