Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Máscara (KaiSoo/KaiDo) por choiannie

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

«Máscara» Es un One-Shoot ambientado en la época victoriana, Inglaterra. La trama de la historia es un tanto especial, explicada allí abajo. Puede que sea una idea para un fic más largo, en un futuro, pero mientras tanto éste será solo un one-shoot. 


Los invito a leer mientras escuchan ésta canción llamada Roaring Tides II  una canción que forma parte del OST de CLANNAD. Todos los derechos a sus respectivos dueños. La canción me ayudó a conseguir inspiración mientras escribía. 


Muchas gracias por leer, espero que sea una grata lectura. 

Notas del capitulo:

Muchas gracias por leer 

Máscara

 

 

 

¿Puedes recordar la calidez del sol? Dime, ¿Eres capaz de decirme como se siente el calor de los rayos solares contra tu piel? Una vez estuviste afuera, en el mundo exterior, ¿verdad? ¿Por qué me dices que ahora no lo puedes recordar?... ¿No lo sabes? ¿Cómo es eso de que no lo sabes?... ¿Tampoco sabes eso? ¿Por qué olvidaste algo tan importante? ¿Sabes cuan preciado sería poder sentirlo para nosotros? ¿Acaso no te importó lo suficiente? ¿Cómo puedes negarlo con tanta tranquilidad? Tuviste la oportunidad de ser libre y la desperdiciaste. Tú mereces estar aquí. Nosotros no. Nosotros hemos soñado con ser libres, con poder ver más que oscuridad, aquí todo es frío. Tú estuviste fuera, y lo olvidaste. Te odio. ¡Te odiamos! ¡Tú mereces estar aquí, no nosotros! ¡Ya no quiero verte más! ¡Fuera, déjame solo!... ¡Esta no es tu celda! ¡Largo!

 

Con el sutil movimiento de un madero sus palabras dejaron de escucharse. Las tiernas silabas que salían de su boca pronto fueron apagándose, hasta que finalmente el cuerpo de aquel muchacho cayó al suelo, inerte. En aquel lugar, estaba completamente prohibido armar un escándalo de esa magnitud. Todos lo sabían. Ese chico debía saberlo especialmente, pues llevaba desde sus primeros días encerrado en aquel sombrío lugar. Los insolentes, los inquietos, los aventurados eran terriblemente castigados por los guardianes de aquellos calabozos, y a esos guardianes no les importaba quitar la vida a cualquier ser que cruzara por su frente. Allí habitaban aquellos que poseían poderes especiales, aquellos que tenían la capacidad de controlar alguna habilidad especial. Para el mundo, no eran más que una «cosa». Kyungsoo lo sabía, lo tenía bastante claro y era por esa razón que no movía mucho ni se hacía notar. Para las personas del mundo exterior ellos no eran más que objetos, humanos con cualidades peligrosas, hijos del demonio, aberraciones. El simple hecho de haber nacido dentro de un clan que mantenía características distintas a la de los demás los etiquetaba de esa manera… bichos, cucarachas. Seres malditos que debían servir a la raza humana ‘normal’ si querían continuar con vida.

 

¿Ser un poco diferente a los demás era tan malo?

 

Kyungsoo no podía recordar claramente como se sentía estar en el exterior, como se sentía que el viento golpeara su rostro o como se sentía la libertad, sin embargo si podía recordar claramente estar con una persona todo el tiempo. Esa persona lo hacía feliz, sumamente feliz. Era capaz de ser él mismo cuando estaban juntos… pero al igual que su libertad, esa sensación también le fue arrebatada. Esa persona también le fue arrebatada.

 

Por un largo tiempo de su vida Kyungsoo vivió como un humano común y corriente. Gracias a la incapacidad de sus padres de tener hijos, él había sido adoptado. Sin embargo a pesar de saber eso Kyungsoo siempre fue un niño feliz, bueno, alegre. No le hacía daño a nadie, no molestaba, cumplía con sus obligaciones y tenía un excelente comportamiento. Durante su infancia, Kyungsoo desconocía totalmente aquel lado oscuro de la humanidad. Para él no había discriminaciones de ningún tipo. Pero todo fue así hasta que un día, de un momento a otro, durante un episodio de molestia e ira, sus ojos se tornaron rojos. Ante esto, obtuvo un poder que no comprendía. Tuvo fuerza, más fuerza de la que un niño puede tener. Se dio cuenta de que cuando usaba su habilidad sus ojos se tornaban rojos. En ese momento, todos se dieron cuenta de que él, el pequeño Do Kyungsoo, en realidad era una de esas aberraciones… no era nada más que eso.

 

A pesar de que lo conocían desde pequeño, a pesar de que habían pasado tiempo con él, que habían jugado e interactuado con el pequeño, lo tacharon como un objeto de peligro. Lo rechazaron, lo maltrataron, hirieron y entregaron a la policía para que se lo llevara lejos. En sus padres no se mostró el dolor al verlo partir, ni siquiera miedo por lo que pudiera suceder con él. Solo pudieron ver asco, asco y deseo de verlo muerto pronto. El pequeño corazón de Kyungsoo quedó destrozado a tan corta edad, él no comprendía por qué lo trataban así. ¿Ser diferente era realmente tan malo como lo planteaban? ¿De dónde había salido tanto temor hacia ellos?  Había un material que anulaba sus poderes por completo, que le impedía utilizarlos para conseguir escapar de allí. Alrededor de su cuello estaba ese material, divinamente colocado como un hermoso collar.

 

¿Por qué todos temen de mí, si una vez vieron que yo nunca le haría daño a nadie?

 

La puerta de la celda en la cual Kyungsoo llevaba viviendo más de diez años se abrió por un impulso, chocando furiosamente contra la pared. Alguien entró y lo levantó bruscamente, sacándolo de allí. No hubo delicadeza en ningún momento, no hubo piedad o compasión. Kyungsoo sabía que ese día sería subastado a algún maniático que quisiera apoderarse de su vida. Él sabía que ese día un millón de personas se reuniría en aquella sucia sala que era cubierta con elegancia para jugar por él. Querían saber cuál sería el próximo objeto que podrían tener, qué más podrían comprar. Cual otro sacrificio podrían asesinar. Sintió cuando su cuerpo fue sumergido en un balde de agua helada y no pudo evitar gemir. La sensación gélida contra su piel se sentía como si quemara, sentía que lo habían dejado caer de lleno contra el suelo. Sucias manos comenzaron a tocar su piel, aparentemente limpiándolo. Debía estar completamente limpio e impecable para ser entregado a su nuevo dueño. Sin embargo, él se sintió inmediatamente sucio, ultrajado. ¿Por qué había tanto desprecio y maltrato hacia ellos? ¿Por qué el ser humano temía tanto a lo que no conocía?

 

Su cuerpo fue cubierto con un elegante y costoso traje negro, de gala. Sus pies, maltratados y heridos hasta el punto de no poder soportar el peso de su propio cuerpo por mucho tiempo, ahora lucían unos hermosos zapatos de marca. Sus manos fueron vestidas con guantes blancos como la nieve, y su rostro fue cubierto por una extraña bolsa negra. No todo sería lujo ni mimos momentáneos. Frías cadenas unieron sus muñecas y otro juego se posó alrededor de su cuello. Enlazadas a las cadenas de sus muñecas y cuellos, otra cadena aún más larga se acomodaba. Esa sería la cadena que lo arrastraría hacia su perdición. Esa sería la cadena que lo obligaría a entregar su vida a una persona que lo llevaría a un verdadero infierno. Lo sabía, pero a pesar de que lo sabía no hacía nada para oponerse.

 

¿Acaso ya no tenía voluntad para vivir?

 

¿Por qué todos me dieron la espalda? Incluso él…

 

Las cadenas comenzaron a halar su cuerpo sin delicadeza, forzándolo a caminar. Sus pasos eran lentos, débiles, suaves. Sintió un golpe en su espalda, seguido por un grito que le pedía ir más rápido.  ¿Cómo se suponía que debía ir más de prisa? Él también era un ser vivo, que sentía hasta la más mínima cosa. ¿No podían verlo? Cálidas y saladas lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas cuando sintió otro golpe en su espalda, esta vez sin ningún tipo de mensaje, y un empujón que lo hizo caer de rodillas al suelo. No podía verlo, pero estaba seguro de que su traje ya estaba lleno de polvo y de que sus rodillas habían sido lastimadas cruelmente. Aquella persona volvió a tirar de la cadena y lo puso de pie en un segundo, obligándolo a caminar un poco más.

 

De un momento a otro dejaron de avanzar, su cuerpo se mantuvo estático en el centro de aquel escenario por minutos largos e incómodos. Incontables cadenas lo rodeaban, atándolo hacia los postes que se encontraban a los costados de la tarima para que no pudiera escapar. ¿De qué valía, de todas formas? Si él no tenía la fuerza necesaria ni siquiera para mantenerse de pie. Escuchó al presentador iniciar con la actividad de aquella noche y estuvo maravillado. ¿Así se escuchaba la presentación de una subasta?

 

—¡Bienvenidos sean todos, damas y caballeros! Estamos reunidos esta noche para presenciar la venta de uno de nuestros objetos. Lo llamamos Do Kyungsoo. Comencemos con una venta de mil libras…

 

¿Quiere decir que mi vida solo vale mil libras?

 

Dos grandes focos iluminaron el centro de la tarima, el lugar en donde él se encontraba. Las cortinas comenzaron a correrse permitiéndole al público observar el objeto que estarían a punto de comprar, por el cual lucharían hasta obtenerlo. Una de las asistentes del presentador subió a la tarima con temor y quitó la bolsa de la cabeza de Kyungsoo, permitiendo que todos fueran capaces de ver su rostro. Las luces lastimaron los ojos del muchacho, que no estaba acostumbrado a tanta iluminación por todo el tiempo que había estado encerrado. ¿Así se veía la luz? Una vez sus ojos pudieron acostumbrarse a ese nuevo ambiente pudo ver a las personas que se encontraban frente a él. Esas sonrisas cínicas y llenas de malicia lograron mortificarlo y, por primera vez en mucho tiempo, sintió miedo de lo que podía ocurrir con su vida. Todas esas personas vestidas de negro completamente. El negro significaba luto, como también elegancia. ¿Era eso un mensaje oculto? Trajes elegantes por doquier y máscaras cubriendo sus rostros para proteger su identidad. ¿Aún tenían el descaro de cubrir sus rostros, cuando él tenía que ser humillado de esa manera? ¿Qué había hecho él para merecer algo así?

 

Ser diferente.

 

¡Pero ser diferente no era nada malo!

 

Las manos comenzaron a levantarse una detrás de otra, ofreciendo cada vez precios más y más altos. Los precios aumentaban, Kyungsoo no podía ser capaz de creer que alguien podría pagar tanto dinero por una persona. Sabía que una vida no tenía precio, sin embargo la manera en que estaban dispuestos a derrochar todo ese dinero le repugnaba. Las subastas eran absurdas, ese tipo de subastas le provocaban asco. Todo era malo, todo estaba mal. Esas mascaras lo hacían sentir mal, herido, sentía que se burlaban de su persona y de su vida completamente… ¿Podría él utilizar una máscara también?  Una última voz se escuchó, ofreciendo cincuenta mil libras por él. ¿Había personas con tanto dinero allí afuera, así para dejar escapar cincuenta mil libras tan fácilmente? Por unos largos segundos las voces callaron y Kyungsoo supo que su momento había llegado, que había encontrado a un dueño… o mejor dicho, que un enfermo lo había encontrado a él. Era posible que su vida terminara pronto, que fuera maltratado, violado o incluso asesinado.

 

Sin embargo, si era capaz de volver a sentir la calidez del sol aunque fuera una sola vez más, si era capaz de recordar la sensación… no sería tan malo, ¿Verdad?

 

—Ofrezco cien mil libras por Do Kyungsoo.

 

De entre la multitud una esbelta figura se puso de pie, levantando su mano mientras gritaba el precio que estaba dispuesto a pagar. Esa persona lucía un cuerpo bastante trabajado, mostrando los músculos que poseía a pesar de su delgado cuerpo. Su castaño y ondulado cabello caía libremente, incluso cubriendo una parte de la máscara que estaba usando. El sujeto se mantuvo de pie todo el tiempo, imponiendo presencia e intimidando una buena parte de la audiencia. ¿En qué momento se dieron por vencidos? ¿De verdad había alguien que lo quería tanto como para pagar esa cantidad?  Kyungsoo se sintió un poco querido, entonces. No de la manera correcta, pero querido. El coordinador finalmente dictó lo que todos esperaban escuchar… Do Kyungsoo había sido comprado.

 

¿En qué momento me volví un objeto más de su colección?

 

Las luces comenzaron a apagarse lentamente al mismo tiempo que las personas comenzaban a abandonar aquel salón. El comprador subió a la tarima junto al vendedor, quien quitó las cadenas del cuerpo de Kyungsoo y lo entró a la persona que lo compró justo después de haber recibido el dinero. Kyungsoo no tuvo fuerzas para separarse de él, no tuvo la voluntad para pronunciar palabra alguna. Tenía miedo. Él conocía como eran las cosas en ese lugar en el cual había crecido, pero no sabía cómo serían las cosas con ese hombre. No las conocía, por eso lo asustaba y por eso su cuerpo comenzó a temblar. ¿Así se sentirían los humanos al estar con él? Kyungsoo se sintió distraído por el olor de la colonia que aquel sujeto utilizaba y… un segundo. De cerca lucía joven, bastante joven, y mucho más alto. Tenía que levantar la cabeza para poder verlo. A través de la máscara pudo ver sus ojos oscuros, esos ojos que lo miraban con tanta intensidad… juraría que los había visto antes, sin embargo ¿Dónde? A partir de ese momento, Kyungsoo dejó de sentir miedo.

 

Una mano tocó su mejilla, aunque era cubierta por la tela del guante podía sentir la delicadeza en ese toque. Aquella mano comenzó a acariciar su mejilla lentamente, una y otra vez, con tanta suavidad que creyó estaba soñando lo imposible. El polvo en su ropa comenzó a ser removido por las mismas manos que sacudían las prendas, y posteriormente esas manos se dirigieron hacia su cabeza para peinar su cabello y acomodarlo. ¿Estaba siendo amable con él?  Sus miradas volvieron a encontrarse, y entonces el joven comprador le dedicó una sonrisa.

 

¿Por qué siento que te conozco?

 

—Es posible que no puedas recordarme, Kyungsoo, pero de ahora en adelante no dejaré que nadie te haga daño. No importa que, no lo permitiré. He sido capaz de encontrarte y no dejaré que vuelvan a apartarte de mí.

 

¿Cómo era posible que alguien lo estuviera tratando de esa manera? ¡Era totalmente imposible! Estaba jugando con él, ¿verdad? Quería manipular sus sentimientos y luego hacer que se quebrara hasta que no quedara ni la más mínima pieza… esa persona sabía que el dolor emocional era el peor, ¿o no? Las mejillas de Kyungsoo fueron atacadas por tibias lágrimas nuevamente, lágrimas que caían sin control una detrás de otra. La mente de Kyungsoo aún no lo comprendía, pero su corazón si era capaz de comprenderlo. Esa sensación de seguridad la había sentido antes, con una persona que creyó había olvidado, con una persona que creyó lo había abandonado… no había manera. Definitivamente no había manera. Él había perdido todo derecho que poseía, ya no era capaz de amar o ser amado.

 

A pesar de esto Soo se tomó el atrevimiento de tocar el rostro del más alto, lo tocó todo el tiempo que quiso y mantuvo sus manos allí mientras lloraba. Aún no recordaba de quien se trataba, pero no podía evitar sentirse atraído. Su cuerpo respondía por sí mismo. En otro impulso de atrevimiento retiró la máscara, viendo el rostro que había debajo. Fue entonces cuando todo volvió a él, fue entonces cuando los recuerdos golpearon su mente. Las sensaciones, las memorias que creyó que había olvidado volvieron a sus lugares de origen… volvieron a él. Kyungsoo dio un paso hacia adelante, no le importó el resto del mundo, y besó al joven chico en los labios. Besó a Jongin en los labios. ¡Jongin no se había olvidado de él, había ido a buscarlo!

 

—¿De verdad tengo el derecho? ¿Tengo el derecho de sentir felicidad?... ¿No es algo prohibido para mí?  

 

—Siempre lo tuviste, Kyungsoo, es solo que la sociedad se niega a aceptar lo que es diferente. Pero, mírame. Yo soy diferente a ti, tú eres diferente a mí. Ambos somos diferentes del resto del mundo, ¿Eso significa que debemos ser rechazados?

 

Al ser atacado por todas esas memorias, por esos hermosos recuerdos, Kyungsoo pudo recordar perfectamente cómo se sentía la libertad. Pudo recordar el sol chocar contra su piel, pudo recordar el viento golpear su rostro mientras él compartía sus tardes con sus amigos y con Jongin, a quien tanto estimaba. La sociedad le negaba el derecho de ser feliz, de ser libre… Sin embargo, si era capaz de volver a sentir la calidez del sol aunque fuera una sola vez más, si ya era capaz de recordar la sensación, si Jongin había luchado tanto para encontrarlo… no sería tan malo, ¿Verdad?

 

 

Notas finales:

Recibí un mensaje en mi ASK de una persona bajo el nickname A++, en ese mensaje esa persona me preguntaba si podía escribir un One Shoot KaiSoo y aquí lo he traído. A++, espero que te haya gustado ♥ posiblemente no es lo que esperabas, pero de todas formas espero haber llenado tus expectativas. 

Agradezco mucho a todas las personas que leyeron este OS, y espero que les haya gustado. Es la primera vez que escribo aplicando el KaiSoo como pareja principal, y éste concepto simplemente me ha encantado para ellos dos. ¡Siempre quise escribir algo ambientado en la época victoriana! Asdfjgs -amor puro- 

-> FB Channie♥ <-
Aquí coloco info sobre x o y cosa(?
Tengo galletitas aquí. ¿Seguro no quieres?

 

¡Nos estamos leyendo!  

Twitter:  otpcyeol

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).