La noche cae y con ella mis recuerdos de ti llegan a mi mente. Pensar que vivimos tantas cosas para que al final todo quede en nada. Aun siento tus manos cálidas sobre mi rostro en aquella noche, tu respiración pausada y mis ojos cerrados mientras tu voz sonaba cálidamente entre mis oídos.
Pensar en que ayer estabas y hoy ya no estas, es como clavar un puñal en mi corazón. Es quitarme el aire de mis pulmones y tu huir con mis sueños y anhelos que alguna vez quise cumplir.
No te reprocharé nada y por el contario te agradezco mucho. Junto a tu lado viví muchas cosas, la vida paso tan lentamente rápido al tenerte a mi lado que a veces pienso que todo fue un sueño. Un sueño del que desperté, uno en el que me di cuenta que estaba solo. Uno que al final dejo una huella en mi pobre corazón.
Recuerdo aquellos días en los que nos sentábamos en aquel enrome sillón y solo nos dedicábamos a observarnos. No necesitábamos palabras porque conocíamos perfectamente lo que queríamos decirnos. Cierro mis ojos y al hacerlo veo tu inmaculado rostro delante de mí. Estiro mi mano para poder rozarte pero eso me es imposible porque solo es una ilusión de mi mente que te anhela y de mi corazón que te busca.
No sé en qué momento mi alegría se transformó en una amarga triste. ¿Dime en que momento dejaron de latir nuestros corazones a un mismo compa? ¿Cuándo te empezaste a alejar de mí? ¿Cómo yo no me di cuenta de eso? Yo aún no encuentro una respuesta a todas aquellas preguntas y no sé si tú las tengas pero aun así tú seguirás siendo el chico que me enamoro.
Hoy he decidido que para seguir con mi vida debo dejarte partir de mi corazón y aunque al principio me negué rotundamente a hacerlo. Hoy me doy cuenta que eso es lo correcto. Tú debes estar feliz donde estés y yo me alegro por eso. Sabes que siempre tu felicidad fue la mía y ahora aunque estemos separados aun deseo eso. Como te dije tengo tantas preguntas y muy pocas respuestas pero aun así solo me basta ver tu sonrisa para comprender que en cierto momento yo deje de ser el causante de tu felicidad.
Me marcho definitivamente de tu vida, tal vez así en un futuro pueda verte y no sentir como mi corazón se va contigo. Lo siento por todos aquellos momentos que te lastime y por esos otros que te hice derramar lágrimas. Siento mucho no poder haber sido la persona que estaría a tu lado por siempre pero aun siento mas no haber luchado por ti.
Adiós o mejor dicho hasta siempre Minhyun. Espero que si algún día nos topamos en la calle por lo menos me regales una sonrisa por todos los momentos bellos que pasamos. Adiós y gracias por enseñarme que el amor es un hermoso sentimiento pero lástima que es efímero. Te amo y lo seguiré haciendo. Aron
PD: Espero esta carta no te agobie o te haga sentir culpable solo quería un lugar donde poder mostrar mis sentimientos. Te dejo la carta encima de mi piano. Quédatelo es tuyo, ya que desde el momento en que empecé a componer melodías para ti dejo de ser mío. Cuídalo.
Por el rostro de Minhyun corrían lágrimas silenciosas. Tomo la carta y la presiono contra su pecho. Su corazón dolía como nunca y más ahora que sabía que había perdió a Aron para siempre.
—Tal vez el destino nuestro era nunca estar juntos Aron. Tal vez solo estábamos luchando contra una ruptura eminente. Pero aun así te amé, te amo y te amare — Minhyun seco sus lágrimas para dirigirse a donde estaba JR y fingir que todo estaba bien.
Al final las cosas nunca son como uno las desea.
Sonrió a Jonghyun y guardo la carta en el bolsillo de su pantalón mientras el moreno lo tomaba de la mano y salían de aquella casa que tantos buenos recuerdos le dio. Al cruzar por la puerta susurro Gracias