Hacía ya dos años que él era un éxito sobre el escenario, hacía dos años había debutado como solista gracias al apoyo de sus padres que le dieron el dinero para ir a Corea a probar suerte en el mundo de la música, el mundo que Luhan tanto amaba.
Luhan bailaba y cantaba en el escenario haciendo gritar a sus cientos de fans en su concierto en Seúl. Todo era un día normal en la vida del chico de 24 años.
El concierto termino y se despidió de sus fans, las cuales le pedía que no se fuera. Salió del escenario y se quito la ropa del concierto para estar con ropa más cómodas, las cuales eran un pantalón holgado, unas convers y una camiseta ancha.
Luego de cambiarse su manager lo acompaño hasta la puerta de salida, atrás de ella se encontraba el verdadero problema… Al abrirla cientos de fans se abalanzaron sobre Luhan quien era escasamente protegido por su manager, la gente del staff y él mismo.
El había pedido un guardaespaldas más de una vez pero su agencia le decía que solo exageraba y que sus fans solo demostraban su amor y que nada malo le pasaría. Hasta ahora nada malo le había pasado, pero sus fans esta vez estaban demasiado, Mm..... ¿entusiasmadas? Ya que en un afán de tocarlo y de obtener alguna prenda personal del cantante, una de sus fans cayo sobre el (puesto que estaba siendo empujada para conseguir algo de su ídolo) y como el pequeño ciervo estaba distraído lidiando con otras fans no pudo detener el impacto y cayo al suelo.
El impacto contra el piso fue tan fuerte que le costo enfocar la vista, se arrepintió de haberlo logrado ya que solo veía fans y más fans que estiraban sus brazos hacía el mientras gritaban y trataban de tocarlo en sus zonas intimas y además de obtener algo único y personal de esté.
Luhan comenzó a luchas para quitarse de encima a las fans y lo logró con la ayuda del manager y del staff. Lo metieron en la van lo más rápido que se pudo y le dieron hielo para su cabeza.
-¿Estas bien?- Le preguntó muy preocupado su manager.
-Si gracias, pero esto me tiene harto, esto fue demasiado lejos esta vez, fui golpeado, jalado y manoseado por más de 20 chicas y digo ese número siendo generoso- Dijo algo irritado ya de que la situación fuera casi siempre la misma una y otra vez.
Esta vez la situación se había descontrolado y no había terminado muy bien para el castaño. Suspiro pesadamente y se puso a mirar por la ventana mientras se ponía hielo. Definitivamente tenía que ir a la empresa a hablar sobre su seguridad, tenía que ir ahora mismo.
Estaba por pedirle a su manager que cambiara de dirección para ir a la empresa, pero notó que este no estaba manejando si no que estaba hablando por teléfono con alguien y tenía una sonrisa.
-¿Qué pasa Hyung?- Le pregunto Lulu mientras lo miraba curioso.
-Conseguí que la empresa te diera un guardaespaldas, dijo que el que consiguió es más que suficiente, arregle esto mientras vagabas en tus pensamientos de quejas -Se rio y Luhan no pudo evitar reír también- Por cierto, ya llegamos a tu casa, tu guardaespaldas estará en tu casa aparentemente. Dijeron que estaría contigo las 24 hs para que estés seguro y no sigas con las quejas-
Ambos rieron, pero Luhan no pudo evitar sentirse algo incomodo y emocionado al pensar en que su nuevo y único personal de seguridad ya estaría en su casa ¿Por qué vivieran juntos? Se pregunto el castaño, aunque solo se respondió recordando a las obsesivas que lo perseguían hasta su casa o que se colaban y ponían cámaras dentro de ella.
Se despidió de su hyung y se fue dentro de su edificio, subió a su piso y cuando llego a la puerta se paro en seco, estaba hecho un manojo de nervios y no sabía muy bien que decir o hacer cuando entrara y conociera a su nuevo compañero y protector. Tomo aire, puse la llave, la giró y entro.
Se quedó sin habla cuando entró a su hogar. Frente a él había un muchacho hermoso, más que hermoso, tenía un bello y mojado cabello rubio que se pegaba en su frente, una toalla estaba perezosamente atada en su cadera y se humedecía cada vez más con las pequeñas gotas de agua que corrían por el torso y espalda del chico. Si bien no tenía un cuerpo súper marcado tenía que admitir que no estaba nada mal ese muchacho.
Desvió la vista cuando notó una sonrisa de lado por parte del rubio y el calor en sus mejillas. Se le había quedado viendo con la boca abierta durante 5 minutos y no lo había notado, un poco más y babeaba.
-Buenas Noches Luhan, Soy Oh Sehun y a partir de hoy seré su guardaespaldas- Le hizo una leve reverencia y luego lo escaneo con la mirada, por no decir que lo desnudo.
Aquel pequeño ciervo se le hacía de lo más apetecible, aquel sonrojo en su blanca piel le quedaba de mil maravillas y hacía que uno deseara ver toda su cara roja, sudada y jadeante. Para Oh Sehun su nuevo cliente, Luhan, no era nada más que otro mimado cantante con un buen culo para follarse, solo tenía que convencerlo de tener una relación de sexo sin nada romántico y sin dejar de lado su profesionalismo.
-Hola, Soy Xiao Luhan, por favor cuida de mi- Le hizo una reverencia y luego le sonrío –Iré a darme un baño, si ya has cenado no dudes en irte a descansar ¿en que cuarto te estableciste?- Le pregunto mientras cerraba de una buena vez la puerta y le echaba todos los seguros que tenía.
-Entiendo, aún no eh cenado así que cenaremos juntos y respecto a tu pregunta, pues la respuesta es algo obvia Luhan-Hyung, si voy a protegerte obviamente debemos estar en el mismo cuarto, de otra forma no podré protegerte si algo pasa en su habitación y yo estoy en otro lado de la casa- Una media sonrisa jalo de su comisura mientras miraba la cara de incredulidad y el suave sonroja que se acentuaba en sus mejillas, de nuevo.
-¿M-mismo cuarto? ¿H-hyung? – Lo señalo con un dedo mientras lo miraba con sus bellos ojos miel bien abiertos -¿Cuántos años tienes?-
-Tengo 20 años Lulu- Sonrío y luego se fue al cuarto que compartiría con el mayor para poder cambiarse.
Un Lulu estupefacto quedo en la sala con la boca abierta. Cerró la boca cuando noto que estaba solo y parecía idiota. Decidió tomarse un buen baño para relajarse, obviamente se llevo su ropa al baño para evitar sentir la penetrante mirada del rubio sobre su cuerpo desnudo.
Se tomo su tiempo para ducharse y cambiarse a su gusto, necesitaba relajarse puesto que habían sido demasiadas emociones en un solo día.
Cuando salió del baño un delicioso aroma lleno sus fosas nasales, las cuales lo guiaron hacía la fuente de ese desconocido y delicioso aroma.
-Vamos a cenar Lulu, mañana será un día ocupado así que debemos comer y dormir bien- Le sirvió un poco de arroz y una presa de pollo con salsa de champiñones y arvejas- Por si te preguntas no, no cocine yo, solo hice el arroz, no hice tiempo a cocinar algo para ti, aunque estas delicioso- Añadió en un murmuro mientras se relamía los labios al tiempo que lo miraba.
Luhan sabía que no podría dormir en toda la noche si el menor seguía teniendo esas actitudes de querer devorarlo todo el tiempo. Sin embargo se sentó y devoro la comida servida en menos de 10 minutos, estaba muy hambriento. Tomo un gran vaso de agua y luego levanto sus cosas, en cuanto antes durmiera más a salvo estaría de las miradas penetrantes y los comentarios sugerentes de su protector.