—Sehun, no uses las manos para tomar la comida- Sehun, la servilleta- ¡Luhan! ¡No le enseñes malos modales!
Minseok golpeó la mano del mesero, cuando éste llega con otros aros de cebolla con sus ahora, aceitosos dedos. Poniendo mala cara, Luhan decidió ignorar al otro hombre que echaba humo, agachándose junto a Sehun para comer de las papas fritas con las que el niño se alimenta.
Riendo, Sehun continuó alimentando a Luhan y a sí mismo con sus resbalosos dedos a pesar del lloriqueo de su padre.
—Luhan, ¿no tienes clientes que atender?
—Háblame cuando me preocupe.
Bufando, Minseok estaba a punto de comenzar a gimotear otra vez, cuando dos papas fritas rozan sus labios.
En serio, ¿qué tan antihigiénicos podrían ellos llegar a ser? ¿o asquerosos? No había forma de que él comiera de esa manera y-
Demonios, esos ojos de cachorrito...Incluso Luhan lo estaba-
La "lucha" era real. Pero resistirse iba a ser en vano.
Entornando sus ojos, el mayor acepta el aceitoso lío de patatas de Sehun y Luhan de mala gana.
—Los odio a ambos.—Refunfuñó entre dientes con su boca llena de los snacks no saludables.
Sehun reía en un alto tono, bajando su Bubble Tea para que Luhan dé unos sorbos.
—¡Nosotros te amamos, el mejor papi! —Dijo el pequeño niño antes de alcanzar una servilleta, dándosela al mesero.
Desde que vio el guiño del chino ser enviado a su dirección, Minseok resopló fuerte, viendo luego como Luhan limpia los sucios dedos de Sehun gentilmente.
Bebiendo de su café, deja al chino limpiar el rostro sucio del pequeño, sonriendo casi en secreto.
Ignorando la escena que ellos estaban haciendo, esa era una buena manera de pasar el fin de semana...
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—Una ardiente madre soltera.
Minseok suspiró por novena vez cuando un astuto brazo cubrió sus hombros.
—No, Jongdae.
El mencionado sonrió un poco más, enganchando su pierna en Minseok perversamente.
El joven hombre decidió que prefería llenar unos papeles adicionales que esto.
O escribir una novela o algo; El dolor de la manipulación de los compañeros de trabajo. Un libro por Kim Minseok.
—Pero Minseok-
—No, Jongdae.
Jongdae frunció el ceño con pesadez, desenredándose de su amigo. El otro joven fue a la silla de su escritorio, girando en ésta.
—Me siento ofendido, hombre. Es la tercera cita que planeo por nada." Gimoteó Jongdae mientras lanzó un pasador de papel a su amigo.
Esquivando inexpresivamente, Minseok suspiró antes de anotar pequeñas oraciones en un archivo.
Realmente debería escribir un libro sobre las dificultades de ser un padre soltero con un idiota como amigo.
—No necesito a una mujer en mi vida ahora, Jongdae.
—¿Qué hay de un ardiente padre soltero entonces? —Dijo el hombre más joven con un estúpido guiño.
Un guiño estúpido en una estúpida cara. Estúpida. Jongdae era estúpido.
El mayor resopló antes de lanzar un lápiz a su amigo risitas. Tuvo un gran placer por ser capaz de golpearlo justo en la cabeza, rodando sus ojos ante los gimoteos que este último soltó, anotando otras oraciones en el papel frente a él.
—¿No tienes trabajo que hacer? ¿Archivos que llenar?
—Nah, sólo iré donde el jefe a tener sexo. Tú eres aburrido.
Antes de que Minseok abriera su boca para decir algo, Jongdae continúa con una voz más gentil.
—Ya han pasado 5 años, hyung. Creo que deberías sólo vivir un poco.
Jongdae se levantó y caminó hacia la pequeña, y privada oficina de su jefe. Minseok solo suspiró, sonriendo un poco cuando acomoda la foto suya con su hijo en su escritorio.
No era como que no pudiera "vivir", sólo tenía diferentes prioridades en su vida, empezando con Sehun...Y bueno, terminando con Sehun otra vez.
—¡El jefe te rechazará y va a lanzarte un estampador! —Gritó Minseok a un distraído y sonriente Jongdae.
—Nah, Junmyeon me ama.
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Era probablemente bonito tener a alguien que te diga te amo.
Había pasado un tiempo desde que Minseok saboreó esa palabra en su lengua.
5 años desde que era soltero e incluso en su matrimonio, no hubo mucho amor para él.
El joven hombre pensó que sí había. Él pensó que estaba así de enamorado, listo para empezar una familia a los 25 años.
Un embarazo no planeado, una inestable carrera y una problemática relación que después, hizo a Minseok encontrarse solo con un bebé recién nacido y los papeles del divorcio de su esposa, que se alejó sin decir una palabra...
Bueno, ella le dijo que estaban terminados antes de que se fuera, pero…
Ahora con 30 años, teniendo algo como un trabajo estable con un pago decente, el joven padre no quería a nadie más que a su hijo en su vida. No quería ningún tipo de distracciones, porque Minseok ya luchaba por pasar suficiente tiempo con su hijo.
Sacudiendo esos pensamientos de su cabeza, Minseok miró a Jongdae, desplomándose en su escritorio con un desanimado puchero, sonriendo el con discreción.
—¿Qué pasó? —Preguntó el mayor descaradamente.
Quejándose entre dientes, puchereando mucho más, el más joven resopló y abrió un archivo con fuerza innecesaria.
—Me rechazó.
Minseok arrulló a su compañero de trabajo burlonamente, regresando a su propio archivo y viejo computador con una sonrisa.
Aún si no tiene a nadie para llamar como suyo, el joven padre disfrutaba ver el amor de los que lo rodeaban. Tal vez era un romántico empedernido, pero era suficiente para él.
...Incluso si se trataba de una relación homosexual.
Para ser honestos, Minseok no siempre era tan abierto acerca de...eso. Para él, amor a otro hombre era... ¿No natural?
Pensándolo bien, era una tontería cómo pensaba acerca de la homosexualidad aquel entonces.
Tener un nuevo empleo, conocer a Jongdae y ser amigable con él, todo estaba bien hasta que Minseok atrapó a Jongdae en el acto...
Al igual que lo atrapó en el regazo de su jefe, Junmyeon.
Tenía una confusión interna, cuestionando muchas cosas: empezando con cómo el sexo gay funcionaba, recibiendo un "educacional" video sobre...como "eso" pasa, por parte de Jongdae.
No era como si estuviera recibiendo esa acción, así que no le importaba ahora.
Además, Luhan era de gran ayuda también. Ese coqueto hombre era un desvergonzado en todo y amaba hablar sobre todos los hombres y mujeres en su vida sexual a Minseok. El mayor ni siquiera se quejaba de todos los jugosos detalles ya. Luhan era...Luhan.
Ya era costumbre que el camarero le contara sobre su "animada" vida desde hace algunos años.
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—Sandwich de jamón, café y unos aros de cebolla para mí.
Minseok le restó importancia a sus pensamientos cuando el plato y la taza aparecen frente a él. Alzó su rostro hacia el sonriente y animado Luhan, apuntando la cebolla frita.
—¿De verdad? ¿Intentas hacerme engordar?
Miró como el mesero se sentó con una sonrisa y sacó una colada papa frita del fondo de su pequeño plato. Minseok abrió su boca para replicar pero la cerró rápidamente cuando la aceitosa papa presiona sus labios.
—Abre la boca, Minseok. Me gustas más cuando tienes más figura. Has perdido algo de peso últimamente.—Dijo Luhan con voz ligera, metiendo el bocadillo en la boca del hombre más bajo.
Tratando de contenerse, al final Minseok separa sus labios, dejando al contrario alimentarlo con su cara llena de satisfacción.
—Deberías encontrar una manera más sana de hacerme ganar algo de peso.—El mayor se burló, alcanzando su café. El mesero curva sus labios en una maliciosa sonrisa.
—Oh, ¿me estás pidiendo una cita para cenar?" Luhan preguntó coquetamente, inclinándose sobre la mesa hacia el joven más bajo.
—Ve a trabajar, idiota.
Luhan reía, alejándose con un trapo de limpieza metido en su cinturón.
—De todos modos, tengo una cita esta noche. Talvez luego, bonito.