Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The World around Us por Aoilex

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bienvenidos a todos. Con respecto al fanfic quiero decir algunas cosas:

1. No todos los sucesos post-guerra están de acuerdo al libro, he modificado algunos a mi favor.

2. El fanfic es angst, si no soportan el ver sufrir al personaje principal no lo lean (leanlo, denle una oportunidad), si aún así lo quieren leer, genial.

3. Es probable que alguien muera, no lo se.

4. Todos los personajes le pertenecen a la Reina J.K.Rowling.

En verdad eres lo mejor que me ha pasado en la vida. No importa cuánto tiempo haya pasado, tú seguirás siendo el dueño de los latidos de mi corazón.  Aún no puedo creer que ese momento llegara tan rápido, no me hago la idea de no despertar a tu lado, de ver la cama que compartíamos, vacía. ¿Qué pasará con todo lo que planeamos? Y el beso de buenos días que te olvidaste de darme ese día, ¿es que acaso nunca lo lograré recibir?

Sentía las lágrimas derramarse por mi rostro, se supone que pasaríamos la eternidad juntos. Teníamos un contrato que cumplir, yo era tuyo y tú eras mío. Entonces, dime por qué no estás a mi lado. ¿Cómo se supone que me mantenga fuerte si tú no estás a mi lado? No importa si todo el mundo me llama “El Salvador del Mundo Mágico”, solo soy un mocoso de 17 años que no tiene idea de nada, ¿verdad? Tú siempre me decías eso, prometiste ayudarme a buscar mi felicidad, a recorrer mi vida sin que alguien que no fuera yo la manipulara. ¿Qué pasará con todo eso?

Me niego a creer que me has abandonado, no puede ser posible. ¿Dónde quedaron esos “te amo” que me repetías cada noche mientras hacíamos el amor? ¿De dónde se supone que venga mi fuerza ahora? ¿Quién me apoyará en mis decisiones? ¿Quién me defenderá del ministerio cada vez que se les ocurra alabarme por haberlos librado de Voldemort? ¿Quién?

Prometiste que me ayudarías a estudiar para dar mi examen de auror, pensé que me ayudarías a mejorar todo aquello en lo que era terrible. Habíamos acordado regresar a Hogwarts para poder pasar más tiempo juntos, total, ya no era un secreto que nos amáramos, al menos no dentro del colegio. Ahora me sentía incapaz de hacerlo, Hogwarts no sería lo mismo sin ti. Mi vida no iba a ser lo mismo sin ti.

-Harry- es la voz de Hermione. Estoy seguro de ello.-Debemos irnos

Volteé a ver a mi mejor amiga, podía notar su rostro lleno de preocupación. Su mirada estaba llena de amor, el tipo de amor que una madre le profesa a su hijo. En verdad estaba preocupada, ella sabía cuánto lo amaba y que mi vida dependía de él. Dio unos pasos en mi dirección y se detuvo frente a mí.

-Se ha ido, Mione. Se ha ido, me ha dejado- no pude más que pronunciar esas palabras antes de volver a romper en llanto. Por un segundo, enfoqué mi mirada en la de Hermione. Me veía fatal, lo sabía por su expresión. Veía la lástima reflejada en sus ojos, sentía pena por mí. No la culpo, yo también me compadezco de mi vida, de mi sufrimiento, de la suerte que tengo, de todo lo que me involucra, de todo aquello que me hace recordar que soy Harry James Potter, el niño que vivió.

-Oh, Harry-podía notar el tono de tristeza en la voz de mi amiga. Ella en verdad sufría conmigo.

Hermione se arrodilló a mi lado, me miró y pude notar que ella estaba llorando. Me tomó entre sus brazos y me rodeó con ellos. Su abrazo me hizo sentir un poco mejor; sin embargo, no fue suficiente para hacerme olvidar todo lo que había pasado en un par de horas y que por consecuencia había terminado en la muerte de mi amado.

-Tranquilo, Harry. Ron y yo estaremos aquí para ti. Puedes confiar en nosotros.

Correspondí el abrazo de mi mejor amiga, acomodé mi rostro en la entrada que había entre su cuello y su hombro. Cerré mis ojos, no quería ver el mundo. El mundo era cruel, siempre lo había sido. Siempre me había quitado a las personas que amaba: mis padres, Sirius, Lupin, Dumbledore, Dobby, Hedwing y ahora él. Todo.

No era justo. Pero que digo, nunca nada ha sido justo para mí. Se supone que una vez derrotara a Lord Voldemort tu estarías libre, de él y de cualquier otra cosa que inventaran los medios, haríamos pública nuestra relación y no podrían mandarte a Azkaban, nadie hubiese podido hacer algo contra ti porque serías la pareja del niño que vivió, el salvador del mundo mágico.

Menudo nombre me han puesto, no sé que tanto me duren las ganas de vivir.

-Harry…-la dulce voz de Hermione volvió a decir mi nombre-debemos irnos, debes descansar.

Asentí en silencio y dejé que me ayudará a ponerme de pie. No tenía ganas de hablar con nadie, estaba en modo automático. Solo tú abarcabas mis pensamientos en ese instante, como siempre lo has hecho. Hermione me había rodeado con uno de sus brazos y así me conducía hacía donde debíamos ir. No tenía la menor idea de a dónde íbamos, yo solo la seguía.

En algún otro momento hubiese desconfiado de ella, podría haber llegado a pensar que era un mortifago con poción multijugos y que trataba de engañarme pero… ahora eso no importa. Si era un mortifago, mejor para mí.

Sentí como era jalado hacía algún lado dentro de la atmósfera, nos habíamos aparecido. No fue como la vez con Dumbledore en que me mareé y fue totalmente desagradable. Parece que el dolor ocasionado por tu pérdida ha terminado de destruir mis sentidos y el poco sentido común que tenía. ¿Ves? Te necesito.

-Oh, Harry querido-la señora Weasley me abrazó, luego de un rato me soltó y con ambas manos sobre mis mejillas se dedicó a observar mi rostro en busca de algo. Traté de sonreír, no quería que se preocupara, suficiente tenía con la muerte de Fred y las heridas de Bill. Vi como movía su cabeza haciendo señal de “no” y luego de darme un abrazo (un poco más corto del anterior) me dejó ir.

Los Weasley me quedaron mirando con detenimiento, ninguno sabía que hacer o decir. Luego de un rato, fue Ginny quien se acercó a mí y me abrazó. Era su forma de decir que no estaba solo, que tenía una familia que me apoyaba. Dentro de mí, me sentí muy agradecido, agradecido de tener un pequeño espacio en el corazón de los Weasley y que estos, me trataran como parte de la familia.

Poco a poco, los otros miembros de la familia fueron acercándose a mí para darme cálidos abrazos o palabras de aliento. Por un momento sentí que verdaderamente podría volver a sonreír. En ese momento, sentí que podía salir adelante, solo. Comenzar de cero.

Cuán equivocado estaba…

-¿Cómo estas compañero?-Ron se acercó a mí y luego de estrecharme en sus brazos me sonrió.

-Ron-Hermione lo llamó con un tono de advertencia

Observé la cara de confusión de Ron al no entender porque Hermione le había regañado y sonreí un poco, una simple mueca que se desvaneció en cuestión de segundos, una mueca que desapareció luego de recordar que era la misma mueca que usabas tú cuando no querías mostrarme tus sentimientos.

No pude evitarlo, mis lágrimas empezaron a caer, otra vez. ¿Qué otra cosa podía hacer si no es llorar por los muertos? Nadie podía negarme ese privilegio, nadie podía decirme que no podía llorar por ti. Abracé a Ron y lloré sobre su hombro.

-Se ha ido…-murmuré entre sollozos- no va a volver jamás. No quiero seguir con esto…

Poco a poco me iba desesperado, sentía como mis lágrimas aumentaban al igual que mi dolor. Ron solo me daba palmaditas en la espalda, supongo que no sabía qué hacer, él nunca se había llevado bien con mi amado. Los Weasley me miraban totalmente preocupados, ellos no habían llegado a saber de mi relación; sin embargo, deben haber creído que lloraba por los muertos de la guerra.

-Ya, compañero. Tranquilo-dijo Ron sin dejar de darme las palmaditas-vamos a la habitación para que descanses, debes dormir y reponerte.

Seguí a Ron hasta nuestra habitación. Nada había cambiado, los posters de los Chudley Cannons seguían en las paredes, al parecer la señora Weasley se había encargado de mantener todo en orden y limpio mientras no estábamos.

Me senté sobre la cama y traté de tranquilizarme. No era fácil.

-Harry, toma-Hermione llegó y me extendió una taza con alguna infusión

-Gracias, Mione-cogí la taza de sus manos y de un solo trago me la bebí, tenía un sabor extraño pero no le presté mucha atención, mis sentidos no se encontraban en el mejor estado del mundo.

-Harry, deberías recostarte-la mirada de Hermione se mostraba un tanto diferente, ya no solo había preocupación y cariño si no, también algo más, culpa. Hermione me había dado algo dentro de la infusión y sentía culpa de eso.

-Hermione, que…-no pude terminar la pregunta, mi vista se empezaba a tornar borrosa, los diversos objetos de la habitación perdían su forma, mis ojos querían cerrarse y yo luchaba porque no lo hicieran, poco a poco todo iba desapareciendo, solo podía oír las diversas voces.

-Lo siento, Harry. Debes descansar-habló Hermione tratando de disculparse.

-Es por tu bien, compañero. Lo sabes-Ron secundó las palabras de Hermione.

-Vamos, chicos. Deben dejarlo descansar. El pobre debe estar alterado luego de haber sufrido tanto a causa de esa guerra.

-Espero que Harry se recupere pronto-dijo Ginny con un verdadero tono de preocupación

-Él lo hará, es fuerte-Por primera vez oí la voz del señor Weasley.

Los sonidos desaparecieron y me quedé en medio de la oscuridad.

-Él tiene razón, te recuperarás, tú eres fuerte…

Esa voz, esa era SU voz. Traté de gritar su nombre pero ningún sonido salía de mi boca. Me estaba desesperando, la poción actuaba con rapidez y yo no quería caer dormido, él estaba ahí, yo había escuchado su voz.

-Duerme, Harry, duerme…

Eso fue lo último que Harry escuchó, había quedado dormido.

Notas finales:

Muchas gracias por leer este capítulo. Espero que haya sido de su total agrado y que se decidan a seguirlo hasta el final.

Se que al ser un fanfic triste no esperan mucho lemon o cosas por el estilo, pero si lo tendrá.

Espero su apoyo a lo largo del desarrollo de este fanfic y sus lindos (?) reviews.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).