Relata Baekhyun
Después de mi accidental encuentro, en el que el gigantesco cuerpo de Chanyeol cayó sobre el mío –completamente desnudo–, no pude evitar besarlo con fuerza. Literalmente le estaba devorando la boca. Pero Chanyeol no se quejó ni resistió a ello, por el contrario, fui correspondido y quizá demasiado, pues mi ex novio tuvo la iniciativa de estimularme con su boca. Quizá porque fui muy obvio; si, no pude evitar mi erección cuando su cuerpo choco con el mío y lo sentí por primera vez después de tanto tiempo.
Después de eso tome una ducha, mientras Chanyeol esperaba por mí en el interior de la habitación. Estaba emocionado, mi corazón latía con fuerza, una vez más esas mariposas que hace tiempo no sentía revoloteaban en mi estómago con la misma pasión: me sentía como una colegiala. Cante en el interior de la ducha con fuerzas, con ánimo, sintiendo la melodía recorrerme el cuerpo y fluir con total naturalidad. Y aunque el jacuzzi estaba preparado para mí, no me sumergí en él.
Con la toalla amarrada a mi cintura y otra en mi cabello; tuve temor de salir del cuarto de baño. Inexplicablemente llegue a tener esa sensación de vacío y una voz en mi cabeza alertándome que probablemente Chanyeol ya no estuviera afuera y que quizá todo esto habido sido simplemente producto de mi imaginación y deseo. Apesadumbrado, salí del cálido baño para encontrarme con el lánguido cuerpo de Chanyeol sobre la cama sosteniendo el control remoto de la pantalla plana.
Suspire aliviado y sus grandes ojos se posaron en los míos; reflejaban cierta alegría tonta que me hizo estremecer. Chanyeol se levantó de la cama y por un momento llego a mi mente el pensamiento de que quizá él también me necesitaba físicamente tanto como yo, pero opuesto a todos mis pensamientos pecaminosos. Ese hombre, tomo del interior de mi maleta ropa limpia que él exclusivamente había escogido para mí.
– Viste –dijo–, anda.
Y obedientemente tome la camiseta con estampado animado y el jeans rasgado en los muslos y cubrí mi cuerpo; poco después peine mi cabello y aplique un poco de maquillaje en mi rostro. Chanyeol no pudo evitar reír y decir “para mi eres hermoso al natural”. Intentaba conquistarme de nuevo usando sus viejas tácticas, pero Chanyeol siempre me tuvo y aunque lo sabía, él seguía haciéndolo. Me abrazo por la espalda frente al espejo y deposito un beso en mi cuello.
– Has visto lo bien que nos vemos juntos... –dijo– Baek...
Mis ojos se humedecieron y sus labios fueron a parar en mi mejilla, mi mano sujeto la suya y Chanyeol entrelazo nuestros dedos.
– No quiero obligarte a nada Baek...
– Channie~
No hubo más palabras, el abrazo perduro frente al espejo donde ambos nos mirábamos a través del mismo. Chanyeol soltó nuestro abrazo un momento después y regreso a la cama, como siempre, no había necesidad de que me pidiera que le siguiera yo sabía exactamente que debía hacer.
Mi cabeza sobre su brazo, y mi brazo y pierna rodeando su cuerpo. Chanyeol puso una película en la tv, pero ninguno de los dos vio lo que se transmitía en ella, ambos dedicamos nuestro tiempo a solas a observarnos, y a veces, el gigante de sonrisa tonta acariciaba mi rostro con la yema de su dedo haciéndome cosquillas, en distintas ocasiones también robaba besos a los que yo no ponía resistencia y en otras solo nos mirábamos a los ojos sin decir palabra alguna. Sin embargo, yo pude evitar preguntar “¿por qué haces esto?”
– Porque finalmente comprendí lo que en esa oficina ocurrió –beso mi frente–. ¿Cómo me describiste esta vez?
– Channie...
– ¿Lo hiciste bien? –asentí–. Estoy orgulloso –me abrazo.
– Tuve que mentir una vez más.
– Lo siento, lamento tanto que las cosas sean así.
– No comprendo porque pides disculpas. Chanyeol soy yo quien debería estar detrás de ti.
– Ya nos lastimamos lo suficiente.
– ¡Perdón!
Chanyeol separo una vez más el abrazo, me observo y dijo–: Baek.
*****
Despertar en los brazos de Chanyeol después de mucho tiempo es como un sueño. La habitación esta oscura pero no pasa mucho tiempo antes de que mis ojos se adapten a ella y pueda ver entre las penumbras los perfectos rasgos de Chanyeol. Su perfilada nariz, sus abultados labios y su apenas pronunciado pómulo. Me abrazo aún más a su cuerpo y con la punta de nariz acaricio el lóbulo de su ojera y susurro repetidos “te amo, te amo, te amo”.
El cuerpo de Chanyeol se da vuelta y queda frente a mí, su pierna entre las mías y su mano sobre mi cadera con su frente pegada a la mía. Sus ojos perezosos y cansados se abren, y una sonrisa se forma en sus labios.
– Hola –dice con voz ronca–, ¿dormiste bien?
Asiento y le doy un fugaz beso en los labios.
– Es de noche –digo–, tengo hambre –un puchero se forma en mis labios y Chanyeol los besa.
– Solo quedémonos así un poco más.
Fin del Relato de Baekhyun
Tao esta cabizbajo frente al plato de comida hurgando una y otra vez la ensalada. Yixing le toma la mano y Tao lo observa regalándole una sonrisa lo suficientemente fingida que no pasa desapercibida para Sehun y yo.
– ¿Ha ocurrido algo? –pregunta Sehun con cautela y Tao niega.
Sehun comprende que debe callar y apoyo mi mano sobre su muslo bajo la mesa lo que le obliga a mirarme. Sonrió compresivamente; Sehun asiente y lleva el tenedor con ensalada a mi boca. Tao hace a un lado el plato y se levanta, Yixing, que aun sujeta su mano, le obliga a sentarse de nuevo.
– Debes comer siquiera un poco Tao ssi.
– Hyung~
– Por favor.
Tao toma asiento una vez más y a regañadientes come la ensalada. Suho aparece entre las personas con los ojos rojos e hinchados como si hubiera estado llorando y Yixing no puede evitar hacer la pregunta–: ¿Por qué estuviste llorando?
Tao levanta cabeza y lo observa, Suho le corresponde y guarda silencio. Pero Yixing es persistente y pregunta una vez más–: Hyung, ¿qué ha pasado?
Suho vuelve su vista al preocupado rostro de Yixing y responde–: Fui al cine –es suficiente, Yixing ahora lo comprende y no hace más preguntas. Tao resopla y se levanta de su asiento dejando una vez más la comida.
– Tao regresa –digo–, no has terminado.
Pero solo consigo como respuesta un “no tengo hambre”. Suho está a punto de ir tras el chico pero antes de que pueda hacer un mínimo movimiento Yixing pregunta–: ¿Has visto a Kris?
Los ojos de Suho se abren como platos y nos observa–: Pensé que estaba con alguno de ustedes. Antes de venir aquí he ido a su habitación para que viniera a cenar pero no está allí.
– Pues con nosotros no está –responde Sehun.
– Quizá este por allí con Chen y Minseok –digo introduciendo un bocado a mi boca.
– Yo no estaría tan seguro hyung –Sehun señala al par de tortolos que atraviesan la puerta del restaurant con una sonrisa en el rostro.
– ¿Y Chanyeol y Baekhyun? –Pregunta Suho–, quizá este con ellos.
Yixing suspira y niega–: Allí vienen ellos también y están solos.
Suho saca el teléfono móvil de su bolsillo y comienza a marcar repetidas veces el número de Kris pero cada uno de sus intentos son un fracaso. Envió un texto a nuestro líder y no consigo respuesta, de igual modo le llamo cuando Suho ha dejado de hacerlo y todo lo que consigo oír es la contestadora. Minseok y Chen nos observan confuso; he de suponer que nuestros rostros son todo un poema justo ahora.
– ¿Qué ocurre? –pregunta Chen.
– No sabemos nada de Kris.
– Cuando lo vi esta tarde iba a la playa.
– ¿Alguien lo vio después de eso? –pregunta Chanyeol que ha llegado poco después de la pregunta efectuada por Chen.
– Puede que este con Kyungsoo y Jongin –añade Baekhyun.
– No –digo–, estuvimos con ellos hace un rato y dijeron que irán a la función teatral en la terraza.
– Solo queda Tao –dice Minseok quien no se percató de haberle pasado por el lado cuando salía del restaurant.
– Minnie, cariño, Tao iba saliendo cuando llegamos –ríe Chen.
– Oh ¿de verdad?, no lo vi –ríe.
Relata Kris
La directora de la producción me evalúa a través de su copa de vino. El Sr. Zheng sirve un poco más del mismo en mi copa vacía y suspira. ¿Cómo es que llegue aquí?, poco después de la llamada me escabullí y cambie de ropa; por supuesto tuve que informar al manager de mi ausencia con el pedido exclusivo “no informe a los chicos de esto”.
El aire apenas tenso en la mesa se mezcla con las melodías del piano que una chica con vestimentas finas toca sobre el piano de cola color blanco que yace sobre un pequeño escenario en el lujoso restaurant con cristalería fina, manteletes dorados y veis que contrastan con las fabulosas lámparas de araña de cristal.
La directora Xu, toma su cubierto y cuchillo e inicia con su plato principal de carne. El Sr. Zheng la imita y del mismo modo lo hago yo.
– Has tomado una decisión Yifan –dice el Sr. Zheng rompiendo el hielo por segunda vez esa noche.
– Sí señor.
– ¿Qué piensa hacer Yifan? –Pregunta la directora sin dejar de observar su plato– ¿Esta su empresa de acuerdo con ello? –Asiento, dudoso, pues he sido simplemente yo quien ha tomado una decisión. Y por primera vez la directora Xu Jinglei sonríe–. Es un alivio saber eso, estaba realmente preocupada por ello.
– Descuide.
La cena transcurre sin improvistos y conversaciones casuales sobre los planes a futuro con el grupo e individual. Nos dirigimos a la puerta principal del edificio donde un auto negro espera por la directora y el Sr. Zheng. Nos damos la mano cortésmente como despedida y ambos suben al auto, espero paciente a que el chofer cierre la puerta del coche y avance.
El camino de regreso al hotel se hace largo a cada paso lento que mis larguiruchas piernas dan; hay un remolino de emociones y pensamientos sobre el futuro, preguntas constantes de como seré capaz de informarle a los superiores de la empresa que he aceptado ser parte del elenco de una película a la que ellos se negaban a que participara y mi futuro con Yixing. Diversas conclusiones, catastróficas, llegan a mi mente y todas conllevan a un desenlace fatídico que nos afectara a todos.
A la distancia logro visualizar la entrada del hotel y en la misma yace el pequeño cuerpo de Yixing con los brazos cruzados y una clara expresión de preocupación. No está solo, Chanyeol está a su lado junto a Suho y un poco más atrás Luhan, Tao y Sehun. Todos con una expresión solemne.
– ¿Dónde estuviste? –Pregunta Suho apenas me ve llegar– ¿Por qué vistes de ese modo?
– Fui a comer afuera –respondo con simpleza.
– Así –Luhan me señala de arriba abajo– ¿Vas a cenar con un traje?
– No fui a cualquier lugar.
– ¿Entonces a dónde fuiste?, ¿con quién? –Tao me observa acusadoramente y me encojo de hombros–. Entonces si estuviste con alguien más.
– No es tu problema Zitao –Yixing parpadea ante mi respuesta y muerde su labio inferior.
– Gege.
– Déjalo Lu, no tiene caso –susurra Yixing–. Vamos, por lo menos sabemos que está bien.
– Yixing...
– Feliz noche Yifan.
Los chicos se marchan excepto Chanyeol. Suspiro. Chanyeol mueve su cabeza con suavidad ordenándome salir un rato.
*****
La cancha de tenis esta iluminada, una pareja extranjera juega y se divierte. Chanyeol a mi lado observa la escena y sonríe como un tonto, siguiendo la pepola que va y viene. Niego con la cabeza y sonrió. “Si, Chanyeol puede parecer sumamente estúpido en ocasiones”. Vuelve su vista a mí y da inicio a nuestra caminata por la acera con arbustos perfectamente podados en un costado.
– ¿Que estás haciendo hyung? –Pregunta–. Te desapareces toda la tarde y nos preocupas y al regresar actúas tan fría y calculadoramente que no te das cuenta lo mucho que nos lastimas. Y no importa cuánto duele eso ahora, hyung. Todos nos preocupamos en mayor grado por Yixing hyung a pesar de que nuestros corazones son un lio. Hace unas semanas me expresabas lo mucho que lo amabas ahora ya no expresas nada, lo insultas e ignoras. ¿Tienes alguna idea de cuánto sufre en silencio?, apuesto a que no sabes que hoy no salió de su habitación, que apenas y consiguió probar bocado.
“¿Sabes siquiera que en los últimos días Yixing hyung ha estado entrenando más de lo debido?, como si intentara aislar sus pensamientos con el baile. Está volviendo a esos ataques de ansiedad; lo he visto en distintas ocasiones escribir como un loco en esa libreta suya hasta que su mano duele un infierno. Pero nunca estas allí para siquiera notarlo, y si estas, Yixing es invisible. ¿Estas enterado de la cantidad de veces en que lo vi llorar en silencio a solas en su habitación o sobre el hombro de Luhan hyung? No, porque ya no eres esa persona que solías ser. Te ves tan distraído y cansado últimamente. Baekhyun es demasiado ruidoso, todos lo sabemos y eso no había sido un problema, pero tú hiciste un drama sobre ello unos días atrás. Ya no vienes a molestarme, ya no buscas a Sehun para hacer bromas tontas, tampoco prestas atención de Zitao y sí, siempre cumples tus funciones como líder pero ya no eres el líder ni ese padre para nosotros. Te estamos perdiendo lentamente”.
– Chanyeol yo...
– Está bien hyung, no tienes que darme explicaciones al respecto, es tu vida y tu problema. Pero recuerda esto hyung, somos uno y tu dolor también lo sentimos nosotros.
Con ojos humedecidos me abrazo a los hombros de Chanyeol y lloro. Las grandes manos del menor palmean sobre mi espalda y me desborono por primera vez en mucho tiempo.
Fin del Relata de Kris
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