El ataque a Pearl Harbor fue como una Katana atravesando el hombro derecho para Alfred, nunca se hubiese imaginado que ese pequeño país le pudiese hacer tanto daño, pero eso no se quedaría así, el héroe no podía quedarse sin hacer nada contra Japón había que devolvérsela de tal forma que los japoneses aprendiesen la lección y no se metiesen con ellos de nuevo.
.......
La bomba era la última tecnología destructiva de EEUU, se planeó por meses en secreto, y en su momento obtuvo mejores resultados de lo que esperaban, Japón estaba devastado y América era el culpable,ya conocía a Japón de antes,le dolió tanto el ataque a su armada y lo mal que había quedado Japón, tenía que verlo, aún siendo enemigos ,era un país al igual que el,sabía lo que dolía un ataque así.
Llegado a Japón sólo notaba caras tristes, pidió visitar a Kiku en su embajada,dijeron que no era el momento, que el japones en serio estaba muy dañado y que volviese en una semana
Una semana que para Alfred no fue fácil, por alguna razón no podía concentrarse en su trabajo, sólo una persona estaba ocupando su atención.
Luego de esos eternos días,por fin le permitieron ver al herido,este estaba sentado en un sillón en su habitación de hospital con vendas en un brazo y el pecho, le lanzó una mirada de odio apenas entro.
-¿Que quieres?- le dijo enojado.
-sólo vine a ver que estuvieses bien-trato de explicar con calma.
-no necesito la compasión de enemigos-dijo volteando la cabeza tratando de ignorarlo
-...- no sabía que responder, era verdad, eran enemigos.
-vete si no tienes nada más que decir- dijo Kiku
Eso le dolió - no quiero- dijo cabizbajo
-¿¡Que!?
-¡Dije que no me iré!-
-¿Y que pretendes hacer entonces?, este no es tu país,¡no te puedes quedar por siempre!-grito.
Kiku se para, un poco a dolorido, pero su enojo por la terquedad de esa persona era mayor.
-¡Aún así no quiero!- dice América ya con los ojos algo cristalinos-no puedo dejarte solo aquí viendo lo lastimado que estas...lo lastimado que yo te deje- dice casi susurrando pero lo suficientemente fuerte como para que el lo oiga- yo.....no me quiero alejar de ti otra vez
Alfred se acerca repentinamente a kiku y lo abraza muy fuertemente hacia el, el japones no alcanza a reaccionar y, en un intento de esquibarlo terminan cayendo juntos a la pequeña camilla de la habitación.
Al japones le dolió todo el cuerpo (aun seguía en recuperación), pues la caída no fue muy delicada, el estadounidense no se acababa de dar cuenta en la situación en que habían quedado, el mirando desde arriba las expresiones del mas pequeño que solo le hacían quererlo mas
-puede que este no sea mi país -dijo cerca del japonés- pero puedo hacerlo mío
América le tomo de la barbilla y lo beso antes de que pudiera decir nada
-América-san...por favor para... Mis heridas duelen- esas palabras derritieron la cordura del estadounidense, simplemente lo queria.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxx