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*~¿Sandía, sandía?~* por Charisma2Min

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Notas del capitulo:

Me da hueva dar explicaciones xc 

Minho se apresura a abrazar a Yoona cundo esta corre a sus brazos dolida de algo que aun no saben.

-        Yoona…- Susurra en su nuca mientras esta no deja hipar por las lágrimas que por su rostro bailan.

Taemin observa silencioso entre las rejillas de las escaleras, sentado en el tercer escalón.  Su mirada inquisitoria se fija en las manos de su cuñada que se sostenían con fuerza de la camiseta de su hermano.

¿Qué podrá ser?

La suave voz de Minho le habla.

-        Taemin… ¿Podrías traerme un vaso de agua por favor?

No rezonga, cree que no es el mejor momento, solo acata la orden y baja un vaso de cristal de la estantería con cuidado y lo rellena con agua fría. Camina trancando de no hacer ruido para que esa atmosfera de tención y preocupación no se  viera interrumpida y coloca el vaso en la mesita de decoración.

Minho mueve los labios en un ¨gracias¨ sin que salieran las palabras y Taemin asiente volviendo a su puesto en las escaleras. 

Observa como Minho ayuda a sentarse a la rubia y comenzar a charlar muy despacito. No es que Taemin fuese chismoso por naturaleza, pero le había extrañado tanto que su cuñada llegara en tan deplorable estado que… vaya que la curiosidad le picaba.

Jummm, vamos Taemin, son problemas de parejas.

Sonríe triste. Diablos. Era verdad, no pensó en eso.

Su hermano tenía pareja, una hermosa señorita.

Qué tristeza… todo lo que quiero es tan inalcanzable…

Sus bonitos ojos se acongojaron con tan solo recordar el único y fuerte lazo sanguíneo que les unía y las precarias –por no decir ¨nulas¨- posibilidades de que él y su hermano pudiesen ser una pareja.

Tonto, él nunca dejaría a Yoona por ti, el amor que les demuestra a ambos es totalmente diferente… No te hagas ilusiones.

Demasiado tarde, Taemin ya había caído.

Se sostiene un poco más fuerte de los barrotes del la escalera y cierra los ojos tratando de tranquilizarse.

Sería mejor que no estuvieras presente… dales privacidad…

-        Buena idea.

Pero en lugar de llegar a su cuarto, corrió hacia la puerta trasera de su casa, cerró con cautela haciendo lo mismo con la pequeña del cerco y se alejó de la casa.

No era tarde, si acaso era medio día. Podría ir a cualquier lugar sin temer de la obscuridad de la tarde. Caminó…. Y caminó pensando, realmente en cualquier cosa.

Intentó no pensar en que Minho y Yoona estaban en completa soledad en la tranquilidad de su hogar.

Pero irremediablemente todo giraba en torno a ese par.

Basta Taemin, te lastimas.

-        ¿No es lo mejor que sé hacer?

La acera era entretenida, hormiguitas caminaban con moronas de comida haciendo fila india directo a su hormiguero. Los pajaritos cantaban al son del viento. Algunas hojas caían adornando el césped de colores amarillentos, naranjozos y dorados.

Minho….

No se cargaba ganas de llorar. Estaba cansado de llorar a decir verdad. Todo el tiempo había sido un niñito llorón, cualquier cosa lo asustaba con facilidad y siempre se comportaba de una manera infantil y arrogante. Estaba cansado de no poderse defender él mismo; de no ser independiente… ¿Qué era eso de…?

Agh, no, que imbécil.

No era posible que ya fuera un adolescente y no pudiese salir ni a la tienda sin que algo ridículamente tonto le pasara…

Ya estás a fuera tonto.

Deseaba el cambio. Requería el cambio.

A unas cuantas cuadras, encontró una pequeña banca color marrón desgastado frente a un parque. Se sentó y dejó que sus sentimientos fluyeran a como ellos quisieran…

Primero… , primero lloró –Cosa que dijo no volvería a hacer- pero esta vez fue diferente, no era por miedo o tristeza, era por decisión. Sus manitos tomaron con fuerza la orilla de la banca y se dedicó a ver sus lágrimas caer con furia una tras otra en el suelo. Luego… un grito, sus pequeños pulmones se llenaron del aire suficiente para poder gritar con frustración y dolor desgarrador. Lo sentía bien, liberarse.

 

 

 

Cuando se adentró a la parte más urbanizada, dejando a tras los suburbios de su colonia se dio cuenta que torpemente había caminado más de lo planeado. Por la vitrina de un local observó el reloj marcando las cuatro veinte.

¿En verdad había caminado tanto?

Sus ojos perdidos, llenos de un bruma escanearon el lugar donde se encontraba. No lo conocía.

¡Maldición! ¿Dónde estoy?

La cabeza comenzó a darle vueltas, no estaba mareado, más bien, abrumado, había demasiada gente transitando. El hecho de que estuviera semi-extraviado no le causaba temor. Era raro.

Era como un siervillo recién nacido. Mira los colores de lo que parece ser una tienda de juguetes y sonríe. Las luces se suavizaban y dispersaban en sus pupilas con gracia, como cuando entrecierras los ojos ante una luz hermosa, halos de diferentes tonalidades jugando con su cordura; unos realmente bellos, otros fuera de lo común.

Camina hacia las luces a sabiendas que estaban del otro lado de la acera pero no voltea para cruzar de una manera segura. No lo creyó necesario. No sintió el riesgo.

¿Dónde había ido todo su raciocinio?

 

Sepa.

Él quería las luces. Las quería cercas. Entre sus manitos. Anhelaba la calidez de las luces, rayitos de sol artificiales.

Escucha un ¨ ¡Cuidado niño!¨ y se ríe. Pero el claxon del auto es lo suficientemente alto como para alarmarlo. Se encoje de hombros cuando da un salto y cierra los ojos.

No estás pensado, idiota.

Niega efusivamente

-        Tienes razón, será mejor que llame a Minho Hyung

Estás imbécil. Él está con Yonna, no tiene tiempo para ti.

-        Pero él… Dijo que siempre me cuidaría, ¿Sabes?- Sus manos inquietas llegan hasta un mechón de cabello propio y lo comienzan a alisar.

Eres un niño tonto. ¿Crees que te preferiría sobre su novia? Ella es el amor de su vida

-        Cállate. Tú no sabes nada ¡Yo soy su hermano! - El murmullo de las personas se cuela a sus oídos creando sinfonías extrañas, susurros, para ser más exactos. Pero era como si esos susurros se distorsionaran. Le daban miedo, era como si esas voces intentaran hacerle saber lo obvio.

Terminarás llorando como siempre, no sabes mantener una promesa.

-        ¡Guarda silencio! ¡No distorsionarás mi manera de pensar! – Grita en un susurro apretado.  

¿A quién quieres engañar? Al que realmente quieres callar es a tu corazón.

-¡       SHHHH! Volveremos solos a casa..

¿Por qué no ha cumplido su promesa? ¿Por qué no está contigo ahora que lo necesitas?

-¡CÁLLATE! El tiene prioridades.- Hace un puchero, pero luego un balde de agua fría le cae en sima. Él también quería ser parte de las prioridades de Minho… ¿Cómo se lograba eso?...

 

-        Oye…- Alguien le toca el hombro con delicadeza.

Taemin sobresaltado, de un brinco se aparta de su alcance. Era un chico rubio, de ojos gatunos que le miraba con preocupación.

-        ¿Te encuentras bien?- El chico se acerca un poquito y Taemin no se mueve.- ¿Puedo ayudarte en algo?- ¿De dónde había salido aquel chico?

Los ojos del menor de llenan de todas las imágenes que transcurrieron a lo largo de  semana, todas tan rápidas como un rollo fotográfico, se miró a si mismo en transe, como cuando no hay señal en la televisión y el ruido de la estática inunda toda la habitación;  cae en cuenta de una presencia ajena y mira a su alrededor abrumado.

-        ¿Dónde estoy?- No conocía el lugar. Era la segunda vez que lo examinaba y no se orientaba a la perfección, recuerda alguno que otro edificio colorido de cuando volvía del hospital aquella vez que se quemó, pero solo era algo vago–Quiero irme a casa- Susurra.

Taemin lo examina, el rubio era alto, quizá tendría la misma edad que su hermano pero no era tan alto, su piel era blanca y sus labios tenían una linda forma de corazón.

-                 ¿Dónde están tus papás?

-        No… Mi hermano.- Es lo único que alcanza a decir. Sigue mirando a su alrededor, curioso.

-        ¿Tu hermano? ¿Qué tiene él? ¿Está mal? ¿Dónde se encuentra?- Le toma de una manito.

Vaya, demasiadas preguntas. Taemin no se sintió temer con el muchacho, era más un sentimiento de pertenencia el que expiraba de poros. Algo protector. Tan materno que deseó de nuevo que su madre no estuviera en Taiwan, quiso que ella viajará desde allá sólo para que le envolviese en un cálido abrazo y le susurrará cosas amorosas como cuando más pequeño.

-        Él… él está en mi casa.- Le sonríe. Pero el gesto no es devuelto, es más, el chico rubio parece enojarse.

-        Ven pequeño, te llevaré a tu casa…

¡Taemin, te has vuelto a extraviar!

-        Oh, diablos.

 

-*-

 

-        ¿Realmente, qué es lo que necesitas Yoona?- La chica le mira con el vaso entre las manos y limpia su nariz.

-        Minho…yo, necesito quedarme al menos unas semana… te necesito, a ti. Mis padres se están divorciando y la verdad no quiero estar en mi casa…

¿Qué si le había tomado por sorpresa? Si.

Hace un tiempo que no sabía nada de Yoona y cuando por fin le ve, está le pide hospedaje por una semana en su casa. Tenía cosas que solucionar. Tenía a Taemin… quizá el dinero no les alcanzaría para los tres…-Realmente si, y hasta les sobraría pero el subconsciente de Minho por alguna extraña razón lo utilizó como excusa para negarla.-

-        Yoona…

-        Por favor…

Pero era su novia y su amiga también; y debía apoyarla para todo lo que fuera, en las buenas y en las malas ¿No?

Los ojos tristes y su rostro lastimero le encogieron el corazón. Debía ser el hombre para ella.

Él en un rápido movimiento la alcanzó y la envolvió en un abrazo lleno de preocupación. Apoyó su mejilla en la coronilla de Yoona y la arrulló.

-        Claro Yoona, puedes quedarte.- Entonces ella se echó a llorar a moco tendido.

-        ¡Oh Minho! ¡Gracias, gracias!- Se apartó de él solo un poco, para con sus manos atrapar sus mejillas y besar repetidamente sus labios. –Gracias corazón… gracias.-

-        Si... De… nada.

¿Por qué no se sentía del todo bien aceptando eso? Había algo que todavía no cuadraba pero que le daba temor descubrir. Es más, no deseaba ni preguntar.

Yoona se limpia lo que puede con una servilleta y le sonríe levantándose del sofá. Alisa sus ropajes y le pide sutilmente a Minho que le acompañe a la puerta, este obedece y la despide con un tierno beso en la frente. Cuando Minho cierra la puerta siente un hoyo en su estómago.

¨Te llamaré en un par de días para traer mi ropa y alguna de mis cosas amor¨

¿Qué clase de sentimiento es este? Frunce el ceño. Se suponía que él era una persona calculadora y nada se salía de su control, se suponía que era un hombre de presencia. ¿Por qué la inseguridad se lo consumía?

Preso del pánico al que estaba por recurrir se pasa las manos por el cabello y la cara cuestionándose si realmente había sido buena decisión aprobar la ocurrencia de Yoona.

Mira el reloj marcando cuarto para las cinco.

¡Maldición!

Yoona consumió toda mi tarde. Será mejor que haga algo para comer rápido… ¡Taemin! Taemin puede ayudarme.

Va a la cocina y la encuentra vacía.

-        Taemin.- Le llama. Cero respuestas. Ahora era cuando debía sentirse de lo peor. Ignorar a su lindo hermanita durante varias horas por su novia la chillona. Hace una mueca de fastidio pensando en que esa situación le restaba puntos buenos a su nueva imagen de hermano responsable. Sube las escaleras a trote suave imaginando que posiblemente Taemin se haya aburrido y pese a eso su destino hubiera sido la cama.

Quizá lo encontraré acurrucado en su cama.

Pero no lo encontró ahí.

Ni en su habitación. Ni en la de sus padres. Tampoco en el baño y mucho menos en el patio trasero. Y en toda la próxima hora.

Oh no por favor… ¡No otra vez! Ahora no.  

Bien. No importaba cuán descabellado sonase. Algo le decía que Taemin estaba secuestrado.

El corazón se le dispara a un ritmo irregular y las manos le sudan cuando a pulso maraquero marca el número de emergencias por segunda vez.

-      Usted ha marcado al número de emergencias. ¿Cuál es su emergencia y como le podemos ayudar?

-        Q-quiero reportar la desaparición de un niño. Responde por el nombre de…

Justo antes mencionar su respectivo nombre e timbre de la puerta hace su llamada y una corazonada fuerte le obliga a colgar el teléfono y atender la puerta.

Abre en modo desesperado y toda la sangre se la va a los pies

-        Hola, ¿Usted es el her- Wooou, ¿Se encuentra bien?

Se lo veía pálido. MUY pálido y enfermo.

Minho observa con mucho detenimiento. Un chico rubio tomaba del hombro a su hermanito y le sostenía por la cabeza con la otra mano. Taemin con la mirada puesta en sima suyo prendidos en un brillo que ya había visto una que otra vez. Estaba tocándolo. Tocando a su hermano. Tocando a su propiedad. No lo pensó dos veces. Frunció el ceño gravemente y atrajo a Taemin a si mismo desde la muñeca tomando por sorpresa al rubio, quien sólo se dedicó a escudriñar al moreno con paciencia cuando le hablaba al menor.

-        ¡Taemin! ¡Taemin!- Minho lo toma de las mejillas y lo inspecciona con terror. -¿E-estas bien? ¿No te pasó nada? ¿Te duele algo?- Le revisa los brazos, las piernas, se devuelve a su rostro, lo ladea, inspección sus ojos. Pero no hay nada y eso es justamente lo que lo desmorona.

Esa nada en sus ojos, era más bien furia.

-        Eh… Si, estoy bien.- La disimula tensando la mandíbula. Después de eso se gira a donde el rubio espera y le sonríe muy mono haciendo una reverencia.-Muchas gracias por traerme a casa… Kibum. Ha sido muy cortés de su parte.-

-Oh no, está bien pequeño no ha sido nada. Cuídate amiguito.- Taemin lo despide con la mano y hace otra reverencia para después adentrarse a la casa.

Minho lo mira broncudo y enojado. Se lanza contra él a pedir explicaciones. ¿Por qué tenía a Taemin? ¿Quién era? ¿Quién le había dicho que podía llevarse a su hermano? ¿¡Quién!?

-        ¿Quién eres y por qué Taemin estaba contigo?- Escupe con veneno y camina a querer intimidarlo. Al instante Kibum saca las garras.

-        A ver jodido perro con exceso de testosteronas, ¿Es que estás sordo? Mi nombre es Kibum y soy la persona que regresó a tu hermano a casa.

A Minho no le gustó nada, pero tenía que escucharle.

-        ¿A dónde lo llevaste y con el permiso de quién?- Ronco.

-En primera; no “me lo llevé” como dices tú, lo encontré. Segundo; eso preguntárselo al niño. Tercero; eres un imbécil.- Kibum se cruza de brazos y lo mira con cara de pocos amigos. Primera la impresión entrambos.

-        ¡Insolente!

-        ¡Insolente tu, que no puedes cuidar a tu propio hermano!- Uh, eso si le había llegado. -¡Insolente tu, que dejas a tu pequeño hermano vagando por las calles de Seúl a sabiendas que existen demasiados peligros para un niño tan inocente!-

-        Yo no lo dejé,- Suspira. -Si tú no te lo llevaste y yo no lo dejé quiere decir que él se fue por su propia cuenta.- Aunque el chico con rasgos de gato lo siguiera viendo como un ser inferior moduló su tono de voz.

-        Algo has de haber hecho para que ese dulce niño huyera de ti. Cuidado imbécil, la próxima vez, si es que vuelve a pasar espero tener suerte y encontrarlo antes de lo atropellen otra vez.- Y sólo diciendo eso, el pequeño rubio subió al auto estacionado a la acera de su casa y se marchó.

Minho alucinaba. No deseaba hacer rabietas por lo que optó por entrar a casa y hablar con el pequeño.

Taemin estaba sentado perfectamente en la alfombra de la sala mirando la T.V como si fuese la cosa más entretenida del mundo. Minho se lo hubiera creído sin tan sola esta estuviera encendida.

Al gano.

-        Taemin …- Se sienta a su lado. -¿Qué pasa bonito, por qué te marchaste así?

Taemin gira su rostro despacio y pestañea abrupto.

-        No quería ser un mal tercio. Eso es todo.

-        Tae, tu nunca serias un mal tercio. No tuviste por qué irte, esta es tu casa, a demás eso que hiciste fue muy peligroso. Estaba muy preocupado Taemin, pensé lo peor. - Sin quiere esas últimas oraciones sonaron como un regaño. Taemin notó el cambiante sonido y se apartó de él.

Algo no va bien… Pensó Minho al ver el movimiento torpe.

-        Sip, lo siento. No volverá a pasar.

-        Si quieres ir a alguna parte por favor dime con confianza y yo te llevaré.

-        Sip, está bien.

El moreno siente la tensión en el ambiente. ¿Qué habría pasado allá afuera que hiciera a Taemin un temple de hielo? Para querer alivianar las cosas recurrió al contacto físico.

Primero fue sutil y alcanzó la manito de su regordeta sandía, acarició su dorso esperando seguimiento. Pero no fue así. Taemin sólo le miró sin importarle y devolvió la vista hasta la T.V -Que aún permanecía apagada-

Oh mierda…

-        ¿Quieres comer algo Taemin…?

-        No, me voy a la cama.- Se levanta y pasa brincado a Minho

-        A penas son las seis…- Frunció el ceño.

-        Estoy cansado, usted también descanse.- Susurrando aquello, y se retira silencioso.

¿Qué le pasaba a Taemin? ¿Por qué estaba tan serio? A decir verdad estaba azarado del comportamiento tan extraño del niño.

Niega por tercera vez en el día, ¿Sería solo su paranoia?

Deseaba descubrirlo.

Se levantó con todas las de ganar y corrió tras Taemin; el pequeño al escuchar sus pasos presurosos y ver su sombra por el rabillo del ojos apretó el paso y se apresuró a entrar a su habitación para cerrar la puerta en las narices de Minho.

-        Tae…- Toca con los nudillos la madera blanca.- Taemin…- Vuelve a tocar.

Silencio….

-        Taemin, ábreme la puerta bonito…. Por favor.

Taemin en esos instantes era un bulto mágico bajo las sabanas de su cama. Se hace más ovillo y se niega a responder.

¿No le dirás algo…?

-        No.

-        Taemin…- Comenzaba a perder la paciencia. Minho quería entablar una conversación de bien con su hermano, de cierto modo le urgía saber por qué estaba de tan mal humor y él le salía con sus berrinches de niñito chillón.

En veces era muy difícil domar a Taemin.

Pero eso lo hace ser demasiado lindo, ¿No es así Minho? Pensó para sus adentros. Mierda, tengo razón.

Frunce el ceño. Ya era exorbitante la menuda vista panorámica. Basta de madera blanca para sus pestañas por ahora.

Se preparó hinchando el pecho para que su mandato fuera bien escuchado y obedecido al instante. Al no estar su padre, a él le pertenecía temporalmente el puesto de ¨Hombre de la Casa¨ por lo que sus órdenes debían ser acatadas sin refutación alguna. A demás, se suponía tenía que ser una imagen de autoridad para Taemin, era su mayor y este por obligación le correspondía la obediencia.

-        Choi Taemin, o abres esa puerta o la tumbo en este mismo momento.

¿¡Ese fui yo!?

Hasta el mimo Minho se había sorprendido. Su voz ronca tuvo un tono tan autoritario que le gustó por un momento tener el poder y poder someter personas.

En un abrir y cerrar de ojos la puerta se abrió y un bulto castaño corrió de nueva cuenta bajo las sábanas de su cama; Minho entró al cuarto cerrando la puerta tras de sí y parsimonioso se sentó al lado del bulto.

-        Tae… ¿No vas a hablarme?

Taemin se muerde los labios. Tenía unas tremendas ganas de lanzarse y golpearle la cara por hacerlo tener esos sentimientos tan raros y esas añoranzas tan lejanas…. Pero a la vez, quería que lo abrazase.

Niega lentamente pero lo suficiente como para que el mayor lo notara a través de las sábanas. Escucha y siente el colchón tornar y sabe que Minho se ha acercado más.

-        ¡Está más cercas!

Siempre estuvo cercas…

-        ¿Estás molesto…?

Minho estaba siendo honesto y responsable al pedirle explicaciones…. ¿Por qué él no podía serlo también?

Esta vez, mueve la cabeza en positivo.

El moreno sonríe. Era tan inocente que le daban ganas de romperlo.

Inclinándose un poco atrapa al bulto bajo el peso de su torso, escucha a Taemin soltar un quejido y suspirar, seguramente le estaba aplastando, pero no lo suficiente, porque Taemin aun podía moverse. Calcula la distancia y deja un corto beso en alguna porción de la sabana.

El menor llega a sentirlo en la frente. No se mueve, es más, lo examina. Su corazón estaba acelerado y sus mejillas rojas.  Había sido un lindo beso. Aun siente el peso de Minho arriba, en toda su humanidad, pero por eso que solo se muerde los labios. 

La sabana poco a poco comienza a bajar, desordenando las hebras castañas de Taemin y pasándole sobre el rostro como agua, Minho retira la tela con cuidado con una expresión de preocupación tallada en las facciones,

-        Tae…- Taemin vira el rostro y cierra los ojos a puño.

-        ¡Sigo molesto, sigo molesto!

¿Seguro….?

Uggh, no le gustaba para nada vacilar.

-        Déjame…- Susurra. –No me vas.- Las manos le caminan instintivamente a la cara cubriéndola torpemente. Un gesto muy mono.

-        ¿Qué… qué hice mal Taemin?

¿Eh?

Entre abre los dedos y echa un vistazo curioso a su hermano cabizbajo. La voz de su Hyung había cambiado. El matiz de remordimiento lo había acentuado muy bien. Lo preocupó.

Pero estás enojado.

-        Nada… Hyung, no hizo nada.

Minho alza el rostro con una expresión más grave. Diablos, no, Taemin le preocupaba más. Un poco desesperado con sus propias manos toma las de Taemin apartándolas de su cara y le mira penetrante fijamente a los ojos…

-        Dime. Otra vez…- Se acerca más. Ya tenía apresado a Taemin bajo su cuerpo. Literalmente, arriba de Taemin sosteniéndole las manos para que no pudiesen serle útiles para un escape o algún golpe mal lanzado.

Negro contra chocolate.

Dulce y amargo.

Maldición.

Taemin no puede apartar la mirada de la del mayor. Era tan penetrante y pesada que lo dejaba inmóvil. Lo estaba desnudando, ardía como el infierno. Lo escudriñaba por todo el rostro y él solo sentía como dejaba flagelaciones por donde se paseara. No físicas, sino emocionales. La brujería en los ojos de su hermano lo domaba. Lo hacía pequeñito y lo dejaba a su tempestad, derritiéndose a sus pies.

Respira pausado, con miedo de que si hace un movimiento brusco pueda perder esa emoción acumulada en el pecho. Con miedo de perder el contacto con el mayor.

-        No… no hiso na…. Estoy, inseguro.- Termina admitiendo.

-        ¿Inseguro…?

-        E-es que… Usted, ah.- No hallaba como comenzar a dejar salir toda su honestidad. Debía hacerlo ahora o Minho nunca comprendería. –Yo… quiero ser querido… Usted, yo… ¡Quiero ser parte de sus prioridades!-

-        ¿Prioridades…?- Minho arquea una ceja mirándole incrédulo desde arriba.

Taemin lo empuja y lo saca de arriba de él, ambos se sientan. Entrambos para escuchar al otro, escuchar qué era lo que tenían que discutir y arreglar.

Minho recoge un mechón de su cabello peinándolo para atrás y Taemin cree que es uno de las cosas inconscientemente echas más tiernas que pueden existir.

-        Si, verás, y-yo siento que aunque has cambiado… de cómo solías ser antes… Falta algo… y, y, y hace rato yo te necesitaba y no estabas porque Noona Yonna…

Así que era eso…

Lo encuentra ridículamente adorable, la sonrisa que esboza se vuelve más grande cuando ve a Taemin caer en cuenta de sus palabras y se sonroja como una vil sandía.

¿Taemin acaso estaba celoso? ¿Eso de la prioridad era un disfraz de  ¨Quiero que me pongas más atención a mi¨? ¿De qué era señal?

Minho siente un gran impulso en su corazón por abrazarlo y sacarle los ojos por ser tan dolorosamente adorable. ¿Era legal ser así? Se sonríe, simplemente no puede evitarlo.

En un momento de locura, se lanza y lo besa.

Sip, en los labios. Se lo come más bien. Lo acaricia en las mejillas y sonríe sobre su boca mientras el otro hiperventilaba de la emoción/sorpresa. Las manos temblorosas de Taemin suben hasta su pecho y ahí se quedan quietas mientras lo mira con los ojos bien abiertos

Minho lo acababa de besar.

Y a eso se refería cuando él solo re reprochaba ser débil. Era muy fácil tomarlo por sorpresa.

-        Taemin… eres mi hermano, porque siempre estarás al principio de mis prioridades.- Luego, lo abraza. Sostiene su pequeño cuerpo entre sus musculosos brazos para luego sentirse como un soporte, porque Taemin necesitaba uno, lo supo cuando este se aferró a su camiseta y la apretó al igual que su mandíbula.

-        Gracias Hyung…

Ahora solo tienes que menciónale sobre Yoona. Pensó un nervioso Minho.

 

-*-

 

-        ¿Sabes…? Me encontré un niño.

Come de su helado y chupa la punta viéndolo descaradamente.

Puto, quiere provocarme.

El mayor hace como que ignora la sensual demostración del rubio y actúa con demencia.

-        Pues yo no lo veo.- Dice mirando a su alrededor. Kibum rueda los ojos y le explica.

-        Cuando venía de camino hacia acá lo encontré, casi lo atropellan al pobre, parecía asustado y perdido. Fui a donde él y lo llevé a su domicilio.

-        ¿De verdad?- Asombrado.

-        Seh, resulta que el imbécil de su hermano no se había dado cuenta de que el niño no estaba.- Da un manotón en la mesa y arruga la nariz. -¡Lo hubieras visto! ¡Era un monstruo de dos metros con exceso de testosterona! A demás era muy arrogante y mal educado.-

-        Me recuerda a ti.- Ríe por lo bajo sonriéndole.

-        ¡Yo no soy tan alto!

-        Pero eres un maldito niño mal educado. Baja la voz, nos están mirando mucho porque eres un ruidoso al comer.

Kibum mira a su alrededor y es verdad, varios clientes del local murmuraban cosas y les lanzaban miradillas desaprobatorias. De por si, ya era muy raro ver a dos chicos tan cercanos en una cita. El rubiecito rueda los ojos y murmura un par de maldiciones.

-        No soy un niño… soy un hombre. Ya cumplí dieciocho y si soy mal educado es porque te recuerdo que mis papás no existen.- Ahora un poco enojado hace bolita la envoltura de su helado y se la lanza a la cara.

El moreno inexpresivo no puede recordar la hora en la que se fue a meter con su propio alumno/vecino Kibum. ¿Cómo habían sucedido las cosas?

Ni él lo sabía. Era un vago recuerdo de un par de piernas bonitas, unas cuantas sonrisas, algunos rozones y ¡BUUUUUM! Tres veces a la semana con jueves de restaurante chino.

Arg, me tiene loco.

El tic nervioso de su ceja quería volverle. El rubio era tan exorbitante. Nada a lo qué fue en su juventud.

-        Que infante…- Murmura.

-        Que vejete.

-        Oh, pero te gusta que este vejete te la meta.- Frunce el ceño.

-        Oh, pero te gusta que este infante te la mame.- Gruñe en un susurro.

Jaque mate.

Ambos sonríen; porque saben lo que se avecina.

Jonghyun pide la cuenta de los dos café y el helado y salen del local a su próximo destino. Kibum se cuelga de su brazo y le susurra todas las cosas que harían cuando llegaran a su departamento.

-        Que buen alumno. Hay que recompensarte gatito.

 

-*-

 

Taemin camina gira con apuro en el próximo pasillo de la biblioteca. Debía buscar un libro para un materia, Minho le estaba esperando en la planta inferior y no quiera que se aburriese, por eso se apresuraba a buscarlo.

Rebuscaba con su mirada en cada estante y con la yema de los dedos acariciaba el lomo de cada libro.

Alquimia antigua... Alquimia antigua….

Repetía el nombre.

-        ¡Diablos no lo encuentro!

Desesperado busca a uno de esos ayudantes. Al encontrarlo y preguntar por el nombre, le dan indicaciones y sube disparado al tercer piso; pero antes ve por el barandal hacia abajo llamando la atención de Minho y haciendo una seña que de subiría más arriba. Minho mueve los labios despacio en un ¨Ten cuidado bebé¨ y ambos  sonríen.

A sabiendas de que no podía correr, disfruta solo un poquito de la vista panorámica de cientos de libros hasta llegar a la columna A-K12. Pero cuando si quiera echa un vistazo se regresa y se esconde tras un mueble con pánico.

¡Rayosrayosrayosrayosrayos!  

Se avergüenza, si, de hecho, las mejillas le ardían como el inferno y el corazón se le descontrolaba a niveles impresionantes; pues exactamente en ese pasillo había una pareja de chicos universitarios experimentado con sus bocas. Ambos eran hombres.

-        ¿Qué hago?

Vamos… echa un vistazo.

-        No, no , no eso está mal.

¿Y cuando tú te besas con Minho… no está mal?

-        ¡Shh, no digas eso me da vergüenza!

Tonto… no lo pensaste…

-        ¿Eh?

-        ¿Quién anda ahí?

Oh oh.

Abre los ojos asustado.

 

Notas finales:

No lo revisé.

1. Estoy proximo a subir el Lemon de TEOL 

2. He decicido que ¿SS? se dividirá en dos temporadas, está termina en el capitulo 20.

3. ¿SS? Dará un giro alucinante en la segunda temporada. Para bien.. para bien...

3. Sé que dije que los capitulos serían más cortos pero no mantube mi promesa. No sé si eso es bueno.

4. Pronto comenzaré a subir más oneshots y uno que otro capitulo unico, algo intereantes. 

5. Denle mucho amor a The Nightmare, le estoy poniendo todo mi esfuerzo porque es algo muy diferente a lo que acostumbro escribir. De antemano garcias.

6.Siganme en Wattpad -u- me encuetran con el mismo nombre y ahí también publico mi basura xd

. Gracias a esa persona por instruírme en este capitulol Te lo agradezco de corazón.

Gracias a ti Allison uwu Por aguantar mis hormonas. Te jamón bebé. 

 

 


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