Kyungsoo observa los ojos de Kai cuando este comienza a cantar feliz cumpleaños y le seguimos en unísono haciendo un círculo alrededor de ambos. Kyungsoo cierra los ojos a mitad de canción y un par de lágrimas se resbalan por sus mejillas hasta el final de su barbilla. La canción termina y Jongin le ordena que pida un deseo antes de apagar la vela.
Hay un breve silencio durante el tiempo que Kyungsoo se toma para pedir su deseo. Abre los ojos y vuelve a plantar su vista en los ojos de Jongin en un tipo de conexión que solo ambos comprenden, la misma que los lleva a soplar la vela sin apartar sus miradas y sonreír cuando ésta se apaga. Chen le arrebata el pastel de las manos a Jongin y se lo lleva al interior de la cocina, mientras el resto de nosotros abrazamos a Kyungsoo, uno por uno, y le damos nuestros buenos deseos alejándolo por completo de Kai.
Relata Kyungsoo
Chen es el penúltimo miembro en abrazarme, sostiene un trozo de pastel cuando se aleja y me lo extiende con una sonrisa, diciendo–: Feliz cumpleaños hyung, que todos los años que estén por venir sean prósperos y podamos disfrutarlos juntos hasta la vejez. –Vuelve abrazarme unos segundos y se distancia, dando media vuelta para regresar a su habitación.
Jongin se levanta del sofá central de la sala y se para frente a mí revolviéndome el cabello con la mano derecha mientras sonríe.
– Feliz cumpleaños hyung.
– Gracias –intento en lo más posible que mi voz suene normal.
Sonríe aún más ampliamente y me envuelve entre sus brazos en un abrazo protector y fuerte, mientras sujeto su cintura con mi mano libre. Inconsciente, sollozo por lo bajo. De todos los miembros hubiese esperado algo como lo de esta noche, pero jamás de Jongin, en especial cuando se ha ido tan contento con Temen.
– No llores hyung.
– Jongin…
– Sshsshssh~ está bien hyung. Me gustas, voy hacer todo lo que esté a mi alcance aun si no sientes lo mismo que yo y amas a alguien más.
– Jongin yo…
– Voy a entenderlo pero recuerda, siempre voy a estar –su voz se quiebra–… aquí para ti con los brazos abiertos protegiéndote porque… te quiero hyung… de verdad te quiero.
– Jongin no me gusta nadie más.
Se distancia tomado mis hombros con sus manos, mientras se inclina frente a mí y dice–: pero… ayer…
– Ayer solo fue una cena casual entre amigos Jongin.
– Pero tú… estabas sonriendo y… bueno tocabas tus labios.
– Jongin –acaricio su mejilla hasta su cuello y cierra los ojos ante el tacto–, él intento besarme pero… no pude… no pude dejarlo porque… Jongin... él no me gusta.
Desvío la mirada. ¿Por qué diantres no puedo decirle lo que siento?
Jongin desliza sus manos por mis brazos hasta entrelazar sus dedos con los míos. Sin pensarlo doy un paso hacia adelante y lo observo. Jongin me corresponde y sonríe pegando su frente con la mía, en un acto donde su respiración choca con la punta de mi nariz. Unos segundos más tarde, una de sus manos suelta la mía y viaja hasta mi barbilla, tomándola, contorneando la comisura de mis labios con su pulgar.
Beso el dedo de Jongin cuando se detiene justo en medio de mis labios, cierro los ojos y siento la ausencia del dedo que ahora se pasea por mi mejilla, pero el tiempo transcurre demasiado lento en este preciso momento. Los labios de Jongin rozan los míos ligeramente, amoldándose perfectamente, dándole paso a un beso suave y firme, de labios que se tocan y se abren ligeramente para darle espacio a una traviesa lengua que se cuela.
No hay necesidad de iniciar una batalla por domino en el interior de mi boca. Jongin sabe que le pertenezco. Descanso mi mano en su nuca y Jongin desliza la suya hasta mi cintura atrayéndome más a su cuerpo, pegando nuestras extremidades, mientras, aun conservamos entrelazadas nuestras manos sobrantes. El mundo colapsa entre fracciones de segundos que corren en cámara lenta; no siento el suelo bajo mis pies. Podría volar, hay silencio a nuestro alrededor, las mariposas revolotean sin cesar y un mar de emociones que se agolpan en mi pecho como una marea fuerte que choca con la arena.
Pero el destino es cruel y el oxígeno una necesidad. Jongin corta el beso y pega su frente una vez más a la mía y jadeante susurra–: Por favor hyung, enamórate de mí.
Fin del Relato de Kyungsoo
El final de la grabación llega y decidimos ir a comer antes de regresar a casa puesto que Jongin y Kyungsoo no pudieron comer nada durante la grabación. Chen avisa que le brindara la cena a Kyungsoo por ser su cumpleaños antes de abordar la furgoneta y en el mismo instante un berrinche de Tao inicia.
– Quiero ir con Suho hyung –dice–, solo por esta vez quiero estar en el mismo auto con él.
– Bien entonces Sehun se ira con ustedes –dice Suho a Kris– y Tao se viene conmigo hoy. –vuelve a mirar a Tao– Pero solo por hoy.
Relata Tao
Me siento en medio de Suho y Baekhyun, pasando mi brazo por los hombros del mayor, dejando que él descanse su cabeza en mi pecho y apoye su mano en mi muslo.
– No hay necesidad de ser tan obvios –susurra.
– Solo quería estar a tu lado hoy.
– Estas a mi lado todos los días.
– Te echo de menos dentro de la furgoneta.
– Me tienes a cada rato a tu lado.
– Solo déjame compartir estos momentos contigo también.
Suho levanta su cabeza y me observa con un extraño brillo mientras sonríe. Le revuelvo el cabello y él vuelve apoyarse en mi pecho.
– Te has hecho indispensable.
– Prometimos no enamorarnos. –Le recuerdo y suspira.
Apoyo mi mejilla en su coronilla y el recuerdo llega a mí como un flashback
*****
Le suelto las muñecas, están un poco enrojecidas porque quizá hice mucha presión en el amarre de la correa y las he lastimado, las beso como disculpa. Aun desnudo me levanto de la cama y abro la parte superior del closet para buscar el botiquín y sacar una pomada. Suho descansa sobre la cama, sonriendo, observando cada pasó que doy. Unto mis dedos con un poco de la crema y subo a la cama, arrodillado. Suho extiende sus manos y comienzo a esparcir la pomada, sobando suavemente.
– Gracias –susurra.
– ¿Por qué?
– Por hacer esto.
– Está bien hyung.
Suho se incorpora apoyando sus codos sobre la cama y dice–: Ya que no somos correspondidos podemos continuar haciendo esto. A lo clandestino.
– Solo hay una condición –aclaro.
– ¿Cuál?
– No podemos enamorarnos.
– Está bien.
*****
La furgoneta se detiene, Suho se incorpora y comenzamos a bajar para entrar en el restaurant de comida japonesa. Pero todavía las palabras retumban en mi cabeza “no podemos enamorarnos”, como si intentaran torturarme; como si quisieran explicar lo que yo aún no puedo entender. Lo irónico de la situación es que no importa cuántas veces someta a Suho y lo haga gritar mi nombre e incluso conozca cada detalle de su cuerpo, el punto exacto que lo excita, cada lunar que ocupa su piel, lo hermoso que luce con el cabello húmedo pegado a su frente y su blanquecina piel perlada. Suho es solo mi hyung.
Fin del Relato de Tao
En un sinfín de emociones recibidas en una noche tan serena y despejada como esta, me doy cuenta de que la felicidad es solo un corto instante de la vida que viene con el viento y se va con él. Pero no importa cuán cierto sea esto, el amor se extiende por los cielos como un remolino que no se detiene. Las bebidas están servidas en el par de mesas cuadradas que tuvimos que unir. Huele a licor, armonía y alegría. Hay música Trot de fondo, poca gente, mucho ruido causado por los chicos y platos llenos.
Un manjar de personas sirviéndose y permitiéndose comer en hermandad, por muy extraño que parezca, esta noche no hay disputas. Todos nos amamos, todos somos uno, como al principio de nuestra historia. Una ola de recuerdos llega a mi mente, momentos malos, momentos buenos, momentos inolvidables y otros bastante borrosos.
*****
La hora transcurre demasiado lenta, algunos miembro han perdido la cordura. Yo por ejemplo, ya estoy riendo frenéticamente como un loco, mientras Sehun me abraza y ríe conmigo. Chanyeol está balbuceando incoherencias y Baekhyun ríe por ello seguido de Yixing y Minseok; Chen y Kris están junto al karaoke cantando sin tono alguna canción de chicas. Suho quien aún conserva un poco de cordura se levanta de su asiento y abandona la mesa seguido por Tao. Por su parte, Kyungsoo también se levanta y poco después lo hace Kai.
Relata Kai
Kyungsoo atraviesa la puerta y comienza a caminar sin rumbo por las apenas pobladas calles de Seúl, su paso es torpe, tararea alguna canción lo suficientemente alto, mientras mueve su cuerpo al ritmo de la música.
Tropieza y apresuro el paso para evitar que caiga, pero es inteligente su mano alcanza el faro de luz y se equilibra. Una pequeña risa se me escapa, quizá no ha sido demasiado alta puesto que Kyungsoo continua avanzando. Se detiene frente al paso peatonal y observa la luz roja con una mano en el semáforo para peatones. Estoy unos metros más atrás. La luz cambia y Kyungsoo se mueve dando saltitos sobre las líneas blancas y grita excitado a una mujer adulta–: ¡Cuidado! –La mujer se asusta y observa a los lados, Kyungsoo ríe–: Ha pisado usted la lava nonna, significa que ha perdido.
La mujer exasperada lo insulta y se aleja, el resto de personas a su alrededor lo observan como si fuera un demente pero el tiempo corre y la luz verde pasa a roja para los peatones, Kyungsoo permanece inmóvil y corro empujándonos a ambos a la otra acera. Mi cuerpo cae sobre el de Kyungsoo, boca abajo chocando mi pecho contra su espalda mientras él tiene su cara pegada al asfalto.
Me levanto y lo tomo entre mis brazos para levantarlo también. Las personas a nuestro alrededor comienzan a acumularse pero no quiero arriesgarme a ser descubierto y lo subo en mi espalda corriendo entre la multitud para acabar en un parque.
El espacio vacío que usamos como refugio es una pequeña casa de juegos acompañada de un tobogán. Acuesto el cuerpo semi dormido de Kyungsoo y aparto los cabellos de su frente, iluminando su rostro con el flash de mi celular. No hay rasguños, observo sus manos, están un poco raspadas y sucias pero se curara pronto. Limpio las palmas con mi franela y escucho–: Estas aquí.
– Hmm…
– Fuiste tú quien me salvo hace un momento. ¿Por qué?
– Me gustas hyung.
– Jongin, sin tan solo pudiera creer en tus palabras.
Kyungsoo aleja sus manos de las mías y vuelve su cuerpo en posición contraria dándome la espalda. Acaricio sus cabellos con suavidad y lo observo, no se inmuta, mantiene su postura fetal. Quisiera poder explicarle las cosas, que lo quiero, pero ambos salimos con dos personas diferentes y no somos capaces de ser sinceros con nosotros mismos; no somos capaces de amarnos y decir “Te necesito”.
Fin del Relato de Kai
*****
Relata Tao
– Dime, ¿qué es lo que quieres?
– Cógeme, Joder.
Suplica Suho acercando sus caderas aún más a mi hombría. Rio con ironía girando su cuerpo para sentarlo sobre la taza del baño. Sus antebrazos se apoyan sobre la tapa mientras sus caderas sobre salen lo suficiente de ella. Levanto sus piernas al aire y digo–: Mantenlas así, voy a prepararte.
Asiente y saca su labio inferior soplando hacia arriba para alejar el flequillo que cae frente a sus ojos. Sonrió brevemente y extiendo mi mano apartando el flequillo. Me mira y permanecemos así unos instantes. Mi corazón se acelera sin piedad, apretando mi pecho y no lo entiendo.
Desvió la mirada y acerco mi cara a su trasero para comenzar a lamer su entrada y prepararlo. El tiempo transcurre demasiado lento y cuando creo que es suficiente lo levanto, Suho me observa con incredulidad y lo empujo contra la pared lateral, donde su pecho choca junto con su mejilla. Lamo el lóbulo de su oreja y susurro–: Abre las piernas –mientras le aruño los muslos.
Suho obedece como un cachorro y sostengo sus caderas atrayéndolo a mi hombría sus manos se ponen a los lados de su cabeza con las palmas abiertas pegadas a la pared de loza azul cielo.
– ¿Qué es lo que quieres?
– Que entres de una buena vez.
Introduzco mi pene de golpe provocando que grite y gima, Suho mueve sus caderas y apresuro el paso pegándome a su espalda, llevando una de mis manos a su entrepierna para estimularla. Los músculos de su entrada se aprietan en mi eje y comprendo que Suho ha llegado al orgasmo provocando que yo también acabe. Saco mi pene de su entrada provocando que el sonido húmedo haga eco y las piernas de Suho tiemblan cayendo de rodillas frente a mí aun jadeante.
– Eso ha sido… Dios…
Suelto una carcajada y subo mis pantalones, lo tomo de las axilas y lo levanto.
– Apresúrate y sal.
Fin del Relato de Tao
Un Chanyeol medio ebrio se levanta de la mesa y pregunta–: ¿Dónde está Jongin?
Suho, quien aparece detrás de Tao, peina su cabello y agrega–: Me ha llegado un mensaje de Kai diciendo que él y Kyungsoo ya están en casa.
– Es cierto hace un buen rato que se fueron –añade Chen.
– Debemos volver
*****
El desayuno acaba demasiado rápido. Estamos retrasados y debemos correr. En el interior del ascensor se respira un aire tenso e incómodo puesto que tanto Baekhyun como Chanyeol están aquí. Suho recibe una llamada del manager y luego anuncia que Baekhyun debe contestar porque Lee Soo Man está del otro lado de la línea y necesita hablarle. Nos miramos unos a otros y Baekhyun contesta.
Al parecer debe presentarse en las instalaciones de la SM dispuesto a entablar una conversación con él. Pero todo esto es muy extraño y no acaba de entrarme por completo en la cabeza; todos debemos presentarnos en la empresa para continuar con los preparativos de la nueva canción, también los ensayos para el concierto en Taiwán. ¿Por qué Lee Soo Man llamo a Baekhyun sabiendo que llegaremos en cualquier momento?