Capitulo dos
Itachi y Deidara se encaminaron al café que habían quedado con Sasuke. Itachi decidió ir un poco temprano ya que no quería que Deidara estuviera mucho tiempo en el sol. Grata fue la sorpresa de Deidara al descubrir que el café al cual habían acordado era el mismo en donde trabajaba su primo. Emocionado se encaminaron lo más rápido posible para llegar. Al entrar fueron bien recibidos. Los ojos de Deidara rápido recorrieron el pequeño establecimiento con su mirada hasta que dieron con quien buscaba, atendiendo un cliente.
-Naruto!- grito emocionado. Naruto al escuchar su nombre se sobresalta, pero al ver quien era sus lindos ojitos brillan de felicidad, y se echa a correr; dejando en el olvido al cliente que todavía no había ordenado nada.
-Deidara-nissan!- Naruto estaba por echársele encima cuando nota algo, y para en seco. Su primo Deidara tenía un panza enorme! –Deidara-nissan, porque estas tan gordo?- pregunto inocentemente, mientras que ambos a Deidara e Itachi les corre la gota gorda. A veces Naruto era tan inocente.
-No Naruto, no estoy gordo. Solo estoy embarazado.- los ojos de Naruto por poco se salen de sus órbitas al escuchar la noticia.
-En serio? Que emoción! No lo puedo creer! Felicidades!- ahora si Naruto lo abraza feliz de la vida con una sonrisa amplia y hermosa.
-Gracias primito. Y tú qué? Cuando me enviaste esa carta no podía creer lo que me contabas. En verdad te peleaste con tu familia?- la hermosa sonrisa que tenía desapareció de su cara, y miro a otro lado para no enfrentar a su primo. –Por tu reacción significa que es verdad.- el rubio menor asiente. –Ya veo, es por lo que me imagino?- otro asentimiento del menor. –Así que decidiste huir?- otra vez asiente con más pesadez. Deidara no pudo evitar sonreír, era tan fácil adivinar lo que le pasaba. Naruto siempre tan trasparente y abierto. Deidara lo jala hacia él y le da un tierno abrazo, lleno de compresión y consuelo.
-Sabes que puedes contar conmigo, pase lo que pase.-
-Gracias Deidara-nissan.-
Itachi llevaba rato observando la escena en silencio, y la verdad es que se sorprendió al ver tal parecido en ambos rubios. Deidara le había dicho que era su primo, pero fácilmente podían pasar por hermanos. Además de estar observando, estuvo escuchando la conversación atentamente, y se preguntó qué era lo que decía la carta. Él se acordaba de esa carta; aunque nunca la leyó ni Deidara le dijo lo que decía, se acordaba también de la reacción de su amado novio cuando concluyo de leerla. Eran las pocas veces que Deidara se molesta, bueno ni tanto ya que siempre le peleaba por algo, por molestarse como ese día significa que era algo serio. La carta de Naruto había sido una de las razones por las que volvieron.
-Oye Itachi!- le llamo Deidara dándole un pellizco en las costillas.
-Itae! Que sucede?- dijo sobándose el lado donde le dolia.
-Que llevo rato llamándote y me ignoras. Estas bien?- su amado rubio se le acercó para confirmar sus dudas.
-Si estoy bien, solo me quede pensando.- Itachi le responde dándole un tierno beso que provoco que se sonrojara.
-Si tú lo dices,- dijo un poco apenado, y no es que el fuera así. Pero por culpa del embarazo tenía las hormonas y los cambios de humores a flote. En una podía estar de lo más tranquilo, y de la nada echarse a llorar. Eso le pone de malar, mientras que Itachi siempre se anda con cuidado de no ser el causante de los cambio en su bello rubio. –Te llamaba para presentarte a mi primo. Itachi él es Naruto. Naruto él es Itachi.-
-Mucho gusto!- contesto sonriente Itachi acercndosele al rubio menor. Naruto se le queda observando ya que por alguna razón su cara se le hizo algo familiar. Pero rápido descarto la idea al ver que nadie le venía a la cabeza.
-Un placer! Así que eres el novio de mi nissan? Te lo encargo mucho!- la forma en que le sonrió Naruto lo conmovió tanto que no se pudo aguantar y rápido se le echo encima a darle un abrazo.
-Pero que mono! Eras tan lindo, igual que mi Dei-chan!- Deidara no hizo nada por separar a su primo de su excéntrico novio, es más, hasta le dio algo de risa. Ya estaba acostumbrado a los cambios excéntricos de su novio, lo cual a veces resultaba algo molestoso, pero que no cambiaría por nada en el mundo. Viendo que su adorado primo se estaba poniendo violeta, aleja a Itachi de él.
-Naruto, te gustaría ser mi padrino de bodas?-
-De veras? Si! Que emoción!- una vez más los rubios se abrazan hasta que escuchan un grito.
-Naruto! Por qué no estás trabajando?!- en eso ven a un hombre de piel morena, y cabello de un color castaño atado, y una cicatriz en su nariz. Deidara al verlo rápido lo reconoce, y sonríe al ver que sigue siendo el mismo de siempre en cuanto de Naruto se trata.
-Hola tio Iruka.- Deidara saluda cortésmente.
-Oh! Pero cuanto tiempo! Que alegría volver a verte!- Iruka se le acerca y nota la enorme panza que tiene. Iruka entonces le abraza emocionado por la sorpresa de volver a verlo, y por la hermosa pancita que mostraba. Está contento por eso, ya que las circunstancias de la familia del rubio mayor no han sido nada fácil, y al tenerlo ahí de frente sonriendo le alegraba un monto. –Oh Deidara, te vez encantador, cuanto tiempo llevas ya?-
-Ya tengo siete meses, parezco una ballena verdad?- eso lo dijo con algo de tristeza ya que extrañaba su figura, y estar embarazado no era algo fácil. Había veces que se quedaba al frente del espejo observando su reflejo, y ahí se quedaba por minutos, solo observando lo gordo que se había puesto. No podía a veces evitar deprimirse por eso. Pero para eso tenía a Itachi quien siempre le subía los ánimos, y le dejaba saber lo hermoso que se veía con panza y todo. Siempre dándole mimos y besitos que lo hacían sonrojar.
-Claro que no! Como va ser! Es algo normal y hermoso.-
-Gracias tío.-
-De nada. Y dinos, a que se debe esta grata sorpresa?- ahí Deidara decide sentarse; mayormente por que ya no aguantaba ya sus pies, y contarle la razón de su regreso. Mientras ellos hablaban Iruka mando a estar al tanto de los clientes y de la tienda junto a otro empleado. Deidara le presento a su futuro esposo, Itachi y le conto también de cómo le fue en los estado ya que Iruka también fue uno de los que los ayudo, aunque no había conocido a Itachi para ese entonces.
Esa misma tarde Sasuke salió de la empresa y se encontró con Juugo esperando por el como de costumbre. Sasuke le dejo el maletín y le dijo lo mismo de siempre, que lo volviera recoger en una hora en el mismo lugar. Ya una vez que Juugo se marchó, Sasuke se dirigió a donde acordó encontrarse con su hermano Itachi. No podía negar que estaba ansioso por verlo, es más, se moría de ansias por verlo! Pero él era un Uchiha, y eso era algo que se rehusaba en mostrar tan públicamente. Es por eso mismo que se encamino con su usual calma al sitio de encuentro. Aun asi, varias preguntas surgieron en su mente. De que era lo que su hermano le quería hablar? Cuanto habrá cambiado en el transcurso del tiempo? Seguiría siendo el mismo de siempre? Tantas preguntas en su cabeza lo ponían de nervios! Eran bastantes años que ya habían pasado. Casi diez años si mal no recordaba.
Al llegar al café no entro, sino que se quedó parado afuera mirando hacia adentro donde lo pudo ver sentado solo en una de las mesas, ya con una taza al frente de él. Soltó un suspiro y entro. Su entrada fue anunciada por una pequeña campana que estaba situada al borde de esta, y fue bien recibido. Con pasos lentos camino hasta la mesa. Los nervios crecieron en él, las ansias, y todo tipo de emociones que su cara se rehusaba en mostrar. Al verlo ahí le dieron ganas de llorar, verlo ahí le dio a entender que en verdad lo extrañaba un montón, y de toda la falta que le hizo.
Itachi estaba sumido en sus pensamientos, pues estaba igual de nervioso que Sasuke ya que no sabía cómo se iba a tomar la gran noticia. Solo esperaba que siguiera siendo el mismo de siempre, y que no se haya convertido en la marioneta de su padre. Aun perdido en sus pensamientos, no noto la presencia detrás de él, que lo miraban con ojos penetrantes hasta que escucho su nombre.
-Itachi.- apenas fue un susurro perceptible, pero aun así Itachi volteo y se encontró con su hermano menor, que lo miro con una expresión fría e indiferente.
-Sasuke…- Itachi se levanta y duda en si abrazarlo o no, pero al notar la pequeña sonrisa de su hermano, no dudo más y lo abrazo. Sasuke en si dudo unos segundos antes de responder el abrazo, pero al final correspondió. Habían sido tantos años de separación, sin poder verse, sin poder comunicarse. Ya que el padre de ambos se los prohibió.
Ya cuando terminaron de abrazarse se sentaron y vino un mesero a atenderlos, grata sorpresa para Sasuke al notar que era el mismo rubito de la otra vez. Sasuke se le quedo mirando con una sonrisa de lado al ver que el rubio inflaba sus mofletes al verlo otra vez. Esto no paso desapercibido por Itachi se quedó observando la escena con curiosidad.
-Lo de siempre?- pregunto Naruto con sarcasmo al verlo. Naruto al ver la sonrisa prepotente que tenía en su cara solo pudo sentir enojo, y unas ganas grandes de golpearlo. Este chasquea su lengua y se retira, pero no antes de observar al otro azabache mayor preguntándose qué relación había entre esos dos ya que tenían un gran parecido. Ambos tenían el mismo color de ojos y de cabellos, hasta la misma tonalidad en la piel nívea. Pero a diferencia, Itachi tiene el cabello largo atado en una coleta baja, y unas grandes ojeras que lo hacían ver maduro y sexy.
-Bueno, y de que era lo que me querías hablar?- pregunto Sasuke aun con la pequeña sonrisa en cara. Itachi ignoro ese acto y se puso serio.
-Primero que nada, quiero pedir tu perdón. No debí marcharme, dejarte ese gran peso en tus hombros. Lamento tanto lo que nuestro padre te forzó hacer. Si tan solo no me hubiera ido yo…-
-Basta! Itachi, nunca te reproche el que te hayas ido, ni tampoco te odie por eso hecho. Nunca lo vi de esa forma. Es más, creo que debería ser yo el que te pida disculpas.- Sasuke volteo su mirada para no encararlo por lo que iba a decir. –Cuando te fuiste…me sentí feliz…- Sasuke callo esperando que su hermano dijera algo, pero al ver que no hablo, prosiguió. –Al haberte ido, significo que padre supo de mi existencia. Al irte, padre puso toda su atención en mí. Y eso…me hizo feliz. Ya que tú siempre eras todo para él, y eso me…molestaba mucho. Hasta cierto punto. Con el pasar del tiempo empezó a entender por qué te fuiste, el por qué dejaste todo.-
-Oh Sasuke! No tengo nada que perdonar, no me molesta para nada que hayas pensado así de mí.- al decir eso llega Naruto y deja el café al frente de Sasuke para después retirarse. Sasuke toma su café y mira como el lindo rubito se retira. Sus lindas caderas moviéndose de lado a lado con movimientos delicados, clara señal de que es un doncel. Y uno muy lindo. Itachi se le queda mirando otra vez y no puede evitar sonreír, al tal parece que a su hermanito le interesa su lindo cuñadito. Itachi toma un sorbo de su te mientras su mente empieza a maquinar.
-Sasuke…-
-Si?- Sasuke vuelve toda su atención a su hermano, se había olvidado por completo sobre su existencia, pero es que ese rubito por alguna razón le hacía sentir algo en su interior. Algo que jamás había sentido, ni con Sakura.
-La razón por la que te llame fue por otra. Si quería disculparme contigo, pero esa no fue la razón de mi llamada. Como tal sabes estuve viviendo en los estados.- Sasuke a eso asiente dándole a entender de que estaba al tanto de eso. –Allí hice mi vida, y estudie lo que siempre quise. Y ahora qué he terminado regrese aquí para ejercerlo ya que me trasladaron aquí. Te llame no por eso tampoco, sino por otra cosa más importante, de la cual quiero que tú seas testigo y como hermano quiero que estés presente a mi lado, en un momento importante de mi vida.-
Mientras tanto con Deidara al estaba al otro lado en la barra hablando con su tío Iruka, hablándole de su vida en los estados y de cómo le fue allá. Naruto de vez en cuando se les unía cuando podía ya que a veces tenía que ir a atender los clientes. Pero aun así estaba pendiente de cómo iba la conversación. Él había querido estar a su lado para cuando le dijera, pero Itachi insistió en que quería hacerlo solo, así que Deidara no insistió mas. Solo esperaba que las cosas salieran bien. Él estaba consiente de cuán importante era Sasuke para Itachi, y no importaba cual fueran los resultados, Deidara lo apoyaría.
-Claro, eres mi hermano y te apoyare en lo que sea.- contesto Sasuke tomando un sorbo de su café.
-Me alegra escuchar eso. Bueno aquí va. Sasuke, quiero que seas mi padrino de bodas!- le soltó no más.
-Te casaras?- dijo asombrado.
-Si, llevamos ya casi ocho años de relación y por fin me digne en preguntarle.- Itachi sonríe recordando cuando le pregunto si se quería casar con él. Habían ido a cenar en un lindo restaurante, Itachi lo tenía todo planeado.
Era una linda noche, algo fría; señal de que el invierno estaba cerca, pero eso no iba a detener a Itachi de seguir con su plan. Había hecho reservaciones en un lindo restaurante, el favorito de Deidara. Al llegar fueron llevados a su mesa, Itachi había pedido que estuvieran ubicados en un lugar aparte, lejos de los demás, y así se les otorgo. Le velada fue romántica. Lo único que los iluminaba era dos pequeñas velas en la mesa y un pequeño candelabro en sus cabezas, dándoles la privacidad que requeria el momento. La mesa de por si estaba adornada con un mantel de color rojo pasión, y los platos de blanco con bordes dorados. Hubieron miradas, algunas no muy discretas, roces con sus dedos, palabras llenas de lujuria y pasión. Al terminar la cena fueron a dar un paseo Central Park*, donde Itachi tenía planeado proponerle matrimonio. Deidara se le había pegado un poco por el frio, a pesar de que llevaba un abrigo puesto. Caminaron abrazados, bajo la luna llena. El cielo despejado de nubes y sin estrellas. Itachi de vez en cuando miraba a Deidara, se veía tan hermoso! En especial esa noche. Ambos habían decidido ir con el cabello suelto, pero Deidara se veía impactante con su cabello largo y dorado.
Ya era más tarde de lo usual, empezaba hacer mucho frio, e Itachi todavía no había dicho nada. Era un mar de nervios! Tenía las manos algo sudadas y no sabía cómo poner la pregunta en palabras. Pues quería que fuera especial. Deidara se soltó de el al ver a un músico tocando el violín quedando a dos pies al frente de Itachi, entonces ahí fue que Itachi se llenó de valor y decidió que era el momento perfecto para preguntarle. Itachi se arrodillo y saco la pequeña cajita del bolsillo de su abrigo. Deidara de por si no se daba cuenta ya que estaba maravillado con la música del músico, mientras lo veía desde una larga distancia. Itachi abre la cajita, listo para llamar el nombre del amor de su vida y preguntarle, cuando en ese momento Deidara se voltea y no ve a Itachi. Deidara frunce el ceño y mira hacia todos lados buscando al azabache. Pero nada. Así que decide volver por donde vinieron para buscarlo, pero cuando da dos pasos se tropieza con algo y cae encima de algo que no era concreto. Cuando abre sus ojos se topa con los ojos oscuros de su amado Itachi.
-Itachi! Donde te habías metido?! Pensé que me habías deja…- Deidara se calla al ver que Itachi sostiene una pequeña cajita con una sortija adentro de ella. –Que…-
-Te casarías conmigo?- pregunto no más.
Itachi vuelve a sonreír, la pregunta no surgió como lo había planeado pero aun y así Deidara le dijo que sí. Sasuke miraba a su hermano y la sonrisa de idiota que tenía en su rostro. Se notaba a leguas que estaba feliz. Pero entonces Sasuke recordó algo, Itachi es gay! Eso significa que si iba a casar con otro hombre? Sasuke no tenía nada en contra de los gay, y la verdad tampoco le importaba que su hermano se fuera a casar con otro hombre, es tan solo que después de tantos años le cae con esa bomba.
-Y quién es?- pregunto algo dudoso, pero curioso a la vez. Itachi entonces dirige su mirada a donde estaba Deidara, quien lo estaba mirando y ambos sonríen al encontrar la mirada del otro. Sasuke sigue la mirada de su hermano y ahí es que lo ve. Un hombre rubio de cabello largo y ojos azules, y con una enorme panza! –Vas a ser papa?!- Sasuke no midió el tono de su voz por tal asombro. Ósea que su pareja es un doncel!
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Continuara….