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Blow Me (One Last Kiss) JongKey por kpoploveever

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Notas del fanfic:

Segundo Oneshot publicado hoy, espero les guste.

Notas del capitulo:

Aqui esta el segundo one shot que publico hoy.

Es de jongkey (Jonghyun x Key) adoro esta pareja.

Basado en la cancion "Blow Me (One Last Kiss)" de Pink.

El sol mañanero entraba por los grandes ventanales de la habitación enorme de la torre, las paredes celestes y blancas daban un ambiente relajado y elegante, una gran alfombras cubría casi todo el piso de color blanco, velos rosas colgaban de la punta del techo en cono, varios tocadores y muebles con toques hecho de oro puro adornaban el cuarto, encima de estos varios productos extraños para la piel y demas materiales de belleza, los grandes ventanales en cada pared del cuarto octagonal que aun con las cortinas blancas la luz entraba dando al centro, ahí había una enorme cama donde cabían al menos tres personas, sin embargo solo una dormía en ese colchón lleno de cojines y almohadas de plumas finas color rosadas.

 

Una figura delgada se removía entre las sabanas rosas, un chico esbelto, de piel totalmente blanca, labios carnosos y apetecibles, rasgos tan finos en su delicado rostro y sobretodo su hermoso cabello rubio y brillante. Se levanto perezosamente de su nube abriendo sus felinos ojos por la luz y frotándoselos con sus manos y luego parándose para arreglar su rostro con las miles de sustancias que tenia.

 

Su nombre era Kim Kibum, un joven principe o mas bien princesa por su inmensa belleza que resulta inalcanzable para cualquier hombre, hijo único de la pareja de reyes Kim del reino, la persona mas bella que jamás nadie había conocido.

 

El chico termino de arreglar su delicada cara con bastantes cremas raras que sus padres habían encargado especialmente para él, al igual que los muchos vestidos y ropas costosas, sus padres nunca habían sido algo grande para él, desde pequeño sabia que sus padres utilizaron su belleza a favor para obtener tesoros que pretendientes de todos lados le entregaban, además de eso sus padres siempre le obligaban a vestir esos inmensos e incómodos vestidos finos.

 

Nudillos blancos y palmas sudorosas por colgar muy apretada 

Aprieto la mandíbula, anoche tuve otro dolor de cabeza 

Ojos en fuego, ojos en fuego, y quemaré todas mis lágrimas 

 

Uno de sus sirvientes abre la puerta de oro y plata de su enorme habitación, usando el traje real que el mismo diseño.

 

-Principe Key sus padres lo esperaran en el vestíbulo en una hora, su ropa esta en el tocador recuerde usar las joyas reales por favor- dice el hombre con voz sin vida y retirándose sin mas que decir.

 

Era otra cita que sus padres le habían organizado sin decirle, sería como la número nueve ese mes, sin poder quejarse con el hombre vio el traje que debía usar esta vez, lo miro con desgano, un vestido largo con la parte de arriba blanca con volados y resaltando una joya celeste en el pecho y el gran faldón blanco con varias capas de distintos tonos de rosados completándolo con unos guantes largos blancos y unos zapatos de tacon pequeños, “anticuado y demasiado formal” se le vino a la mente.

 

Luego de ponerse el feo vestido según el aunque muchas matarían por tener tal pieza, y ponerse los zapatos indicados se maquillo la cara con delineador sombras y labial además de polvos para ocultar las inexistentes imperfecciones de su cara, tomando el cofre de su tocador lo abre dejando ver los collares, pendientes y brazaletes de oro y platino, se puso todas las que su pobre cuello podía soportar para que sus padres no le reclamaran y cerrando el cofre y acomodándose el cabello toca la puerta, al hacerlo dos sirvientas le abren y cuatro guardias le rodean para bajar las escaleras de la mas fina madera, “ni siquiera me dejan bajar las escaleras solo” pensaba.

 

Al bajar los cuatro guardias se dispersaron y vio a sus padres, un hombre grande y firme con el traje real, la capa roja con bordes blancos y su corona dorada de oro con joyas, su madre con un vestido exagerado lleno de capas y la parte de arriba ancha y grande, además de su feo peinado arreglado.

 

-Hijo que bueno que llegas- su madre se acerca haciendo una reverencia que este de mala gana correspondió, su padre simplemente le miro serio.

 

-Querido te presento a uno de los más maravillosos príncipes de toda la tierra, el señor Jinki- dice su “madre” dejando ver a un chico de pelo negro bien peinado usando un traje blanco con hombreras y varias medallas en este, pantalón delgado a medida y botas negras, “lo mismo de siempre” le dice su mente y su ya encarcelado corazón.

 

-Su majestad- le dice este hombre tomando su mano y depositando un beso por sobre el guante –espero que la prospera tarde la pase de maravilla- le sonríe a lo que el también finge estar conmovido.

 

He estado llorando, he estado llorando, he estado muriendo por ti 

Hice un nudo en la cuerda tratando de aguantar, tratando de aguantar, pero no hay nada que tomar así que me voy. 

 

Sus padres les veían concentrados en cada movimiento robótico que hacía, un solo error y esa noche no habría cena, ellos estaban desesperados, el debió haberse casado hace ya 4 años, pero nunca aceptaba a ningún pretendiente, y había sido asi desde sus 14 años hasta ahora con 18.

 

El chico le extendió su mano y sin ninguna opción la tomo dispuesto a otro día en su triste rutina.

 

Ese principe de menos no era lanzado, otros habían querido tomar su preciada virginidad asi nada mas, cuatro habían sido ejecutados por el atrevimiento.

 

El chico le llevo a pasear por los jardines reales del castillo, la primavera era visible, los pétalos de los manzanos caían bailando con el viento, un hermoso lugar en que uno diría que cualquiera se enamoraría, pero él no caería en eso. Simplemente se dejaba hacer caminando al lado del pelinegro que le platicaba la misma charla que otros, siempre era lo mismo y siempre era aburrido.

 

Tres horas, tres benditas horas siendo arrastrado por alguien que sus padres creían ser el dueño de su preso corazón, el chico finalmente le llevo a un lugar cerca del lago cristalino rodeado de cerezos, ahí había una manta fina y una canasta con comida especialmente preparada, como él pretendía todo estaba arreglado, el hombre le tomo de la mano y le sentó en el manto algo incomodo por el espantoso vestido.

 

-Gustas un poco?- le pregunta sonriendo mostrando una botella de vino rojo y muy fino.

 

-Claro gracias señor Jinki- esa era su voz, robótica, preparada y sin sentimiento.

 

-Llámame Onew precioso- le acaricia la mejilla a lo que Kibum intenta no alejarse.

 

Onew le sirve el liquido en una copa de cristal brillante, llenándola de ese liquido rojo, le entrego la copa con la bebida que Key olio antes de tomar…”afrodisiaco” ya conocía ese olor, fingió tomar el liquido nada mas remojándose los labios, eso explicaba porque Onew no tomaba del vino, la conversación fue cortante de parte de Key, en verdad no quería estar ahí, la comida no estaba mal pero y eso que, nada mejoraría ese tonto día.

 

-Lo siento pero usted no me interesa- suelta de la nada el rubio sorprendiendo un poco al hombre –no es usted es solo que… no es el correcto- dice escudándose con la copa de vino, Onew sonrió y tomando ambas blancas mejillas a la fuerza acerco su rostro al contrario besando los labios del rubio.

 

Key no estaba nada feliz, con toda la fuerza de sus delgados brazos empujo al chico y tomando la copa del manto le roció todo el líquido rojo manchando el traje blanco de este, molesto se levanta dejando a Onew frotándose los ojos por el líquido y se aleja de ahí.

 

Creo que finalmente tuve mucho, creo que lo pienso demasiado 

Creo que sería todo para nosotros (mándame un último beso) 

Tú crees que soy demasiado seria, yo creo que estás lleno de tristeza 

Mi cabeza está dando vueltas, así que (mándame un último beso) 

 

Justo cuando no se podía poner peor, tuve un día de tristeza (NO!) 

Tuviste un día de tristeza (NO!), tuvimos un día de tristeza (NO!) 

Creo que la vida es demasiado corta para esto, quiero de vuelta mi ignorancia y mi felicidad 

Creo que tuve demasiado de esto, mándame un último beso. 

 

Caminaba furioso consigo mismo y por la desdicha de vida que llevaba a diario, caminando por entre la vegetación blanca y rosa arrancaba los preciosos tejidos del vestido, desprendía las telas deshaciendo la pieza que en segundos se cayó quedando con una delgada pieza de tela en su torso, el faldón ya era un desastre por su ira, tiro las capas a un lugar distinto cada una para finalmente quitarse el cinto y arrojarlo lejos de ahí solamente llevaba debajo una pequeña falda corta parte del vestido ahora hecho pedazos.

 

Se deshizo el peinado que llevaba dejando sus hebras caídas a los lados de su rostro y el maquillaje de sus ojos ahora eran manchas negras que corrían junto con las lágrimas de frustración que guardaba cada día en su prision de cristal.

 

Llego hasta un gran prado de flores coloridas, los arboles de hojas blancas rodeaban este precioso lugar, el cielo ya estaba tomando el color naranja rojizo de la tarde, las nubes ya eran visibles, el viento soplaba moviendo la vegetación.

 

Era un bello lugar parte de su reino, un reino que no podía disfrutar desde su torre encerrado, cada día esperando en soledad entre las paredes, una jaula llena de lujos y comodidades, pero una jaula es una jaula, no importa que, siempre esperaba ahí, siempre le traían un principe que debía aceptar si o si para obtener libertad, pero él no quería a alguien asi, el quería que su principe trepara por la torre dispuesto a salvarle, ver que de verdad lo ama y que de verdad le haga feliz al escuchar las palabras “te amo”.

 

No aguantando ya se hecho a llorar sentado en el suelo del prado entre las flores, sus lagrimas caían, las flores bebían su frustración, el viento le consolaba, pero nada, su frustración seguía en su cuerpo, no tenia llave para abrir la celda, ni manija para abrir la puerta, pero tenían la crueldad de darle una ventana, una por la que ver la libertad que nunca tendrá, que nunca llegara.

 

Sus sollozos se oían en todo el prado, el único sonido que había ahí, sus padres debían estarlo buscando, y que, preferiría mil veces que lo dejaran ahí que regresar, estaba tan sumido en su tristeza que no noto una segunda presencia.

 

No extrañaré ninguna de las peleas que siempre tuvimos 

Tómalo, hablaba en serio cuando dije que no queda nada más 

No estaré más enferma del whiskey, no más botellas para mí 

 

Un chico, mas o menos de su edad, piel casi blanca como la suya, el pelo negro y despeinado, llevaba una camisa verde con un chaleco, un pantalón gastado y botas de trabajo, este al oír tal llanto no pudo evitar no ver quién era, lentamente se acerca al rubio, eleva su mano para acariciar su pelo pero este se da cuenta y asustado se encoge evitando el contacto.

 

-Tu quien eres?- le pregunta al chico algo mas bajo que el.

 

-Hola, soy Kim Jonghyun pero me puedes decir Jjong rubiecito- le sonríe a este quien cansado de todo solo vuelve a abrazar su piernas y mira a la nada, Jonghyun se sienta a su lado rodeándole con un brazo.

 

-Sucede algo? Como te llamas- le pregunta el esta vez mirándole.

 

-Soy Kim Kibum- al decir eso el chico se sobresalta y quita el brazo del rubio.

 

-Oh per… perdone majestad no sabía que era usted- trata de excusarse a lo que Key ríe ante tal reaccion.

 

-No te preocupes, igual no me gusta que me reconozcan- decía la verdad, antes le encantaba tanta atención, pero luego del segundo intento de forzarlo a hacerlo le empezó a dar miedo.

 

- Bueno está bien, pero que hace aquí a estas horas principe?- Key no entendió hasta que al ver el cielo y ver que ya estaba por anochecer se sorprendió.

 

-Cielos, no creí que fuera tan tarde, yo solo, no quería volver y llegue aquí- le responde cortamente.

 

-No debería estar por aquí, es peligroso si se es de la realeza y no está protegido- le advierte.

 

-Entonces tu qué haces aquí?-

 

-Se defenderme, además yo trabajo aquí, bueno para usted, soy uno de los jardineros que cuidan de su flora alrededor del castillo- le explica.

 

.-Ah está bien- luego de eso el silencio se hizo presente entre ambos chicos.

 

-Y porque estaba llorando?... majestad- le pregunta Jonghyun serio mirándole con esos ojos que le ponían nervioso.

 

-Yo… yo no estaba llorando- dice terco volteando a otro lado.

 

-Eres mal mentiroso- dice sonriendo y recibiendo una queja por parte del rubio –siendo un simple jardinero no espero darle un regalo costoso o algo por el estilo como lo hacen ustedes pero… personalmente le digo que… cualquier problema que tu tengas solo ve con esa persona que hace que tu corazón se calme- rodea al rubio con su brazo y esta vez lo atrae hacia sí.

 

-Ojala tuviera esa persona- siente como las lagrimas empiezan a salir otra vez.

 

Estarás llamándolo un truco, porque no dormirás más 

Me vestiré bonita, me veré bien, iré a bailar sola 

Reiré, me perderé, no me dejare llevar por quien no amo

 

Jonghyun se da cuenta de eso y usando el otro brazo envuelve al rubio protectoramente mientras los sollozos empiezan a brotar de esa delicada boca. Key lloraba en sus brazos mientras le acariciaba la cabeza con su mano, entrelazaba sus dedos con el cabello del chico, las lágrimas mojaban su camisa, se preguntaba quién sería capaz de hacer llorar tan hermoso ser, su dolor se sentía en solo escucharle, su dolor… también era su dolor.

 

Habrán pasado minutos, quizás horas entre los fuertes brazos de ese chico que se sentían mejor que los abrazos fríos de su madre, poco a poco se fue calmando separándose un poco para limpiar las pocas lagrimas que salían de sus ojos.

 

-Lamento lo de tu camisa- dice viendo como el verde de esta estaba manchado por el delineador corrido de sus ojos.

 

-Descuida- dice sonriéndole, Key también le devuelve la sonrisa cálidamente.

 

-Debería volver al castillo, mis padres deben estar buscándome- dice disimulando la depresión en su voz, no paso desapercibido por el mas bajo.

 

-Te acompaño- dice y sin esperar algún reclamo del rubio toma su mano y empieza a caminar lentamente hacia los bosques del castillo.

 

Kibum había leído siempre historias en donde el tomarse de la mano era suficiente para sentir amor y calidez, le parecía una estupidez, pero ahora, el estar con ese chico, el simple hecho de que lo tenía unido a él, le bastaba para que su preso corazón empezara a despertar para buscar la llave de su jaula.

 

Ninguno dijo una sola palabra durante el trayecto, no era necesaria, el rubio recostó su cabeza en el hombro de Jonghyun, antes de recibir alguna queja o desagrado, este también recostó su cabeza en el, parecían dos tontos enamorados, pero y eso que, se decía a sí mismo.

 

Pero todo lo bueno tiene su final, llegaron mas rápido de lo que hubieran esperado, Key se decepciono bastante esto como al otro.

 

-Bueno… creo que…- no sabía ni como despedirse, tantos años entrenado para dar una simple conversación con un rey y ahora frente a un jardinero no sabía ni que palabra usar.

 

-Yo lo hare- dice y siente como este deposita un beso en su mejilla, el calor subió hasta su rostro avergonzado –espero volver a verte… ten- este saca de su espalda una pequeña rosa, era amarilla y brillante, tenia puntitos rosas en sus pétalos y estaba perfectamente cortada dejando parte del tallo y un par de hojas –para ti- le extiende la flor al ver que el rubio no reacciona.

 

-G…gracias- responde nervioso y sonriendo al tomar la planta, el chico le sonríe tiernamente para retroceder aun mirándolo y desaparece entre los arboles rápidamente, no podía culparlo, a personas como él no se les permitía estar dentro del castillo “que estupidez” pensaba.

 

Lentamente se adentro al patio del castillo y entro por las puertas de cristal, siendo recibido por sus padres y un montón de guardias.

 

-Mi hijo pero… que le hiciste a tu vestido!-le grito su madre enojada, se le había olvidado el estado de su traje.

 

-Como te atreves a hacernos quedar asi de mal frente al hijo del reino contrario1- esta vez su padre se le enfrenta. Kibum simplemente se queda callado ignorando el sermón.

 

-Estoy cansada olvídalo, mañana mismo te casas con el principe Jinki!- le dice firme, Key se sorprende para mal mirándole confundido y aturdido.

 

-Qué?! Yo no me quiero casar con él!- les enfrenta ganándose las miradas desaprobatorias de ambos reyes.

 

-No me interesa, hemos sido muy pacientes contigo, pero es suficiente mañana mismo será la boda- ya podía sentir como la libertad y esperanza se le escapaba de las manos.

 

-No yo no me casare, no piensos ser su títere toda mi vida!- lo siguiente que siente fue la mano de su madre impactar contra su mejilla fuertemente sacándole lagrimas.

 

-Tú eres nuestro hijo y harás lo que te digamos, ahora ve a dormir que no habrá cena esta noche para ti- le ordena y ambos reyes se retiran con los guardias.

 

Kibum sosteniendo la rosa mas fuerte corre escaleras arriba a su habitación donde se tira en su cama y se pone a llorar abrazándose a sí mismo en la cama, en unas horas, su libertad por fin seria de alguien mas, sus esperanzas ya se habían ido, pero él era un principe debía aceptar su destino como parte de la realeza verdad?, eso era lo que quería creer, aunque la realidad estaba tan lejos de sus pensamientos.

Creo que finalmente tuve mucho, creo que lo pienso demasiado 

Creo que sería todo para nosotros (mándame un último beso) 

Tú crees que soy demasiado seria, yo creo que estás lleno de tristeza 

Mi cabeza está dando vueltas, así que (mándame un último beso) 

 

Justo cuando no se podía poner peor, tuve un día de tristeza (NO!) 

Tuviste un día de tristeza (NO!), tuvimos un día de tristeza (NO!) 

Creo que la vida es demasiado corta para esto, quiero de vuelta mi ignorancia y mi felicidad 

Creo que tuve demasiado de esto, mándame un último beso.

 

La luz del día volvió a aturdir sus sueños en donde era feliz, regresándolo a su triste vida de siempre, quería llorar, quería gritar y huir de ahí, pero para que, para esto nació y para esto era que vino.

 

Las puertas se abrieron dejando ver a sus padres y a varios guardias alrededor de estos mirándole serios.

 

-Hijo tu vestido está en la habitación del este de la torreta de la capilla del castillo, te veremos ahí en exactamente dos horas, ahora alístate que no podemos hacer esperar a el principe- dice su madre seca y se retira dejando a cuatro guardias que lo forzaron a pararse y a seguirles.

 

Su vestido como lo imagino era horrible para él, la blusa prácticamente estaba hecha de joyas, el faldón era mucho mas grande y la cola era inmensa, los faldones eran muchos mas y era blanco con incrustaciones de diamantes y rubíes, los zapatos eran de cristal, el velo era grande y largo hecho con una bincha de rosas rojas y el ramo estaba hecho con rosas, margaritas, tulipanes y mas flores que ni conocía.

 

La enorme capilla estaba enteramente decorada de blanco y con varias flores decorando el techo y paredes, quien diría que el supuesto día mas hermoso de su día seria su peor pesadilla, lo único que podía hacer era ver como la rosa amarilla bebía su agua del florero de diamante y esperar que las molestas estilistas reales terminaran su horrible peinado.

 

Luego de tan tortuoso rato, ya llevaba el vestido puesto mientras dos chicos se lo acomodaban, el se mantenías serio y frio dispuesto a aceptar su triste destino con alguien que no amaba, escuchaba como la música de bodas empieza a sonar detrás de la puerta enorme que lo llevara hacia el chico al que le entregara su vida.

 

Haré lo que se me ocurra, todo lo que quiera 

Respiraré, respiraré, no me preocuparé de nada 

 

Orarás por tus pecados, estarás arrepentido cariño 

Todas las mentiras, todas las sabidurías, se volverán de cristal. 

 

-Debe estar muy feliz no majestad?- le dice el pequeño castaño que le acomodaba el pelo, según el recordaba se llamaba Taemin y el otro estilista se llamaba… Minho.

 

-Por supuesto que lo está, es el día mas feliz de su vida no principe?- ambos ven el rostro de Key y se sorprenden al ver como este aguantaba las lagrimas.

 

-Claro que sí, es el hombre a quien amo- finge una sonrisa viendo a sus estilistas.

 

-No se ve muy feliz- le dice Taemin.

 

-En verdad quiere casarse con el verdad?- esta vez pregunta Minho mirándole serio.

 

-Claro que si… bueno no… bueno y… yo que puedo hacer, es mi destino y no puedo evitarlo- dice deprimido bajando la cabeza, las campanas empiezan a sonar y la música suena mas lenta, era la hora de entrar –bueno si me disculpan, debo ir- sonríe falsamente y espera a que abran la puerta del otro lado, de pronto siente como dos manos le detienen ambos brazos.

 

-No… vete- dice el más alto de los dos.

 

-Que?- Key se sentía confundido.

 

-Vete… y se feliz- Minho le sonríe y Taemin se acerca con una rosa amarilla en las manos.

 

-Sea quien sea el que te la dio, te merece- dice el pequeño- dime Key en verdad deseas esto- señala la puerta por la que sellaría su destino.

 

-O esto- esta vez Minho señala la puerta trasera de la habitación.

 

El rubio pensó, un momento que parecían horas, las campanas se detuvieron, el tiempo se cayó y pensaba y se hacia la misma pregunta.

 

Realmente quiero esto?

 

Sonríe. No… no quería, realmente no quería, ve por última vez a los dos chicos y tomando su rosa y tirando el ramo al suelo sale corriendo por la puerta. Minho y Taemin sonríen antes de darse mirarse y darse un beso corto e ir a informar que “la novia” había escapado.

 

Kibum corría por el pueblo, enteramente vacio todos habían ido a su boda, recorría la calle principal, ni los puestos estaban abiertos, todo cerrado, nadie a la vista, su corazón está por salir de la jaula.

 

Mira a todas direcciones y ve, una silueta, de un chico fuerte cargando su caballo para el viaje, la luz refleja su destino, Kibum corre hacia el chico.

 

Jonghyun siente la presencia y ve a lo lejos, como una figura envuelta en un vestido blanco venia corriendo hacia él, abrió los brazos y el rubio se lanzo a ellos, se besaron, sintiendo la calidez contraria, su felicidad, el corazón movía la llave de la cerradura.

 

Se separaron, ambos se vieron al rostro, Jonghyun sonríe.

 

-Esto es lo que quieres?-

 

Y Key sonríe.

 

-Esto es lo que… mi corazón quiere- dice feliz abrazando por el cuello al chico que le toma la cintura.

 

Creo que finalmente tuve mucho, creo que lo pienso demasiado 

Creo que sería todo para nosotros (mándame un último beso) 

Tú crees que soy demasiado seria, yo creo que estás lleno de tristeza 

Mi cabeza está dando vueltas, así que (mándame un último beso) 

 

Justo cuando no se podía poner peor, tuve un día de tristeza (NO!) 

Tuviste un día de tristeza (NO!), tuvimos un día de tristeza (NO!) 

Creo que la vida es demasiado corta para esto, quiero de vuelta mi ignorancia y mi felicidad 

Creo que tuve demasiado de esto, mándame un último beso.

 

Cargándolo como la princesa que es el rubio lo sienta en el gran corcel blanco, se sube adelante sintiendo como Kibum le abraza por la espalda pegando su rostro a su espalda, la rosa amarilla es sostenida por la mano, el corazón oye el chirrido de la puerta abriéndose.

 

Jonghyun toma las cuerdas del caballo y moviéndolas el caballo empieza a correr, da pasos por el camino de tierra, rodeado de arboles, el corazón da un paso fuera de la jaula, Key suelta lagrimas sonriendo, Jonghyun se siente completo, el corazón sale de la jaula.

 

El caballo corre con las almas gemelas encima, el viento hace volar los telares blancos, el aroma dulzón invade el pensamiento amoroso, la luz del día ilumina tu rostro, el corazón está fuera de la jaula.

 

Corren, juntos fuera del mapa, van por el camino, sin rumbo fijo, sin destino o llave, el corazón no deja de saltar o respirar. El rubio lo abraza, el pelinegro lo besa, yéndose juntos, sabiendo que al igual que el corazón, fuera de la jaula.

 

Jamás regresaran.

Notas finales:

No le puse Lemon porque queria que expresara mas romanticismo.

Espero les haya gustado. Gracias


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