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*~¿Sandía, sandía?~* por Charisma2Min

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Notas del capitulo:

LLegué. 

 

 

El corazón le corría, por cada nuevo paso que retumbaba en su conciencia más deseaba ser un avestruz para esconder su cabeza en la tierra. Ve un montón de libros apilados al otro extremo del pasillo y piensa en que sería un excelente escondite.

 -       ¿Quién está ahí?

Nop, no llegaría. Taemin decide pensar rápido, toma un par de libros de la pila y se sienta en el piso semi recostado. Ups, había caído.

-        Ouch…

-        Hey amiguito, ¿Estás bien?- Taemin levanta la cabeza y luego duda si en verdad solo había actuado esa caído o realmente había caído. ¡Estaba mirando doble! Su mirada confusa los hace reír.

-        ¿Te encuentras bien?- Habla el de la izquierda.

-        Creo que me golpee.- Uno de ellos se agacha y le ayuda a ponerse de pie y a sacudir ¨el polvo¨ que pudiera subsistir en su pantalón y sudadera. La mirada de Taemin seguía siendo confusa. ¿Cómo podía besarse uno mismo?

-        ¿Te duele algo?

-        No… Solo quería… ¿El libro? – Mira al suelo y no puede creer lo que ve por segunda vez. El libro que había utilizado para su dramatización era el que necesitaba. -¡Ah, aquí está!-

-        Ne, ¿Llegaste solo pequeñín?

-        No…  Mi hermano está esperándome abajo.

-        Ten más cuidado la siguiente vez… Mi nombre es YoungMin y este de aquí es mi hermano gemelo KwangMin.- El otro chico agita su mano…

-        Ay dios, pensé que estaba viendo doble.- Confiesa suspirando. Uno de los hermanos ríe por lo bajo.

-        No te preocupes, nos pasa seguido…

-        Taemin…- Minho llega y ve desconfiado a ambos reflejos. -¿Taemin, que pasa aquí?-

-        El pequeño tuvo un accidente con los libros y vinimos a ver si se encontraba bien.- Habla YoungMin. Taemin asiente sonriendo y se acerca a su hermano para abrazarlo, quien ya había borrado esa expresión de pocos amigos y convertido en una de preocupación.

-        ¿Estás bien?

-        Sip, ellos me ayudaron y ¡Encontré el libro que necesitaba!

-        Uh, menos mal.- Se dirige al par de hermanos. – Muchas gracias, Choi Minho.- Extiende su mano y ambos se la estrechan.

-        YoungMin

-        KwangMin

-        Lamento la molestia… Taemin es un poco torpe.- Taemin lo mira desde abajo ceñudo. 

-        Si, te entiendo. –YoungMin mira directamente a su hermano y este imita a Taemin.

-        Bueno, tenemos que irnos. Gracias de nuevo, quizá nos veamos por el campus.

Los gemelos se despiden al unisón y Taemin agita su manito tímidamente…

¡Su plan había salido  a la perfección! Después de pedir la ficha para sacar el libro, Minho tomó su pequeña mano y emprendieron camino directo a casa. En el transcurso Taemin pensó en lo que había presenciado. YoungMin y KwangMin eran hermanos y al igual que Minho y él se besaban… Aunque un poco confuso y con una pizca de narcicismo ellos también se querían. ¿Verdad?

-        ¡Entonces es normal que Hyung me bese!

¿Tú… amas a Hyung?

-        Si…

Taemin alza la mirada y observa a Minho en el caminar, él… lo quería tanto.

Si YoungMin y KwangMin se demostraban afecto de esa manera, ¿Por qué ellos no?  

 

 

 

-*-

 

 

 

Era hambre.

Su estomago rugía con insistencia, de hecho sentía un hoyo negro ahí adentro;  su hermano estaba arriba estudiando para un importante examen así que no debía molestarle por las próximas cuatro horas que restaban.

Taemin no deseaba tocar la cocina, no después de aquel accidente, había decidido tomarse un descanso de Gourmet.

Pero tenía hambre. Y cada vez le dolía un poco más la barriga.

Dejando el libro a su costado, se levanta dispuesto a tocar terreno ajeno. A quien le viera le resultaría de lo más divertido y entretenido; Taemin caminaba despacio, lento y sin hacer alguna clase de ruido que pudiera poner el riesgo su posición, era como si la cocina tuviera vida propia y él no quería que le pillara intentando adentrarse a ella.

Se esconde de tras de un mueble para que la cocina no pudiera verlo y respira muchas veces entrando en calma –Obviamente jugando.-

-        Vamos Taemin, esta es tu oportunidad.

Da un largo y profundo suspiro y tras cerrar sus ojos brevemente, junta sus manitos entre lazando los dedos meñiques y anulares y dejando los demás estirados para formar un ¨arma¨

-        El enemigo está distraído ¡Es hora!

-        ¡No! ¡Aun está alerta! No puedo exponer mi ubicación.- Habla girando el rostro en dirección contraria a la cocina, como su hubiera alguien más ahí acompañándolo en su osada misión.

-        Pero es ahora o nuca, sino, no nunca podrás llegar.

-        Tienes razón… ¡Diablos!

Recarga la cabeza en la pared gruñendo y ¨le quita el seguro al arma¨

Entonces con un grito de batalla, rueda por el suelo haciendo una voltereta básica y cae en posición. Dispara un par de veces.

-        ¡Pium, pium!

-        ¡Con todo general!

Pero no contó con que el enemigo también tuviera artilleros muy bien armados y entrenados.

-        ¡El enemigo ataca! ¡Pium, pium, pium! ¡Cúbreme Patch!

-        ¡En seguida!  

-        ¡Es muy fuerte! ¡Ahhh!- Vuelve a rodar por el suelo y se esconde tras la barra desayudara. En su infantil mente resonaban los disparos ¡Pium, pium, pium, pium! ¡Booom! Se levanta y él también dispara hacia la cocina. -¡Pium, pium!- Con la mirada sigue un objeto invisible que vuela por su cabeza, procedente de la cocina y palidece.

-        ¡¿Qué es eso?!

-        ¡Al suelo! ¡Es una granada!- Y se avienta en dirección a la mesa. -¡Son muchos, no podemos con ellos!- Se cubre la cabeza con el mantel y saca su ¨arma ¨para seguir disparando. Entonces,  imagina. Que el horno de la estufa se abre figurando una horrenda boca de monstruo y fuego sale de ahí dejando escapar a más enemigos. -¡Los fantasmas se escapan de la cocina! ¡Ahh!.- Se tira al suelo y gatea pecho tierra entre las patas de la mesa.

-        ¡¿Qué aremos?!

 

 

Embelesado lo observa, tirado en el suelo, arremolinándose e inventando diálogos con un ser que seguramente tu mentecita había estructurado. En la entrada de la cocina, con los brazos cruzados Minho sonreía a más no poder, la dulzura y ternura de ver a Taemin jugando le revolvían las ideas. Verlo con el mantel en la cabeza y figurando un arma con sus manitos le hacían querer vomitar arcoíris. Era demasiado para él.

Aquel infantil juego era la prueba de que en el corazón de su hermano no había espacio más que para la inocencia. Pura y tierna inocencia.

Deseo poder detener el tiempo y que nunca creciera para apreciarlo como se merecía. Una parte de él quería que Taemin permaneciese tal y como estaba, para que nadie pudiese dañarlo.

Eres egoísta Minho, eso daña a Taemin.

Frunce el ceño. Él nunca dañaría a Taemin. No sería capaz de corromper a su dulce Sandía, ni de enseñarle malas cosas y mucho menos lo obligaría a hacer cosas que no quiere.  Era su hermano.

¿Y qué es cuando lo besas?

Él lo besaba porque su corazón lo deseaba. Pero de una manera fraternal.

¿Verdad?

Entonces… ¿Qué significaba cuando sus ojos miraban al pequeño y su mundo se desvanecía? ¿Qué era cuando su corazón simplemente se alborotaba cuando Taemin se acercaba? ¿Qué era toda esa felicidad que crecía y crecía enormemente?

¿Por qué sentía tortura al sentirse extraño?

Ante la presencia de Taemin no pensaba. Si, era como si un interruptor se apagara en su sistema. Se bloqueaba por completo y actuaba por instinto dejándose llevar por las emociones. Es que simplemente no podía controlarse cuando Taemin revoloteaba a su alrededor con esa infantil vocecilla chillona y su hermosa sonrisa.  Cuando quería, lo abrazaba, e incluso lo besaba.

Mierda…

Cuando sentía temor, lo protegía. 

Todo era un impulso de electroshock.

¿A caso yo seré igual peligroso que todo el mundo que lo rodea y quiere dañarlo? ¿Querer está mal…?

Ahora sentía falible todo lo que conllevara la palabra querer.

Estaba atolondrado, en fase de encuentro, Minho sentía algo fuerte en su corazón y honestamente le causaba terror averiguar de qué se trataba.

Saliendo de sus pensamientos se acerca a Taemin sigiloso que ahora se arremolinaba en la alfombra de la sala jugando a que lo tenían preso entre unas cuerdas. Lo pilla de los tobillos y lo jala un poco. Taemin brinca asustando creyendo que los fantasmas guardias de la cocina eran de verdad y no solo un producto de su imaginación.

-        ¡AHH! –Voltea a sus espaldas y ve a Minho riéndose. -¡Me asustaste Hyung!

-        Ese era el plan…. Hahaha… ¡Taemin!

-        ¿Qué pasa?

-        ¡Los fantasmas vienen! ¡Hay que sacarte de aquí!- Pronto Taemin recordó que estaba liando en la base del enemigo.

-        ¡Cabo Minho, saque a todos los soldados!

-        ¡Entendido mi señor!- Y hace el típico saludo entre solados. Minho se acerca a Taemin y lo toma desprevenido alzándolo y colocándolo como si nada en su hombro como un costal de harina.

-        ¡¿Qué hace Cabo?!- Se ríe.

-        Sacar a todos los buenos soldados mi señor. 

-        ¡Hahaha, en ese caso Cabo Minho, contra las tropas armadas!

Cargando a Taemin emprenden una lucha contra los fantasmas de la cocina. Corren por el pasillo, abren puertas, corren escaleras arriba, ¨disparan¨, cierran puertas, corren y ríen.

Taemin jugando con el deseo de que todos los días fuensen igual de divertidos y Minho con la esperanza de revelar el secreto de amar a su hermano. 

 

-        Tengo hambre Hyug.

Se tira al suelo y Minho lo imita, se habían cansado de jugar.

-        ¿Pedimos pizza?

-        ¿No comimos eso el otro día?

-        Mamá no está…

-        ¡Entonces si!

Minho se pone de pie con una boba sonrisa de ver a Taemin con el cabello revuelto en el suelo y tomando el teléfono pide una pizza mediana con extra queso a petición del niño. Media hora después, el timbre de la casa suena.

-        Eso fue rápido.- Comenta Taemin acostado en el sofá viendo la tele.

-        No lo dudo.- Minho se acerca a la puerta y cuando la abre… No es el repartidor de pizza el que esta frente a él.

De hecho, era la persona que menos necesitaba ver ese día.

Yoona sonreía con una maleta entre las manos.

¡Verga verga verga! ¡Olvidé decirle a Taemin!

 

-        Hola mi amor.- Yoona estira los brazos y alcanza al muchacho para darle un par de feos besos llenos de gloss.

-        Hola… Pasa.

Se hace a un lado y Yoona es capaz de pasar con todo y maleta.

Taemin sonríe esperando ver a su hermano con la caja en las manos, pero cuando ve a Yoona inspeccionando el lugar se borra al instante. Era cierto que estaba un poco desordenado, había zapatos y uno que otro peluche suyo regado en el sofá y alfombra. ¿Qué se esperaba? Eran dos chicos solos.

-        Noona Yoona, ¿Viene de visita?

-        De hecho… - Arrastra la maleta al frente suyo. –Me quedaré por algún tiempo.- La mirada tétrica que le regaló fue suficiente para que el pequeño  Taemin saliera despavorido corriendo a encontrar a su hermano para poder esconderse tras de él.

-        ¿Qué pasa corazón?- Minho siente un fuerte abrazo alrededor de su cintura y un rostro hundiéndose en su espalda. A poca distancia, Yoona los miraba con rabia.

-        ¿Es cierto lo que dice Noona?- Alza la carita y algo en su mirar se rompe. Minho acaricia el sedoso cabello del niño e intenta sonreírle desde lo alto.

-        Verás. .. Noona está pasando algunas dificultades en casa, y ella me pidió de favor que dejara hospedarla aquí por una semana. No pude negarme –Pero si quería Taemin, quería estar solo contigo.

Taemin lo mira confundido. Pero lo entiende.

-        No me dijiste antes…

-        Taemin, lo sie-

-        Eso es porque son temas de adultos, Taemin. Y tú eres un niño.- Yoona interrumpe algo brusca y sonríe falsa.

-        Oh…- Taemin vuelve la mirada a Minho y asiente despacito.- Voy arriba a jugar. –

-        Te llamaré cuando llegue la comida.- Taemin se mueve con cuidado al pasar al lado de Yoona y corre una vez ve las escaleras cercas.

-        ¡Está bien!

La pareja observa como el chiquillo se perdía entre los peldaños.

-        ¿No le habías dicho?

-        No… Consume todo mi tiempo y es difícil.- Sonríe.

-        ¿Quién consume tu tiempo?

-        Él.

-        No debería ser así.- Arruga la nariz. –Sabes, ya no es un niño y por si mal no lo recuerdo su cumpleaños está próximo.-

Cierto… Taemin cumplirá años muy pronto.

-        Lo sé Yoona.- Minho la invita a sentarse y ella acepta. –Pero, es mi hermano, es mi prioridad, antes nunca fui agradable con él y no me molesta recompensarlo mimándolo un poco, también quiero disfrutarlo.-

Quizá, Yoona estaba sonriendo. Pero solo era una máscara. Por dentro estaña rabiando, a ella debería mimarla, ella que era su futura esposa (ya se miraba de blanco de pie frente al altar) debía ser su prioridad, Minho debía disfrutar el tiempo con ella y no con su fastidio de hermano. ¿Por qué las cosas no volvían como antes? ¿Por qué a ella no le llamaba con piropos? , Yoona pensaba que los tiempos eran mejores cuando Minho odiaba al niño.

 

Cuando la pizza llegó Yoona se ofreció para hablarle a Taemin mientras su novio ponía la mesa. Subió las escaleras con miedo de tocar el barandal porque creía que las manitos llenas de pochoclos y dulces del niño lo había tocado y bueno, ella no quería contaminarse. Cuando llega a su habitación toca tres veces, no consigue paciencia y abre sin avisar.  El cuarto parece vacío hasta que Taemin sale de bajo de la cama a gatas sin sonrisa alguna.

-        ¿Qué haces ahí abajo?

-        Como Hyung dijo que me hablaría, pensé que era él y quería darle una sorpresa.- Consigue mencionar sacudiéndose las rodillas.

-        Ah. Minho ya no es un niño y no está para juegos, así que ya no lo molestes. Niño ridículo.- El pequeño abre los ojos impresionado mientras Yoona no tijereaba de pies a cabeza con desagrado. –Minho quiere que bajes a comer ya.-

-        Lo siento Noona…- Mira al suelo nervioso.

Y después de eso, se marcha.

Creo que será la peor semana de tu vida.

-        Ni me lo digas. –Bufa Taemin. –La bruja está en mi casa. Ella también tiene que aprender a jugar en mi terreno.-

 

 

En todo el transcurso de la comida, Yoona estuvo regañándolo.

¨Siéntate bien¨

¨No juegues con la comida¨

¨No comas demasiado¨

¨No ensucies el mantel¨

¨No sorbas el agua¨

¨Límpiate la cara¨

¨Usa los cubiertos¨

Taemin solo escuchaba ¨Blah, blah, blah¨ decidió que había sido la comida más horrible de toda su vida. Minho lo miraba de reojo a hurtadillas y le sonreía como: Lo siento.

Aunque Taemin no tuviera los mejores modales del mundo sabía que no era necesario comer con la espalda recta todo el tiempo. ¡Era tonto!

-        Baja los codos de la mesa.

-        Vamos Yoona, es un niño, está bien.- Minho interviene.

-        ¿Quieres que sea malcriado?- Ella lo encara.

-        Taemin no es malcriado.

-        Pues eso parece.- Yoona y Minho se miran por un largo tiempo. Era más que obvio para la fémina que su novio se había molestado por llamarle la atención a su hermano.

Y el silencio se hace presente. Taemin se muerde los labios y su pizza a medio comer ya no le mueve el apetito. Toma un pequeño sorbo de agua. Y cree que es mejor retirarse.

-        Hyung…

-        ¿Si?

-        ¿Puedo retirarme?

-        No has terminado tu comida.- Vuelve a interrumpir Yoona.

-        Claro Frutita. Adelante.- Minho no deseaba que Taemin se marchara de la mesa, de hecho también quería que terminara su comida, pero solo por llevarle la contraria a Yoona en ese momento accedió son refutaciones. –Yo levantaré tu plato, tranquilo.-

-        Gracias por la comida.- Se levanta en silencio y se marcha.

 Taemin era sensible… muy sensible ¿NO debería saberlo Yoona?

-        Me encanta cuando te enojas.

El moreno le mira incrédulo. ¿Cómo podía decir eso? Niega lentamente y termina sonriendo, era gracioso.

-        Estás loca.

-        Oh, cállate.- Y lo golpea juguetonamente.

 

-*-

 

-        Supongo que dormiré en tu habitación ¿Verdad?- Yoona acaricia su pierna. -¿Dormiremos juntos? ¿Cómo una pareja?- Su lado empalagoso sale a flote. Captura el brazo de Minho y lo obliga a que la mire tomándolo por las mejillas.

-        No creo.

-        Eh… ¿Por qué?- ¿No quiere que duerma con él? ¿Por qué?

Anteriormente Minho nunca se hubiera negado a una propuesta como esa. El sexo era algo que Minho disfrutaba y muy bien. Pero simplemente, ya que Taemin consumía su tiempo esos pensamientos quedaron flotando en un segundo plano, en el que despertar con una erección todos los días se resumía a una paja en el baño y no un escape con su novia.

-        Recuerda que Taemin también está aquí. No quiero que piense mal las cosas.- Le sonríe y jala un mechón dorado de su cabello. Yoona hace un puchero.

-        Minho…

-        Lo siento Yoona. Dormirás en el cuarto de invitados.

-        ¿Qué? ¡No! ¿Está limpio? Recuerda que soy alérgica al polvo.

-        Si Yoona, el cuarto está limpio.- Se levanta y camina en dirección a las escaleras.

-        ¿A dónde vas?

-        A ver qué hace Taemin.

 

 

 

-              Es bueno escuchar tu voz… mamá. Te hecho tanto de menos.- Taemin aferrado al teléfono suspira acongojado.

Hubo un tiempo en el que su madre no había podido tener comunicación alguna con sus hijos, a parte de la diferencia de horas entre Taiwán y Corea, el edificio de apartamentos estaba teniendo problemas con el cableado y toda señal telefónica. Con tan solo mensajes de texto mantenían esa poca conexión que aseguraba su bienestar –Claro, omitiendo algunos percances y su breve estadía en el hospital. Prácticamente Minho le había seducido para no habar sobre eso con su mamá. Y se dice seducido, porque no hicieron falta más que un par de besos y una bonita sonrisa para el menor háyase caído rendido a sus pies.-

-        ¡Oh dios mío! ¡Los extraño tanto! ¿Han estado bien? ¿Han comido bien? ¿Te has enfermado? ¿Te ha dado un ataque? ¿Llevas tu inhalador a la escuela? ¿Minho te regaña mucho?

Taemin ríe bajito por todas las miles de preguntas que su madre le hacía y su tono tan maternal y protector que tanto extrañaba. La voz de su mamá lo tranquilizaba igual que la de Minho, ambas eran perfectas y cálidas.

-        Si mamá, hemos estado bien. Comemos bien, Minho me llevó el otro día por helado. No he enfermado. Un par de ataques, nada malo. Lo llevo tooodos los días.- Ríe. –Y… Minho…- Se muerde los labios.

¨Mamá Minho me gusta. Si, mi hermano.¨

-        ¿Qué pasa con Minho mi amor?

-        Él es un buen hermano. ¿Sabes? Te alegrarás cuando vuelvas; él cambió… para bien. ¡Mamá! ¡Minho me quiere!- Sin poder esconder la euforia en sus palabras se lanza al sillón jugueteando. Escucha la risa chillona de su madre al otro lado de la línea y se contagia. Oh dios. Ansiaba contarle tantas cosas a su mamá. Ella era su mejor amiga, y apenas cumplió diez años ella le dijo que cuando él se sintiera atraído por alguien no dudase en decírselo. ¡Serian como mejores amigos! Él le contaría todos sus sentimientos y seguramente ella lo apoyaría y aconsejaría cosas.

-        Lo sé chiquito, me lo mencionó… ¡Minho siempre te ha querido Taemin! Solo que no sabía como demostrarlo. A demás que a veces es un poco temperamental.

Lastimosamente eso no sería posible.

¿Cómo decírselo? Que le gustaba su hermano. Su hermano mayor. Que el simple hecho de su existencia revolucionaba lo desconocido en su tierno cuerpo. Nunca podría ser sincero ¡Lo vería como un  monstruo! 

El tema rondando por su cabeza lo deprime; por un momento las risas se extinguen y el silencio reina en ambas líneas. Taemin de panza en su cama inconscientemente vagaba en sus pensamientos, y su madre, sentada frente a la venta de un hotel, misteriosamente disfrutaba de la suave respiración de su hijo menor. Intuía que algo pasaba. Algo que llevaba entre las patas a su hijo mayor.

Taemin aun sabiendo que no podía verlo su mamá sonríe.

-        Amor, hablando de tu hermano, ¿Dónde está?

-        Esta abajo. Hay… visita.

-        ¿Quién llegó cariño?

-        Noona Yoona.

-        Ah, la rubia oxigenada.

-        ¡¿Mamaaá?!- Taemin rie alto, ¿De verdad era esa su madre? Se suponía que ella se había ganado a Yoona, que la pensaba como una persona de bien. -Hahaha, ¿Por qué mamá?-

-        Cuando tú tengas hijos mi amor. Entenderás. Para un padre  las personas nunca son lo suficiente buenas para sus hijos. Los padres siempre esperamos una persona digna de nuestros retoños…

-        Ya veo…

¿Seré yo lo suficientemente bueno para Minho? Debo pórtame bien.

-        Bueno cariñó, me saludas a Minho, tengo que ir a buscar a tu papá.

-        Claro, por favor mándale saludos, y un gran abrazo y para ambos un beso.

-        Adiós Taemin.

-        Te amo. Adiós.- Cuelga.

-        ¿Quién era?- Lo asusta Minho.

-        Mamá

-        Hey, que egoísta, yo también quiero abrazos.- Minho lo sorprende en la cama y se deja caer junto a él. Taemin enrojece. –Pero mira qué bonito color hay aquí.- Con sus dedos procede a pinchar las mejillas de la frutilla.

-        Auh, Hyung, me duele.- Con un tierno puchero se cubre las mismas.

-        Ah que chillón, ¿Quieres que en verdad te duela?

-        ¿Eh?

Minho rueda por la cama y  termina apresando a Taemin bajo su cuerpo, toma por sus manitos y las captura manteniéndolas inertes.

-        ¡Hyung!- Como gusano en sal, comienza a retorcerse.

-        Aullaras de dolor, travieso.- Y se lanza a morder sus cachetes.

-        ¡Uwaaa!

 

 

-*-

 

Unas horas antes…

 

-        ¿Pero qué me dices mujer? Eso es casi imposible.- Hee le da una calada al cigarrillo y deja salir el humo lentamente. La rubia lo mira con cara de malestar.

-        Sé lo que te estoy diciendo, si tan solo me pusieras atención o le tomaras la importancia que se merece…- Lo agarra del hombro y lo jala para que le mirase a la cara. -¿Te gusta verdad?-

-        No como tú crees… igual ¿Quién te lo dijo?

-        Que no te importe. Te gusta, lo quieres de alguna forma ¿No es así?- Heechul asiente con el ceño fruncido. –Pues justamente él está en mi camino.-

-        ¿En tu camino? ¿Qué podría hacer él…

-        Los vi besarse ¿Sabes?- Hee abre la boca sorprendido. Sus ojos reflejaban un ¨no lo puedo creer¨ que ella comprendió correctamente. –Ese chiquillo esta quitándome a mi novio y es una de las cosas que no voy a tolerar. –

-        ¡Woooah! No sabía que a Minho le gustase…

-        ¡No le gusta! Solo está comenzando… a ¡Hay que evitar que pase a mayores! ¡Quiero a mi novio de vuelta!

-        Agh, que molesto. ¿Y yo por qué?

-        Porque sé que lo quieres para algo. Y si tu ahuyentas a ese chiquillo, se alejará de Minho… ¿Entiendes? Tú, lo tendrás a él, y yo a mi noviecito.

Claramente, algo no concordaba en el plan de Yoona, de hecho no tenía coherencia, nada de lo que decía.  

-        Lo pensaré.

-        ¡¿Qué hay que pensar?!- Yoona deja caer lo brazos. –Solo serán unos empujoncitos o algunas intimidaciones… Nada que un niño de dieciséis años no pueda controlar….

-        Catorce. Tiene catorce.- Rectifica.

-        Lo que sea. Ya me harté de él, llámame cuando lo decidas.

-        Seh, como sea.

 

Yoona rueda los ojos y sale del patio que los rodeaba. Su plan provisional era conseguir más pruebas de que había algo chueco entre su novio y Taemin –aunque no lo aceptara.- para por así decirlo extorsionar al chiquillo y quedarse con Minho, si bien eso era caer muy bajo, no podía arriesgarse.

 

-*-

 

 

La noche calló y la hora de dormir se aproximó.

Unas manos frías llegaron por su espalda y le abrazaron melosamente, se levantó como de rayo cuando una de las manos amenazó por colarse a su bóxer.

¡Qué verga!

Prende la luz y  mira a Yoona con una delgada bata de dormir.

-        Ahh, me asustaste Yoona.- Suspira Minho.

-        Eso parece.- Se ríe. –Ahora ven, vamos a dormir.- Palmea el colchón y se acurruca.

-        Yoona… te había dicho que no podemos dormir juntos… Taemin está en la otra habitación.-

-        Si, si, si, no te preocupes por él. Ya esta grandecito, él sabe de estas cosas.

-        Oh, créeme que no, no sabe. Ahora, por favor Yoona, vuelve a tu curato. – Minho se cruza de brazos.

-        ¡Yo quiero dormir aquí Minho!- Hace un puchero y se aferra de la sabana.

Minho sabía a la perfección que realmente Yoona no quería dormir. ¿Por qué se comportaba así? Se suponía que ella estaba pasando por un mal momento y lo que necesitaba era descansar.

Se pasa una mano por la cara y por su cabello.

-        Quieres dormir aquí….

-        Si…

-        ¡Bien! ¡Dormirás aquí!- Acto seguido se aproxima a la cama sonriente pero solo para sacar una almohada de las tres que había y caminar a la puerta.

-        ¿¡A dónde vas!?

-        Al cuarto de invitados. Ah, mañana en la mañana paso tus cosas para acá, tranquila, quieres dormir aquí, está bien puedo dejarte mi cuarto.

-        ¡Minho!- Enojada.

-        Buenas noches princesa.- Le guiña un ojo y cierra la puerta antes de que Yoona le lanzase una pantufla.

 

Caminando a obscuras ve el cuarto de Taemin, el otro día cuando el niño había estado en el hospital, el hermoso descansar en cama ajena le seducía descaradamente.  El cuarto de invitados era frio y gris, daba miedo de cierta manera, ahora quizá comprendía a Yoona. No podía volver a su cuarto, sino, su novia sería capaz de amarrarlo a la cama y posiblemente violarlo.

Puede que no sea mala idea una visita nocturna para Taemin.

Piensa sonriendo.

Notas finales:

CHAN CHAN 

Creo que no hay nada importante que mencionar aquí:v no estoy seguro... 

Una disculpa por la tardanza pero las cosas son simples: Las actualizaciones son conforme los RW. Mientras más RW, hay actualizaciones más rápido *Extorsión nivel Charisma* 

kjdfkasjfjkfrgkjfgjh Odio a Yoona. Es tan mala y ... ¡Agh! Tengo miedo de que algo malo le pase a Taemin, sinceramente. 

ÁMEN A SANDIA SANDÍA,

ÁMEN A THE NIGHTMARE, me tienen abandonado ese FF. Jumm.

Nos leemos en la proxima actualizacion. Ciao.

C2MIN


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