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cuando el zorro atrapo a su gato. por incubusangel

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Notas del capitulo:

Bien aqui esta el segundo capitulo que prometí.

 

Nos vemos en tres días.

 

Autorizado por milagro Gabriel.

 

http://historiasdeamorydeseo.blogspot.com/?m=1

 

MilagroGabriel@Gmail.com

 

 

Sasuke hizo de su mano izquierda un puño y se la metió en la boca con tal de no gritar como una gata en celo, por muy irónico que fuera el caso, él se consideraba a sí mismo como todo un hombre.

 La idea de suplicarle a Naruto que dejara de lamerle el maldito pezón y por fin se decidiera a succionar y morder, era demasiado trajín para su ya bastante mancillado orgullo.   — ¿Te gusta? — La pregunta hecha en un tono de mofa, le dejo claro a Sasuke que el desgraciado zorro lo hacía a propósito.

— ¡Vete a la mierda!— fue la mejor respuesta que se le ocurrió a la insidia de ese chucho — deja de jugar y compórtate como todo un hombre, uno que va a joderme.   La risa profunda de Naruto hizo que la piel de Sasuke se pusiera como de gallina, dejando el puño de su mano de lado, comenzó a quejarse bajito cuando por fin el chico sobre él comenzó a mordisquear y succionar el pezón que ya dolía de necesidad.

Sosteniéndose de los hombros anchos de Naruto lucho por mantenerse cuerdo cuando su mundo entero comenzaba a girar, la mano grande del chico se había envuelto en su hombría y se la estaba pajiando con movimientos desesperadamente lentos.   — Ya no puedo más— casi suplico Sasuke, el quería venirse cuando ese hombre estuviera enterrado hasta las bolas dentro suyo, no por una paja, por muy buena que esta fuera.   — Tranquilo, amor— susurro contra la oreja de Sasuke, el zorro—, voy a hacerte venir tantas veces que te vas a quedar si voz de tanto gritar mi nombre.   — Zorro… ¡hay!...presumido…. — trato de burlarse de Naruto. Una pena que ese fuera el preciso momento que el chucho escoge para meter la lengua en su ombligo.

 Él muy cretino era tan virgen como él, en esas circunstancias no tenía derecho a verse tan seguro de sí mismo, mientras él temblaba como una hoja con cada nuevo toque.   — ¿Estás bien? — Pregunto Naruto al sentir como el cuerpo de su amante se tensaba— ¿Estoy haciendo algo mal?   Sasuke levanto la cabeza del suelo solo para ver la mirada inocente de Naruto, el chico era un zorro grande y malo, pero al fin de cuentas ambos eran nuevos en esto de los juegos de manos.   — Es solo…— halo a Sasuke hasta que sus caras quedaron a la misma altura— tengo miedo— le costó mucho admitirlo, pero era la verdad.   Los ojos celestes del zorro se abrieron y cerraron al entender.   — Creí que a un gatito tan decidido como no tendría miedo de nada.   — No te burles— hizo un pucherito que a Naruto le pareció adorable.   — No me burlo— le dio un beso travieso que hizo reír al joven felino— lo que pasa es que tengo tantas ganas de estar dentro de ti… que me preocupa lastimarte de alguna manera.   Sasuke tomo una de las manos de Naruto y la beso con reverencia.   — Algún día sería mi primera vez— confeso besando la palma de la mano de su amante— yo quiero que sea hoy… y que sea contigo.   Eso fue todo lo que se necesito para que Naruto se entregara a susbdeberes como domador de gatos salvajes. Besando la boquita que lo esperaba abierta, chupo y lamió los labios apetitosos, entrando despacio con la lengua, causando gruñidos de parte de ambos.

  Una brisa fresca levanto las hojas secas e hizo bailar las ramas de los  árboles. La luz de luna se colaba entre la floresta bañando con sus rayos a la noche que se revolcaba hambrienta en su propia misteriosa sensualidad.  Las manos de Naruto recorrían el dorso desnudo de Sasuke, con una mano lo levantaba por la espalda y con la otra le sostenía la cabeza, para que no separara ni un milímetro. El felino acabo acomodado en el regazo,  sentado con las piernas abiertas, de manera que los sexos se friccionaban uno contra el otro.   Las aves nocturnas asomaban la cabeza entre el follaje de los  árboles, observando interesadas como los cambia-formas trataban de  devorarse uno al otro.   El rubio estaba muy bien sentado sobre los muslos fuertes del moreno.  Naruto apretaba tan fuerte los globos del trasero del felino que este estaba seguro tendría las marcas de los dedos durante días, nada más delicioso que sentirse dominado por un macho fuerte.

Una vocecita le susurraba a  su corazón, que después de sentir el sexo de Naruto venirse dentro suyo,  cualquier otro le sería indiferente.   La boca posesiva de Naruto comenzó a recorrer el pecho plano del joven felino. Sasuke gritaba sin dejar de prensar su sexo contra el pene de  Naruti y sus vientres. Arriba y abajo saltaba uno y recibía el otro en una danza perfecta. La sensación comenzó a causar una marejada que llevo a ambos a un orgasmo arrasador.

 Sudorosos y jadeantes, el felino sobre los muslos del hombre más alto mientras este lo sostenía entre sus brazos, como si los mismos dioses se lo fueran a arrebatar.   El gatito no tuvo tiempo ni de decir “agua va”, cuando el zorro lo tiro  con el pecho contra tierra. Subiéndose encima lo retuvo en el lugar recorriendo la espalda delgada con pequeños mordiscos que estaban volviendo loco a Sasuke.

 Acababa de tener claro lo que ya presentía desde el comienzo de los juegos amorosos con ese zorro, el sexo duro tenía sus encantos.   Naruto estaba más allá de ser razonable, sin darle ninguna advertencia  metió la mano entre los globos del trasero de Sasuke, buscando el tierno  botón de rosa que escondía tan recelosamente. Ya para ese momento el  felino estaba duro otra vez, el deseo estaba tan a flor de piel que dolía.   Después de unos cuantos intentos Naruto encontró lo que buscaba. El  botoncito de rosa estaba cerrado como correspondía a la virginidad de  su compañero, por puro instinto supo que no debía dejar que el felino  tuviera libertad de movimiento, ya que podría lastimarse él solo.  Envolviendo con un brazo la cintura se aseguro de tenerlo fijo en el lugar, la  otra mano la llevo a la boca del gato para que mojara los dedos.  Sasuke mamo los dígitos goloso, como el gatito mimado que era. Una  vez Naruto estuvo complacido con la humedad, llevo los dedos al culo que se ofrecía hambriento. Primero fue un dedo, al ver como el felino aruñaba  la hierba bajo suyo, decidió darle un beso en la boca, de esos que hacen  que el mundo del más juicioso se volteé al revés.   El gato montés maulló, chillo y jadeo sin ninguna reparo o vergüenza,  mientras dedo a dedo su amante violaba lo único inocente que ya para ese momento le quedaba.   — Vamos, amor—, le hablo al oído tratando de calmar a su tembloroso gatito—solo un poco más y serás mío.   El gatito se relajo, la lengua que lamia su cuello, los dedos que  entraban y salían dilatando la entrada, todo confabulándose para confundir los sentidos del pelinegro. Naruto por su parte sudaba a mares, le costaba cada molécula de autocontrol que tenía el no introducir su pene para aliviarse a sí mismo en la apretada cavidad. Gruñendo mantuvo su  lucha con el zorro, ganando por muy poco la parte humana que exigía paciencia.   —¡Métela ahora!— Ordeno Sasuke, comenzando a impacientarse  con los excesivos cuidados del zorro. Él lo quería duro, quería quedar  marcado, dolorido, para que cuando todo esto fuera un recuerdo, el dolor  al sentarse le recordara que por un momento fue feliz.   — Soy grande—, gruño Naruto, su control tambaleándose a cada momento— necesito asegurarme de no hacerte daño.   — ¡Te deseo ahora! — Grito cuando uno de los dedos roso su punto dulce— ¡Maldita sea!... ¡Voy a venirme y te quiero dentro!   El zorro miro a la luna, en los ojos dorados de naruto era el animal quien se asomaba, entrando de golpe en la cavidad apretada, todo fue placer salvaje, como si fuera el último día de sus vidas. Sasuke no dejaba de  gritar el nombre de su zorro, en todo el bosque se escuchaban los jadeos  de los amantes que se apareaban bajo la luz de la luna.   Naruto apretó su agarre en la cintura de Sasuke, mientras se adentraba  con tanta fuerza que pensó que partirían en dos a su frágil pareja. Para su  sorpresa el felino le presento pelea, encontrándose con cada empuje,  respondiendo a cada gruñido con otro, a cada embiste, con un culo  dispuesto.   — Eres delicioso— felicito Naruto cuando sus bolas se tensaban contra su cuerpo— y todo mío.   —¡Naruto! — Grito Sasuke al sentir el último golpe en su próstata, el que termino por perderlo— ¡No puedo más!   A los tontos ni los dioses les tienen lástima, así que viendo el estado  tan lamentable de su pareja, le dio varias buenas envestidas. Él haría que  ese gatito malcriado supiera quién era su alfa, a quién le debía rendir  cuentas. Desnudando los colmillos, el zorro mordió la unión entre el cuello y  el hombro, tomando como suyo lo que se le ofrecía voluntariamente. El  grito y la humedad que golpeo el brazo que rodeaba la delgada cintura le  dijo a Naruto que su pequeño felino se había venido duro. Sosteniendo en su  lugar el cuerpo lapso, lo penetro unas cuantas veces más, hasta lograr su  propia liberación dentro del canal que apretaba su hombría.

Notas finales:

Chaito.


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