-bueno- se escuchó la voz del otro lado
-acepto el trato- dije
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-buenos días- salude al maestro y a Cora en cuanto llegue
-buenas joven Iker- dijo el maestro con su sonrisa paterna
-buenas~ Iker- dijo Cora con su típica voz y dándome un abrazo, ella siempre llegaba antes que yo para abrir el local.
-maestro a que le ayudo- dije, planeaba decirles cuando cerráramos el local para decírselos con más calma
-a lo de siempre, limpia las mesas y pon todo lo necesario en cada mesa- dijo y yo asentí, las mesas llevaban lo típico, unos tenedores, cucharas, azúcar, etc…. Hice todo en todas las mesas y cuando él me vio acabar me dijo- ayúdame con los pay que están en el horno por favor- dijo dándome los guantes.
Cuando terminamos todo lo necesario, abrimos el local y empezaron a venir la gente, todo paso normal y el señor Brendan no vino hoy tal vez solo era para que yo aceptara ser la niñera de su hijo, si tal vez. Faltaba una hora más o menos para que se terminara todo y ya no había mucha gente.
-hola pequeño Iker- me susurro alguien al oído
-pero que coj… ah hola señor Brendan- dije al voltear a ver al hombre que estaba detrás de mí el cual ni me percaté de que entro.
-te asuste, perdón- dijo mientras se sentaba en la mesa más cercana.
-y ahora porque tan tarde- pregunte mientras le ponía la carta para que ordenara.
-me surgieron unos problemillas- dijo con la mirada en el papel.
- bueno iré a recoger los platos de la otra mesa- dije percatándome que solo quedaba el señor Brendan en la pastelería que era más una cafetería pero bueno.
-sí, adelante- dijo, fui y deje los platos en el lavadero y cuando regrese Brendan ya me esperaba para ordenar- un café y un pay de manzana- dijo y yo apunte para ir por su orden. Termino de comérsela y en lugar de irse se acomodó más en la silla y cruzo el pie
-gracias por comer aquí- dije casi corriéndolo, mientras limpiaba la mesa, tenía que hablarles sobre el contrato si o si y era personal no ocupaba a mi futuro jefe allí.
-sí, no hay de que, estuvo muy bueno y ya les dijiste- dijo
-no y quisieras decirles privadamente- dije
-no te preocupes, piensa que yo no estoy aquí- dijo con una sonrisa- adelante- hizo un gesto con las manos para que fuera a decirles.
-si ya se- dije acercándome con Cora y el maestro que estaban platicando.
-Iker, ven justamente estábamos hablando de ti- dijo una alegre Cora
-¿hablando de mí?- pregunte confundido
-sí, le contaba al maestro que tenías algo que decirle- dijo
-y dime Iker que me tenías que decir- dijo el maestro
-yo bueno, ves a ese señor que esta allá- apunte a Brendan que estaba volteado hacia el ventanal del local y el maestro asintió- se llama Brendan y me contrato para que sea la niñera de su hijo pero no solo eso también me pagara los entrenamientos que se necesiten y la educación que yo requiera, lo pensé y acepte- dije
-¿entrenamientos?- fue lo único que dijo el maestro.
-oh sí, es que tiene unos cuantos enemigos y quiere que lo proteja por si algo le pasa- dije
-pero Iker eso es peligroso- dijo el maestro con cara de preocupación.
-si lo sé-suspire- pero ya lo he decidido y creo que es lo mejor para mí- dije
-pero…- dijo el maestro y lo interrumpió Cora.
-no se preocupe maestro, ya sebe se crio en la calle ya pasaron 15 años que ha sobrevivido, es un hueso duro de roer y además le pagara su educación, no es mal contrato- dijo ella mientras me giñaba el ojo.
-está bien querido Iker, puedes irte y hacerte grande- dijo con una sonrisa- pero si algo te pasa no los perdonare- dijo advirtiendo a los tres sí, también incluyo a Brendan- y también prométeme que te cuidaras, y vendrás de vez en cuando a visitarnos- dijo
-sí, claro que si nada me interpondrá visitarlos- dije y Cora me abrazo llevándose consigo al pobre maestro.
-¡¡¡¡ABRAZO DE OSO GRUPAL!!!!- grito Cora.
-me agregó- dijo Brendan que ya estaba abrazando a todos
-quítate tu- le dije mientras le daba un zape y Cora se empezó a reír.
-ya se hizo una familia un poco más grande, cuando conozcas al pequeño que lo vas a cuidar lo traes para conocerlo nosotros también- dijo el maestro.
-claro- dije
-¿y cuando te vas?- pregunto Cora.
-no lo sé- dije
-ahorita mismo- dijo Brendan
-pero y mis cosas- pregunte
-no importa, las tengo en el auto- dijo con una sonrisa y apuntando a su lujoso coche
-pero serás cabron- dije como es que había entrado a la casa y a mi cuarto- te demandare por entrar a mi propiedad-
-calma que se nos hace tarde- dijo mirando a su reloj de mano.
-¿tarde? Para que- pregunte conociéndolo iba a ser algo impactante.
-te inscribí en un curso donde enseñan artes marciales y también hay una escuela, aparte que hay un internado y lo mejor de todo- dijo con muchas energías- está en una montaña al aire libre-
-¿¡Qué!?- pregunte con los ojos bien abiertos.
-el internado empieza mañana a las 7 de la mañana tenemos que estar puntuales así que vamos despídete que el tiempo es oro- dijo saliendo del local
-pero donde dormiré- le grite
-mi coche es muy cómodo y yo manejare, no te preocupes- también grito
-corre que se te hace tarde- dijo Cora mientras me abrazaba- sabes que puedes contar con migo y el maestro, ay te extrañare- empezó a llorar como la pequeña niña que tenía adentro la cual se escondió por haberle sido arrebatada la virginidad cuando tenía 8 años más o menos- pero ya te veré después- se quitó las lágrimas quedando con unas pocos y su bella sonrisa.
-adiós mi pequeño- dijo el maestro y me dio un cálido abrazo- nos vemos y aquí siempre está tu casa por lo que sea- dijo y sentí unas cálidas lágrimas en mi hombro, levanto la vista y lo vi, era la primera vez que veía al maestro llorar- perdón me veo lamentable- dijo
-no se preocupe maestro los hombres también lloran- dije y le di unas palmaditas en la espalda.
-sí que si- dijo Cora mientras traía unos pañuelos- mejor quédate en casa que te vamos a extrañar- dijo la niña- pero ya vete que será peor.
- sí, adiós- me di la vuelta para que no vieran que me estaba muriendo de ganas de llorar- no vemos.
Salí del local para ir a ver que estaba Brendan viendo todo el espectáculo que hicimos, él tenía una sonrisa.
-no te rías- le dije mientras me limpiaba los ojos.
-no me estoy riendo, estoy feliz de que aunque te criaste en la calle tengas una familia de corazón puro que no es solo cuando le conviene- dijo
-¿Cómo?- pregunte
-sí, mis padres nunca me quisieron solo cuando les convino que yo heredar la empresa- dijo
-en serio, por eso no me gusta la gente ricachona- me cruce de brazos en el asiento del carro- avanza, no que el tiempo es oro- dije tratando de animarle.
-está bien, duerme que mañana tendrás un día pesado- dijo, note que subió su ánimo, yo me dormí.
Desperté por la luz que me estaba lastimando los ojos.
-despierta ya llegamos- dijo la voz de Brendan algo ronca se notaba que había dormido un rato- ya casi son las 7- me volvió a mover.
-ya lo sé- dije tallándome los ojos- a qué hora llegamos aquí- dije adormilado
-como a las 2 de la mañana, son cinco horas más o menos y se hace más por los caminos no tan bonitos que hay- dijo rascándose la cabeza
-ya empiezan a llegar los que entran aquí o que- dije
-tú tienes permiso especial, los otros vienen en camión-
-que bien- me estire- y cuando conoceré a tu hijo-
-todo a su tiempo Iker, primero entrena y ya verás- dijo – te tardaras más o menos un año según avances y como veo que nunca te rindes espero que sea menos- dijo bajándose del carro.
-espera- dije apenas abrochando mi chamarra, estaba haciendo frio y más porque estamos en invierno.
-te dejo en la entrada no vemos- dijo removiendo mi cabello.
- si adiós- le dije y entre, era militarizado y ya habían chicos bajando los dos autobuses que llegaron. Todos eran de diferentes edades y de diferentes lugares de origen aunque todos hablábamos una lengua universal: el inglés, tenían rasgos diferentes.
-fórmense- ordeno con voz furiosa el capitán. Nos ordenó y todos estaban en firmes- niñitas si esto creen que es un salón de belleza créanlo no lo es, aquí es para sudar, aprender defensa, ser personas honorables y como muchos ser guardaespaldas- dijo con su fuerte voz desde cuando yo era una niñita y porque eran tan rudos, cuando voltee a ver a todos los que habían llegado, vi que unos tenían cara de matones, otros de ricachones y unos como yo, normales- así que señores, espero que se porten bien y todos los que los mandaron por correccional, salgan de aquí siendo buenas personas o quien sabe buenos oficiales, vallan y vean las listas de sus cuartos tienen una hora para arreglar sus cuartos e ir a desayunar que después empezara su entrenamiento- termino su largo discurso, ¿correccional? Se refería a la correccional de menores o por favor en que rayos me inscribió Brendan, cuando me fije bien en el capitán era un hombre joven para su rango unos 29 años máximo, cabello corto, castaño y ojos negros, su cuerpo formado con musculatura pero no se pasaba para verse mal, y desde ahora, ese señor, sería mi capitán.
Cuando llegue a la mampara donde decían nuestros nombres, estaba dividida en secciones de cuatro integrantes, dos literas por habitación me supongo, cuando vi estaba en la sala A habitación 6, y allí estaban los nombres de mis compañeros de cuarto:
-Iker
- Jay
- Cedric
- Kai
Esos serian mis nuevos compañeros, como serian que me esperaría en el año que estaré aquí y cuando podre conocer al hijo de Brendan el cual yo cuidaría y como seria ese niño caprichudo, y como es que nos conocíamos y porque tanto apego a mí, eran tantas las preguntas y solo se podía contestar cuando llegue el momento, mientras ahorita me como el cerebro por saber quién puede ser, y a quien ayude en el pasado.
Llegue a mi habitación y se escuchaban voces mis nuevos compañeros ya estaban aquí, abrí la puerta y si allí estaban
-hola, bienvenido- dijo un chico flaco y tímido quien estaba abrazando una almohada, su pelo largo en corte algo de hongo pero no tan marcado, de color rubio, sus ojos marrón claro con un poco de ojeras, bajito de unos 12 años más joven que yo.- me llamo Cedric- dijo con su voz de niño aun.
-hola soy Iker mucho gusto- me acerque a él y le levante mi mano a lo que el no rechazo y dimos un apretón de manos
-igualmente- dijo apenas audible.
-hola soy Iker- me acerque a un chico con complejo de matón, su pelo rebelde de color café claro y ojos verdes, me eran muy familiares, se veía mayor que yo como unos 17 años, le extendí la mano –mucho gus… - me interrumpió y rechazo mi mano.
-soy Jay- dijo mientras se acomodaba en la cama de abajo del lado derecho, quitando a Cedric de su lugar- ponte arriba mocoso- le dijo aventado sus cosas arriba de la litera.
-yo estaba aquí antes- murmuro
-pero yo te quite- le respondió Jay con voz autoritaria, haciendo que este se estremeciera y no replicara más.
-déjale estar allí, el llego antes- dije
-quieres que te golpee- me agarro por el cuello
-paren- dijo Cedric tratando de quitarme las manos de Jay, a lo que este con fuerza un poco brutal lo mando a volar.
-auch…- escuche que emitió el pequeño rubio.
-ba… ja… me...- dije cortante mi voz
-paren- se escuchó que azotaron la puerta y Jay me tiro al suelo, la voz del que entro era más autoritaria que la de mi agresor. Fui a ver a Cedric quien estaba en el suelo.
-¿quién rayos eres?- dijo Jay molesto
-soy su compañero de cuarto Kai- dijo el recién llegado- tan rápido y ya están peleando- dijo con cara de pocos amigos.
-estas bien- dije hacia el pequeño rubio.
-sí, solo caí de sentón nada grave- dijo con una sonrisa, la primera desde que lo conocí.- y tu como estas- me devolvió la pregunta.
-bien gracias a Kai- dije volteando a ver y lo vi, tenía el pelo castaño oscuro y unos ojos grises penetrantes con enormes pestañas.
- no hay de que- dijo mientras Jay se iba azotando la puerta, los hombros de Kai se relajaron y cambio toda su cara de estar enojada a una de un niño pequeño con una sonrisa- hola Iker- dijo dándome un abrazo- cuanto tiempo- dijo y recordé a mi amigo de la calle quien no sabía su paradero pero este chico definitivamente no era, entonces quien era
-como me conoces- pregunte.
-ya lo sabrás cuando termines aquí- dijo con una pequeña risita como este niño había cambiado su personalidad.
-odio esa palabra “ya lo sabrás”- siempre me la dicen.
- ¿c-cuantos años tienen?- dijo Cedric- yo tengo 16 años-
-como pero si eres un come años- dije sorprendido en serio parecía de menor edad- yo tengo 15 años- termine de decir.
-guau son mis sempais- ¿sempais? Este era japonés o veía anime, si creo que la segunda no tenía nada japonés- tengo 10 años- dijo ¿10 años?, con una severa cantidad de bipolaridad, ¿será este el hijo de Brendan?