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Un jugador y un artista por riuriku

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Notas del capitulo:

Se que estaba MUY perdida pero estaba castigada. Además estaba pensando en dos grandes proyectos y muchas otras cosas. En fin  no les entretengo más ya pueden leer.

No me importa

Santiago estaba cocinando Mientras escuchaba música cuando de repente sonó su celular. Bajó el volumen de la música para poder contestar.

-Diga- Dijo el rubio en modo de saludo.

-Hola Santiago- El rubio entró en shock con el celular en la mano. Estaba solo en casa y sentía un frío horrible. Necesitaba un abrazo de Alberto.

-Jean- Fue todo lo que pudo decir.

-El mismo, cariño- Dijo el tal Jean- Ya lo sé todo de ti y que crees, no me gustó escuchar sobre un tal Alberto. Espero que sepas que hacer- Y colgó.

Santiago comenzó a llorar. Creyó que por fin se liberaría de él, pero se equivocó.

No quería hacerlo, pero le tenía miedo a Jean y no quería que Alberto supiera de él. No quería escuchar lo que pensaría sobre él.

Tomó su celular y envió y envió un mensaje corto al amor de su vida

“tenemos que hablar”

Ahí se iban casi 6 meses de su vida.

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Al día siguiente Santiago citó a Alberto en la casa del último. Ya estaban allí uno frente a otro sin decir nada.

Santiago se puso unas gafas de sol oscuros, pues tenía los ojos rojos e hinchados por haber llorado toda la noche.

-¿Para qué querías verme Santiago?- Por fin preguntó Alberto, el cual ignoraba la seriedad de la situación.

-Yo... Quiero terminar con la relación- Dijo el chiquillo lo más serio posible.

-...¿Eh?

-Lo que oíste. No puedo seguir contigo. Ya me aburrí de ti- Santiago se levantó dispuesto a irse- No me busques.

Solo avanzó un par de pasos cuando sintió una enorme mano lo tomó de la muñeca deteniéndolo. Sin embargo no dio la cara.

-Santiago, te he conocido durante medio año y estoy seguro de que eso no es lo que quieres.

-Pues no estés tan seguro. Todo fue mentira, debiste haberlo sabido. Que yo solo fingía~- Su boca lo traicionó dejándolo escapar un sonoro sollozo.

-Santiago- Lo abrazó por la espalda- ¿Por qué te mientes a ti mismo?

En ese momento el chiquillo se quebró. Giró para devolver el abrazo y llorar enormemente en el pecho del alto.

-A-Alberto... T-tengo miedo- Soltó Santiago de repente.

-¿Por qué mi pequeño?

Santiago le explicó todo lo que pudo. Relatándole un poco sobre Jean y ocultándole cierta parte.

-Déjame enfrentarme a él- Dijo el castaño seguro.

-NO- Gritó el pequeño.

-¿Por qué? No me pasará nada, soy muy fuerte. Además solo quiero hablar con él.

-Es que...- Santiago temblaba- Él... Él sabe cosas sobre mí del pasado.

-¿Y?- preguntó el alto.

-... Él sabe cosas que no quiero que tú sepas- Dijo apenado- Hay cosas que no te he dicho, porque no quiero que me desprecies y me apartes de tu lado.

-Mi pequeño. Jamás te dejaría. Te quiero demasiado como para alejarme de ti.

Santiago se conmovió mucho pero aún así estaba asustado.

-No Alberto. Me despreciarás y no querrás saber nada de mí.

-Hey- Alberto lo tomó por la barbilla y le levantó el rostro para que lo mirara- ¿Mataste a alguien?.

-¿Eh? No- Contestó el chiquillo confundido.

-Entonces no te preocupes. Nada de lo que diga me hará cambiar de opinión.

Santiago no estaba seguro de sus palabras, pero no lograría convencer a Alberto.

-... Está bien- Fue todo lo que dijo. No había marcha atrás.

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Alberto y Santiago se encontraban frente a aquel pelinegro de ojos de oscuros de nombre Jean.

-Me sorprendes Santiago- Habló el pelinegro- Espero que sepas lo que haces.

-Alberto- Dijo el rubio- No importa si después de lo que escuchas decides dejarme... Yo lo entenderé.

-Quédate tranquilo- Dijo para después hablarle a Jean- Me gustaría que nos dejaras en paz. Queremos vivir sin ningún problema y es molesto que trates de meterte en nuestra relación.

-Dime Alberto ¿Qué sabes de Santiago?- El nombrado tembló.

-Pues, sé que antes se acostaba con cualquiera. Pero eso se terminó. Ahora está conmigo.

-Bien, pero... ¿Sabías que Santiago se drogaba?- Los ojos de Alberto se abrieron enormemente. Volteó a ver al chiquillo el cual se alejó un poco y bajó la mirada como pidiendo disculpas.

-¿Qué?- Que fue todo lo que pudo articular el alto.

-Sí. Y no solo eso, se prostituía a cambio de drogas- Ok, ahora sí estaba sorprendido. Antes se acostaba con cualquiera, pero era muy diferente a la prostitución. Ya que se acostaba con completos extraños solo por... Drogas.

-¿Sabes quién soy yo?- Habló Jean

-Un amigo de Santiago- El pelinegro negó. Alberto volvió a ver al rubio ¿No le había dicho la verdad?

-Soy su hermano- Contestó el pelinegro.

-Lo es- Confirmó Santiago al ver la cara de duda del alto.

-Exacto, y te puedo asegurar que no he probado mejor cuerpo que el de mi hermano- Santiago al escuchar eso sollozó- Y te aseguro que nuestro padre piensa lo mismo.

Ok, recapitulemos. Se drogaba, se prostituía a cambio drogas y tenía encuentros sexuales con cu hermano y su padre.

-Todavía no termino de contarte- Continuó Jean.

-Jean basta- Suplicó Santiago con los ojos cristalinos.

-Dime que más sabes- Dijo Alberto, dejando aturdido a Santiago y haciendo sonreír a Jean.

-Jajaja, a tu querido le gustaba mucho el masoquismo- Dijo el pelinegro con una sonrisa prepotente. Alberto inmediatamente colocó una cara de asco. No le gustaba para nada ese tema.

-Eso es...- Dejó de hablar el castaño. Estaba bastante sorprendido.

-¿Quieres que te diga la cereza sobre el pastel?- Comentó Jean. Dejando a Alberto sorprendido y a Santiago a punto de llorar.

-Santiago. Espérame afuera- Dijo el castaño disgustado.

-¿Eh?- Preguntó el chiquillo aturdido.

-¡Que me esperes afuera!- Gritó Alberto. Santiago se levantó inmediatamente y se fue. Sabía que Alberto lo dejaría. Así que esperaría paciente a que Alberto terminara de hablar con Jean.

-Ahora sí, dime- Habló el alto.

-Puedo preguntar ¿Por qué hiciste que Santiago saliera?

-Te responderé después de que me digas.

-Jeje, Para que decirte si puedo mostrarte- Dicho esto sacó su celular, buscó algo y se lo pasó al castaño.

Era un vídeo. Pulsó reproducir y lo primero que salió fue Santiago teniendo sexo con alguien más. Enfocó su mirada en una esquina de la pantalla y divisó un link de una página pornográfica.

-Santiago hacía vídeos porno y los subía a esa página- Dijo el pelinegro.

-Bueno- Alberto suspiró- Ahora que lo he escuchado todo justo como tú querías, te pido que ya nos dejes en paz, por favor.

Fue el turno de Jean de sorprenderse

-¿Cómo?

-De las cuatro cosas que me dijiste, tres ya las sabía.

-Espera ¿Él te lo dijo?

-No. Lo de las drogas lo sé porque vi varias marcas de jeringa en sus brazos, supuse que aparte de eso usaría otras. Se lo de la prostitución porque el mismo me ha dicho que no tenía dinero suficiente, y conociéndolo como era antes deduje eso. Aparte un compañero mío fue su cliente. Los vídeos porno y el masoquismo los vi juntos, un compañero me los mostró y lo vi por pura curiosidad. Lo único que no sabía era que cometía incesto.

-Wow, entonces ¿Por qué sigues con él?.

-Se que ya dejó las drogas, ahora se cuida a sí mismo. Al comenzar a acostarse con cualquiera dejó la prostitución. Él no subía los vídeos a internet, en muchos se nota que no tiene idea de que lo están grabando. Y no le gusta el masoquismo, lo que tu consideras placer en la cara de Santiago es dolor y nada más. Amo a Santiago por lo que es ahora, no por lo que fue en su pasado.

-...- Jean estaba sin palabras. Nunca creyó que Alberto seguiría amando a Santiago.

-Y contestando a tu pregunta- Alberto se levantó dispuesto a marcharse- Odio ver llorar a Santiago y se notaba que al decirme eso comenzaría a llorar. Ahí si te partiría la cara, nadie puede hacer llorar a mi pequeño delante de mí- Y se fue.

 

 

Afuera se consiguió con Santiago. El cual tenía una cara deprimida. En ese momento el alto sonrió y sin que el rubio se diera cuenta lo abrazó con todas sus fuerzas.

-Oh mi pequeño, perdón por haber sido tan rudo. Pero no quería verte llorar por culpa de ese idiota- Le dijo el alto.

-Tu... ¿Me dejarás?- Preguntó el rubio con temor.

-Nunca lo haría Santiago. Te quiero por lo que eres ahora. Eso es lo que me enamoró. No me importa tu pasado. Jamás dejarás de ser mi pequeño- Santiago comenzó a llorar muy fuerte.

-Pero... Estoy sucio. No te merezco.  

-Ah. Pero qué crees- Le dio un beso en la frente- No me importa- Y volvió a abrazarlo.

Juntos se fueron a casa del chiquillo. Pensaban pasar un GRAN tiempo juntos. Ustedes me entienden

 

Fin.-

Notas finales:

Espero que les haya gustado y no se preocupen. Ahora estaré realmente activa n.n espero que no dejen de leerme plis. Nos leemos

 

riuriku.-


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