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Cambio de género por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo, cuanto tiempo no? Decidí al fin actualizar este fic. De verdad lamento que sea tan corto, espero que el próximo pueda alargarlo un poco más. Espero les guste el capítulo, y disculpen la larga demora. Si eres nuevo, lector, te invito a que lo sigas desde el principio :) y bienvenido!

(Personajes de Masashi)

 

Naruto permaneció el resto del recreo detrás de la institución en compañía de sus nuevos amigos. Tratando de no soltar un vergonzoso llanto como solía hacer, ahora como hombre, intentaba no ser tan sensible e impotente. Pero era realmente difícil.

—Lamento que tengan que verme en este estado-respondió, secándose las lágrimas con el dorso de la mano.

 —No te preocupes. Es natural que te afecte, si humillaran a mi hermana, quizás reaccionaría igual, pero con unos buenos puñetazos repartidos de aquí a allá al responsable-habló, Kiba, intentando animarlo.

—Lo importante es que sepas, que Sasuke no es una palomita blanca como lo pintan los rumores-agregó, Sasori—Sabiendo esto, y con nosotros a tu lado, estás en buenas manos.

—Gracias, chicos-sonrió—Basta de este lloriqueo-se puso de pie sacudiendo sus pantalones—Mi primer día no puede ser opacado por algo así.

—¡Así se habla, Naruto-kun!-gritó, Lee con un pulgar arriba.

—No hay necesidad de ocultarme, no hice nada malo-tomó valor, ya más calmado.

Y el timbre anunció la segunda hora de clases. Todos decidieron volver al aula, nada fuera de lo normal salvo las miraditas que le lanzaba Sasuke de vez en cuando. Era pésimo siendo discreto. La profesora de matemática terminó su hora y comenzó a guardar sus pertenencias, no sin antes, darles un pequeño anuncio.

—Me avisaron de dirección, que tendrán dos horas libres. El profesor Iruka, sufrió un percance y no podrá asistir. No salgan del aula y no hagan mucho ruido.

Todos levantaron los brazos en señal de júbilo. Naturalmente, cuando la profesora se retiró, el aula fue un desastre. Muchachas se sentaron al otro extremo para conversar, algunos otros se sentaron sobre el pupitre, se pusieron con el celular, el bla bla bla inundaba los oídos del blondo. Sus amigas se habían reunido en el banco de Ino y conversaban. Era la primera vez que se sentía excluido, debía hacerse a la idea, de que sería así a partir de ahora aunque doliera. Kiba lo invitó a que se uniera a la conversación de su grupo, y por momentos intentaba seguirles la corriente, pero había cosas que no le interesaban y divagaba en su propio mundo. Solo había transcurrido cuarenta minutos, el aburrimiento se hacía eterno.

—Oh, Ino, estás sangrando…

Giro la cabeza instintivamente al escuchar la voz de Hinata.

—¿Cómo no lo noté antes?-se agarró el codo.

—Seguramente se te ha abierto la herida recién ahora, no te preocupes iré a enfermería por-

—¡Yo lo hare!-sorpresivamente Naruto había llegado hasta ellas y de alguna forma, quería formar un vínculo con sus amigas-Te traeré una bandita.

—Gracias, eres muy amable-Ino no se apuso en absoluto, esto parecía ir por buen camino.

—¿Sabes dónde queda enfermería?-preguntó Ten-Ten.

—Sí, sí, de camino aquí, la vi. Vuelvo enseguida.

Sus nuevos amigos lo vieron irse animado, y sonrieron.

—Parece llevarse muy bien con las chicas-habló el castaño.

—¡Naruto-kun, es increíble! ¡Le pediré consejos luego!

—¿Saben lo que es increíble? ¡Estas papás! ¿Kiba, quieres?

—No, Chouji, te lo agradezco.

Sasori dejó de lado la lectura, no lograba concentrarse al tenerlos a todos juntos en una misma mesa.

—Me desesperan-dijo fastidiado.

El grupo no hizo más que soltar una carcajada.

—¡¿Cuál es el chiste?!-preguntó con el ceño fruncido.

Del otro extremo, Shikamaru también leía, pero no libros, sino historietas cómicas, Neji observaba a la distancia que su prima estuviera bien y Sai garabateaba en su cuaderno tranquilamente.

—¿Dónde está Sasuke y Gaara?-preguntó, Shikamaru, notando recién su ausencia.

—Aproximadamente hace treinta minutos salieron a vaya saber dónde-respondió, el alvino, desinteresado.

Entonces Neji decidió aprovechar el momento.

—¿No tienen ningún problema con la relación de ellos dos?

—No-respondieron al unísono.

—Siempre y cuando no nos perjudique, que hagan lo que quieran-dijo el de coleta.

—Chicos, Sasuke solo está usando a Gaara-habló lo suficientemente bajo, para que solo ellos escucharan.

Sai dejó caer el bolígrafo sobre la hoja, y miró al oji-perla.

—Le he repetido a Gaara miles de veces exactamente lo mismo, pero él se niega a escucharme. ¡No volveré a preocuparme por él!

—Sai, baja la voz-ordenó, el Nara.

Estaba realmente molesto, Neji se limitó a cambiar rápidamente de tema para no empeorar el ambiente.

Naruto había llegado a la puerta de enfermería sin problema alguno. Los pasillos estaban vacíos, todos estaban en clases, salvo ellos. Tocó la puerta tres veces, pero nadie respondía, decidió por su cuenta abrirla, pero estaba cerrada.

—¿Hay alguien allí adentro?-al termino de sus pablaras, escuchó ruidos, más precisamente unas risas ahogadas. Luego pasos.

Y la puerta se abrió.

—Hola, Naruto-sonrió, agitado.

—Sas-Sasuke-tartamudeó.

Lo miró de arriba a abajo. Su torso desnudo, y sus pantalones abiertos mostrando su bóxer azul oscuro, su hombría resaltaba y no dejaba nada a la imaginación. El blondo se ruborizó terriblemente.

—¿Quieres hacer un trio?-le propuso divertido.

Estaba que se le caía la quijada al piso. No lograba articular ni una sola silaba.

—¡Apúrate, Sasuke, estoy caliente!

—¿Es Ga-Gaara…?-preguntó atónito.

—No te sorprendas-rió—Tu cara se ve muy graciosa, ven-lo jaló del brazo.

Inmediatamente su cuerpo puso resistencia.

—¡Suéltame! ¡No me toques!-gritó, histérico.

—Sssh, no causes un revuelo, rubio. Cállate, y sígueme adentro-le apretó la muñeca con más fuerza. La hora divertida se acabó, Sasuke se puso serio.

Pero el de ojos azules no tenía intenciones de rendirse. Movido por la voluntad de escapar de allí, le dio un cabezazo, la suficiente fuerza para zafarse del agarre.

—¡Maldito seas, Naruto!-maldijo furioso.

—¡¿Sasuke, que sucedió?!-preguntó Gaara, preocupado desde el interior.

Entonces el rubio retrocedió se dio vuelta y comenzó el recorrido de regreso al aula, pero recordó un importante detalle. No tenía la bandita para Ino. Apretó los puños notablemente molesto, confundido, frustrado, la verdad no sabía con exactitud la magnitud de sus emociones en aquel momento, pero sentía que iba a explotar. Armándose de paciencia y fundamentalmente valor, para encarar a Sasuke y a Gaara, se regresó y entró de una vez a enfermería.

Gaara estaba en la camilla completamente desnudo, desvió la mirada lo más rápido posible, Sasuke se divertía sentado en la orilla de la camilla por sus reacciones.

—¡¿Qué hace él aquí, Sasuke?!-demandó saber el pelirrojo, rápidamente cubrió su cuerpo con las sabanas.

—Quien sabe. ¿Cambiaste de idea con respecto al trio?-Gaara observó a Sasuke como si este tuviera un tercer ojo en su frente.

—¡Olvídalo!-les daba la espalda. Buscando en el pequeño mueble—Sucede que una compañera se lastimó, y yo decidí prestar mi ayuda, fin del tema-explicó, aguantando las ganas de llorar.

—Naruto-susurró a su oído, invadiendo su espacio personal, los brazos del azabache se enroscaron en su cintura.

Gaara solo estaba de espectador. Apretó las sabanas hasta el cansancio. Naruto encontró lo que buscaba, intentaba normalizar su respiración y que su corazón no colapsara por los brazos cálidos de Sasuke. Jamás hubiera pensado que llegaría el día en que su amado la abrazaría, pero tristemente, eran circunstancias muy desfavorables. Normalmente se hubiera emocionado, sería el momento más feliz de su vida, pero la decepción por Sasuke era demasiada, y en un cuerpo muy diferente al anterior, sus emociones cambiaban ampliamente.

—¡Quítate de encima!-le dio un codazo en la boca del estómago, en cuanto Sasuke se apartó decidió mirar al dúo—¡Hagan lo que les plazca, pero no vuelvas tocarme Sasuke! ¡No volveré a repetírtelo! ¡Me das nauseas!-y tras un portazo dejó a la pareja en un rotundo silencio.

Tras unos minutos, el pelirrojo habló.

—Sonó como una mujer histérica-se burló, quizás no tendría que preocuparse por la competencia, Naruto no estaba interesado en su querido pelinegro.

Por otro lado, Sasuke, tiró lo primero que encontró en la mesa-escritorio.

—¡Ha logrado sacarme de quicio! ¡Desgraciado! ¡Con que le doy asco, ya verás lo que te voy a hacer, maldito rubio!

Jamás le habían pronunciado palabras tan hirientes como esas. Naruto había logrado herirlo, herir su orgullo, y enfurecerlo aún más.

—Vístete, me voy primero-se abotonó la camisa.

—Al menos espera hasta que me limpie-rezongó.

Pero el Uchiha le dedicó una mirada de desprecio y se largó dejándolo solo.

—Tks… frio como siempre…

—¿Estás bien?

Naruto había regresado, y le entregó la bandita a Ino. Pero su mente volaba en otra dirección.

—No se preocupen-sonrió.

Dio la vuelta y volvió a salir del aula dejando a sus amigos desconcertados. Kiba hizo ademán de ir tras él, pero Sasori le retuvo del brazo.

—Déjalo solo, necesita tiempo.

Y entonces desistió de ir tras él. Pero el dolor que sentía en esos momentos no tenía que ver con el video filtrado de la prima, no podrían nunca entender lo que estaba sufriendo su nuevo amigo en esos instantes.

El ojiazul caminó perdido en sus pensamientos hacia el patio, y detrás de la escuela donde nadie podría verlo destruirse una vez más en lágrimas por un hombre. Llorar como una autentica niña. Se dejó caer contra la pared tapándose el rostro, llorando desconsoladamente, su voz escapaba en pequeños hipidos y suspiros.

Eras el hombre que siempre ansié tener. Y ahora, ahora estoy perdida, no eras más que una basura Sasuke… solo en mis fantasías eras perfecto.

—Así que… era gay, desde el principio… por eso jamás se fijó en mí. Él nunca se fijaría en mí… porque era… una mujer… una…-recordó el collar, el amuleto, su deseo. De repente, ató cabos, todo coincidía.

Soy hombre, porque solo con esta apariencia Sasuke se fijaría en mí…

 —Que maldito deseo he pedido…-tomó la piedra verde entre sus manos—Por favor, regrésame a mi verdadera apariencia, no quiero más esto… ya no me importa nada…

Pero nada ocurrió. Lo repitió tantas veces como pudo, sus ojos ya estaban hinchados y rojos. Se paró furioso y se arrancó el cordón del cuello con fuerza.

—¡¿Por qué no cumples mi deseo?!-arrojó la piedra cerca de unos árboles y arbustos— Quiero desaparecer…-sollozó—¡Déjame en paz, Sasuke! ¡Tú me has roto el corazón! ¡Maldito seas! ¡Mil veces maldito!-gritó sacándose todo el peso de encima.

—Vaya, con que eres tú-el muchacho se acercó paso a paso hasta él—Verdaderamente me has sorprendido. Tus gritos pude escucharlos perfectamente.

—¡Aléjate de mí!-estaba dispuesto a golpearlo si se acercaba demasiado.

—Naruto, tranquilízate, estoy de tu lado.

El blondo frunció el ceño, notablemente desconfiado.

—No creas que eres el único que odia Sasuke, en esta institución.

—¿Cómo?-preguntó sorprendido. Pudo percibir el desprecio en sus palabras y el profundo desagrado en esos oscuros ojos. Era verdad lo que decía.

—Jamás le perdonare lo que me hizo. Naruto… ¿No quieres vengarte de él?-una propuesta muy tentadora—No sospecharía sino hasta el final. Es perfecto.

—Me das escalofríos…-Naruto fue sincero, él era peligroso—Sai.

 

(Continuará)


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