Todos estaban sentados alrededor de esa pequeña mesa circular con aquella anciana señora que había engañado a cada uno de ellos. Nadie decía nada hasta que un chico se levantó
-¡Me harte del silencio! ¿Podría explicarnos que es todo esto? –
Exclamó como todos hubieran querido hacerlo. La anciana suspiró profundamente, pensó que sería fácil y que ellos lo entenderían, pero en todos sus años de vida jamás había visto jóvenes que hayan actuado de esa manera solo por una pequeña confusión.
-Es complicado… pero esto es irrelevante- se paró muy decidida -Lo que querían ustedes solo era tener un cómodo lugar para vivir y lo cumplí, así que lo demás ¡Arréglenlo ustedes!- se retiró hacia su casa de al lado
Todos no sabían cómo actuar frente a desconocidos con intenciones desconocidas, solo se miraron para después suspirar…esto quizás no funcione…
Para entender mejor…es mejor volver al principio…
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~OMMA~
-¡Kim JaeJoong! Levántate de una buena vez-
…
-¡JaeJoong!-
…
Solo un pequeño empujón basto para que sintiera algo duro tocando su cara, muy diferente a su cama tan cómoda. Solo se levantó por instintos asesinos en su interior
-¡SooYeon! ¿Qué diablos crees que haces?- le gritó a su supuesta “dulce”, para nada irritante hermana menor, quién estaba sentada ahora en su cama
-No te pongas así, es muy tarde y nuestra umma piensa que te pasó algo porque no te levantas- dijo inocentemente
-Aish…pero quiero seguir durmiendo- sacando a su hermana, se adentró de nuevo a su cama tapándose rápidamente. ~Su cama, tan suave y tan bonita~ La verdad no sabría qué haría sin ella, es la única cama con la que puede dormir en paz. Durmió en todas las camas de la casa y está es la única con la puede dormir…Sí, llámenlo especial y raro, pero es así y no puede cambiar
SooYeon gruñó –¡Umma! Jae no se quiere levantar-
-KIM JAEJOONG, YA SON LAS 10 DE LA MAÑANA ¿A QUÉ HORA TE PIENSAS LEVANTAR?-
JaeJoong abrió los ojos tan rápido que escuchó aquel grito…10 am… Ellos lo iban a matar, era demasiado tarde. Saltó tan rápido como pudo de la cama para sacar a su hermana de su cuarto
-Lo siento SooYeon- dijo cerrando la puerta en su cara
-¡Oye! Oppa…- comenzó a golpear la puerta
-¿Por qué no viniste a levantarme antes?-
-Ya vino 8 de nosotras a levantarte, no es mi culpa que tengas sueño pesado. Umma y yo éramos las últimas esperanzas-
-Aish…no dormir porque tenía un examen ayer…-
-¡Eso no es excusa! Además no nos hiciste la cena…sabes que casi muero ayer…ade-
-Guarda silencio…estoy en un decisión muy importante-
JaeJoong respiró muy sereno después de escuchar pisadas alejándose, eso significaba que podría estar tranquilo. Ahora podía pensar las cosas con más calma, cosas que quizá dependa su vida, decisiones importantes que marquen hechos muy significativos para él y lo lleven al éxito…
Ahora sí… ¿el pantalón negro o el azul?
…..………….……………….
Toda la familia Kim estaba reunida ahí en su hora de desayunar
-Bien…el café para Narim, té para Jihyun, jugo para SooYeon, té verde para Hyorin…- decía Leah, la encantadora madre de esa acogedora y gran familia –y un café con leche para Jae… ¿Jae?¿no se ha levantado aún?- preguntaba
-No sé umma, tú ya sabes cómo es él –responde SouBi, la mayor de todas sus hijas
-Aish, ese hijo mío jamás va a cambiar- dijo Leah,
No entendía porque JaeJoong, su único hijo varón era así, se demoraba en cambiarse más que todas sus hermanas, nunca le había traído ningún amigo a casa, tampoco ninguna novia a pesar de ser muy apuesto y siempre le gustaba estar solo en su habitación o salir pero sin ninguna de ellas, a menos que se le pidiera que acompañe a ir de compras para ayudar.
Además de su pasión por el canto y su afición por los doramas y animes, no sabía nada más de él, aunque sea su madre, era muy difícil que él se le abriera a ella y eso era una tristeza interna que aquella mujer poseía en su corazón
-¡Oh! Con que al fin bajaste- todos miraron aquel muchacho de tez blanca y cabello negro, bajando desesperado a toda velocidad
-Jae, querido, ven a desayunar- Leah llamó a su hijo con su maternal sonrisa
-Lo siento umma, pero llegaré tarde-
Solo le dio un pequeño beso en la mejilla y salió corriendo hacia la puerta, hasta que un brazo lo detuvo –Pero que dimumph ummhp-
-JJ, no puedes irte sin comer y no intentes hablar con la boca llena- dijo Narim luego de meterle una tostada en la boca de su hermano
JaeJoong a pesar de su cara molesta que mostró, terminó la tostada –Gracias por la comida- agradeció para salir corriendo nuevamente hacia su destino
-Hijo espera- a pesar de la fuerza con cual gritó, el joven no pudo escucharlo
-Omma…entiendo tu preocupación por Jae, pero ya tiene 20 años, ya está lo suficiente grandecito como para estar tras de él- le recordó Soubi al mismo tiempo que ponía su brazo alrededor de su madre mostrando su apoyo
-Lo sé, sin embargo…Jae sigue siendo mi pequeño- dijo Leah maternalmente
-Lo comprendemos omma, pero él está muy dependiente,…creo que es tiempo que cambie su dependencia por la independencia…- replicó Narim, era mayor que Jae por un año pero tenía una gran madurez que se notaba en su firme mirada
-Tiene razón, es hora que Jae aprenda a vivir por su cuenta- intervino Soubi apoyando a su hermana –quizás así se le quite lo de introvertido-
-¿Tú crees eso Soubi?- dijo la madre con ojos esperanzados
-Solo déjamelo a mí- dijo ella guiñando el ojo –ya tengo un plan…- del cual JaeJoong no se iba a escapar…
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~HERMANO MAYOR~
Había llegado hace una media hora ya, pero no se animaba para nada a seguir… pensaba que el ambiente de su tierra natal lo ayudaría pero al parecer, no fue como quería. Salió por fin de ese lugar y se paró para coger un taxi que inmediatamente consiguió.
-¿A dónde?- dijo la taxista muy bonita a su parecer
-Baby, please…quiero ir a esta dirección- le da un papelito mientras entra al taxi
-¿Seguro? Conozco lugares más interesantes- dijo insinuante
-Me encantaría, dulzura…pero ahora mi destino es eso estar ahí-
-…Claro…- se había ruborizado y a la vez sorprendido un poco, era la primera vez que la rechazaban, ningún hombre se le había resistido antes aunque pesándolo bien, eso lo hacía aún más excitante.
En el trayecto, ella siguió intentando atraerlo…hasta se esforzó para llevarse a aquel chico, pero este siempre le cortaba de una manera muy embelesante. Paró el taxi, ya habían llegado a su destino, se entristeció por no poder ver más la figura de aquel galán concentrado escribiendo algo.
Por eso intento por última vez
-Eres extraño…pero a la vez muy sexy- dijo cuando este iba a salir
–Solo si el destino quiere, tendré el placer de ver tus bellos ojos de nuevo- dijo esto al agarrar su cara para que lo mirara de frente
-Ah… s-sí, cl-claro…-
El chico, ahí salió del taxi con premura para entrar a ese establecimiento
–¡Espera! ¿Cuál es tu nombre?-
En eso para y voltea con una sonrisa
-Soy Park YooChun, como caíste en mi hechizo, ahora jamás podrás olvidarme- y entra a aquel restaurante, no sin antes, guiñarle el ojo coquetamente a esa taxista quién sintió un hilo de baba en su boca…
-Eres realmente raro… debes ser gay- dijo mientras salió fuera de ese camino donde había dejado al chico anteriormente, porque había un chico de 4 ojos y a ella no le gustaba los chicos 4 ojos. Ya muy lejos de ahí, se dio cuenta de algo…
–¡MALDITO, mi paga!
…..………….……………….
YooChun entró emocionado al restaurante, no estaba lleno…pero tampoco vacío. Así que solo se sentó en cualquier mesa esperando ser atendido
-Bienvenido, ¿Qué des…? ¡PARK!-
-Wow…tanto te sorprendí que ahora te gusta estar en el piso-
-Cállate…- el chico se levantó, pues por la sorpresa se había caído. Era odioso trabajar con unos patines en un restaurante…pero trabajo es dinero.
-Jajaja…nunca cambiarás Rain- dijo mirando todo su uniforme – ¿Acaso no trabajabas en una empresa?-
-Ahhh…bueno… me despidieron…pasó algo… de lo que no prefiero hablar -
-Mmm…-
-Eso no importa, Tú ¿Qué haces aquí? ¿No estudiabas leyes en New York?-
-Me rendí…decidí seguir mi pasión y volví-
La música, esa era la pasión de aquel chico con grandes sueños, pues siempre le había encantado componer y tocar el piano. Aquello era a lo que siempre se había querido dedicar, desde que era pequeño lo había decidido y sabía que era muy bueno en ello. Tendría un triunfo asegurado y sería feliz
Pero su padre no pensaba lo mismo, e intentó por todos los medios convencerlo de cambiar de idea. Solo logró que amara más esa pasión, pero después de tanto, lo convenció de estudiar leyes con la condición de que lo intentaría, pero que no se esperanzara.
Desde que YooChun pisó el aula donde tendría su primera clase, sabía que no funcionaría, pero se quedó un año por petición de su madre. Su familia era adinerada, así que no tuvo problema alguno con aquello. Luego, YooChun decidió volver a Corea, su verdadera nación para buscar su gran inspiración… y otras razones
-¿Y me dirás la razón de tu visita?
YooChun suspira un rato y después gira hacia él sonriéndole
-Vine por algo…-
-Ya… ¿por?-
-Por esto…- dice mostrándole una gran hoja de papel
Rain solo la ve un rato y sonríe. Al parecer su querido amigo seguía componiendo, eso era algo que lo alegraba. Pues, cuando estaban en el instituto (lugar donde se conocieron). YooChun siempre escribía canciones y Rain las interpretaba, eso realmente los hizo muy populares en ese tiempo.
Pensaban que a crecer, Rain sería un gran solista con un exitoso álbum y YooChun, su compositor personal y gran amigo. Pero la realidad, resultó ser otra: YooChun debido al trabajo de su padre, se fue a los E.E. U.U. y él, por más que intento, no podía hacer tales hermosas creaciones como el mismo compositor.
-Bien… ¿Y cómo esto te trajo para Corea?-
-Necesito algo…-
-¿Qué cosa?-
-Inspiración… ¡HEY! ¡JI HOON, NO TE VAYAS!-
Rain paró al escuchar su verdadero nombre, se tensó un poco, ya que sabía que cuando su amigo lo llamaba así, significaba que lo obligaría hacer algo. Siempre era así, cada vez que Park YooChun necesitaba inspiración, lo sometía a varias cosas que la mayoría no terminaba bien para él.
-Sea lo que sea… No estoy disponible…-
-Oh vamos, esta vez no será como las otras veces- dijo dando una palmada a su amigo
-Siempre dices eso…- dice Rain mirándolo acusadoramente
-Solo quie…-
-NO-
-Ni siquiera me dejas terminar…No me digas que tienes miedo- comenzó a reír cuando vió la cara de Rain ante lo dicho –Jajaja…Descuida no será como la vez que te hice nadar con tiburones, ¡Oh! o que te hice vestir de payaso, jajaja ni tampoco la vez que hice que te emborracharas para que me contaras tus penas jaja o que…que…jajaja…qué tiempos aquellos…-
-YA BASTA- sin querer gritó Rain ocasionando que todo el mundo lo observará y comenzará los rumores. Miró a todos fríamente diciendo que se concentraran en lo suyo, que al parecer resultó efecto y se llevó a un divertido Park dentro de la cocina –Así vas a lograr que me despidan-
-Y lo harán sino me dejas terminar…- al decir esto Rain se quedó callado
-Deprisa…-
-Solo quiero que me proporciones vivienda mientras estoy aquí…-
-Estás loco…-
Rain comenzó a irse de la cocina, y se fue a atender a otros clientes que después de 20 minutos intentando ignorar a su amigo y era intentar porque YooChun era tan exasperante tanto para él como para los clientes
-…por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por fa…-
-¡Yah! Está bien…Ahora déjame hacer mi trabajo-
Y con tan solo decir esas pequeñas palabras se quitó de encima a YooChun, quién sonrío complacido por su respuesta y se fue tranquilamente hacia cualquier mesa del restaurante para no molestar a su ahora compañero de cuarto…por el momento.
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~BABY~
Cerró las puertas violentamente, ya estaba harto…
-¡CHANGMIN!-
Era lo mismo todos los días…
-¡ABRE LA PUERTA!-
-Changmin, hazlo-
¿Acaso no lo podían dejar tener un día tranquilo?...
-OBEDECEME-
-Escucha a tu padre-
Ya lo escuchó y sigue diciendo lo mismo…
-¿ES QUE NO ENTIENDES QUE TODO ES POR TU BIEN?-
-Por favor…-
No…Jamás entendería algo que no tiene lógica. Más golpes en su puerta, lo hacían pensar que tendría que cambiarla de nuevo por cuarta vez. Estas peleas, al principio, sucedían casi nunca, después era una rara vez, de ahí a veces hasta convertirse en diarias que lo volvían loco.
Sus padres ya son un caso perdido, ellos jamás comprenderían que dejó de ser un niño hace mucho tiempo, pues ahora tenía 17 años, acababa de comenzar su último año para después comenzar la universidad. Era el comienzo del año y ya su vida era un desastre.
Pero no dejaría que ellos lo hicieran de nuevo, no este año que había decidido que sería el mejor, por eso haría lo que tenía hacer: escapar. Cogió su sabana de la cama e intento hacer ese nudo que siempre hacen en las películas…sin resultado…Se rinde y busca la soga que estaba en su armario.
Ató fuerte la soga al barandal de la terraza y cogió una pequeña mochila que solo llevaba lo necesario para estar fuera de casa, se subió así sentándose por el barandal.
-CHANGMIN, YA NO ERES UN NIÑO-
-Abre ya, por favor-
Quiso dudar un momento pero saltó…
Justo se abrió la puerta, revelando el vacío de la habitación…
-Changmin……Changmin……CHANGMIN-
Aunque aún escuchaba los gritos de su madre, él no se daría para atrás. Camino hacia donde sea que lo llevara su sentido de orientación, confiaba en él a pesar de no ser el mejor. Este le dirigió hacia un mercado, parecían personas tan amables quienes atendían… que más grande error…
-Joven, usted ha robado mi mercancía- se le acercó un viejo señor
-¿De qué está habl…?-
No pudo continuar, en ese momento el macabro viejo le puso todas sus manzanas, que era lo que vendía, en sus manos nada más después estaba gritando que él era un ladrón. Su vida que pensaba que iba a ir mejor desde que se libró su familia, ahora iba en mal en peor, pues vino un policía sin dejarle oportunidad de escapar.
-Sr. Policía, este delincuente me ha intentado robar- dijo señalándolo
-Eso no e…- intentando defenderse
-¡Cállate niño malcriado! No te saldrás con las tuyas-
Ese policía lo miraba de una cruel manera, lo veía como si fuera lo más bajo y repugnante de la tierra. El mesquino viejo lo miraba igual con una cara desaprobatoria, pero si él era el culpable de todo. El policía sacó sus esposas y se las iba a poner sin dejarlo defenderse hasta que…
-ESPERE UN MOMENTO-
Una ancianita que claramente había venido de compras vino en su rescate, si lo ayudaba prometía desde ahora ser más amable con su abuela.
-¿Qué le están haciendo a mi hijo?-
Adiós buena anciana…
-¿Qué? Pero ahjumma este no puede ser su hijo, usted está muy…-
-Ni lo diga, al menos que no quiera que llame a su mami, no continúe sr. Fiscal- advirtió la anciana –Él es mi nieto, pero es como un hijo para mí- ella comenzó a abrazarlo fuertemente mientras susurraba –Quédate callado y sígueme la corriente-
El mercader comenzó a verla con disgusto, sabía que esa mujer lo había visto todo y lo podría liberar fácilmente a aquel muchacho. Ella había echado a perder su plan, siempre lo hacía cada vez que podía.
-Este chico solamente observaba las manzanas…- dijo la anciana
-Entonces ¿para qué cogió tantas?- habló el fiscal
-Es una nueva técnica mía que le enseñe… solo sabiendo la textura de las manzanas, puedes saber cuáles son las mejores- comenzó a reír aquella anciana –Solo que este niño aún no sabe hacerlo, por eso coge todas para compararlas-
-Eso es absurdo…- replica el mercader
La ancianita poniendo cara de enfadada, coge muchas manzanas y las examina un rato con su mano, de ahí se queda con una dándosela en la boca al fiscal y preguntarle cómo estaba esa manzana.
-Delicioso…-
-Igual, él no debió cogerlas al mismo tiempo…cualquiera puede confundirlo con un delincuente- hablo el desgraciado
-Mírenlo ustedes mismos, ¿Acaso tiene cara de ladrón?-
El fiscal lo examinó minuciosamente, la verdad que la mujer tenía razón, ese chico no tenía cara de delincuente por ningún lado. Debió ser una confusión de ese viejo mercader, pues no era la primera vez que lo llamaba para este tipo de problema.
-Bien…, lo dejare ir con una advertencia- decidió el fiscal
-¡Gracias oficial! ¿Alguna objeción?- dice ella mirando al mercader
-Solo quiero que se aleje de mis manzanas-
-¡Con gusto! Vámonos, chiquitín- empezó a jalarlo y él seguía preguntándose quien era esa anciana que lo había ayudado, solo esperaba que no fuera una maniática loca o estaría muerto.
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~OMMA~
JaeJoong seguía algo enojado gracias a su querida hermanita y ahora entendía perfectamente al ex-novio de Narim quien había roto con ella. Su hermana era demasiado manipuladora y quería todo como ella quería. Todo eso no es para nada soportable, hasta su madre a veces se queja.
Pero río un poco al recordar su excusa: era gay y tenía un amante. Lo cual después descubrieron que no era cierto, porque lo encontraron algo ebrio en un bar donde llamaron a Narim para que fuera por él, por supuesto Jae la acompaño. Finalmente cuando fueron, lo encontraron muy cariñoso con una chica
De ahí, Narim lo mandó al diablo de una interesante manera que hizo que JaeJoong se sorprendiera por el extenso vocabulario de ella. Desde ese momento, procuraba no hacerla enojar ni llorar, porque los días siguientes fueron puro llanto y lloriqueo.
Aún perdido en sus pensamientos, bajo del autobús donde lo llevaría a ese gran parque donde quizás fuera su muerte ese día…además llegó 20 minutos más tarde de la hora acordada. Ahora tendría una muerte asegurada… y no viviría para contarlo.
Solo había dado unos pocos pasos, cuando escuchó una voz muy conocida para él
-Hola, Kim…- aparece un chico con una capucha gris tras de él
-KyuHyun…- no se sorprendió mucho ya que era costumbre que apareciera así
-20 minutos y 16 segundos tarde ¿No te da vergüenza?-
-E-es que y-yo…- JaeJoong tartamudeó un poco
-Deja de tartamudear, pareces una nena… ¿Trajiste lo que prometiste?-
-P-perdóname solo pude traerte la mitad, pero mañana en serio te daré lo qu…-
-NO hables tan rápido…este NO era el trato, ¿verdad chicos?-
Comenzaron a salir detrás de los árboles, otros jóvenes que habían presenciado aquella escena, solo esperando la señal para atacar de su líder. Pero antes, KyuHyun hizo una señal de que esperaran, solo para quitarle aquel sobre de dinero a JaeJoong, quien temblaba por lo que le podía suceder.
-Ya que recibo la mitad de dinero, tú recibirás la mitad de golpizas-
-P-por f-favor…-
-Sería una lástima ver una marca en tu bello rostro, así que esta vez, impediré que no te golpeen ahí- dijo esto a tomar a Kim por el mentón –Ahora chicos, diviértanse-
JaeJoong intentó escapar, pero un chico ya lo había tomado por los brazos evitando así que se pueda ir. Todos los demás se acercaron dándole golpizas en todo su cuerpo, de los cuales un golpe en el estómago hizo que cayera en el piso para así que los demás comenzaran a pisarlo y patearlo.
En momentos así, él quería desaparecer del mundo, que la tierra se lo tragará y que jamás lo hiciera volver. Ya que el dolor era insoportable física y psicológicamente, pues, estaba siendo humillado por personas que apenas conocía. Aunque si lo pensaba bien, siempre había sido maltratado desde la escuela.
Un día de esos, en su caminata al instituto, se topó con aquellos maleantes quienes no lo dejaron irse hasta dejarle un gran recuerdo en su todo cuerpo. A partir de ese día, empezaron a acosarlo exigiéndole dinero para que lo dejaran en paz por lo menos una temporada. JaeJoong aceptó, pues ya no podía inventar más excusas a su madre por sus golpes que tenía y así trascurriendo 2 años con la misma rutina. Lo seguían, aun siendo universitario
Solo que esta vez, tuvo que comprar material para un trabajo de improvisto y agarro gran parte del dinero que lamentablemente no pudo regresar luego.
-¿QUÉ CREEN QUE HACEN?- un policía a lo lejos venía corriendo a su dirección
-¡Chicos paren!, vámonos – grito KyuHyun y todos lo dejaron con grandes recuerdos en todo su cuerpo –Para mañana, quiero todo el dinero Kim- y de ahí se alejaron rápidamente del lugar.
-ESPEREN- grita el policía nuevamente, quien va tras ellos ignorando a JaeJoong tirado en el piso todo adolorido.
JaeJoong con las fuerzas que no supo de dónde sacó, se paró algo tambaleante y se fue de ahí. Tenía miedo de lo que podría pasar si ese policía volvía por él, quien posiblemente lo interrogaría hasta sacarle la verdad. Lo cual le informaría a su familia y, aparte de la golpiza que se ganaría, eso podría darle un infarto a su madre
Solo ignoró el dolor y fue hacia el único lugar dónde nadie lo molestaría. Dónde se sentía protegido y aunque rara vez, querido
Fue hacia el primer autobús, pagó por su presencia y se sentó en el último asiento, cerca de la ventana. El dolor se hacía presente en cada movimiento que realizaba pero él era terco y cuando se le metía una idea por la cabeza, extrañamente cambia de parecer.
Casi se quedaba dormido cuando vió su paradero, bajo a tiempo y camino hasta las extensas escaleras de ese inmenso lugar para ver a la persona que siempre lo reconforta y de alguna manera lo hacía feliz: su padre
Lo vió, ahí estaba, debajo de ese gran árbol que alguna vez plantó con él. Camino hacia allá, lo saludo y le habló de varias cosas que con nadie podía. Su padre atentamente lo escuchaba, pues siempre venía a él cada vez que el pequeño JaeJoongie estaba triste o tenía decisión muy importante y estaba confundido.
Después de aquello, se arrodilló para ver la pequeña marca que hizo de pequeño
“Papá, el mejor del mundo”
Sonrío y se sentó junto a su padre, que poco el sueño le fue ganando hasta quedarse profundamente dormido. Recordaba cómo eran las cosas antes de que su padre se fuera de casa, cómo toda su familia sonreía con los malos chistes de su padre, cómo perseguía a su madre para que lo perdonara por cualquier cosa tonta, cómo lo animaba después de un mal día, cómo le enseñaba que podía hacer cualquier cosa…cómo amar a alguien.
Esos días le encantaban a JaeJoong, cada vez que lo recordaba, quería llorar, pero su padre le había enseñado que no debía hacerlo, si no a buscar un solución. Tan hermoso sueño tuvo, lo que era antes. Pero se vio interrumpido por una voz
-Disculpa, hijo. Pero ya vamos a cerrar-
Abrió los ojos para ver el día queriendo oscurecer, ¿tanto había dormido? No quería irse, quería estar al lado de su padre, pero sabía que eso no era posible. Se paró, los golpes y las heridas ya no dolían tanto. Siempre que venía, los golpes mejoraban y las heridas comenzaban a cicatrizarse.
Pero esta vez, era diferente…alguien lo había curado, pues en su pierna había un gran raspón con sangre derramándose, pero ahora estaba cubierta con una venda. Otro heridas estaban curaras y los golpes olían a ungüentos recién echados.
-Disculpe señora…sonara extraño, pero… ¿Usted me curó?-
-No hijito…pero vi a un chico por aquí, quizás él te curó- respondió la ancianita
-Y ¿sabe dónde está?-
-No, pero me pareció extraño verlo por acá. Cómo tú sabes, ya casi nadie viene a este viejo cementerio…-
-Lo sé…- suspiro
-Abrígate bien, ya comienza hacer frío-
-Por supuesto, hasta luego…-
JaeJoong caminó hacia la salida. Su padre había muerto en el asalto de un banco cuando él tenía 8 años, solo por querer proteger a su madre quién casi la toman por rehén.
La Casa Kim se volvió tan sombría esos tiempos, pero con el tiempo, superaron esa extrema tristeza. Realmente aún lo extrañaban, que era tan frustrante al recordar el pasado. Pero era algo que afrontar.
Fue caminando hacia la salida y antes vió la marca con las nuevas palabras agregadas por él antes de dormirse.
-“Papá, el mejor del mundo
… siempre en mi corazón”