Extrañado por su comportamiento suspiró derrotado ¿Qué me está pasando? Últimamente un raro calor quería comenzar a nacer de su pecho, lo sentía extraño y cálido a la vez, no sabía por qué condición inclinarse a seguir con el corazón.
Minutos después Taemin bajó de la misma manera: apresurado y haciendo ruido excesivo. En efecto; su hermano se había cambiado. Minho pestañó repetidas veces a un sentado en el sillón mientras miraba como Taemin buscaba su zapato por la sala bajo el sofá frente a él… ¡¿Eh?!... Lo escucha gritar un ¨ ¡Aquí estas zapato malo!¨ que le hace enternecer muy en su interior (y también en el exterior porque no pudo reprimir que una sonrisilla tonta surcara sus labios) Peeeeeero… de igual manera no le dejaría salir así.
-¡Ya, vámonos Hyung!- De un momento a otro ya se encontraba dando saltitos en la entrada de la casa desesperado por que Minho se levantará del sofá y se marcharan a esas canchas que tanto ansiaba conocer.
-¿Y tú, a dónde vas vestido así?- Con una ceja enarcada se levantó del sofá casi por instinto, o como si Taemin se lo hubiera rogado cuando le miró con un brillo en los ojos. Lo inspeccionó con la mirada de elevador y se disgustó.
-¿Qué?- Taemin llevaba puesto unos shorts hasta la rodilla color azul marino y una camiseta de lino sencilla amarilla con un estampado casual. Era más que obvio que se congelaría con la temperatura de ahí afuera. -¿No vamos a las canchas?-
-Sí.- Suspiró. –Pero, está haciendo frio afuera, no puedes salir así, recuerda que tienes asma.-
-Pero…-
-¡Sin peros! Valla a cambiarse.- El castaño obscuro frunció el ceño notablemente enojado pero más que desagradable se veía tierno, caminaba pesado y susurrando cosas como ¨tonta asma, si no existieras ya estuviera en las canchas¨ Minho rio. Pero su ¨sonrisa¨ se tornó sádica cuando Taemin bajó una segunda vez por esos escalones…
Unos pantalones blancos ajustados, muy ajustados, pantalones muy… Aamm~ dejando en evidencia sus bonitas, largas y esterilizadas piernas; una camiseta gris de manga larga de cuello redondo, unas botas de soldado y un sweater rojo de lino.
Realmente….parecía un adolescente, un adolescente, bien hecho y derecho, un adolescente… ¿atractivo? Por un momento quiso que su hermano volviera a vestirse como el niño de diez años que hace un momento parecía.
Frunció el ceño.
-Nop. No me gusta, devuélvete.- Apuntó con la mano y el dedo mandón la sima de las escaleras, no le dio la oportunidad de protestar y ni de poner un rostro incrédulo porque volvió a hablar. –Es más, ven, yo te escogeré la ropa.- Trotó hasta donde él y le dio la vuelta para comenzar a empujar a su hermano por la espalda obligándolo a subir por tercera vez. Con la vista en la nuca fue descendiendo de poco a poco hasta llegar a cierta…parte de la anatomía del cuerpo de Taemin.
Un jadeo silencioso se le escapó de los labios cuando fijó la vista en ese respingado y redondo trasero. Su cara ardió en un sonrojo y sus ojos se abrieron grandes.
Era un buen culo.
No podía negarlo.
Comenzó con curiosidad a ver como en menor contoneaba las caderas y movía ese buen trasero a la par que seguía a lardeando sobre su atuendo y cosas que a Minho realmente no le importaban, porque estaba muy entretenido en otra cosa, una cosa más bonita.
Para ti, para mí, para ti, para mí, para ti, par…¡Mierda! Y luego se acordó que iban a las prácticas de fútbol.
Donde solo había hombres.
Compañeros + el trasero de Taemin+ yo= ¿Una enorme orgia?...¡¡Pero qué putas cosas piensas hijo de la gran perra de mierda Choi!!!
Sacudiendo los pensamientos morbosos que yacían naciendo en la cabeza del Choi mayor, tuvo que despegar la vista de la antojable anatomía del pequeño y concentrarse en llegar al cuarto del cachetón.
-Hyung…no entiendo- Una vez ya más cerca, pudo escuchar con atención al menor.
-Es que no es de entender-
Se abrieron paso por la habitación del menor quien fue a dar a la cama y Minho directo a los cajones de ropa.
-A ver, ¿qué tenemos aquí?-
Taemin le ve abrir los cajones de ropa con una sonrisa ladina en los labios; Minho mantiene el ceño fruncido para cada prenda que rosaba sus dedos diciendo en severo ¨¡No!¨ y lanzándola a la cama. No entiende como es qué llegaron a su habitación y tampoco como es que siente la relajación en el aire si apenas hace unos minutos estaban por irse a las canchas.
-¿Qué no tienes pantalones normales?-
-¿Eh?- Ve como Minho avienta pantalón tras pantalón, todos de colores, azules, rojos, amarillos, verdes, rosas, morados….de todos… -Tampoco entiendo…- Puso una cara extraña, porque realmente no entendía, no sabía a qué era lo que quería llegar, si todos eran pantalones normales, tenían dos extremidades para las piernas, bolsas en la parte trasera y delantera, claro está unos estaba rotos, tenían botones y zipper….¿que tenían de raros?
-¡Todos son pitillo!-
Puto. Minho también usaba de esos.
Minho se levanta y le mira parado ganándole altura, y el menor solo atina a pestañear con el rostro ingenuo e inocente…tan….tan, tan Choi Taemin.
-oh, eso- Con una sonrisa y sonrosado desvía la mirada al piso y pronuncia un silencioso ¨Lo lamento¨ que hace que el moreno se descoloque. De todo lo que ve en la cama, elige lo más sencillo.
(O lo que menos llame la atención)
-Tae, ten- Extiende un pantalón negro (pitillo) una camiseta negra, y otro sweater negro con capucha. Taemin le mirar raro, expectante con los labios entreabiertos. El moreno sabe de sobra que no le gusta nada esa ropa, porque anteriormente le vio quejarse con su mamá diciendo que el negro no le favorecía.
Para Minho eso era una vil mentira, Taemin siempre se vería precioso con cualquier cosa.
-P-Pero todo es negro…- Los ojitos de Taemin asemejan a los de un cachorrito regañado, pero no funciona cuando tratan de persuadir a su hermano.
-¿Y?- Arquea una ceja.
-No hay nada vivo en el- El menor entrecierra los ojos acusadores e infla las mejillas graciosamente; y Minho…Minho no es capaz de reprimir una risilla y por primera vez en su vida, siente que puede comenzar a platicar con su cachetón sin sentir que le molesta; lo que antes le hubiera causado asco y rencor, ahora le parece lo más normal del mundo, como si todo esos años donde le hacía travesuras se borraran con la brisa del viento, como si siempre hubiera tenido una buna relación con su fruta y fueran los mejores hermanos del mundo. Su corazón comienza y palpita cálidamente, cosa que nunca había sentido en compañía de Taemin. ¿Qué está cambiando?
-No te rías Hyung- Taemin hace un tierno puchero que no pasa desapercibido y sonríe.
-Pero si lo pones en tu cuerpo ¨vivo¨ tendrá vida también- Taemin vacila pero termina tomando la ropa y murmurando suaves y queditos ¨¿pero qué tiene de malo mi ropa¨ Que Minho sabe responder.
Extrañamente se veía lindo, pero quería ser egoísta y no dejaría que fuera así en las canchas por dos palabras: Amigos. Pervertidos. Si de por sí, ya estaba arriesgando la virginidad de Taemin al dejar que lo acompañase a las practicas, no se imagina que hubiera sido de su hermano si lo llevaba con tan ostentoso traje.
Un momento….¿Taemin será virgen?....¿Sería bueno preguntarle? Minho había comenzado a aguardar la ropa que había sacado, mientras Taemin entraba al baño murmurando cosas a cambiarse. Esa era una nueva duda que se preguntaba….así que ~¡¡Choi Minho Hipótesis Time!!~
¿Será virgen? Bueno yo a su edad, ya no lo era, pero la diferencia de madurez es muy grande; cuando yo tenía catorce el tan solo era un niñito de de diez años, todavía ni siquiera conocía a alguna niña, bueno, tampoco ha dado su primer beso, es casi imposible que alguien siga siendo virgen sin haber besado antes…a menos que sea de esos tipos que les gusta tener sexo sin sentimientos de por medio…otra cosa imposible, ya que es su primer año en la escuela oficialmente…no creo que sea tan precoz como yo. Aparte es muy tímido e inocente, pero no descarto que vea porno en su computadora mientras se masturba. Si es hombre lo hace.
En cuando termina de aguardar la ropa y cierra el cajón, su hermano sale del baño y cierra la puerta llamando su atención. Se levanta y le vuelve a pasar la vista de elevador inspeccionando su atuendo. Taemin cohibido aparta la vista de los ojos de su hermano, Minho tenía la mirada tan pesada que podía sentir claramente como lo desnudaba y le acariciaba la piel.
De la buena forma, claro está.
-Valla, ya estas decente- Taemin sonríe tímido a la par que acomoda un mechón de cabello de su flequillo y se encogía de hombros.
Minho le invita a ya irse porque tenían un pequeño retardo de quince minutos a lo que él le responde con un ¨claro, solo tomaré mi celular¨ Bajaron en silencio las escaleras Taemin sintiéndose nervioso de no tener que hablar. Pone su mente a pensar hasta que ya estaba sentado en la parte trasera del auto de su hermano, jugando con un pequeño hilo de su sweater. No quiere que su hermano piense que es aburrido, por eso abre la boca y dice lo primero que se le viene a la mente.
-Hyung…-
-Umm-
-¿Los muchachos de tu equipo de fútbol son tus mismos amigos de la fraternidad?-
Realmente no era algo que pensara, sino, algo que le inquietaba, porque si era así, literalmente estaba muerto.
Ve a su hermano espejear con un rostro no ceñudo, sino, tranquilo y poner la direccional.
-No, nada que ver. Los del grupo de fútbol son jóvenes de otras fraternidades o salones.- Minho mira el retrovisor y pilla a Taemin observándolo, este al instante baja el rostro presuroso y se sonroja como tomate.
Minho ríe, y ya no quiere dejar de verlo, pero debe.
-¿Por qué la pregunta?- Con una sonrisa divertida se dio cuenta de que ya casi llegaban a las instalaciones. Su hermano sabía cuando ser bonito e irresistible cuando se lo proponía. Y le gusta. Le gusta mucho. ¿Me gusta?..Me gusta… ¿sí? Aturdido por sus pensamientos, desacelera y se para en un semáforo en rojo.
-Oh...Bueno...Solo…¿curiosidad?- Taemin alza los hombros con un puchreo en los labios y Minho le vuelve a ver por el retrovisor alzando una ceja.
-¿Me lo estas preguntando o me lo estas afirmando?-
El cachetón abre los rojizos labios en silencio, meditando lo que iba a responder. Mira los obscuros ojos de su hermano, esos que los examinan y que son tan negros que él cree que puede encontrar todas las constelaciones en ellos, ve sus pestañas, largas y abundantes y se pregunta el cómo sería sentirlas entre los dedos.
-Creo….creo que una afirmación- Se remueve en incomodo porque de repente se sintió un imbécil por tardar tanto en responder.
-¿Crees?- Minho contraatacó devolviendo la vista a la carretera conduciéndose y adentrándose en el estacionamiento de las canchas.
-Si...- Asiente. –Creo que si- Minho sonríe simplemente porque quiere hacerlo y no pude creer que su hermano sea así El no es así, solo te está controlando…
Cuando por fin encuentra un lugar y se estaciona, él es el primero en bajarse del auto junto a su mochila que colgaba de su hombro, le hace un ademan a Taemin para que baje del auto y le obedece. Caminaron hasta adentrarse a las canchas donde Taemin al ver el pasto brillar por las pequeñas gotas de agua hizo un sonidito chillón de satisfacción y alegría.
¿Cómo algo tan insignificante le puede hacer tan feliz?
Taemin estaba que no se la tragaba. Las canchas eran tan grandes, el pasto verde y fresco, las gradas altas y limpias, todo era tan bonito y casual para los ojos del menor que asombrado no dejaba de mover su cabeza a todas direcciones observando todo como un pequeño niño.
A lo lejos un grupo de jóvenes calentando junto a unos conos color anaranjado, trotaban, saltaban y esquivaban.
-¿Ellos son tus amigos?- Levantó el rostro y encontró el de su hermano que miraba un punto fijo en la nada.
-Si, ¿Por qué no vas a sentarte a las gradas?-
-Ujum- Asiente alzando sus regordetas mejillas en una sonrisa. –Yo le espero ahí.- Y sin más se va dando saltitos por el pasto.
Minho le observa irse meneando las caderas, siendo un acto que el menor hacia inconscientemente y…
-¡Dios mío!- Minho se pasa la mano por la cara dando un suspiro de resignación, derrotado por no haber logrado su objetivo: El trasero de Taemin seguía llamando la atención. Levantó la vista como recriminándole algo a Dios y aventó una pequeña maldición.
-¡Minho!- Escuchó el grito de su entrenador y volteo por última vez a su hermano quien ya estaba sentado en las gradas y agitaba su mano saludando con entusiasmo antes de correr donde sus compañeros le esperaban.
-¡Voy!-
~*~
Habían pasado una hora y media de entrenamiento, ahora estaba con la espalda en el pasto haciendo abdominales, sudando como cerdo en corral (aunque nos cerdos no suden) Henry uno de sus compañeros, le tomaba de los pies ayudándolo a estabilizarse y no irse hacia atrás.
-¡Uno!, ¡Uno!, ¡Uno-
-¡Ya llevo más de veinte!- Minho con el ceño fruncido, típico de él, subía y bajaba con las manos en su nuca, el sudor le viajaba por la sien y comenzaba a picarle la frente, su camiseta estaba empapada de la espalda y en el abdomen.
-¡¡Uno!!- Sonrió Henry. Minho estuvo a punto de soltarle un golpe cuando su entrenador gritó un ¨¡Abajo todos!¨ mientras sonaba el silbato. El ¨Ahh~¨ de todos al dejarse caer al pasto, resonó por todo el lugar.
El de ojos grandes no fue la excepción, también se tiró al pasto dando un suspiro de alivio. No habían parado de entrenar. Miró el cielo y unos nubarrones se estaban formando, él no tenía frío porque a un estaba caliente por el ejercicio, pero podía sentir el aire fresco pegarle en la cara y los brazos desnudos.
¿Taemin no tendrá frío?
-¿Qué ves Minho?- Henry quien hace un momento lo sujetaba de los pies, se echó junto a él viendo el cielo igualmente.
-Realmente nada- Suspiró.
-¿De qué te acongojas mi querido amigo?- Preguntó. Y Minho no entendió.
-¿A qué viene tu pregunta?- Arqueó una ceja y levemente viró el rostro para ver a su amigo, el tema le olía mal.
-Es que siempre estas, solo, y ahora no es diferente… ¿Qué no te cansas de la soledad?- Minho se aturdió ¿Eh? eso era una clase de broma para Minho, una que lo hizo fruncir el ceño y sonreír amargamente.
Esta vez si es diferente…puto.
-No tiene sentido tu pregunta, no estoy solo- chasqueó la lengua. Era mentira.
-Siempre vienes solo-
-No es verdad-
-si-
-No-
-Si-
-No, hoy No- Respondió seguro…o lo que cabe en ello.
-¿Qué?- Henry rodó en sí mismo y quedó boca abajo apoyándose en los codos mirando a Minho. -¿Cómo que hoy no?-
El moreno suspiró hondo, ahora les tendría que explicar y presentar a su lindo hermanito menor. Cerró un poco los ojos y dijo:
-¿Vez a la personita de las gradas?-
Henry volteó rápido a donde su amigo decía y abrió los ojos con admiración.
-¡¿Pues quién es?!-
-Mi….mi hermano- Rodó los ojos.
-Woooow, ¿Cuántos años le llevas?- Y solo preguntó para corroborar, porque realmente se veía muy joven.
-¿Dos?.... ¿Cuatro?- Se encogió de hombros, para él esa información le era irrelevante. Minho se levanta y le da la espalda a las gradas, no quería verlo, no a él, no es ese momento, porque sabía que pasaría y no quería : Sus grandes ojos lo encararían el rostro.
-¡¿Pero qué mamada acabas de decirme?!-El castaño con violencia le propinó un golpe limpio a Minho que de seguro le dejaría un moretón, el otro simplemente le encaró ceñudo como era de costumbre.
-¡Hey imbécil, ¿Qué te pasa?!-
-¡¡Tú, que no sé cómo eres capaz de decir dos o cuatro si bien podrías ser su papá!!- Y Minho entendió.
-¿A quién mierdas estás viendo?- Con ayuda de su trasero se giró con dificultad (el pasto le picaba) sintiendo sus músculos tensarse.
-Pues al niñito que juega en las gradas-
- JA JA JA JA- Explotó en risas.
Era cierto, en las gradas estaba su hermano, pero a unos cuantos metros a su izquierda había un pequeño niño de apenas tres años jugando con un carrito, llevaba puesto una bufanda roja y un gorrito con un pompon negro, era lindo pero no tanto como Taemin, quien, concentrado observaba a su alrededor.
Tan ingenuo~
-¡No, imbécil, ja ja ja, es él que está a su lado.- tomándose la barriga dejó salir la su risa a sus anchas, comenzando a sentir sus ojos lagrimear y su panza dolerle. –Ja j aja, hay…- Se inclinó hasta adelante dejando su frente golpear sus rodillas disfrutando de su espectáculo… ¿Por qué sus compañeros eran tan tontos? –Dios~-
Pasado cerca de cinco minutos dejó de reír y suspiró pesado sintiendo su barriga descansar, se secó las lágrimas y estiró las piernas como gato regordete.
-Hay Henry…¿Qué te hizo pensar q-? ¿Henry?-
Pero ya no lo vio junto a él. Y cuando fijó la vista al frente, mascullo poniéndose de pie como si le hubieran puesto un cuete en el trasero.
-¡Mierda Taemin-
Porque medio equipo de fútbol iba directo a su hermano.
.
.
.
.
En todo el transcurso del tiempo se la había pasado viendo como su hermano entrenaba…era…eran tan… Wooow. Su hermano saltaba, trotaba, corría, zigzagueaba, daba vueltas, hacía sentadillas, lagartijas, abdominales, mariposas, corría entre las llantas y los conos, pero Taemin…Taemin se perdió cuando hacía los jaguares.
El admiraba a su hermano, tenía mucha resistencia física, era guapo y atlético….y él, él parecía una chica. Taemin por un lado quería ser más masculino. La cosa estaba en que no sabía cómo hacerlo.
Yo ya me hubiera muerto si hiciera todo lo que Hyung~
Sonrió para sí mismo moviendo los pies que no llegaba a tocar el pasto de la cancha. Pasó una última vez la mirada por el cielo, había nubarrones, unos regordetes y grises nubarrones.
Tal vez llueva~
Sonrió de nuevo. Nunca había estado en la lluvia al rojo vivo, pese que al tener sus graves problemas respiratorios si pillaba un resfriado podría morir.
No Taemin, no quieres morir ¿O sí?
Sonrió más amplio. No podía creer que se estaba hablando a él mismo.
Una vez más quiso admirarse del buen cuerpo que su suculento hermano poseía, porque mierda, que si tenía un buen cuerpo y un trasero que…
¡Taemin ¿qué cosas piensas?!
Horrorizado por sus pensamientos pecaminosos, su cara hirvió en un fuerte rubor que fue imposible de ocultar por su blanca piel y casi pudo decir con certeza, que escuchaba el desenfreno de su corazón al palpitar como loco.
No, no pienses eso Taemin…
Tan lindo.
Tan inocente.
(¿Qué diría si se enterase que su hermano soñó con que follaba con él y se excitó al cargarlo hacía su habitación porque olía jodidamente bien y porque accidentalmente rozó su lengua con su cuello?)
Qué bueno que Taemin no leía mentes o era un especie de brujo. Porque Minho estaría cargadísimo.
-¡Hola amiguito!-
Taemin rápidamente bajó la vista asustado al escuchar es voz tan cerca… y valla que estaba cerca, parado frente a él mejor dicho.
¿Cuándo llegaron?
Con horror miró a cinco jóvenes parados frente a él mirándolo curioso. Gracias a que era muy distraído y estaba volando libremente en sus pensamientos no escuchó cuando los compañeros de Minho llegaron a su encuentro.
¡Rayos, dios, no!
Sintió la vergüenza apoderarse nuevamente de sus mejillas, coloreándolas de un escarlata muy bonito, entre abrió los carnosos labios pero nada salió de ello, sino, hasta que agachó el rostro cohibido y intimidado.
-H-hola- Tímido con las manos temblorosas acomodó su flequillo pasando su lengua por sus labios. Eran demasiados ojos viéndolo.
-¿Eres el hermano de Minho?- Un joven se sentó a su lado y su corazón se disparó asustado.
-S-si- Se dio el valor y izó su tez. Cielos, eran cinco muchachos. El castaño sentado a su lado, un rubio, un azabache como su Hyung, un pelirrojo y uno con gafas.
-¡Aigoo que eres lindo!- Ahora fue el pelirrojo quien se sentó a su otro extremo. Ya no tenía escapatoria. -¿Cómo te llamas hermoso?-
Los piropos no tardaron en aparecer y el ya se sentía desfallecer.
-Tae-Taemin- Su vista fue a parar a sus piernas y se sintió más imbécil que cuando se calló en los baños. Sus piernas temblaban como las de los ciervillos recién nacidos. ¿¡Por qué eres tan tímido Taemin!? ¡Trágate esa timidez Choi! ¡Dale honor a tu apellido!
Con un poco de orgullo y las manos temblorosas irguió la espalda lo más que pudo, sacando el pecho y sonrió.
-¡Un gusto conocerlos!-
De pronto unos gritos que lo asustaron mezclados con unos ¨Dios que lindo¨¨Yo si me lo como¨¨ ¿Por qué no eres mi hermano?¨ y cosas absurdas lo hicieron sonrojar.
Luego el rubio se puso en cuclillas y habló.
-No te pareces a Minho- Taemin parpadeó abrupto. Ese rubio tenía la boca retacada de verdad.
Él no se parecía a Minho.
En nada.
-Y-yo…lo lamento- Sonrió tímido.
-No tienes nada de que disculparte…de hecho…así está bien, Minho es un Ogro.- Y también sonrió.
-Hyung es muy amable.- Contraatacó. No le gusto nada ese comentario, nanais, nanais.
-¿Amable?- Habló el de los lentes.-Minho es todo, menos amable precioso.- Rio.
¿Qué era toda esa basura que decían? Taemin frunció el ceño y separó los labios para recriminar pero una voz que conocería entre millones le ganó.
-¡Taemin!- Minho atravesó entre el azabache y el tipo de lentes hasta llegar donde Taemin que estaba cohibido entre otros dos chicos más. Entonces sintió enojo. Algo que le nacía desde el corazón y se iba expandiendo hasta el cerebro, nublándole las ideas y sacando su animal interior a punto de matar a alguien, fue algo amargo…algo doloroso…algo como….
-¡¡Los voy a matar si le pusieron un dedo encima hijo de puta!!-Con violencia tomó a Taemin del brazo y lo hizo levantarse diciendo un suave ¨¿Hyung?¨
Minho lo ocultó tras su imponente cuerpo con el ceño hecho uno, queriéndolo esconder de sus amigos, estaba cabreando y no sabía bien el por qué.
¿Así se sentirán los celos? Pensó.
Wooow, hasta que decía algo con raciocinio.
-Tranquilo Choi, solo conversábamos.-
-Sí, claro, lo mismo dijiste con Krystal y luego te la cogiste, rubio teñido.-
Taemin estaba tras su hermano sin entender muy bien las cosas ¿qué rayos pasaba? Mira el suelo y sus mejillas están calientes.
¿Así se sentirá que te protejan?
(Ahhh, cosita hermosa)
-¡Oye!-
Y Minho se puso a discutir con sus compañeros sobre que no tenían que acercársele a Taemin, ni hablarle, ni siquiera mirarle, es más, ni respirar su mismo aire, sobre que ellos eran mala compañía y su hermano un niñito de catorce años mientras este se perdía en su mundo por segunda vez y se sonrojaba cada vez más y sonreía bobito al pensar que su Hyung lo defendía muy bonito.
Continuara…