Cap. 14: A oscuras
— En su recamara ¿ya? — Por el rostro que había puesto Kanon, ni siquiera se había atrevido a formular la respuesta. DM Negó con la cabeza y tras un suspiro ingresó a la recamara. — Aquí están.
— ¿Lo dices en serio? — Se asomó al marco de la puerta, desde el cual se podían ver las llaves en la mesa de noche.
— Dohko en verdad te subestima… — Dijo DM con mofa, aventó las llaves a Kanon e inevitablemente cayeron al suelo. — Vamos, ya perdimos media hora.
Kanon tomó las llaves, una bolsa negra y, deprisa, se encontraron con Milo en el jardín para los instrumentos a la cajuela y cervezas al frente. Al escorpión le jodía ir de copiloto así que antes de que el asiento trasero se pusiera en debate, se subió sin dar oportunidad de queja.
En nada habían emprendido el viaje hacia su primera presentación en serio. DM había conseguido que los dejaran ingresar a la lista de suplentes en un club con música en vivo y después de largos meses de espera aquella sería su noche.
Sabían que su música no era la mejor, jamás lo había sido, pero con un integrante menos habían logrado pasar a DM del micrófono a la batería, Kanon seguía con su bajo y Milo además de su guitarra, ahora hacía la voz principal.
— ¿Y a quién ibas a invitar? — La pregunta de Kanon fue directo al orgullo de Milo quién prefirió ofrecer una cerveza en vez de una respuesta, pero DM también tenía un tanto de curiosidad así que continuó la tortura a su amigo.
— Cierto, debe de ser alguien a quien quiera impresionar porque nos rogó a llorar para que le diéramos el boleto. — Estiró su mano hacía el asiento trasero para recibir su respectiva cerveza.
— Ya saben, pero me lo están preguntando porque saben que rechazó mi invitación.
— Te lo preguntamos para que veas lo idiota que te estás comportando últimamente. — DM lamió sus labios, el romanticismo y las relaciones no eran lo suyo así que se burlaba cada que algunos de sus amigos caían en esas situaciones. — Así que hoy después de tocar, te vas a tomar unas cuantas cervezas y te coges a la primera que se te cruce en el camino.
— Jajaja quién te crees con esos consejos ¿Mi padre?
— ¿Tú padre te recomienda coger? — Preguntó Kanon incrédulo. — Eso es lo más triste que he escuchado en mi vida Milo…
— Jajajajaa sí ¿Qué sigue? — Preguntó irónico. — ¿Qué te pague una puta?
Milo lamió sus labios por las bromas de mal gusto que hacían ambos, pero no hizo intento alguno de defenderse, tenía las latas de cerveza bajo su resguardo así que se despachó tres latas hasta que DM anunció que acababan de llegar.
Ya estaba mareado cuando tuvo que bajar del auto y ayudar a llevar los instrumentos detrás del escenario. Todo ese esfuerzo valía la pena por dos canciones en el escenario, iban a abrir a la banda principal pero la gente ya estaba tan tomada como ellos así que eran un público fácil, o eso pensaron hasta que se subieron al escenario, la facha de “chicos malos” se les escapó de la mano al presentarse ante el público, con sus instrumentos de primer nivel.
Así que más les valía tocar lo más rápido posible, porque si los bajaban por los abucheos jamás iban a volver a tocar en ese sitio. Por suerte, las luces se apagaron una vez que ellos dieron la indicación e inició el espectáculo.
(*) Nada aquí para ver, solo un chico como yo
Intentando maldecir y ver, intentando entender.
Kanon se adueñó del escenario mientras rasgaba las cuerdas de su bajo, caminó de una esquina a otra para dar paso a Milo, quien en un acto de rock-star bebió el whisky que le habían dado en un vaso y lo estrelló al suelo antes de empezar a cantar.
— Nothing here to see, just a kid like me — Eran sólo Kanon y Milo abriendo bocas y ni DM a las sombras se creía que el escorpión hubiese mejorado tanto en esa canción… — Trying to cuss and see, trying to figure it out.
Incluso las personas lejos del escenario empezaron a prestar atención al cover de aquellos tres novatos y todo retumbó en gritos de aceptación cuando el poder de la batería de DM se incluyó en la escena, sus brazos trabajados y el ceño fruncido iban a la par de sus baquetas y la descarga musical que aquello provocaba.
Me cuesta dormir, pero eso está en mis sueños
pero eso me está matando… tratando de entender.
— Getting hard to sleep, but it is in my dreams — Milo era talento en bruto, Kanon y DM dinamita pura para el escenario. — …but it's killing me, to try and figure it out.
En apenas los primeros minutos de la canción sus cuerpos empezaban a reaccionar al calor del lugar, tocaron a ritmo de gritos y el sudor incrementaba. Estaban tan “en lo suyo” que pasaron a la segunda canción sin cortes y después todo terminó.
Llevaban tanto tiempo esperando aquello y eso por supuesto que había valido la pena, habían sido los ocho minutos con cuarenta y tres segundos más extraordinarios en meses.
Ellos bajaron con sus instrumentos y los llevaban al auto mientras la segunda banda tocaba y de regreso los llevaron a una de las mesas del lugar, brindaron por su éxito y después cada uno se fue a celebrar por su lado; como la regla decía “quién se apaña el auto, se lo queda toda la noche”.
Kanon fue el primero en salir con una chica hacia el auto de Dohko, DM no tuvo más opción que ir a los baños del club, acompañado de otra desconocida y ya estando solo, de mala gana Milo rechazó a toda chica que se atreviera siquiera a acercarse. Escuchó hasta el final la presentación en el escenario y de mala gana miró su reloj cuando la gente empezaba a irse. ¿Se habrían largado ya Kanon? No se preocupaba demasiado, después de dejar a la tipa en turno, quién se quedará con el auto tenía que regresar por los camaradas.
Milo entonces decidió quedarse sentado, sentado entre algunas personas aún. Alternó whisky y cerveza y cuando alguien se acercó a susurrarle algo al oído, sintió que le sacaban algo del bolsillo de su chaqueta.
— ¿Eh? — No había podido escuchado bien y pidió le repitieran la pregunta, pero al instante sintió que alejaban a la persona que le susurraba y alguien más le tomó de los hombros.
— ¿Y a ti que te ha pasado? — Escuchó una voz tan conocida que al instante levantó la mirada, pero su vista nublada no podía enfocar el rostro. — ¿Que mierda te ha pasado? —
— Me… rechazó. — Autómata respondió, un eructo salió de su boca y en respuesta recibió un golpe fuerte en la cabeza.
— Que asco, no cambias… te dejaron seguramente. —
— Son idiotas. — Explicó y se abrazó a la figura que le sostenía, se le removía en la cabeza que aquello no era un disparate, intentó entender, pero las ideas se le iban.
— Como tú. — Milo tragó su saliva amarga y negó con la cabeza ¿Estaba tan ebrio? Era arrastrado, el aire le golpeó fuerte y luego de algo que no entendía, le lanzaron en un auto. — No digas nada, a nadie le digas que me viste…es un secreto.
No iba a decir nada, pero ¿Decir qué?
Milo terminó dormido en el taxi de base y después de las cinco de la mañana llegó a la casa de sus padres, aunque ya habían pagado el viaje el taxista terminó revisando su cartera y sacando todo lo que podía. Después lo botaron y el escorpión permaneció sentado en el suelo, junto a la puerta.
Ya al amanecer saldría su padre o… algún vecino avisaría a la puerta que salieran por su hijo o… la llamada de Kanon y DM alertaría a los adultos que Milo no estaba con ellos.
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|¤°.¸¸. ·´¯`» D’amare Peccavi «´¯`·.¸¸. °¤|