— ¡Rápido chicos! —Grité por quinta vez, estaba comenzando a desesperarme con sinceridad. Eran las cuatro y media de la manaña pero son ocho horas de viaje hasta Bucheon así que sí salimos ahora llegaremos para el medio día, lo que supongo yo una buena hora, ¡pero estos idiotas no mueven sus culos!
XiuMin ya estaba en el carro del lado de copiloto medio dormido mientras que Lay peleaba con Tao porque llevaba demasiadas maletas, no es que no cupieran pero nosotros también necesitabamos espacio. Tras unos veinte minutos al fin todos estaban en el carro así que decidí arrancar. Puse la radio mientras aún teníamos señal cuando la perdieramos pondría un CD, realmente no sé de que me preocupo soy el único que está despierto.
—Habían pasado ya cuatro horas de viaje y Tao estaba quejándose sobre que tenía hambre, ¿pero qué quería que hiciera? Estaba conduciendo, no le costaba nada levantarse un momento y revisar entre uno de los maletínes para encontrar comida. Le agradecía a MinSeok por haber metido jugos y paquetes de galletas o no tendríamos nada que comer hasta que llegaramos al pueblo de Bucheon, antes de llegar a las montañas y para ello faltaban otras dos horas—. ¡Ya cállate Tao! Sólo date la puta vuelta y revisa entre el bolso café. —Tao empezó a llorar y eso sólo me estresó más, él era un gran chico pero tenía la sensibilidad de una mujer embarazada; suspiré cansado, tendría que parar el auto consolarlo darle de comer y pedirle perdón, eso me tomaría una hora tal vez. Cuando iba a parar y orillarme sentí una mano en mi hombro y vi por el retrovisor, Lay me sonrió y negó con la cabeza, susurré un "gracias" y él nuevamente nego. Se levantó y jalo una de las maletas para así comenzar a sacar varios paquetes de galletas.
Por otro lado XiuMin seguía durmiendo, de hecho me parecía bien él siempre estaba ocupado corriendo de arriba abajo y viceversa—.
—Al fin logramos llegar al pueblo y para ese entonces todos estaban despiertos ya, paré frente a un supermercado y bajamos. Teníamos que comprar comida y todo lo necesario para pasar el invierno pues el señor Lee sólo me había dicho donde alojarme, jamás mencionó que me daría alimento. Llevabamos todo lo que concideramos necesario: tambos de agua, botellas de agua, jugos, galletas, pan, sopas instantaneas, todo aquello que fuera fácil de preparar. También llevamos medicinas, vendas, alcohol, parches, gasas, papel higienico, etc. Con lo que pudieramos sobrevivir. Sólo quedaban dos horas más de viaje y podríamos llegar a nuestro destino.
Cuando al fin llegamos a las montañas vi claramente el lugar donde viviriamos los siguientes meses. Era una cabaña muy linda, de hecho lucía bastante grande y acojedora, a dos kilometros de ella quedaban las casas que debía cuidar. Entramos y efectivamente como era grande era bella, en la primera planta había una gran sala con fogota, también estaba la cocina y un baño. XiuMin y yo dejamos las compras en la cocina, donde también estaba una mesa que supuse yo era un mini comedor.
Luego de arreglar todo en el primer piso subimos y cada quién eligió una habitación, gracias a Dios cada cuarto contaba con sabanas, toallas y almohadas pues eso era lo que no trajimos. Me senté en el colchón y suspire, por la ventana de mi habitación pude ver un covertizo a un par de metros supuse que ahí habían todo aquello que yo necesitaba para hacer unos cambios que el señor SooMan me pidió, según me dijo allí habían achas, desinfectantes y repelentes de distintos animales e insectos.
Cuando ya estabamos todos comodos Lay y yo fuimos al cobertizo a sacar varias achas, habían seis pero sólo necesitamos cuatro.
Todos salimos con la idea de ir por leña y prender la fogota de la casa además de que con madera funcionaba el calentador, sí, estás casas no tenían un gran avance tecnologico. Llevavamos ya suficiente madera, o eso creíamos así que ya ibamos de regreso a la cabaña sin embargo XiuMin se detuvo y nos volteamos a él confundidos—. ¡Gege! ¡Rápido, hace frío!
— ¡Sí! ¡XiuMin hyung, andando!
— ¡Eish! ¡Cállense! —Él comenzó a caminar en otra dirección y nostros aún dudando lo seguimos—. MinSeok, ¿a dónde mierdas vas?
— Ya cállate ChanYeol. Te juro que escuché a alguien...—Intenté prestar atención pero no oía nada—. ¡Oh! ¡Lo escuché! —Dijo esta vez Tao entonces Lay abrió los ojos con sorpresa, ¿es que soy el único que no escucha? Tao me hizo una señal con la cabeza y le seguí, entonces al fin oí una risa y me quedé estático. Nos metimos entre unos árboles a ver y nos quedamos sorprendidos, un chico rubio corría tras uno castaño, lo que me tenía asustado era que los muchachos corrían sin zapatos, no estaban cubiertos de nada, literalmente estaban en una pantaloneta y una camisa. ¿¡Cómo carajos podían estar así!? ¡Estábamos a quince grados bajo cero!
Otro chico vino caminando, era bajito con el cabello negro, su piel era nivea, tenía los labios rojizos y acorazonados y unos ojos preciosos. Cruzó sus brazos al llegar frente a los otros y estos al mirarlo lucían asustados, diría que se pusieron pálidos pero tenían una piel tan blanca que esa expresión no les quedaba—. ¿Se puede saber qué hacen? —Preguntó en un tono ligeramente molesto—. KyungSoo hyung...—murmuró el castaño mientras tomaba la mano del rubio y este con una sonrisa dijo—. ¡No hemos hecho nada malo!
— LuHan, ¿sabes cómo esta JoonMyun?
— Yo...
— ¡Asustado! ¡No los miraba! ¡Sabes lo mucho que los ama pero tengan conciencia!
— Lo sentimos. —Dijo el castaño inclinandose en noventa grados—. BaekHyun a mí no me deben la disculpa. —Él asintió junto al más alto y parecían listos para irse pero un sonido los detuvo, al igual que a nosotros. Pensé que unos de estos idiotas había hecho ruido pero al girar mi rostro para reclamarles me encontré con cuatro lobos gruñendo. Tao gritó y salió corriendo hacia donde estaban aquellos extraños y eso sólo enojo a los lobos al ver que iban a atacar les tiramos la madera y corrimos de igual modo hacia los extraños. Estos nos miraron extrañados y al ver a los lobos también lucían asustados pero luego se calmaron. Nos pusimos tras estos pero opiné que era muy cobarde de nuestra parte, en especial yo que les llevaba dos cabezas, excpeto al rubio a ese le llevaba sólo una. Me puse al lado del que habían llamado "KyungSoo" temiendo por este, era tan delicado. Los lobos gruñeron y estaban listos para lanzarce pero cuando uno saltó hacia el rubio antes de llegar a él cayo contra el suelo, sobre sus pies siendo especifico. Si no escuché mal el rubio llamado LuHan se agachó y comenzó a acariciar el pelaje del lobo platinado. Paso sus manos tras la oreja del mencionado y este actúo como un cachorro pues aulló mientras una de sus patas se movía—. Que lindo, SeHun ¿no? —Preguntó el rubio dejando con una extraña expresión a los otros lobos, parecía que efectivamente ese era el nombre del lobo, ¿cómo mierda lo supo?
Más sorprendido me quedé al ver como el lobo más grande de pelaje dorado se empezaba a hacer pequeño hasta dejar la figura de un hombre, claro que el hombre no era en su totalidad pequeño al contrario era un hombre alto rubio y de un gran atractivo—. ¿Cómo demonios supiste eso? —Cuestionó enojado mientras que a sus espaldas los demás lobos cometían la misma acción que él. Los lobos habían desaparecido y sólo quedaban chicos, guapos fuertes y altos, aunque uno no mucho, incluso el que estaba bajo el tacto de LuHan se había vuelto un hombre quién se puso rápidamente de pie mirando con sorpresa al rubio, este sólo le sonrió y se puso de pie de manera lenta—. Responde. —Dijo enojado un moreno—.
— Simplemente lo sabemos, no debes asustarte JongIn. —Habló esta vez el castaño bajo sonriendo de manera dulce—.
— Ya basta, es enserio, ¿¡cómo mierda lo saben!?
— No hay porque alzar la voz, puedes provocar una abalancha. —Di un salto pues esa voz venía de atras mía, un chico bajo de cabello negro y linda apariencia apareció—. LuHan, BaekHyun, KyungSoo vamónos ya. —Los chicos asintieron en respuesta, hicieron una reverencia y estaban listos para irse pero un castaño bajo tomó por el brazo a BaekHyun—. No aún.
— ¡No me toques! —Gritó el castaño alejandose rápidamente de aquel muchacho que también era un lobo anteriormente; LuHan se puso entre sus caminos mirando sin expresión alguna a aquel chico—. JongDae cálmate. —El mencionado iba a quejarse pero el rubio alto le dedicó una mala mirada—. Es una orden. —El tal JongDae se quejó en un gruñido y asintió—. — Te pido sólo respondeme LuHan, ¿cómo supiste el nombre? —Finalizó el rubio con una sonrisa, era obvio que le estaba tomando el pelo al más bajo—. No es bueno mentir, no fingas amabilidad cuando me has dejado claro que eres todo un patán. —Mencionó sonriendo LuHan, el chico era listo—. Entonces que sea a las malas —dio un paso al frente chocando contra la delgada silueta del rubio bajo y le tomó fuertemente por la cintura—, dime o te va mal. —El chico lobo raro ese le sonrió mostrando uno de sus caninos pero el bajo no dio señal de miedo al contrario alzó una de sus delgadas manos y tocó tras la oreja del alto provocando que este cayera en segundos al suelo luego giró su esbelta figura hacia mí y sonrió—. Lamento los inconvenientes, sí gustan pueden acompañarnos a nuestra cabaña podríamos ayudarles con la madera perdida. —Su manera de hablar tan elegante me atontó unos momentos hasta que sentí una mano en mi espalda, la cual tampoco me ayudo. Era el chico de labios acorazonados quien con un lindo sonrojo en sus labios me dijo—. Por favor acepta, ChanYeol. —Me quedé atonito, sabía mi nombre, no sólo eso si no que el simple roce de su piel contra mi cuerpo me hizo sentir raro, como una corriente electrica.
KyungSoo, ese era su nombre, un bello chico, mi chico.