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Abrazo azul por PanPan

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Notas del fanfic:

Hola, es mi segundo ff jajaja es de mi segunda pareja favorita *feliz* (de la serie claro) espero os guste

Notas del capitulo: Bueno aqui el capítulo uno. No contiene información realmente importante pero es una especie de introducción bastante escuálida. Esop xD.
gracias por leer
Metal contra metal, chirridos acompañados de chispas envolvían a los dos hombres que llevaban a cabo su práctica en el dojo del palacio; blandidas certeras que eran lanzadas por un moreno de cabellos blancos y esquivadas rapidísimas de un rubio, una danza grácil y peligrosa, y sin duda llena de habilidades dignas de admirar, mas un traspié hizo que el joven rubio doblara sus cansadas piernas y fuese a dar al suelo tras su última esquivada.
-mierda… -resopló mientras veía alejarse la espada involuntariamente de su mano debido al cansancio.
Llevaba toda la mañana entrenando junto a Sharrkan, sin descanso siquiera para un poco de hidratación.
Intentó levantar su mano para sostener la que su maestro le ofrecía para levantarse, mas ésta no hizo caso a su petición – mierda – volvió a resoplar esta vez entre pesados jadeos.
-No deberías sobe exigirte muchacho, es dañino para tu salud física y mental
-tsk…
No dijo nada, perfectamente sabía que no debía sobre exigirse más de la cuenta, ciertamente era dañino para su salud física y mental, pero ¿qué podía hacer si no en ese momento? Sabía que a falta de sus habilidades para controlar su Djin tenía que trabajar duro, más duro que nunca si quería convertirse en alguien realmente fuerte, más duro si quería ayudar a reconstruir su país y darle una vida próspera a sus habitantes, aquellos que confiaron en él, aquellos que depositaron en su príncipe toda confianza, y por supuesto debía entrenar más duro para ser capaz de caminar paso a paso al lado de sus compañeros Aladdin y Morgiana. Cerró sus ojos sintiendo como el corazón casi se le salía del pecho, no iba a ser capaz de sobrevivir mucho si seguía forzando su cuerpo a tan pesadas prácticas, tal vez si racionaba su trabajo…
-Oye, Alibaba, ¿te encuentras bien?
-si… No es nada.- Se incorporó como pudo con brazos temblorosos hasta quedar sentado.-
-¿Deseas que te ayude? Pareces un estropajo.- Rió sonoramente el moreno- Vamos, te llevaré hasta tu cuarto y le diré a Sinbad que necesitas un día de descanso.
-No. En serio no es nada, puedo ir por mi cuenta a mi habitación, gracias Sharrkan.-
Lo cierto era que Alibaba estaba destruido físicamente, no era capaz de mover sus piernas por más que se esforzara y aún le costaba respirar con normalidad, sin embargo no se permitió aceptar la ayuda de su maestro. El hombre de cabellos blanquecinos lo observó durante unos segundos, al principio podía predecir la mayoría de los pensamientos del su aprendiz, pero con el tiempo esto se fue deteriorando hasta aquel día, en ese instante no podía siquiera imaginar el sentimiento que tenía atorado en la garganta; se decidió por dejarlo en paz e inmiscuir en el asunto más tarde o a la mañana siguiente, ya que de seguro, debido a su terquedad, se aparecería por el dojo con fines de trabajar su djin. Acto seguido se alejó a paso lento hasta perderse en la amplia puerta que daba a uno de los jardines.
-maldición…
-.-
-Alibaba san, ¿estás aquí?.-
Esa voz femenina y tímida, era la voz de Morgiana. Alibaba se incorporó en su lecho y deslizó las piernas hasta que sus pies tocaron el suelo.
-Claro, entra Mor.
La puerta se abrió lentamente, tras ella una joven delgada de cabellos rojizos con la mano aún pegada a la madera se dejaba ver, tímida como siempre dio pasos hasta que entró en la recámara y sin cerrar la puerta se acercó al muchacho hasta quedar frente a frente.
-Supe que has estado practicando más de la cuenta…
-…
-Veo que es verdad. Alibaba-san.- esbozó preocupada Morgiana tomándolo de los hombros.- eso está mal, no debes… Qué tal si…
-Lo sé, Mor.- le interrumpió con seriedad el príncipe. Sabía perfectamente lo que podía pasar si continuaba su arduo entrenamiento, pero tenía razones, buenas razones a su parecer, mejores que las de ella incluso.-tranquila, sé hasta dónde puedo llegar.- ¿Lo sabía? ¿De verdad lo sabía o era una excusa para su preocupada amiga? Ciertamente lo sabía, y ciertamente era una excusa, él no escucharía el llamado de fatiga de su cuerpo ni el de las preocupaciones de su amiga ni de su maestro, y por supuesto, del rey Sinbad, ya que pronto su actuar llegaría a sus oídos. …l tenía que ser fuerte, muye fuerte, por su pueblo, por sus amigos, por Kassim.
-Si lo sabes no te exijas demasiado, por favor Alibaba-san, estoy preocupada por tu estado actual y sé que Aladdin-san también lo estaría.
Alibaba sintió una punzada en su pecho; hacía tiempo que no tenía noticias acerca del Magi, se encontraban en la misma isla y dormían en el mismo palacio, pero aún así no lo había visto y por ende no habían cruzado palabra, necesarias palabras que siempre llevaban al joven rubio a una toma razonable de decisión, necesarias palabras para no sentir vacío su corazón ante la falta de…
-Si Mor, gracias por preocuparte.
-No es nada Alibaba-san.- respondió la muchacha regalándole una preciosa sonrisa mientras sus ojos reflejaban los del otro; habían pasado por tanto juntos, era normal que Morgiana se preocupara así por su amigo, por lo cual Alibaba decidió tranquilizarla.
-Estaré bien Mor.- correspondió la sonrisa el joven.- Lo prometo.
-.-

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