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Our Story por Crazy girl SG

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Notas del fanfic:

Mi primer fic de Naruto >///< Necesito saber si es que les gusta, porque de no ser así no lo voy a continuar porque no tengo un "incentivo" por decirlo de algun modo, para continuarlo.

Notas del capitulo:

Espero que sea de su agrado ^^

-pero miren quién tenemos aquí, es el dobe de Naruto Uzumaki, tiempo sin verte-

 

 

      Naruto cerró fuertemente sus ojos en cuanto escuchó aquella voz penetrar en sus oídos, debía tratarse de una maldita broma, sí eso debía ser. Aquello era lo que se repetía una y otra vez el chico de rubios cabellos no creía posible que se encontrara en aquella situación, simplemente el destino no podía ser tan cruel con él, recordó lo que había ocurrido aquella mañana y un notable sonrojo se subió a sus mejillas. Respiró unas cuantas veces para tranquilizarse y lograr que aquel tono carmín desapareciese de sus mejillas, lo cual logró con éxito, un último suspiro fue necesario para que se diese vuelta con una enorme y radiante sonrisa adornando su rostro.        

 

 

-no esperaba ver a mi verdugo por aquí- dijo con voz amarga, pero su sonrisa continuaba inmutable en su cara.      

 

 

 

 

El día estaba comenzando, un chico de rubia cabellera y piel tostada se encontraba recostado en la que era su cama, removiéndose producto de los rayos del sol que se colaban fácilmente por las ventanas, hacía tiernos gestos demostrando su molestia, era obvio que no quería despertar aún, pero no se le fue posible continuar alargando su sueño durante más tiempo. Con total pereza comenzó a mover sus parpados, sus largas pestañas se movían con suavidad, hasta que finalmente fue capaz de abrir sus ojos y mostrar aquella hermosa y cálida mirada cristalina, que el de menuda figura poseía.        

 

 

-¡Naruuu!- aquel fue el grito que finalmente despertó completamente al de ojos azules.        

 

 

-vamos déjame dormir cinco minutos más, no es nada- habló con voz cansada mientras que se volteaba en su cama y le daba la espalda al chico que había llegado hace tan solo unos instantes atrás.        

 

 

-no seas idiota, hoy mi novio me invitó a mí y a toda mi familia a una cena con la suya, así que espero que te vistas perfectamente-        

 

 

-Dei yo no soy así, por más que quieras que use ropa genial seguiré siendo horrendo- le reclamó mientras hacía un tierno puchero.         

 

 

-no seas idiota, eres mi pequeño hermanito, y ni siquiera necesitas de ropa genial para deslumbrar- habló para luego hacer una pequeña pausa -siempre que sales por ahí todo el mundo se voltea a observarte-        

 

 

-es porque se asombran de ver a un adefesio como yo-        

 

 

-Naru, no digas...-        

 

 

-hey, y cuando sabré el nombre de tu novio, lo único que sé es que es un chico sexy, inteligente, perfecto y que te tiene completamente loco, llevan saliendo más de dos años, y tú no eres capaz de decirnos a nosotros, de decirme a mí el nombre del afortunado que tiene tu corazón- dijo el menor desviando hábilmente el tema anterior que siempre lo incomodaba, odiaba hablar de lo que el llamaba "su fealdad"        

 

 

 

-pues por supuesto hoy mi querido hermanito- dijo con una brillante sonrisa y un tenue sonrojo -vamos ve a darte un baño y después baja a desayunar, todos te estamos esperando-        

 

 

Naruto asintió con suavidad mientras que una tranquila sonrisa se hacía presente en su rostro, adoraba ver a su hermano tan feliz, luego de lo que sufrió, con un paso lento se dirigió al baño, y en éste se dio una ducha, para Naruto su físico era horrendo, al igual que su cara, para el pequeño rubio su fealdad era inmensa a pesar de que toda su familia y sus amigos cercanos discrepasen con su pensamiento. Tras terminar, se observó por unos segundos en el espejo, y allí se percató de que habían unos cuantos mechones de su cabello que se encontraban en su nuca y que caía suavemente hasta sus hombros, le gustaba como se veía, le daba un aspecto desordenado, como lo era su personalidad.        

 

 

Luego de vestirse con prendas cómodas se dirigió donde se encontraba su familia y se sentó con éstos dispuesto a desayunar, todos le saludaron y comenzaron una amena charla. Naruto adoraba a su familia, su madre Kushina Uzumaki una hermosa mujer de cabellos rojos, su padre Minato Namikaze de cabellos rubios y ojos azules igual que él, y finalmente su querido hermano mayor Deidara Namikaze, su aspecto era igual al de su padre, eran una familia hermosa, sus integrantes parecían, modelos, estrellas de rock o actores. Siempre que Naruto los observaba sentía que no encajaba en tanta belleza, sentía como era opacado con toda la hermosura que su familia desbordaba.        

 

 

-Dei querido ¿Cuándo nos dirás cómo se llama tu novio?- preguntó la mujer mientras que formaba un puchero muy similar al que el menor de los presentes había formado con anterioridad.        

 

 

-hoy se los diré- dijo con una sonrisa algo traviesa.        

 

 

-¿Por qué tanto misterio?- fue el turno de Minato de hacer una pregunta, intentando sacar algo de información de su hijo.        

 

 

-papá no te pienso decir absolutamente nada- le respondió adivinando las intenciones de su padre.        

 

 

-Dei-chan no es idiota- dijo Naruto está vez logrando que todas las miradas se posaran sobre su figura -él sabe que si les dice ustedes buscaran más información de él y terminaran entrometiéndose en su relación, lo único que quiere Deidara es que conozcan a su novio en persona, que ustedes mismos se formen una idea de él y que no busquen las de otros- habló como si nada dejando a todos sorprendidos.        

 

 

-mi Naru me entiende- dijo mientras que abrazaba con extrema posesión al menor.        

 

 

-deja de ser tan posesivo con Naruto, ahora eres tú quien le dice que se vista diferente, pero no recuerdas que cuando eras pequeño lo vestías con ropas horrendas alegando qué no querías que te robaran a tu querido hermanito- le comentó con cierta burla y reproche a su hijo mayor.        

 

 

-lo sé, pero es demasiado hermoso ¿no? Además cuando era pequeño era demasiado inocente y estoy seguro de que si alguien le hubiese dicho que lo siguiese, él lo hubiera seguido sin rechistar-        

 

 

Cuando terminaron, Naruto con un paso lento se dirigió a su habitación, la razón era que debía vestirse para la cena que se llevaría a cabo en la casa de novio de su hermano mayor. Dio un largo suspiro y se adentró en su habitación, cerro su puerta para que nadie entrara, se acercó al espejo que tenía allí y se observó, Naruto sabía de la gran semejanza que había entre su apariencia física y la de su padre, pero aquello no era suficiente para quitar aquella idea que se encontraba en su mente, idea que había sido impuesta por una persona, cuando era verdaderamente pequeño, por una persona que era inmensamente importante para él.        

 

 

Luego de un par de minutos más el de cabello rubio se acercó al gran armario que se encontraba en su habitación, abrió las puertas de éste y se encontró con todas sus prendas, de las cuales utilizabas sólo unas pocas, porque las otras eran regalos de sus padres, y de su hermano, ropa que según Naruto era muy linda para alguien tan horrendo como él, palabras con las cuales claramente toda su familia se encontraba en desacuerdo. Sólo por aquella vez, por tratarse de una ocasión especial, Naruto había decidido ceder ante el capricho de su hermano, sacó del interior su armario una camisa blanca y unos pantalones negros y entubados, no pensaba utilizar nada más.        

 

 

Pero entonces el de tez canela recordó algo, un bello collar que su abuela le había regalado, le encantaba desde pequeño, aquel color siempre le llamó la atención, pero nunca lo utilizaba porque era un niño pequeño y temía con todo su ser el terminar rompiendo aquel bello collar y regalo de su querida abuela. Aquel collar lo tenía guardado en una caja debajo de su cama junto con otros recuerdos y cosas valiosas de su pasado. En cuanto sacó la caja y la abrió la primera imagen que observó fue la del collar que con suavidad colocó en su cuello, se observó en el espejo y sintió como aquel collar le llenaba de vida, y de una seguridad que no poseía.         

 

 

Iba a cerrar la caja y guardarla nuevamente cuando una fotografía llamó su atención. Con mucho cuidado la tomó entre sus manos y la contempló seriamente, en la imagen se podían observar varios niños de unos siete y ocho años de edad, entre los cuales se encontraba el hermoso rubio con una tímida sonrisa, y cerca de él había otro chico de tez blanca, cabellos azabaches y ojos carbón, muy hermoso, pero con un expresión de seriedad que no parecía propia de un niño de su edad, el cual observaba fijamente al rubio, sin que éste último se diera cuenta. Aquella simple fotografía trajo una serie de recuerdos a la mente de Naruto que creía olvidados en el sector más recóndito de su mente, recuerdos que se había empeñado en olvidar y que no quería por nada del mundo recordar, recuerdos que se encontraban estrechamente relacionados con aquel niño de ojos negros, de aquel niño a cual amó y que era posible que continuara amando, ante aquel último pensamiento un sonrojo se implantó en su rostro, aquella última revelación lo había dejado asombrado.        

 

 

-Naruto ¿puedo entrar?- la voz de su hermano lo sacó de su ensoñación, rápidamente guardó la fotografía en la caja, y posteriormente dejó ésta donde se encontraba con anterioridad, intentando tranquilizarse, calmarse.        

 

 

-sí- respondió con suavidad y acto seguido Deidara entró observando a su hermano.        

 

 

-te ves genial, pero si hacemos esto...- dijo mientras que se acercaba al más pequeño y dejaba los tres primeros botones de la camisa abierta, y luego la sacaba del pantalón donde el menor la había dejado -...ahora sí, un Naru más rebelde y hermoso que nunca-        

 

 

-tu también te ves genial Deidara- el mayor llevaba una camisa roja y pantalones negros, se veía realmente hermoso.        

 

 

Ambos hermanos se veían perfectos, y sus respectivas camisas lograban destacar el tono de piel en ambos, se veían perfectos ante los ojos de todos quienes les viesen. Pasaron unos cuantos minutos y finalmente la familia estuvo completamente lista, por lo que en el automóvil de Minato se dirigieron a la casa de quien era el novio de Deidara. Una charla amena se formó en el camino, mientras que el menor de los allí presentes no prestaba atención alguna a la que los demás estaban hablando, porque su cabeza se encontraba pensando en otras cosas.        

 

 

No podía evitar quitar de su mente el recuerdo que había sido removido, aquel recuerdo que se había empeñado tanto en olvidar, el recuerdo de aquel chico y junto con éste el recuerdo de lo que había sido su infancia, del abrupto cambio que había tenido luego de los cinco años. Un suave suspiro se escapó de sus labios, sin embargo ninguno de los mayores lo notaron ya que se encontraban concentrados hablando, además el sonido de sus voces y el ruido provocado por los automóviles al pasar rápidamente, ayudaron a acallar la voz del menor de los Namikaze.        

 

 

Por qué ahora debía recordarlo, por qué justo en aquel momento, no entendía por qué lo recordaba, justo cuando necesitaba estar completamente relajado, cuando necesitaba comportarse de la mejor manera para no arruinar la cena de su hermano, cuando necesitaba exteriorizar a terceras personas el cómo se comportaba cuando se encontraba sólo con su familia, necesitaba enormemente relajarse, calmarse y pensar con tranquilidad, evitar que todos sus sentimientos se desbordaran, evitar volverse inestable. Iba a conservar la calma aunque fuese lo último que hiciera, y para lograr eso una gran ayuda era dejar de pensar aquello, desconcentrarse de aquel tema, y no había mejor manera para hacerlo que hablar con su querida familia.        

 

 

-Naru-chan- lo llamó su madre con una suave sonrisa bailando en sus labios, mientras que se volteaba un poco para observar con mayor detención a su hijo.        

 

 

-¿Qué sucede?- preguntó inmediatamente mientras que desviaba su mirada del paisaje que ni siquiera se había molestado en observar, para devolverle la mirada a su madre.        

 

 

-¿Cómo crees que será el novio de Dei?-        

 

 

-no lo había pensado- aceptó el menor mientras que adoptaba una posición para pensar.        

 

 

-estoy muy emocionada por saber, y aunque no lo demuestre tu padre se encuentra igual que yo- le habló entusiasmada la mujer -¿Cómo lo imaginas?-        

 

 

-sabiendo que se trata de Deidara- dijo pensativo por unos pocos instantes más -creo que es alguien al cual pueda decirle sexy, porque no deja de repetirlo una y otra vez, y debe tener el cabello negro- finalizó con suavidad.        

 

 

-¿Por qué debe tener el cabello negro?- le preguntó alterado Deidara mientras que un notable sonrojo se hacía presente en la mayoría de su rostro.        

 

 

-así que acerté- habló con una sonrisa burlona y altanera, logrando el enfado de su hermano -tal vez tú no te percataras de nada, eres demasiado despistado Dei-chan, pero yo sí me percaté y me di cuenta que tienes una especial atracción con los de cabellos negros, casi como si se tratara de un fetiche-        

 

 

-¿No es una broma?- preguntó inmensamente sorprendido, a lo que Naruto negó suavemente con su cabeza con una sonrisa en su rostro -hay muchas cosas de mí que aún no sé- hizo una breve pausa -él, mi novio- comenzó a hablar -me dijo algo parecido a lo que tú me dijiste Naru-        

 

 

-debe ser alguien muy inteligente y agradable-        

 

 

-por supuesto-        

 

 

Así la charla continuó tranquilamente, ayudando enormemente al menor, lo distrajo lo suficiente. Finalmente luego de unos cuantos minutos llegaron a la que era la residencia del novio de Deidara. Y absolutamente todos a excepción del hijo mayor se encontraron enormemente sorprendidos al ver aquella mansión, no lo podían creer. Cuando se bajaron del automóvil, se dirigieron con suavidad a la que parecía ser la puerta de la mansión, mientras que observaban todo a su alrededor con ojos maravillados, cuando llegaron frente a la puerta, ésta se abrió mostrando a unas cuantas sirvientas que saludaban con una cordial reverencia. El mayordomo, que Deidara previamente conocía los guió hasta la sala de estar.        

 

 

Deidara fue en busca de su novio, mientras que Minato y Kushina observaban el arte que allí se exponía, habían unas cuantas pinturas y estatuas, todas muy bellas, por otro lado Naruto observaba un estante que estaba con algunos libros, siempre le había interesado leer, y los libros que allí se encontraban eran todos conocidos para él, ya lo había leído o estaban entres sus próximos libros a leer, por eso su curiosidad al observar aquel estante. Se encontraban tan concentrados los dos rubios y la pelirroja que no notaron cuando la puerta fue abierta.        

 

 

-pero miren quién tenemos aquí, es el dobe de Naruto Uzumaki, tiempo sin verte-        

 

 

Naruto cerró fuertemente sus ojos en cuanto escuchó aquella voz penetrar en sus oídos, debía tratarse de una maldita broma, sí eso debía ser. Aquello era lo que se repetía una y otra vez el chico de rubios cabellos no creía posible que se encontrara en aquella situación, simplemente el destino no podía ser tan cruel con él, recordó lo que había ocurrido aquella mañana y un notable sonrojo se subió a sus mejillas. Respiró unas cuantas veces para tranquilizarse y lograr que aquel tono carmín desapareciese de sus mejillas, lo cual logró con éxito, un último suspiro fue necesario para que se diese vuelta con una enorme y radiante sonrisa adornando su rostro.        

 

 

-no esperaba ver a mi verdugo por aquí- dijo con voz amarga, pero su sonrisa continuaba inmutable en su cara.        

 

 

-Minato Kushina- se escuchó la voz asombrada de una mujer.        

 

 

-Mikoto Fugaku- ésta vez fue la pelirroja la que habló impresionada -¿ustedes son los padres del novio de Dei?-        

 

 

-no lo puedo creer nuestro Itachi está de novio con Deidara el hijo de Kushina y Minato, que hermosa sorpresa- exclamó la mujer de cabellos negros al igual que sus ojos.        

 

 

-Minato ¿Cómo has estado?- preguntó el mayor de ojos carbón.         -muy bien Fugaku, tú pareces estarlo también-        

 

 

-por supuesto- respondió con una sonrisa altanera.        

 

 

Qué alguien le explicara que sucedía allí, Naruto se encontraba enormemente confundido, se suponía que se encontraba allí sólo para cenar con la que era la familia del novio de su hermano, qué se suponía que hacía el allí, y por qué carajos parecía que sus padre se conocían desde hace tiempo con los que eran los padres de éste. Acaso el destino era lo suficientemente malvado para emparentarlo con él, porque tenía claro que Deidara, su querido hermano quería con todo su corazón a su novio, y sacando conclusiones con lo que hace poco había ocurrido todo decía que, él era el hermano del novio de Deidara.

Notas finales:

Muchas gracias por leer, lamento las faltas ortográficas, necesito que me dejen sus opiniones sobre el fic en un review, si no me dicen si les gusta o no les gusta, no pienso continuarlo como ya lo puse arriba.

Adiós ^-^


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