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Cambio de género por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 


Hola queridos lectores. Vengo con otra actualización, gracias por sus reviews, por su apoyo con esta nueva historia. Espero les guste este capítulo y partir del siguiente vendrá lo bueno. :D


(Personajes de Masashi)

 

—¡Papá, detente, por favor!-suplicó el blondo pegándose contra la pared.

Resultaba cómico y a la vez una situación de vida y muerte. Minato, un atractivo hombre de cabellos rubios y ojos azules llevaba en sus manos un bate de beisbol con claras intenciones de herir al chico que vestía el camisón de su hermosa hija. Y Kushina, acompañando a su esposo, armada de una enorme sartén.

—¡Papá, cálmate!

Milagrosamente esquivó el tercer movimiento del bate que estampó en la pared muy cerca de su rostro. Tragó en seco, su padre iba en serio, iba a morir.

—¡Yo tengo una hija! ¡Y tú, estúpido mocoso llevas puesta su ropa!-se pegó a la cama para tener más puntería al golpear.

—Cariño, creo que estás exagerando. El chico está realmente asustado-habló la pelirroja al observar cómo le temblaban las piernas a Naruko.

—Tú…-Minato lo miró detenidamente unos instantes, principalmente su cara. Quedó sorprendido con el parecido, bajó el bate—Luces igual a cuando yo era niño. Y tienes las marcas, las marcas de Naruko.

—I-imposible-Kushina dejó caer la sartén al piso y se llevó las manos a sus labios.

—Mamá, papá, de verdad soy yo Naruko.

—¡¿Qué?!-exclamaron al unísono.

—Lo sé, soy un chico. Lo acabo de notar apenas me desperté. Yo también estoy asustada.

—¿Estoy soñando?-preguntó el blondo mayor.

—¡Por supuesto que no!-frunció el seño. Se dejó caer en la cama ya más aliviado de la reacción de sus padres.—¡No sé que me sucedió! ¡Pero no puedo ir así a la escuela!

—¿De verdad eres tú?

—¡Que si papá!

—¡Kyaaa! ¡Siempre quise tener un varoncito!-corrió a abrazar al menor refregando su mejilla contra su cabello—¡Tengo un hijo!

—Madre… me estás asfixiando.

—Mi princesa se volvió un chico, que tragedia-sollozó.

—Amor, no exageres. A pesar de todo, sigue siendo nuestro hijo.-se apartó del menor—Naruko, sea lo que te haya pasado anoche, a partir de ahora las cosas cambiaran y mucho.

—Eso lo sé muy bien-murmuró—Créeme, no me siento a gusto con esta nueva experiencia.

—Has algo útil, cariño, contacta con el colegio y di que Naruko no irá más al colegio.

—¡Mamá, espera! Eso es muy precipitado. No puedo desaparecerme del colegio así como así, mis amigas se preocuparan.

—Oh. Olvidaba ese pequeño detalle-meditó unos segundos—¡Lo tengo! Minato, dile al director que Naruko se irá de viaje a acabar sus estudios en el extranjero porque desea explorar nuevos formas de aprendizaje y conocer el exterior.

—Eso es…-Naruko estaba sin habla.

—Bien, buena idea, Kushina-sonrió a su esposa y abandonó la habitación para comunicarse con el instituto.

—Mamá no podré ver más a mis amigas-se lamentó.

—No como Naruko, hijo, pero puedes empezar de vuelta. Quién sabe, tal vez vuelvas a la normalidad pronto o de aquí a un tiempo. De igual forma, tenemos que estar preparados.-tomó el rostro de su niño entre sus manos—No llores, hijo-le quitó las lágrimas que comenzaban a amontonarse en sus ojos—Todo pasa por una razón. Lo sabrás a su debido tiempo.

Naruko abrió grandes los ojos.

—Es mi deseo-susurró.

—¿Qué dijiste?-preguntó su madre.

—Ah, no nada. Gracias madre, por apoyarme.

—De nada cariño-le acarició la frente—Mañana iras al colegio, pero no como Naruko. Tenemos que ponerte otro nombre y te harás pasar por el primo de ti mismo.

—No entendí.

—Solo será una letra diferente. Te encanta el ramen, es pan comido. Te llamaras Naruto.

—¿Naruto? Es horrible-frunció el seño—Se burlaran de mí en el colegio por tener nombre de comida.

—Es hermoso, te sienta bastante bien siendo una adicta al ramen. He oído nombres de comida mucho peor que el tuyo, no querrías escucharlo. Además conservaras algo de Naruko en él, ahora deberás referirte a ti como él y no ella. Tienes que acostumbrarte a tu nuevo cuerpo como hombre.

—Me siento extraño. Es mi cuerpo, pero al mismo tiempo es ajeno a mí.-se miró las manos grandes y sus uñas cortas sin esmalte. —Tendré que abandonar muchas cosas.

—En efecto. No es fácil, hijo. Hasta que vuelvas a la normalidad deberás dejar de usar maquillaje, vestidos, polleras, y maquinita, ja ja-rió ante lo último.

—¡Mamá!-gritó avergonzado.

—Mírale el lado bueno. No tendrás que preocuparte por depilarte las piernas o las axilas, los hombres andan al natural y las mujeres igual caen a sus pies.

—Los hombres son asquerosos, no se preocupan de su higiene personal-escupió molesto.

—Ja, ja, no todos son así. Muchos se preocupan de su imagen.

—Eso es…-la imagen varonil de Sasuke llegó a su mente, un chico callado y de mirada misteriosa con un fondo repleto de rosas rojas y brillos por doquier—Tal vez tengas razón-respondió sonrojado—No todos deben ser así.

—¿Recuerdas cuando te depilaste las piernas con cera? Lloraste por más de dos horas-reía—Definitivamente ser chico tiene sus ventajas.

—¡No digas eso! No quiero que escuche papá-habló nervioso.

—Ok, oke, ya me calme. Bien, tendremos que cambiar tu habitación.-lo único que no tenía detalles femeninos era la pared de color vainilla.—Iré a comprarte el uniforme del colegio y ropa masculina, también zapatillas. Ah, perfumes y desodorantes, uf… será un largo día. Naruto, tú empieza a sacar la ropa del armario y ponlas en bolsas de consorcio. Las sabanas también, guardaremos todo en el ático hasta que vuelvas a ser Naruko.

—De acuerdo.

 

—Naruko no ha venido.-habló, Ino desanimada.

—Le he llamado dos veces pero me atiende el correo de voz-respondió, Ten-ten.

—¿Creen que le haya pasado algo por lo de ayer?-preguntó, Temari.

—Yo… yo creo que Naruko debe estar bien, a lo mejor tenía cosas que hacer-exclamó, Hinata.

—¿Alguna de ustedes se siente diferente desde lo de ayer?-cuestionó la blonda.

—No, para nada-respondieron al unísono.

—Me pregunto si nuestro deseo se hará realidad.

—Animo, Ino, recién ha pasado un día. Es posible que notemos los cambios de aquí en adelante. No tiene que pasar todo de golpe-sonrió la muchacha de dos coletas.

—Tks… ahí están los fastidiosos-murmuró, Temari de mala gana.

Cuando esperaban disfrutar del corto receso en el patio, los galanes salían en grupo silenciosamente llamando la atención de las chicas que suspiraban enamoradas al pasar a su lado. Uno de ellos se distanció para ir en la dirección del grupo de Ino, todas quedaron impactadas.

—Hinata.

La tímida joven se puso de pie del césped como un robot ante la presencia de Neji.

—¿Sí?

—Ten-extendió hacia ella un pequeño bento cubierto por una tela azul con un pequeño nudo—Lo olvidaste en la mesa.-respondió un tanto incomodo por los pares de ojos puestos en él.

—Ah, gra-gracias, primo-lo tomó entre sus manos nerviosa—La próxima vez seré cuidadosa de no volver a hacerlo.

—Eso espero.

—¡Neji!-a solo unos metros, Sasuke le llamaba.

—¡Voy!-levantó la mano—Bien, me retiro entonces. Come todo.

—¡Sí!-respondió sonriendo.

En cuanto el se alejó lo suficiente, las chicas rodearon a la joven peli-azul curiosas y sorprendidas.

—¿Hinata, que fue eso? Neji, jamás te había dirigido la palabra en el colegio y menos delante de nosotras.-dijo la rubia con picardía.

—Habla ya querida. Esto me huele a magia-sonrió, Ten-ten.

—¿Qué? ¿Piensas que pudo ser por lo de ayer?-habló la líder.

—Es obvio, a no ser que Neji haya decidido volverse más comunicativo con su prima-interrumpió, Temari.

—¡Dinos ya, Hina!

—Yo…-a la pobre se le sonrojaron las mejillas—Es… es posible que haya pasado por el deseo.

—¡Kyaa!-gritaron todas.

—¿Te gusta, Neji?

Ante la pregunta de Ino y sabiendo que sus amigas eran de confianza, ella asintió con la cabeza aún ruborizada. Ino y las demás la abrazaron entre sonrisas y felices.

—Esto lo dice todo, chicas. Los colgantes tienen el poder de llevar a cabo nuestros deseos. Hina pronto obtendrá el amor de Neji y nosotros el nuestro.

—Y no se olviden de Naruko, ah, muero por contarle lo de hoy. Hina, tienes que decírselo.

—Eso significa que Naruko obtendrá el amor de Sasuke-dijo de repente, Ino pasmada—Sasuke es un chico impredecible. Muy difícil para lidiar con él, espero que su deseo se haga realidad. Aunque viéndolo a Sasuke ahora, no parece haber ocurrido nada-respondió, mientras observaba al Uchiha sentado contra la pared charlando con sus compañeros.

—Espero… que podamos ver a Naruko mañana.

—¡Esto es asqueroso, papá!

—Tranquilízate, hijo. Sé que podrás hacerlo, confío en ti-habló del otro lado de la puerta.

—¡De ninguna manera! ¡Me da asco el solo agarrarlo con una mano! No se queda quieto… aarg, ¡Moje la tapa del retrete!

—Levanta la tapa, hijo. Tienes que hacerlo antes de orinar-aconsejó.

—¡Quiero orinar sentado!

Minató se tapó los oídos ante el grito aturdidor de su niño, vaya voz tenía, quedaría sordo en cuestión de minutos. Cuando Naruto necesitó de atender sus necesidades pegó el grito en el cielo causando que su padre llegara a la puerta del baño lo más rápido posible, y escuchara maldecir al blondo por no saber manejar esa “molestia” entre sus piernas.

—¿Pudiste?

—Ya-se oyó un suspiro—Estoy limpiando la tapa. Es la primera vez que veo uno, y resulta ser el mío. Papá esto me da nauseas.

—Bien. Así es el cuerpo de un hombre, Naruto, tendrás que aprender a lidiar con ello.

—Gracias a esta cosa que me cuelga, los niños vienen al mundo, es… escalofriante. Uugh, creo que voy a vomitar…

No pasó mucho que oyó como devolvía el muchacho y Minato se sintió culpable. Crio a su pequeña en una burbuja aislándola de todo lo malo y pervertido de la sociedad, a raíz de eso podían resultar estas cosas.

—Y todavía no sabe nada de los sueños húmedos-puso los ojos en blanco—Voy a tener que enseñarle como masturbarse… Oh, Dios mío.-susurró.

—Papá…-se oyó de pronto serio.

—¿S-sí?

—Si me pongo cera en la parte de abajo, ¿Do-dolerá mucho? Está muy peludo aquí, es horrible.

—Ah, pues…-sonrojado—Recomendaría tijera o maquinita, hijo. Cera es algo impensable para un hombre.

—Oh. Demasiado tarde, papá.

—¿Eh? No me digas que…

—¡Aaaarggg! ¡Duele una mierda! ¡CARAJO! ¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!

—Hijo, respira hondo. ¡No debiste ponerte cera, nosotros sufrimos más que las mujeres!

—¡VOY A MORIR! ¡ODIO SER HOMBRE!

Le quedaba mucho por adelante a su pequeño, esto solo era el principio de su vida masculina. No estaba preparado para nada, esto sería su reto más difícil como padre.

—¡Familia, llegue! Naruto, te compre mucha ropa que te hará lucir sexy y varonil. ¡Tienes que probártela!

 

(Continuará)

 


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