"Cuando la muerte es interrumpida, es porque alguien tomo el lugar del condenado.
Y curiosamente, la persona honorable que se sacrifica, vive más que el condenado."
Filosofía, filosofía, y más filosofía.
El pobre JaeHwan solo parecía observar el techo, se había atrevido a abrir los ojos hacia unos minutos atrás, solo mirando el techo, no quería ver donde estaba.
Sentía su aliento rebotar en su boca y nariz, sentía algo alrededor de esto mismo, una mascarilla, le costaba respirar, por eso casi no lo hacia, no expandía del todo su tórax, su respiración era apenas algo que se sentía, ni siquiera algo que se escuchara, como un cadáver.
JaeHwan estaba mal, su cuerpo se lo decía, el instinto natural lo decía, ahora estaba postrado en una cama analizando su vida a través de filosofía, filosofía que nunca en su vida había aplicado, ahora tantas cosas parecían cobrar un sentido tan depresivo.
Su vida en si no tenia sentido, no veía a su familia hacia años ya, tantos como el mismo TaeKwoon, incluso más, ahora que era un cuerpo inerte, se daba cuenta de que era realmente inservible, tenia un gran conocimiento, si, pero nada de eso existía sin la atención adecuada, nadie sabia que Ken había creado la mayor parte de la mente humana artificial, nadie excepto TaeKwoon conocía las enredadas tácticas que al hacerlas eran más simples de lo que se esperaban, y algo más. Un secreto que se llevaría a la tumba, había creado 2 corazones artificiales, mecánicos, uno solo y el otro, curiosamente, con ayuda de Cha Hak Yeon, el científico que envidiaba.
¿Y donde estaban? Destrozados totalmente, se habían perdido en aquella explosión, todo se había perdido, su familia lo recordaría ¿pero que había del resto del mundo? Su familia superaría la perdida de su hijo, eran gente fuerte, pero nadie valoraría su esfuerzo por sus logros. Había sido inútil, incluso para su jefe, ahora todo valía poco, no había ni siquiera logrado hacer un poco sociable al científico más experimentado, después de todo, la pelea había sido tan estúpida e infantil, que paso a ser madura cuando las palabras realmente hirientes comenzaron a ser escuchadas, y no sabia cuales fueron peores, si las del mayor por echarle en cara que si moría o hacia algo realmente importante, nada en el orden natural de la sociedad cambiaria . O las de él, echándole en cara al gran Leo su mayor defecto, su falta de empatía, su problema de comunicación. Y aunque sonara depresivo, la idea de ser una familia para criar a un robot y darle sentimientos, el único humano seria JaeHwan, el menor debería encargarse de darle vida a dos maquinas frías, y eso ya seria demasiado esfuerzo y agotador de manera psicológica.
Sin embargo, recordaba una ultima esperanza, la sonrisa de TaeKwoon, joder, nunca lo había escuchado reír como se debía pero si había algo que valía la pena era cada bendita sonrisa en su rostro, daría lo que fuera porque lo ultimo que viera fuera su sonrisa, su corazón al instante dio un vuelco, por 2 cosas, la primera, la sonrisa de TaeKwoon siempre le había causado aquello, le había dado esperanzas de que algo humano quedaba, y aun confiaba en ello.
Lo segundo, la cama se elevo desde la mitad, haciendo un respaldo, logrando espantarlo un poco. No espero tener visitas, pero allí estaba a su lado, Cha Hak Yeon, taciturno ante el chico.
— Hola ...—saludo en un susurro que JaeHwan no escucho del todo, fue apenas un balbuceo, no lo entendía ¿que hacia allí él?.
—Hak ...—los pulmones chocaron con sus costillas al tomar aire para hablar, por lo que no logro terminar el nombre del otro.
—No hables... te explico todo —empezó, JaeHwan solo asintió con la cabeza, haciendo sonar su cuello y las vertebras de su espalda de manera dolorosa, apretó los ojos un momento y luego suspiro, a pesar de todo, estaba anexo a la realidad hasta ese momento, porque estaba seguro que estaría atontado y confundido una vez tuviera que enfrentar la verdad de todo —Estas en el hospital, has estado en coma durante unos 3 días o 2 y medio, una de las pandillas detono una bomba fuerte junto con algunas bombas molotov, están arrestados y no saldrán de la cárcel luego de unos años, así que respira y despreocúpate de buscar justicia y esa clase de cosas —.
Hak Yeon creía que Leo había influenciado a Ken, no era así, por el contrario, no había visto a Leo socializar últimamente, por lo que creía que el mayor le había influenciado al novato. Pero JaeHwan no era vengativo, no desperdiciaría su tiempo en gente sin cerebro que solo extinguía a la raza humana, aunque JaeHwan estaba aún en estado filosófico, su lado misantrópico le decía que si el humano no existiera, el planeta estaría mil veces mejor, ya que nadie alteraría el orden natural de las cosas para peor, no, el mundo volvería a ser pre histórico y las razas extintas, tal vez aparecerían de nuevo.
No era momento de pensar en eso, debía estar atento para escuchar al moreno, asintió para indicar haber comprendido todo lo que le había dicho.
—El laboratorio quedo hecho mierda, pero milagrosamente el cuerpo de AX 44 esta a salvo, buena idea el dejarlo bajo la mesa de metal ...y del cerebro ...también se salvo, así que técnicamente AX 44 esta a sal ...— N fue interrumpido .
—Ravi... —ese simple nombre salió demasiado rápido de la boca del joven JaeHwan, milagrosamente no se le acabo el aire, se acostumbraba al respirador artificial de a poco.
—¿Cómo? —cuestiono el mayor.
—No ...no es más ... ya no ... —le costaba ordenar las palabras, pero lograba arrastrarlas — Se llama Ravi ... no ...no AX ...AX 44 —acabo, N abrió los ojos de manera exagerada.
—¿Nombre al cyborg? ¿Y para que? —volvió a preguntar, pero JaeHwan solo lo miro, dándole a entender a HakYeon que le importaba un bledo el robot, a lo que este carraspeo —Tu ...tienes unas costillas rotas, también problemas a la vista por la mezcla de químicos y polvo, además aspiraste una cantidad mortal de ...muchas cosas ...—ahora entendía porque le costaba respirar —Y ...perdón por lo que te diré pero ...cuando te ...clavaste eso ...estaba oxidado y ...tenia la pierna echa nada ...por lo que ...—.
—¡¿La amputaron?!—aquel grito exaltado casi le partió el corazón y lo sorprendió, ya que Ken milagrosamente hablaba como una persona normal y no como alguien enferma o algo así.
Todos tenían un secreto cómplice, uno de ellos tenia que ver con TaeKwoon, y era el secreto de Ken, y el que ayudaba era N, mientras que N tenia un secreto cómplice con los médicos que debería revelar, por lo que explicarle toda la situación a JaeHwan, un chico que se encontraba en los mejores años de su vida, era lo mas desesperanzador que le había tocado pasar, estaba seguro, junto con Leo, que el castaño era el ser mas infortunado que conocían hasta ese entonces, un chico que Dios, si existía, lo envió a la tierra con muchos talentos y virtudes, pero con un circulo social y una vida que poco le importaban estos y abusaba de ellos para su beneficio, y los que si tenían corazón, se lamentaban de él en vez de hacer algo para cambiar la situación del mas joven.
—... S... si —aquella afirmación sonó como un siseo, que además estaba lleno de miedo.
Ken se echo hacia atrás cerrando los ojos, liberando en un suspiro una preocupación menos, pero mucho dolor. Bajo la mirada y solo podía ver la figura deforme de su pierna bajo las telas, la izquierda se había ido, junto con la muerte.
Era un alivio, por ahora.
—¿Y Leo? — N iba a hablar, debía decirlo de una vez pero no podía.
—Ken ...Leo ...su corazón ...—N trago saliva, mejor empezaba con la verdad más dolorosa para el chico, así luego el resto importaría poco —Ya no funciona ... lo poco que quedo de este ...aun le da lo suficiente como para mantenerse por ...3 días antes de que ...—.
Más palabras alcanzaron para dar a entender la idea. El alma de Ken bajo hasta el inframundo.
Por un momento, el mundo se detuvo, por un minuto, los oídos de Ken pusieron a todos en silencio, y en un segundo, sus dañados ojos se llenaron de lagrimas. Lagrimas de impotencia, lagrimas de dolor, lagrimas de desesperación. Era rápido asimilando los hechos, después de todo, cuando hizo el corazón de Leo, fue a la rápida, tenia sus fallas, sabia que ante emociones fuertes este se haría añicos. Por eso siempre se encargo de mantenerlo calmo, para que el corazón durara hasta perfeccionarlo, y para cuando lo hiciera, le contaría la verdad a Leo.
Ahora todo se había ido al caño, no solo por que su mayor creación había fallado, si no porque Leo, su única luz, su único amor, se estaba muriendo lentamente, marchitándose.
Bajo la cabeza y las lagrimas cayeron sobre sus manos, una de ellas, estaba arañada, como si un gatito mojado no quisiera entrar a la bañera, recordaba a Leo nuevamente, rogándole que no se fuera, que no los separaran. N miro las manos del menor, viendo los mismos caminos de costras en la muñeca y parte de la mano del muchacho, ahora entendía porque las uñas de TaeKwoon estaban algo rojas, le había arañado parte del brazo a Ken, y sabia la razón.
Leo era su mejor amigo, y como tal, lo conocía tanto como Ken, con una diferencia, el notaba que las miradas que recibía el menor eran especiales, notaba como el mayor a veces estaba a su lado y solo miraba el piso o las manos del otro, incluso creía ver duda en sus ojos gatunos, había mucha gente que quería hablar con JaeHwan, conocer de él, enterarse que se sentía trabajar con alguien como Leo, saber si el menor era tan inteligente como para ser ayudante o como el gran científico le decía, compañero, ya que Leo dijera eso a todo mundo, era signo de que respetaba a JaeHwan, pero nunca podían hablar con el menor, puesto que el cobrizo se colocaba o al lado o enfrente como pared humana para que nadie se le acercara. Y N sabia que Leo hacia eso con los experimentos mas valiosos, con las cosas que cuidaba y que solo el tenia derecho a tocar.
Eso solo le partió el corazón, TaeKwoon negaba todo sentimiento amoroso a su ayudante, y estaba más que seguro, que Leo solo tendría una misión incompleta, confesarle a Ken su cariño, decirle mínimo alguna vez "Gracias".
Pero no.
Ahora es cuando JaeHwan veía todo como un mal sueño, las parejas felices en su vida no existieron, sus padres unidos por sus hijos, mas que amarse, eran amigos que se aguantaban, no tenia ningún solo amigo por culpa de su trabajo y jefe, y a este ultimo lo amaba con locura, y eso suponía hacer una locura.
JaeHwan no tenia razones para morir, ni tampoco para vivir. No tenia una razón, salvo el mantener con vida a su tesoro más preciado, un chico serio, de apariencia fuerte pero débil mentalmente, tímido, inocente, anexo de un mundo que no aceptaba su forma de ser, era una de las razones de su encierro en el laboratorio, Leo odiaba las miradas, odiaba que opinaran de él muchas cosas, y sobre todo, que lo obligaran a hablar.
—Jae... relájate ... —eso era un pésimo consuelo, para alguien que estaba destrozada. Ya las mejillas le ardían, tenia quemaduras en estas, tenia heridas por todos lados, todo le dolía. Sus brazos, su pierna buena, lo que quedaba de la pierna que perdió, su pecho, su rostro, su corazón, su alma rogaba un suicidio para acabar con aquella tortura.
—No entiendo ...debía durar... debió durar un poco más... el corazón ...—había una esperanza, si se había salvado el cuerpo y la cabeza, algo le quedaba. Bruscamente agarro la camisa negra de otro y lo miro desde abajo —Por favor, N, dime que quedo el corazón ...—.
La angustia en los ojos del castaño era desgarradora, si ya tenia heridas mentales por haber perdido a su mejor amigo, y por ver a quien lo revivió sin esperanza de vida o futuro, el ver los ojos del otro con una capa de lagrimas que parecía un velo de vidrio en una mirada lastimosamente esperanzadora fue sal en su interior, el dolor le corroía, le ardía el tórax, bajo los pulmones, como un cuchillo caliente enterrado en su interior, cortando y quemando con cada aspiración.
—Quedaron la cabeza y el cuerpo ...—hablo con un hilo de voz —Solo eso ...el resto se perdió ...incluyendo el ...—.
Esa pequeña esperanza repentina se rompió junto con el velo de cristal, que se hizo lagrima y corrió por el rostro de JaeHwan hasta que las cascadas que salían de sus ojos se acabaran en la barbilla de este. Bajo la cabeza sin dejar de afirmar la camisa de HakYeon, apretándola entre sus dedos como si se tratara de garras.
Los sollozos y lamentos de el castaño se hicieron notar, dolía, su corazón no acostumbraba a soportar tanto dolor, todo iba demasiado rápido, tan rápido que ni el mismo sabia que pasaba con su cuerpo.
Quería más opciones, más opciones para que Leo viviera.
—¿Donantes?¿Hay donantes? Por favor ...—.
—Todos han querido donar ...—JaeHwan inhalo, aferrándose a la esperanza —Pero nadie es compatible con su sangre ...—exhalo vanas ilusiones.
Soltó la camisa de N y casi dejo su cuerpo caer, pero el mayor lo afirmo de los hombros y lo obligo a recostarse.
—No hagas eso ...se enredan los cables y tubos —se quejo el moreno con voz ahogada, ahoga en pena, asfixiada en dolor.
Leo era su amigo, también estaba mal, pero debía mantener la compostura, ya que JaeHwan le tenia un cariño diferente, acepto a Leo siendo un idiota egocéntrico y cascarrabias, y con solo ser él mismo, lo cambio increíblemente, JaeHwan influenciaba a todos, con su carisma, con su cariño, con su alegría. Si el estaba feliz en un ambiente pesado, esto no duraba mucho ya que su felicidad era contagiosa. Pero ahora que estaba triste, el mundo se veía oscuro y melancólico. Ni siquiera eso. El mundo parecía el infierno hundido en oscuridad, un mundo en el que vivir no valía la pena, donde el humano estaba condenado a la perdición, todo, porque Lee JaeHwan estaba completamente destruido.
El castaño miro sus muñecas, llenas de agujas y tubos, muchos de ellos con sangre, su sangre, ¿por que tanto? No lo sabia.
—Dime ...¿Leo sabe que ...?— Hak Yeon carraspeo y se golpeo el pecho con el puño haciendo referencia al musculo de la vida y el amor.
—No tiene la menor idea ...lo a olvidado todo —le recordó JaeHwan —No ...iba a decírselo cuando ...cuando tuviera listo el corazón —.
—No entiendo ...¿por que? —.
—Seria el momento indicado ...¿crees que es fácil decirle a un hombre como Leo "Adivina, no tienes corazón, moriste hace mucho. Ahora acuéstate, te abriré el pecho y te pondré un corazón falso de mejor calidad que el que tienes ahora" —era la primera vez que el sarcasmo de JaeHwan no venia en broma, si no hasta sonaba como una especie de insulto.
—¿Y? él lo habría entendido —.
—No lo habría hecho ...N, cuando peleamos, la mayor ofensa que le digo es que es una maquina — eso sorprendió a HakYeon, lo suficiente como para hacerlo abrir desmesuradamente los ojos.
—¿Peleaste con Leo? —Hak Yeon asintió sorbiéndose la nariz, quería llorar, llorar hasta quedarse seco, pero no serviría de nada.
—Lo más doloroso ...es que 5 segundos antes de la explosión, estábamos peleando ...—la voz de Ken de a poco se hacia nada, era como si hablara bajo el agua, o así sonaba —Y yo... trate de ...—.
—¿Trataste de que?¿De salvarlo? —la mirada de Ken solo se hizo más melancólica.
—Me le eche encima con tal de que no le pasara nada —HakYeon volvió a abrir los ojos desmesuradamente. JaeHwan quiso abrazarse las piernas y ocultar el rostro entre estas, pero el aún sentir su pierna izquierda allí, como si fuera un fantasma, eso simplemente lo dejo peor. Era un talento más inútil aún, no le quedo otra que aferrarse a su pierna izquierda, la cual escoció ante el roce de las sabanas, pero no importaba. No importaba cuanto dolor sufriera su cuerpo, no superaba la tortura que estaba pasando emocionalmente.
—Si te sirve de consuelo ... lo que te hizo perder la pierna, le habría caído en el pecho y allí si hubiera muerto —.
—¿ Y que? —espeto entre dientes —Esta en coma ¿verdad? Hay cosas peores que la muerte, una violación sádica si eres alguien orgulloso ...pero Leo ...debe sentirse inservible —trago saliva, ahogando un sollozo. Hak Yeon ya no sabia como consolar al menor. Y todavía no le daba la peor noticia según el. La muerte de Leo era un hecho para Hak Yeon, un mal sueño para Ken.
Hak Yeon quería que la muerte de su mejor amigo solo fuera una ilusión, quería ser como JaeHwan, aun buscaba la forma de mantenerlo con vida, dentro de su cabeza las mil y un opciones milagrosas se iban desapareciendo y desechando.
—Ken ...hay algo peor ...—debía decirle pronto. Paseo la mano por la mesa que había al lado de la cama de JaeHwan, agarrando el historial medico que el doctor había olvidado. Reviso al instante, con ojos presurosos, y allí estaba. JaeHwan era AB negativo.
El rostro de Hak Yeon se paralizo al instante, creando un silencio mortal, un silencio que perturbo a Ken un rato, levanto la cabeza y con la vista borrosa, pudo notar como el rostro de N era una mezcla de confusiones.
—¿Que? —pregunto el menor sorbiendo su nariz y recibiendo la mirada de confusión de el moreno.
—Jae... Ken ...eres AB negativo ...¿sabes lo complicado que es encontrar ese tipo de sangre en este país? —le recrimino. Ken enarco las cejas molesto y desconcertado.
—¿En serio?¿Estamos medio muertos y tu te preocupas por mi tipo de sangre? —.
—Si ...porque eres compatible con TaeKwoon ...el es AB negativo también —esta vez, el menor abrió los ojos como platos. N y Ken habían olvidado todo. JaeHwan el hecho de que si hacia lo que iba a hacer, no volvería a respirar, ni a ver a su familia, ni siquiera vería a Leo de nuevo. Y N, por un segundo, olvido que era aquella noticia que tenia que darle al novato.
—Ken ...¿estas seguro ...de que quieres donarle tu corazón a Leo? —la voz de N sonó temblorosa, el lloraría por Ken, lloraría el ser un chico lo suficiente valiente como para cerrar los ojos eternamente por hacer que otro los abriera por tercera vez.
—Eso ni deberías preguntarlo ...—la sonrisa de Ken fue pequeña, esta vez los ojos de N se cristalizaron, demasiadas emociones juntas.
Siguió revisando el papeleo, lamentablemente, al encontrar la hoja amarilla, encontró lo que tenia que decirle.
Suspiro y tiro el papeleo a cualquier lado.
Estaba frustrado, mantener a dos personas con vida siendo que la muerte ya los tenia con la oz en el cuello para llevárselos. La impotencia era notoria, más que notoria, las lagrimas que se había aguantado durante todo el dia comenzaban a fluir por sus mejillas. Y JaeHwan solo lo veía extrañado, no sabia porque la reacción abrupta, no sabia ni que estaba pasando.
Ya de por si el no considerar el resto de su vida y donar su corazón como si nada era algo sumamente extraño, pero ¿que podía hacerle? solo era un tonto enamorado dispuesto a todo por que la vida dio, no muriera en vano. N se sentó al borde de la cama y lloro abiertamente, ya había estado 3 días sin llorar siendo que había aguantado demasiado. No podía seguir así. Doblo sus dedos y se los paso por los ojos, enjuagando las lagrimas, sollozando como niño pequeño. Su amigo moriría, JaeHwan también, y se quedaría solo, como siempre, siempre estaba solo, sus amigos o lo mas cercano a ellos eran los cadáveres que usaba para lograr cyborgs sin vida. Si, el trio de científicos eran un caso, uno de ellos se mostraba frio como hielo cuando su interior se corroía en dolor, otro tenia talentos increíbles que nadie, ni ellos mismo, se fijaban ni admiraban, y el último era un chico molesto que se quedaba solo fácilmente.
JaeHwan coloco su mano en la espalda de este, consolándolo, sacando más lagrimas y lamentos del pobre moreno. Esa era la primera y única vez en toda su vida -sin contar a su familia- que lo consolaban.
—Hey ...tranquilo ...—la voz de Ken se suavizo —Todo estará bien ...Leo seguirá aquí y ...—.
—No —negó el moreno. Levanto la cabeza, encontrándose con los ojos hinchados y estupefactos de un JaeHwan totalmente herido —¿No lo entiendes? No solo se te infecto la herida y te dio gangrena ...—Ken aún no entendía, y no quería entender que le pasaba a su cuerpo — Tu ...tienes una infección a la sangre ...otro tipo de leucemia más poderosa ... —.
Con solo decir eso, el mundo de N se vino abajo, pero su corazón pudo romper aquello que lo apresaba sintiendo un alivio y un peso menos con el cual cargar.
La muerte se sentía en el cuarto, JaeHwan la sentía, oprimiéndolos, encima de sus cabezas, presionando hacia abajo, como si evitara que sanaran a Leo, como si la misión de TaeKwoon era morir. Pero no, Ken no era idiota.
—Joder, N ...creí que eras mas inteligente —le critico —Dime ...¿cuantos órganos has llenado de tornillos y metal para hacerlos funcionar? —Ken trago duro, haciéndose la idea de todo lo que le harían su débil corazón.
Hak Yeon lo miro y solo brotaron más lagrimas, apoyo su cabeza en el hombro de el menor. Y aunque a este le dolió como los mil demonios, lo dejo, hasta lo abrazo, dándole sus fuerzas.
—Jae ...en serio ...vales mas que esto ...—espeto con voz ahogada —¿De verdad ... me darás tu corazón para ...modificarlo y dárselo a TaeKwoon?... no estas tan a punto de morir —.
—¿Y vivir sin una pierna?¿estas loco? —eso le saco una risa, sabia que el otro no quería ser inútil —Mis razones para seguir aquí era para mantener a Leo vivo ...y eso estoy haciendo —.
—¿Y si fallo? —Ken no quería pensar en eso, no quería pensar que sus esfuerzos no valdrían nada, por lo que simplemente ignoro eso.
—Cuando despierte ...quiero verlo ...pídeles un corazón artificial —N se separo, lo miro a los ojos —Quiero estar vivo para cuando el despierte ...—pronto Hak Yeon comprendió que estaba haciendo, estaba dando sus últimos deseos.
—Y luego ...de que despierte ...¿que pasara? —.
—Me desconectan, así de simple — Lo dijo tan simple, tan fríamente, que el cuerpo de N tembló como si le hubieran tirado un balde de agua. —Total ...mi familia esta lejos, tu te iras y ...conociendo a TaeKwoon, no me vendría a ver ...¿de que sirve quedarme respirando aire para otro que de verdad lo necesita? —.
JaeHwan hablo con la verdad.
Él seria una carga para todos, y el único que estaría feliz, seria la muerte, porque un espíritu tan honrado y bondadoso como el de el menor, estaban ya extintos. Al menos a JaeHwan moriría con un consuelo. Vivió lo justo y necesario, y si daba su vida, era para que TaeKwoon, aprendiera a tener una.