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“Festejando a papi” por Sasunaru1827NKHR

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Notas del fanfic:

Los personajes de KHR no me pertenecen sino a Akira Amano~

Esta historia es por el festejo de nuestro querido Tsunayoshi~ <3

Notas del capitulo:

Los personajes de KHR no me pertenecen sino a su creadora.

.Capítulo Único.


En la mansión Vongola se encontraban algunos guardianes de arriba para abajo acomodando cosas siendo dirigidos por un Reborn de 15 años quien a su vez traía a un pequeño niño de cabellos castaños y ojos entre purpuras y azulinos en sus brazos, este pequeño niño respondía al nombre de Haruka y era nada más, ni nada menos que el primogénito de Sawada Tsunayoshi, el jefe de la Familia Vongola, así como a su vez lo era también de Hibari Kyoya, el guardián más poderoso de la Familia Vongola. Se han de estar preguntado ¿Por qué los guardianes están de arriba para abajo acomodando cosas? Bueno eso se responde fácil, era el cumpleaños del jefe de la Familia más poderosa y ellos estaban dando los toques finales para la fiesta de este mismo.


-Deben apurarse antes de que Dame-Tsuna llegue a la mansión, Hibari no podrá detenerlo por tanto tiempo siendo que no llevo a su retoño a recogerlo- dijo mientras veía como Haruka seguía entretenido viendo como sus tíos y tías estaban moviéndose a una velocidad asombrosa colocando adornos y bocadillos en las mesas.


También dirán, y bueno ¿Por qué no les dejan ese trabajo a los sirvientes que la familia tiene? También es una pregunta sencilla de contestar, pues la fiesta fue organizada por el pequeño hijo de su jefe y este les había dado la idea de que sería más lindo si eran ellos los que hacían todo para hacer la fiesta sorpresa de su querido Otochan, después de todo la fiesta consistiría solamente en los más cercanos al décimo Vongola. Los invitados prácticamente solo serían los Guardianes junto sus hijos que también se encontraban ayudando a los preparativos, los exarcobalenos, los varia que para sorpresa de todos estaban ayudando a su modo, los Shimon junto con sus respectivas parejas, Dino Cavallone, Sus queridos abuelos, sus queridas tías (Hana, Kyoko y Haru), vaya todos los más cercanos al chico castaño. Ellos no pudieron refutarle nada al menor de la Familia  al ver aquellos ojos llenos de ilusión para hacerle la fiesta a su querido Otochan por eso mismo ahora estaban dando los últimos toques para que todo quedara perfectamente bien.


Gokudera Di Yamamoto Hiyori y Gokudera Di Yamamoto Yuu que eran 2 y 1 año mayor que Haruka, estaban más que encantados ayudando a sus padres. Para ellos era demasiado importante el tío Tsunayoshi, le tenían un gran cariño así como también se lo tenían a Haruka y a su padre Kyoya, aunque daba un poco de miedo este último. Por otro lado Sasagawa Kyosuke siendo hijo de Ryohei y también siendo mayor que todos los pequeños presentes al tener 9 años de edad (Si, Hana se había embarazado muy joven) se encontraba gritando un “Extremo festejo” al igual que su querido padre, aunque también había sido reprendido por su querida madre quien le jalaba las orejas a su padre por seguir haciendo escándalo.


-Pronto Otochan llegara ¿Verdad Reborn-niisan?- pregunto el castaño mientras veía a Reborn fijamente.


-Claro, por eso debemos darnos prisa… ¿Por qué no vas con Hiyori y Yuu? Podrías ayudarlos en colocar los regalos en aquella mesa Haru- dijo cariñosamente mientras bajaba al retoño de su querido pupilo al piso, para después verlo correr hacia los hijos de Hayato y Takeshi.


Era verdaderamente sorprendente ver a Reborn siendo cariñoso con un ser vivo, sin embargo habían de cierta manera acostumbrándose al tiempo en que comenzaron a nacer los niños dentro de Vongola, pero sin duda el corazón del Hitman se hablando completamente con el pequeño hijo de Tsunayoshi y Kyoya. El hombre a kilómetros demostraba el cariño tan cegador que le tenía al menor que para sorpresa de todos había sido adoptado como hermano mayor, todos aun recordaban la cara de sorpresa de Tsunayoshi, Hibari y el mismo Reborn al escuchar de la pequeña boquita de Haruka salir “Reborn-niisan” y las miradas sorprendidas no terminaron ahí, pues él Hitman había agachado la mirada, escondiendo la mirada en aquel sombrero, muchos creyeron que aguantaba las ganas de ahorcar a Mukuro y a Coronello por haber reído ante lo dicho del menor, pero no fue así, el exarcobaleno más poderoso de todos había escondido la mirada por las lágrimas de felicidad que sintió al escuchar eso del menor, hubiera preferido mil veces que le dijera abuelo o tío, pero su edad no ayudaba en mucho por lo que escucharlo decir aquello fue realmente conmovedor para el asesino.


-Haru-chan ¿crees que debamos ponerlos por tamaño o por color?- dijo la niña mirando fijamente al menor quien solo sonreía cálidamente.


-Como gustes, lo importante es que Otochan vea los regalos- la sonrisa resplandeciente seguía en su rostro provocando que la mayoría se cautivara por ella.


Haruka era un niño verdaderamente educado y a pesar de ser niño no podían evitar decirle Lindo~. Es amable, respetuoso, además de fuerte, no por nada Reborn y Hibari lo entrenaban desde hace unos meses atrás y eran pocas las veces en que lograban verlo realmente enojado, recuerdan una sola vez que el pequeño verdaderamente saco el lado Hibari que traía en la sangre y eso fue en una reunión con algunos otros jefes de la Mafia, Tsunayoshi tenía que hablar con ellos para evitar un posible ataque hacia Vongola, evitar más bien el hecho de que lastimaran a gente inocente por el simple hecho de que algunos jefes aun menospreciaban al castaño por su corta edad, Reborn había sido el primero en decir que hicieran la reunión en la mansión, así por lo menos vería que planes tenían esos sujetos. Todos sus guardianes se pusieron en guardia y entraron al despacho del jefe Vongola, los sujetos comenzaron a atacar verbalmente al castaño diciéndole prácticamente que era un niño y que no sabía a lo que se enfrentaba, además de que ¿Por qué debían de recibir órdenes de él? Reborn estaba a punto de hacer una imprudencia, sin embargo para todos fue aterrador ver como Haruka entraba corriendo hacia sus padres con unas leves lágrimas asomándose en sus ojos. La mayoría de los aliados de Vongola sabían de la existencia de Haruka y no es que Tsunayoshi no deseara que su hijo no se diera a conocer pero, corría un riesgo grave al ser su hijo y tenía que protegerlo, por lo que al ser visto por aquellos sujetos que aún no eran del todo aliados de Vongola comenzó a afectar más la reunión. Comenzaron a hablar mal de Tsunayoshi y de Hibari por ser los padres del menor, Reborn quiso sacar al pequeño de aquel despacho pues podía ver que las palabras comenzaban a afectar al de menor edad en ese despacho, Haruka era inteligente y entendía más o menos las palabras de esos hombres, sabía perfectamente que estaban hablando mal de sus padres y el simplemente no lo soporto, para asombro de todos Haruka levanto la mirada llena de enojo contenido, Reborn pensó que se pondría a llorar pero al ver aquellos ojos que conocía demasiado bien, pues había visto más de una vez así a Hibari también, no pudo evitar pasmarse. Tsunayoshi al ver la cara de todos volteo a ver a su retoño y la sorpresa también se instaló en su mirada, estuvo a punto de decirle algo consolador a su hijo para que dejara de estar molesto pero su hijo se adelantó en hablar.


-No dejare que ustedes herbívoros hablen mal de mis padres, ustedes no respetan a mis padres entonces mi padres no les deben ningún respeto a ustedes, así que… decidan… quieren ser mordidos por mi o por mi padre, aunque con ninguno de los dos se salvan de ser aniquilados- aquellas palabras que salieron tan rencorosas de aquellos pequeños labios fue demasiado para todos, no cabían en su asombro y Hibari sonreía orgulloso viendo como su retoño defendía a su padre más inocente- Aunque también ofendieron a Otosan, debería mostrarles que aquí se respeta a mis padres o sufren de grandes consecuencias- y ahora también a él.


-¿Haru…ka?- Tsunayoshi no sabía qué hacer.


-Discúlpense- Los ojos del menor se tornaron más brillosos, como un felino al acecho de su presa y verdaderamente eso parecía.


-Ya escucharon a mi hijo, deberían disculparse con Tsunayoshi o…- las palabras callaron por unos breves segundos en los cuales volteo a ver a su pequeño quien le regreso la mirada para luego voltear nuevamente a ver a los sujetos frente a ellos.


-Kamikorosu- dijeron al unísono padre e hijo viendo como los sujetos temblaban al ver la maldad pura en las pupilas de ambos.


-Nos disculpamos por nuestras ofensas hacia usted Decimo Vongola, desde ahora no se volverá a comentar sobre que nosotros haríamos mejor trabajo que usted, le suplicamos que la alianza entre nuestras familias siga- la cabeza agachada y el tono en como lo dijo mientras el otro jefe de la Familia Canolli solo asentía fue suficiente para zanjar el tema y dejarles ir.


-Haruka, no deberías entrar así a mi despacho- reprendió el castaño a su pequeño hijo, más preocupado por el hecho de que su hijo pudo correr peligro.


-Pero… tuve una pesadilla y quería verlos- la molestia en aquellos ojos se había ido pero todos sabían que dentro de ese pequeño se encontraba escondido la parte Hibari y desearon nunca volver a verla o por lo menos que esa furia no fuera en contra de ellos.


-“Con uno tenemos”- pensaron todos al ver a Kyoya para después mirar a Haruka- “Otro seria nuestra perdición”


Aun todos tenían vigente que no debían hacer enojar al pequeño Haruka sino correría sangre, aunque sabían para alivio de ellos que el pequeño se enojaba muy difícilmente.


Volviendo a lo de la fiesta, al fin habían terminado de organizar todo, ahora solo faltaba que el padre del que organizo de cierta forma aquella fiesta sorpresa, apareciera con él festejado.


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En el aeropuerto personal de la Familia Vongola se encontraba un pelinegro esperando a su amado para poder cumplir la misión que le había sido otorgada por su pequeño hijo, Hibari Kyoya esperaba paciente por Sawada Tsunayoshi quien había regresado de una misión/Reunión con el jefe de familia Gionizie en Francia. La misión era sencilla, hacer tiempo para que todos acomodaran la mansión cede en Japón para la fiesta sorpresa de su querido y amado Tsunayoshi. No podía fallarle a quien le dio la misión, no podía quedarle mal a su pequeño hijo, el cual le había dicho que le diera un gran beso a su Otochan para así distraerlo de llegar pronto a casa, pues según Haruka, su querido Otochan se dejaba llevar por los besos de su querido Otosan y se olvidaba de todo alrededor, probablemente su hijo era más observador que el mismo Tsunayoshi a su edad, tal vez esa parte la había sacado de él, sin embargo su retoño tenía demasiado cualidades de su querida “Madre”.


-Kyoya~- aquella voz tan angelical que pronuncio su nombre lo hizo despertar de aquellos pensamientos en los cuales se había perdido, volteo y pudo ver a su querido amado correr hacia él con un traje negro puesto, seguro que Haruka lo hacía cambiarse en cuanto llegara pues sabía que su Otochan no estaba cómodo con aquellas ropas pero por su mismo trabajo tenía que usarlas.


-Tsunayoshi- Le cargo cuando el menor prácticamente al llegar a su lado brinco a sus brazos. Si, tal vez sería como un recuentro de película aquello pero, a él simplemente no le importaba porque veía nuevamente a su amado y quería darle el cariño que por unos días no pudo darle- Bienvenido- fue lo que salió dulcemente de sus labios para luego besar al castaño.


Tsunayoshi sonrió entre el beso para luego entregarse al mismo, se sentía feliz de ver nuevamente a Kyoya y aunque fueron solamente unos días lejos de su familia para él fue lo suficientemente largos los días en que estuvo fuera donde no pudo disfrutar las caricias de su amado, el lado gentil que solo le mostraba a él, esos cariñosos buenos días y buenas noches de cada día o aquellos abrazos que por las noches lo hacían sentirse verdaderamente amado y protegido por la persona que más amaba en el mundo, claro que no era el único, porque también amaba a su pequeño Haruka.


-¿Y Haruka?- pregunto una vez se separaron del beso viendo por todos lados para ver si su pequeño se encontraba ahí.


-Lo deje en casa, estaba jugando animadamente con Hiyori y Yuu que no quise- pero las palabras murieron en su boca al ver la sonrisa de Tsunayoshi.


-Entiendo, aunque demoños prisa quiero tenerlo entre mis brazos, no puedo creer que soportara tantos días estando lejos de él y de ti- dijo mientras caminaba hacia la salida siendo acompañado por su pareja.


-A nosotros también nos hiciste falta, Haruka dormía conmigo todas las noches, decía que el lado de tu cama tenía tu olor y que le hacían sentirse tranquilo, descubrió mi pequeño secreto para aguantar los días que no estas a mi lado- comento el azabache entrelazando su mano con la de su castaño.


-Kyoya- comento feliz y avergonzado, enamorado más bien, mientras sus ojos brillaban por las palabras tan lindas que le estaban siendo dichas por aquel que le hacía cada vez enamorarse más de su persona.


-Te amo Tsunayoshi- dijo sin más el azabache, agarrando de sorpresa al menor quien sonrió dulcemente mientras se detenía.


-Siempre ha sido lindo escuchar aquellas palabras salir de tus labios- se acercó más al pelinegro, el cual le abrazo- Te amo Kyoya- dijo mientras hundía su cara en el cuello de su pareja, aspirando el aroma tan varonil que tenía su amado, aquel que siempre le hacía sentirse amado.


Kyoya lo abrazo más fuerte de la cintura mientras aspiraba el aroma de los cabellos castaños, estos siempre olían tan bien, como a caramelo, Tsunayoshi sin duda era su más dulce caramelo para él, se sentía feliz de tenerlo en su vida y sin duda nunca se arrepentiría de elegir ser guardián de aquel castaño.


Después de aquella demostración de amor en palabras, ambos decidieron volver a la mansión Vongola, Hibari sabía que no tardarían mucho en arreglar todo, además de que hace algunos segundos atrás había vibrado su celular, sabía que era Reborn informándole que ya estaba todo listo pues este le había dicho que haría eso cuando ya fuera tiempo de regresar a la mansión.


-Estoy impaciente por ver a mi pequeño- dijo emocionado Tsunayoshi, robándole un sonrisa sincera a Hibari.


-Él también está esperándote ansioso- espeto mientras el trayecto comenzaba.


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-Bien le he enviado el mensaje a Hibari- dijo viendo a todos- así que ya saben qué hacer cuando llegue su respuesta- la mirada de todos le hizo saber que se encontraban listos.


-Espero que a Tsuna le guste esto- comento emocionado Dino a lado de Enma quien a su lado se escondía su tímido hijo de 6 años de edad.


Para todos había sido sorpresa el hecho de que Dino y Enma estuvieran saliendo, sin embargo dieron su total apoyo a la pareja, claro que a su modo.


-Seguro le encantara- comento esta vez Kyoko quien estaba realmente feliz al igual que todos.


-Lo más seguro es que Dame-Tsuna ni siquiera sepa que día es hoy, así que… si estará muy sorprendido- la sonrisa de burla hizo reír a más de uno en aquella habitación.


Pasaron 20 minutos en total cuando el celular de Reborn comenzó a sonar notificando que Tsunayoshi había llegado a la mansión, rápidamente todos estuvieron en sus puestos. Haruka corría a brazos de Reborn para irse a esconder justo al lado de Lambo que era el más cercano a la puerta. Todos se escondieron mientras que otros sujetaban unas cuerdas que al jalarlas harina que una esfera se abriera y soltara el confeti encima de Tsunayoshi cuando pasara por la puerta. Comenzaron a escuchar pasos cercanos y sin duda escucharon la voz de su jefe, amigo, compañero, pupilo, hijo y padre en las cercanías.


-¿Dónde se encuentran todos? Es muy raro que no estén en la sala o en la cocina- el castaño cuestionaba a su esposo mientras caminaba tranquilamente por los pasillos de la mansión.


-Creo que sé dónde pueden estar- comento mientras se dirigía rápidamente a abrir una de las habitaciones cercanas- Ven Tsunayoshi- dijo levantando una mano para que su castaño fuera  a su lado.


-Se ve muy oscuro, Kyoya- comento asustado el menor al ver que todo en aquella habitación no se podía ver nada.


-Prometo que te protegeré- dijo mientras entrelazaba nuevamente sus manos y entraban.


Fue en ese momento donde las luces resplandecientes de aquel salón, los estallidos de serpentinas y los gritos ensordecedores de sus amigos se escucharon en la habitación mientras gritaban un: Feliz Cumpleaños.


-Pero que…- Tsunayoshi ni podía hablar de la impresión y emoción que sentía en aquel momento ¿Cómo pudo olvidar su cumpleaños? Ah sí, las eternas misiones y reuniones que tiene le hacen olvidar hasta el día en que nació y esta.


-Otochan- aquella vocecita llena de alegría hizo a Tsunayoshi voltear inmediatamente, su pequeño corría hacia él con los brazos abiertos para darle su abrazo de cumpleaños, el cual no tardó en ser dado siendo el pequeño levantado por su Otochan y comenzando a ser estrujado de forma cariñosa con aquellos lindos brazos cálidos que poseía su querido Otochan- Feliz Cumpleaños papi- comento feliz el pequeño.


-Muchas Gracias, Haru- dijo feliz el castaño mayor mientras trataba de controlar las lágrimas, todos miraban enternecidos la escena, simplemente era perfecta.


-Espero que te guste la fiesta que he organizado para ti- le beso la mejilla.


-seguro me gustara cariño- comento cariñoso el de ojos caramelo mientras caminaba hacia los demás aun sosteniendo a su retoño en brazos, después de todo no quería soltarlo todavía, quería permanecer así por más tiempo, por el que no estuvieron juntos, y el pequeño también quería aquello. Hibari se acercó a sus dos chicos.


-¿Acaso planean dejarme fuera?- comento divertido, el castaño sonrió mientras iba inmediatamente a abrazarlo al igual que Haruka.


-Gracias por mantenerlo ocupado Otosan- comento feliz el niño.


-Fue un placer, Haruka- le beso la frente para luego abrazar a su familia con amor.


Todos comenzaron a felicitar a Tsunayoshi, entre risas y bromas, que se tornaban cachondas y vergonzosas, todos comenzaron a disfrutar de la fiesta, aquel día sin duda sería una de las memorias más felices que tendría el castaño, al verse siendo tan amado por todos aquellos que él consideraba su familia, por todos aquellos que quería y que sin lugar a dudad amaba, aquel momento siempre lo recordaría hasta el día en que muriera.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Eran las 3:22 am y la fiesta seguía en marcha, todos aún seguían festejando al Decimo a pesar de que ya era 15 de Octubre, eso era lo que menos importaba, los obsequios habían sido abiertos tiempo atrás y cada uno de ellos había sido realmente importante para Tsunayoshi, hasta su pequeño y su querido pelinegro le habían obsequiado algo a pesar de que ellos ya le habían dado el mayor regalo de su vida, el tenerlos junto a él. Los pequeños desde hace un tiempo también habían caído rendidos y habían sido llevados por sus padres a su cama, arropándolos y poniendo todas las seguridades en sus habitaciones por si un intruso o un desquiciado desafortunado decidiera entrar a la casa y hacer de las suyas, el cual sin duda seria trágicamente golpeado si tan solo pensara en hacerles daño a los más chicos de la mansión Vongola.


Todos se encontraban verdaderamente feliz conversando, algunos pasados de copas habían decidido irse a dormir, después de todo no podrían aguantar más, mientras que otros por términos de irse a su propia casa, comenzaban a marcharse dejando a los guardianes de Tsunayoshi y a este ahí junto con Reborn, Dino, Enma y uno que otro exArcobaleno.


-Sera mejor que ustedes dos aprovechen la noche- dijo pícaro Colonello a Tsunayoshi y Hibari, siendo que el menor de ellos dos se ponía como tomate al escuchar aquello.


-Si ¿Por qué no le das tu regalito Kyoya a mi querido hermanito?- comento feliz Dino siendo golpeado en las costillas por el pelinegro al avergonzar más a su pareja, aunque no fue el único que lo ataco, sino también Enma por avergonzar a su querido amigo.


-Compórtate Cavallone o dormirás en el sillón esta noche- dijo firme el de cabellera rojiza y ojos del mismo color.


-Perdón- comento rápidamente pues no quería que su amado lo dejara en el sillón.


-Sí que te tienen domesticado ehh Cavallone Kufufufu- comento risueño el cabeza de piña. (Muku: ¬¬ ¿Qué dijiste?) Que diga, el de pelo índigo.


-Mira quien lo dice, el que malvavisco-kun no deja que se acerque tanto a los demás cuando está presente- dijo devolviendo la jugarreta que había comenzado.


-Maldito Caballo- dijo mientras sacaba su tridente.


-Basta ambos… No peleen, podrían despertar a los niños- comento firme el castaño.


-Jyuudaime nosotros nos retiramos- dijo yendo a lado del castaño.


-No queremos que nuestros pequeños se despierten solos en la habitación, Yuu suele tener pesadillas- comento tranquilo como siempre Yamamoto.


-Sí, descuiden chicos nosotros también ya nos retiramos- dijo feliz el castaño- Verdaderamente me la pase muy bien, Gracias por todo chicos- comento feliz a todos los que aún quedaban en la fiesta.


-No tienes por qué agradecernos Tsunayoshi-kun- comento feliz Enma.


-Nosotros siempre querremos que pase un buen rato agradable, sabemos lo asfixiante que puede ser a veces los deberes de ser el Jefe de Vongola, por lo que trataremos siempre de que este feliz en compañía de todos o de su familia Jyuudaime- aquella sonrisa hizo a Tsunayoshi aún más feliz.


-Muchas Gracias, enserio chicos- seco las leves lagrimas que habían salido al verse tan conmovido por las palabras que le fueron dadas por sus amigos.


Sin más se retiró junto con Kyoya hacia su respectiva habitación, cuando llegaron a esta, él pelinegro prácticamente ataco sus labios con desesperación que tomo por sorpresa al castaño y no pudo responder correctamente al beso.


-He estado conteniéndome desde el aeropuerto Tsunayoshi- la voz ronca de su amado hizo que su piel se erizara, aquellas palabras habían sido dichas en su oído y Hibari había enterrado por un momento su cara en su cuello- Déjame hacerte el amor- lamio el lóbulo de su castaño haciéndolo estremecer.


-Kyoya- aquella pronunciación de su nombre fue la respuesta del pelinegro.


A pasos torpes y besos desenfrenados llegaron a la cama que compartían desde hace mucho tiempo atrás, sus labios no querían separarse y sus manos no se mantenían quietas, comenzaban a deslizarse para quitar la ropa del otro, no solamente era el hecho de que Hibari quisiera hacerlo sentir bien por su cumpleaños, se encontraba también así por el hecho de que no se habían visto en días, Hibari no había sido nunca paciente al no poder estar cerca de su castaño, se controlaba, sin embargo muchas veces terminaban de aquella manera. Ambos se amaban demasiado y no querían dejar al otro solo ni un segundo.


Las caricias se hicieron visibles y ante los sonidos de excitación que salían de los labios de ambos a pesar de que seguían besándose, sabían que querían más del otro.


-Tsunayoshi- dijo con dulzura mientras se acomodaba entre las piernas del menor.


-Espera… Kyoya el condón- comento el castaño pues sabían que debían cuidarse.


-No, este será otro de mis obsequios- dijo mirando fijamente al castaño.


-¿Eh?- comento confundido el menor.


-Me estado conteniendo solo por el hecho de que dijimos que esperaríamos pero… sé que tú lo deseas, lo has dicho ente sueños- comento el azabache mientras acariciaba la mejilla de su castaño- ¿Sabías que hablas dormido?


-¿Por qué no me comentaste que lo sabias? Kyoya- pregunto el menor.


-Porque quería esperar a este momento- dijo sin más, besando suevamente los labios del menor- Ambos queremos una niña… aunque si es un varón no estaría nada mal- comento con una sonrisa.


-Kyoya~- y sin más Hibari penetro con cuidado a Tsunayoshi.


Los gemidos de ambos fueron en aumento al sentir las caricias del otro, al sentir como con amor se dejaban llevar por las sensaciones de ambos, como el otro les hacía sentir tan completo, tan amado, tan feliz.


-Te amo Tsunayoshi- dijo Kyoya.


-Te amo Kyoya- dijo Tsunayoshi.


Llegando ambos a aquel clímax y con él la esperanza de que su familia creciera más. Al parecer para Tsunayoshi había sido uno de sus mejores Cumpleaños.


Fin.

Notas finales:

Hola~ Apuesto que ya se olvidaron de mi TT^TT jaja xD Ya extrañaba demasiado escribir sobre esta pareja que amo tanto y que no puedo dejar de lado, aunque ustedes piensen que los deje de lado por no escribir de ellos en un tiempo. Es que me emocione con otros fics y pues mi cerebro no quiere avanzar con las 3 historias que tengo de esta parejita encantadora. Esto salió de la nada realmente, pues no me quise quedar atrás y no subir algo por el cumpleaños de mi querido Tsunayoshi. Jejeeje Aparte ya casi cumplo 2 años en esta querida página owo como Autora. D: No puedo creerlo, que rápido se pasa el tiempo, pero bueno regresando a lo importante, espero que les haya gustado mi pequeño fic, el poco lemon que puse… lo siento no tenía inspiración para hacer algo más detallado pero pues deje mucho amor y cariño~ :D Espero pronto pueda regresar con un fic largo de esta pareja que amo, así como también espero terminar mis otros proyectos~ :D Lean mis otros trabajos~ :D se los agradecería.


Agradecimientos especiales a mí querida amiga Eli quien me golpeo y me dijo: Dejas de lado esta pareja en el cumpleaños de Tsunayoshi y no veras de nuevo la luz del día. Chale~ Me maltratan cuando no saben que ya ando con la idea de escribir algo para Tsunayoshi, golpeen a Eli queridos lectores no dejen que me maltrate TT^TT Ok no~


¿Reviews? Sugerencias para otro fic de esta pareja son bienvenidas. Cualquier cosa ahí está mi Face~ :D


Atte: Naruyoshi~ FELIZ CUMPLEAÑOS SAWADA TSUNAYOSHI <3


P.D: Trabajando en un KageHina~ Espérenlo :D


 


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