-¿Haru a donde me llevas? –Decía Rin estirando sus manos guiándose para no chocar con nada ya que tenía los ojos vendados, Haru ignoro la su pregunta guiándolo a través del umbral de la puerta llegando a una terraza.
-Puedes quitarte la venda-Rin obedeció tomándola para retirarla, frente a él apareció una hermosa terraza al aire libre, en la cual se encontraba una pequeña mesa para dos, al centro un ramo de azucenas* blancas en un florero de cristal acompañado por unas cuantas velas.
Rin se acercó a paso lento a la mesa descubriendo la vista panorámica frente a él, la vista era preciosa, desde aquel lugar se podía observar parte de la ciudad al otro lado del puente iluminada por los tenues colores amarillos y naranjas que se desplegaban en el horizonte producto del atardecer.
Rin se quedó sin palabras conmovido por la belleza del lugar al que su novio lo había traído, haciendo que pequeñas lágrimas de felicidad se posaran por sus ojos.
-Pensé que te gustaría- Comento Haru detrás de él sacando a Rin de su ensoñación.
Rin dio la vuelta encontrándose con esos ojos azules que tanto le gustaban, tomo las manos de Haru entre las suyas y las beso.
-Haru es hermoso –Dijo con una hermosa sonrisa cerrando suavemente los ojos.
Haru dirigió la mirada hacia otro lado tratando de esconder su sonrojo.
-P-podemos ir a recorrerlo después si quieres-
-Gracias Haru – Y beso sus labios tiernamente.
La cena transcurrió tranquila acompañados de un agradable clima y velas haciendo juego con el ambiente romántico que se desarrollaba entre sonrisas y unos cuantos besos.
Ambos se encontraban paseando por el puente hacia el castillo de Sant’ Angelo, la noche ya había caído, las lámparas se habían encendido iluminando el camino dejando ver sobre las tranquilas aguas el reflejo de las luces, las calles se iban vaciando poco a poco permitiéndole a Rin y a Haru tener un poco de privacidad.
Rin estaba maravillado observando a su alrededor dejando un poco atrás al ojiazul
-¿Ya viste al chico de cabello rojo?-Dijo una chica al pasar junto a Haru.
-Es muy guapo verdad, quisiera un novio como él –Contesto su amiga mientras ambas miraban embelesadas al chico soltando uno que otro suspiro.
Haru detuvo su paso cuando las chicas pasaron junto a él, no pudo entender nada de lo dicho por ellas pero pudo suponerlo por los sonrojos y las miradas dirigidas a su novio.
-¿Pasa algo Haru?-Pregunto Rin al ver que el ojiazul se quedó parado.
-No es nada –Respondió al mismo tiempo que negaba con la cabeza reanudando su andar, cuando llego al lado de Rin sintió una cálida mano tomar la suya entrelazando sus dedos, Haru subio su mirada hasta aquellas orbes rojizas.
-Tú y yo, paseando por Roma de noche, cumpliendo nuestros sueños... ¿Romántico verdad?-comento con una gran sonrisa.
Haru sonrió levemente, se acercó a Rin robándole un beso rápidamente, para después seguir su camino sin soltarlo.
-¿Vamos?- Pregunto Haru al ver a Rin quien se había quedado paralizado y con un gran sonrojo en la cara.
-S-si –Contesto aun con un leve sonrojo apretando más el agarre de sus manos.
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-¿Qué es esto?- Decía Rin frunciendo el ceño al ver un montón de regalos y flores frente a la habitación de Haru.
Haru se acercó a la puerta poniéndose en cuquillas para leer las tarjetas que venían incluidas.
-Son de felicitación- Le comento a Rin, quien se había puesto de igual manera en cuquillas junto a él, Rin le dio una vista rápida a los nombres que venían en las tarjetas dándose cuenta que la mayoría eran de chicas.
-Tsk… no podemos dejar todo esto aquí- Se puso de pie tomando algunos regalos con una mano mientras que con la otra ayudaba a Haru a ponerse de pie.
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-Sí que tienes muchas admiradoras –Dijo Rin tumbándose sobre la cama de Haru después de meter casi todos los obsequios.
-Podría decir lo mismo de ti- Coloco los últimos regalos sobre la mesa sentándose a un lado de Rin y continuo- A cualquier lado que vamos siempre hablan de ti-
-¿Qué?-Rin enarco una ceja y mostro una sonrisa burlona al mismo tiempo que se sentaba a su lado -¿Acaso estas celoso?
Haru no contesto nada y dirigió su mirada hacia otro lado, Matsuoka tomo su mejilla haciendo que lo mirara a los ojos.
-Sabes que yo solo tengo ojos para ti Haru –Terminando esa frase con un dulce beso
Al separarse ambos sonrieron y volvieron a unir sus labios, Haru iba subiendo a la cama recostando a Rin sobre la misma hasta quedar completamente sobre él, los brazos de Rin rodearon el cuello de Haru apegándolo más a su cuerpo.
Ambos se separaron para tomar aire, momento que Haru aprovecho para retirarse la playera con la velocidad que lo caracterizaba.
-Si que estas ansioso –Comento Rin de forma burlesca.
-Cállate - Rin rio por lo bajo, amaba como Haru reaccionaba ante sus incitaciones y provocaciones, sabiendo que él era el único que podía causar este efecto en Haruka.
-Haru-
-¿Qué?
Rin sonrió y le acaricio la mejilla -Te amo-
-Y-yo también-
Los besos iban tomando intensidad, sus lenguas jugueteaban la una con la otra, degustándose, saboreándose y reencontrándose de nueva cuenta.
Ambos estaban excitados, sus miembros se frotaban aun prisioneros de sus pantalones, el pelinegro con una mano subió la playera de Rin dejando al descubierto su abdomen y su pecho repartiendo pequeños besos por este último encontrándose con los rozados botones de Rin que le hacían una invitación a probarlos, la cual fue aceptada por Nanase
Alternaba sus movimientos, lamiendo, succionando y de vez en cuando depositando besos sobre estos.
-Ha..Haru- Su voz sonaba entrecortada y débil.
Las manos de Haru se paseaban por el cuerpo de Rin, acariciando, rememorando cada centímetro de piel, bajando por su pecho para llegar a su trabajado abdomen hasta encontrarse con el pantalón de Rin, este los desabrocho y lo retiro junto con la ropa interior del pelirrojo, Haru tomo el miembro del contrario entre sus manos, Haru empezando a juguetear con el, sobresaltando a Rin, Haru daba lamidas desde la base hasta la punta recorriéndolo lentamente una y otra vez.
-Nnght Ha..Haru –Rin se sentía morir, su cara estaba adornada por un sonrojo mientras que sus manos no encontraban lugar al cual aferrarse.
Haru tocaba y masturbaba el miembro de Rin, observando las reacciones del contrario, beso la punta hasta que decidió avanzar un poco más.
-Aah~~ -La espalda de Rin se enarco al sentir como su parte intima era atrapada por su amado.
Los movimientos de Haru eran lentos y tortuosos, Rin se levantó un poco recargándose sobre su codo mientras que con la otra mano agarraba el cabello de Haru acercando más su rostro a su parte inferior profundizando el contacto.
Rin estaba en su límite provocando más presión en el agarre que sostenía sobre el cabello de Haru, no fue necesario mucho tiempo para que este terminara en la boca de Haru, el cual trago la espesa esencia del mayor quien se encontraba completamente sonrojado mientras trataba de recuperar el aire.
-Haru te necesito –El aludido no lo pensó 2 veces retiro su ropa restante, tomo las piernas de Rin y las elevo sosteniéndolas con sus manos a la altura de sus rodillas por la parte de atrás tomando su lugar para entrar de una sola estocada.
A Rin le gustaba tener el control sobre Haru, pero cuando Haru tomaba el mando él se perdía ante la sensualidad de un Haru dominante, su murada u acciones eran diferentes al del Haru normal, estas demostraban deseo y pasión, emociones que Haruka tenía muy escondidos.
- AH….aah –El sudor perlaba el cuerpo de Haru al igual que in sonrojo estaba presente en sus mejillas, el cabello se les pegaba a la cara debido al sudor.
La habitación era llenada con sonidos húmedos y gemidos provenientes de ambos, la cabecera de la cama golpeaba contra la pared al compás de las embestidas haciendo eco.
-Nght..ha..ha HA~ -Haru había encontrado el punto sensible del tiburón llevándolo a la gloria, embistió varias veces en ese mismo punto recibiendo como recompensa el mismo dulce gemido implorando por más.
Manos y cuerpos crispados, bañados en una fina capa de sudor y un color carmín en ambos anunciaban el final de esta declaración de amor, terminando los dos en un sonoro gemido llamando al otro.
Rin cayo profundamente dormido después de lo acontecido, Haru muraba tranquilamente al chico que se encontraba a su lado descansando tranquilamente, Nanase se sentía muy afortunado al tenerlo a su lado, sin él jamás hubiera encontrado sus sueño y posiblemente seguiría perdido sin rumbo alguno, se alegraba de haber sido elegido entre tanta gente que se había fijado en Rin y ahora le permitía compartir el mismo sueño que él.
Mientras Haru reflexionaba sobre esto, miraba atentamente el lindo rostro de Rin durmiendo retirando algunos mechones de la cara de Rin –Gracias por dejarme estar a tu lado ahora y siempre, Te amo Rin –Se acercó robándole un beso entre sueños al pelirrojo para después acurrucarse en sus brazos.