UN AMOR TÓXICO, UNA OBSESIÓN ENFERMIZA
CAPÍTULO 3
Jaejoong había vuelto a negarse a comer. Sin tener idea de por qué, Yoochun mismo decidió pedirle que lo hiciera.
–Te vas a enfermar, Jaejoong, come –insistía, golpeando la puerta del rubio.
–Yo sólo quiero largarme de aquí –contestó, prácticamente con lágrimas en los ojos, desesperado –déjenme ir…
Yoochun abrió la puerta con la llave que tenía y le llevó una bandeja con el desayuno que las empleadas le habían preparado.
–Debes tener hambre, come.
Se arrodilló frente a Jaejoong, quien se había acurrucado cerca a la puerta, y le extendió un vaso de jugo de naranja.
–Bebe, te deshidratarás.
El rubio secó rápidamente las lágrimas de sus ojos, odiaba que le vieran llorar, tomó lentamente el vaso y bebió el jugo.
–Come esto también –le extendió la bandeja entera –está delicioso, y tú necesitas comer.
–¿Dónde está ese hombre?
Yoochun supuso que se refería a Yunho.
–Trabajando –contestó, a pesar de que no estaba seguro de que así fuera –y tú debes cuidar bien de tu salud, no quiero manchar mi consciencia sabiendo que moriste de hambre estando bajo mi cuidado.
–¿Y no mancha tu consciencia tenerme aquí en contra de mi voluntad?
–Ya te dije que yo sólo sigo órdenes.
Jaejoong viró los ojos, qué caso tenía. Al final decidió comer.
Vuelvo a la habitación solo,
Un sofá que se hunde en mi cuerpo
Cuando cierro los ojos veo tu cara
Quiero sentirte a mi lado como aquel día
Los días pasaban lentamente y Yoochun cuidaba de Jaejoong aunque el segundo pretendiera fingirse solo e ignorar al pelinegro. Una fría mañana mientras Yoochun bebía café en la cocina, Jaejoong apareció en pijama, con unas pantuflas y un saco con capucha.
Y es que obviamente en aquella casa no le faltaba nada a Jaejoong, todo lo que pudiera desear se le sería concedido, todo excepto la libertad.
Obviando la presencia del mayor, el rubio buscó en los gabinetes y halló una caja de cereal, luego fue al refrigerador por leche y puso ambas cosas en un plato junto a una cuchara. Y estaba a punto de comer cuando levantó la mirada e hizo al fin contacto visual con Park Yoochun después de casi dos semanas en las que habían tenido que vivir juntos.
–¿Quieres un poco, Park?
El mencionado se sorprendió bastante al escuchar aquello, pero al fin asintió lentamente con la cabeza.
–Quisiera probar eso –admitió el pelinegro.
Jaejoong tomó otra cuchara y le extendió un poco de cereal con leche al mayor, quien probó despacio.
–¿Te gustó? –Indagó el rubio con un gesto de infantil curiosidad.
–Sí –asintió –no recuerdo cuándo fue la última vez que comí cereal… –confesó.
–Pues ten –tomó otro plato y puso cereal y leche en él –come.
Así, a medida que pasaban los días, su relación se afianzaba cada vez más sin que si quiera lo notaran. Pasar tanto tiempo juntos hacía que comenzaran a disfrutar verdaderamente de la compañía del otro y eso era algo que les gustaba a ambos.
Viendo lo lejano del cielo, solo tengo un deseo
Con tu mano, por favor tócame
Quiero llamar al tierno viento de la mañana
Como el día
–Iré de compras, –anunció el mayor – ¿quieres algo en especial?
–Hmm… –hizo un puchero que se le vio adorablemente infantil –me gustan las frituras con queso…
–Bien –sonrió –te las traeré.
–Trae también más vegetales y frutas que se están acabando.
–Hecho, pero tú cocinas esta noche, ¿vale?
–¿Yo? –Rió divertido.
–Sí, antes dijiste que te gustaba cocinar, y la verdad quiero probar lo que cocines.
Jaejoong negó con la cabeza, ese Yoochun era un descarado.
–Hecho –sonrió, inadvertidamente de sus propios actos –pero luego no te quejes si te enveneno.
–No serías capaz de hacerlo, –se mofó – no me tardo –espetó encaminándose a la puerta.
–Más te vale.
Ambos se detuvieron de inmediato, ¿Qué acababa de decir Kim Jaejoong? Ahora ni siquiera quería estar solo, o quizás, no quería estar lejos de Yoochun. Entonces… ¿Qué clase de relación era la que los unía?
¿Por qué el amor más doloroso es de nuestra parte?
Deseo por ello, sabiendo que ese brillo no volverá
Solo por un día
Si somos capaces de reunirnos de nuevo,
Vamos a compartir sentimientos con seguridad
Rompiendo la burbuja en la que habían caído, Yoochun fue el primero en reaccionar.
–Ya vengo. Si necesitas algo pídeselo a Taeji o a MinSu.
–Ajá…
El pelinegro, algo confundido ahora, se dirigió al supermercado por sus compras. Y cuando llegó al lugar de las frituras, no pudo evitar recordar a Jaejoong sonriendo divertido al decirle que le gustaban las frituras. Y entonces se reprendió mentalmente, ¿Por qué estaba recordando esas cosas?
Sin quererlo, Kim Jaejoong se estaba ganando un lugar importante en su corazón.
La caja de tesoro está aún vacía
Yo aún lo sostengo con fuerza
Yo no pregunté por la razón de tus lágrimas
Cada vez nos herimos uno a otro, perdiendo tu amor
Puedo ocultar mis verdaderos sentimientos
Porque soy tímido
Una vez más Yunho apareció en la noche, como ya empezaba a hacerse una costumbre aunque no llegaba exactamente todas las noches pero sí casi todas.
Jaejoong se entregaba a Yunho por completo, prácticamente sin medir las consecuencias de sus actos ni sin tener idea de por qué no podía detenerse.
Seguí esperando por tus palabras
Desde entonces me he sentido inquieto
La mañana invisible a veces perturba mi corazón
Diferentes (tú) los ojos amor
No soy capaz de confiar, lo perdimos
Con nosotros dos, que debimos haber sido capaces de proteger
Agitados, ambos descansaban después de haberse fundido en la pasión. El rubio recostaba su cabeza sobre el pecho ajeno, y Yunho le acariciaba delicadamente los cabellos.
–¿Por qué me mantienes aquí, Yunho? –Indagó de la nada el más bajo.
–Jae… –suspiró con pesadez.
–Sólo responde.
–Porque quiero que seas sólo mío, porque no te quiero dejar ir de mis brazos.
–¿Te das cuenta de que esto es bastante enfermizo? No es sano que me mantengas así.
Yunho frunció el ceño, sabía que lo que el rubio le decía era verdad, pero saber que era lo que pensaba, lo lastimaba también.
–Me tengo que ir –dijo poniéndose de pie.
–¿Ahora? –Jae estaba confundido – ¿Por qué tan pronto?
–Lo siento, Jaejoong –negó con la cabeza –me tengo que ir…
Yunho salió prácticamente huyendo de aquella casa, dejando solo a un confundido Jaejoong que no entendía en absoluto el actuar del castaño, mucho menos entendía a sus propios sentimientos.
Vamos a seguir caminando este camino,
Para que podamos encontrarnos otra vez
Lo deseo, y si el milagro sucede
Vamos a prometer mañana
The Grace feat Jaejoong –Just for one day