Capitulo 6: noche 5 sorpresas
Otra noche más que transcurría para un lindo Inuyasha, como en las últimas noches varios demonios lo perseguían tratando de poseerlo sin poder lograr su objetivo ya que este siempre se les escapaba.
Se lo podía ver saltando de árbol en árbol, no era perseguido por algún demonio pero no bajaría la guardia por eso, estaba buscando algún sitio adecuado en el cual poder refugiarse y que estuviera 100% seguro que no lo encontrarían mas dicho lugar no aparecía, eso lo estaba desesperando dentro de poco seria noche de luna nueva, la noche en que se convertía en humano y no se podía dar el lujo de andar por el bosque de esa forma.
Llego a un pequeño sector despejado del bosque, como no sentía que lo estuvieran siguiendo decidió sentarse a descansar, se sentía realmente relajado tanto que no se percato de dos seres que se le acercaba hasta que los tuvo cerca de él.
-...¡¡¡INUYASHA!!!...-gritaron ambos seres a su lado logrando no solo que se asustara sino que casi quedara sordo.
Volteo rápidamente para encarar a aquellos que estaban detrás suyo pero se tranquilizo al ver de quienes se trataban para luego proporcionarle un buen coscorrón a cada uno por el grito que dieron cerca de sus orejas.
-...qué demonios creen que hacen asustando así a los demás par de idiotas...respondan Ginta Hakkaku...-decía mientras se sobaba los nudillos después de haberles pegado.
-...gomennasai...-respondieron ambos a coro al mismo tiempo que un chichón se asomaba en la cabeza de los dos.
Tratar de entender a ese par le era imposible, se recostó en el pasto sin darles importancia cuando se dio cuenta de un pequeño detalle, inmediatamente se levantó hasta quedar sentado y vio que era observado atentamente por aquellos que aparecieron repentinamente.
-...oye Inuyasha...que estás haciendo aquí...no es que nos moleste tenerte cerca es solo que....-decía Ginta mientras se sentaba en frente del peli plata.
-....no es común verte a ti por estos lados...digo...a pesar de ser época de apareamiento no es normal que te encontremos en un lugar como este que esta tan cerca de nuestro clan además...-continuo Hakkaku pero se vio interrumpido por Inuyasha.
-...espera...que fue lo que dijiste...estas diciendo que su manada se encuentra cerca de aquí...-estaba comenzando a asustarse, si eso era cierto eso significaba que él estaba cerca, a pesar de que ahora solo lo consideraba solo un “demonio más del montón” no quería que supiera lo que era en realidad.
-...claro...por órdenes de los ancianos del clan...ambos salimos a revisar los alrededores junto con Koga...-y como si hubiese sido invocado con magia apareció Koga mas no se percato de ellos-...mira allí esta él...KOG....
En un desesperado intento por no ser descubierto Inuyasha agarra a los dos que estaban con él y se esconde en un gran arbusto cercano, una vez allí les tapo la boca a ambos para que no hablaran; el corazón le latía desesperadamente estaba seguro que esos dos ya la habían notado pero eso no le importaba en esos momentos, lo que menos deseaba era que ese “lobo sarnoso” se enterara de su secreto, lo vio revisar un poco el lugar en donde estaban para luego marcharse.
Ginta y Hakkaku no entendían nada de lo que pasaba, porque cuando apareció Koga Inuyasha los había agarrado de sorpresa y hecho que se ocultaran en un arbusto para luego taparles la boca realmente estaban confundidos, estaban por pedir una explicación cuando un peculiar aroma los detuvo, estaban seguros de haber sentido ese aroma antes de eso no había duda y se dieron cuenta que este provenía de Inuyasha; haciendo memoria recordaron que fue ese día en el bosque que lo sintieron por primera vez, si ese era el mismo aroma y este emanaba de él eso significaba que era...se miraron muy sorprendidos sin poder creer la conclusión a la que habían llegado.
Una vez que Koga se fue salió de su escondite y se cercioró de que no estuviera cerca, al ver que no se encontraba dejo salir un suspiro de alivio, más no le duro mucho ya que al darse la vuelta vio como los otros dos lo miraban con una expresión de verdadero asombro, en ese momento y solo en ese momento se dio cuenta que había metido la pata.
Dio un paso hacia atrás dispuesto a marcharse inmediatamente, pero no conto con que un pedazo del arbusto se enganchara en una de sus piernas y este provocara que se enredara logrando que cayera sentado al suelo, trató desesperadamente de desenredarse para poder irse más se detuvo al escuchar la vos de uno de ellos.
-...Inuyasha...tú eres un demonio doncel verdad...-mas que pregunta por el tono utilizado por Ginta esa fue una afirmación.
No sabía qué hacer el secreto que siempre trato de guardar fue descubierto por un descuido suyo, apoyo los brazos cruzados sobre sus rodillas y oculto su rostro en entre estos mientras que silenciosas lagrimas rodaban por sus mejillas; se sentía impotente ante esa situación todos los años que logro que nadie supiera la verdad se iban por el rio y todo era su culpa, si no hubiera sido tan impulsivo en ese momento todo seguiría como estaba, se sentía un completo imbécil.
Se sorprendió al sentir una mano sobre su hombro, al levantar la vista se dio cuenta que Ginta lo miraba con sumo cariño y ¿comprensión? no sabía definirlo pero esa mirada lo estaba intrigando demasiado, observo como este se sentaba para poder quedar a su altura.
Ante la muda incógnita del peli plata Ginta le respondió con una vos cargada de dulzura-...no te preocupes no le diremos a nadie que eres un doncel...es natural que no quieras que los que todos los que te conocen sepan lo que eres en realidad...ya que tienes miedo de que si se enteran se alejaran de tu lado...te preguntaras como es que se todo eso...bueno...pues...la verdad es que...yo también soy un demonio doncel...-esto último lo dijo en vos baja pero lo suficientemente alto como para que el otro lo escuchara.
No podía creer lo que escuchaba, toda su vida deseaba encontrar a alguien que lo supiera entender y ahora lo tenía justo delante de él, no sabía si sentirse feliz o asombrado, en eso pudo notar que en el brazo izquierdo de Ginta había una marca con la forma de lo que parecia ser un lobo sentado aullando.
-...oye Ginta...esa marca que tienes en tu brazo...significa que ya tienes pareja... ¿verdad?...-pregunto algo intrigado.
-...si...si tengo pareja...esta marca representa que solo le pertenezco a él...-contesto con una sonrisa adornando sus labios.
-...y... ¿quién es?....-tenia curiosidad por saber con quién estaba ya que se lo veía muy feliz por ello.
En ese instante tanto Ginta como Hakkaku desviaron sus miradas totalmente sonrojados, ante este gesto Inuyasha quedo boquiabierto sin poder procesar bien lo que sucedía ¿realmente es par estaban juntos como pareja?
-...se lo que estas pensando...y la respuesta es si...Hakkaku es mi pareja...-decía esto mientras el nombrado se sentaba y lo abrazaba por la cintura.
Eso sí que lo sorprendió, siempre veía a ese par juntos de un lado para el otro pero nunca se le cruzo por la cabeza la idea de que ellos tuvieran ese tipo de relación, comenzaba a sentir leves celos al verlos tan felices ya que eso era justamente lo que llevaba años deseando para él.
-...lamento decirte esto Inuyasha pero ya nos tenemos que ir...de lo contrario los del clan nos darán un buen escarmiento...-dijo repentinamente Hakkaku poniéndose en pie y ayudar a su pareja a levantarse-...y descuida...no le diremos a nadie tu secreto...puedes confiar en nosotros...
Ambos se estaban marchando cuando repentinamente Ginta se detiene y mirando a Inuyasha le dice-...sé que pronto encontraras a ese alguien especial el cual solo quera estar contigo...el que lograra convertir toda tristeza en alegría...hasta que ese momento llegue no pierdas las esperanzas...de lo contrario...te busco por cielo y tierra y te golpeo...mira que todavía me debes el coscorrón que me diste jeje...-luego de eso se marcho con Hakkaku hasta que se perdieron de vista.
Dio un pesado suspiro y poso su vista en la luna, realmente deseaba que las palabras de Ginta se cumplieran, en ese instante recordó el sueño que tuvo la otra noche; no podía quedarse toda la noche pensando en eso debía buscar un lugar en el cual poder refugiarse cuando fuera luna nueva, con esos pensamientos en mente retomo la búsqueda sin imaginarse que poco a poco se acercaba el momento en el cual encontraría a su tan anhelada pareja.