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Silent Words[Palabras Mudas/silenciosas] por YoyoKookieMonster

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Notas del capitulo: Hola, perdón por publicar hasta ahora, pero no había podido escribir mucho debido a distracciones. Incluyendo el rol -tiene uno donde hace Sukook ;; asdadsa- y War for Hormone y Danger. -Las esta ensayando- xD.

eso me disculpo y a leer.... .-.
Silent Words [Palabras Mudas]

Aliento. YoonGi (Suga)

Año 1993, una mujer de tan sólo 20 años de edad dio a luz a su primer y último hijo en las afueras de la ciudad de Daegu. Había sido maltratada, golpeada y desechada como a un trapo viejo por el ser más terrible que pudo existir en su vida…su padre, el cual había abusaba de ella desde los 15 años. No podía existir otro peor que él.

Aquel que se hacía llamar papá, no quiso hacerse cargo del error que cometió, de su responsabilidad. La idea de ser abuelo y papá al mismo tiempo no le había agradado, sentía asco hacia su hija diciendo que así no valía de nada y que era una estúpida ¿Pero que acaso no se dio cuenta que todo fue a causa de él? ¿Qué acaso él no era el estúpido entoda la palabra? Debió haber sentido asco de si mismo. Pero claro, de una bestia como él no podía esperarse más. De lo único que se hizo cargo fue de desgarrar a su propia sangre.

Quizo hacer que su hija abortara pero ella se nego. Sin importar que esa criatura fuera causa de la violación de su propio padre, sin importar lo mucho que dolió. Ella quería tenerla. No iba convertirse en un ser tan cruel como su padre ya que, ella paso con su madre la misma situacion. Su madre no se rindió e hizo todo por ella. Sin importar lo uno o lo otro, sabía que viviendo con ese hombre no estaría bien. No pudo salir de casa, y vivio los nueve meses de embarazo ahí, pero exactamente el día de las contracciones su padre decidió sacarla y dejarla en ese estado por las calles de la enorme ciudad.

Ella lucho, no se rindió.

De alguna forma pudo caminar por dos horas, buscando así cualquier hospital donde le brindarán ayuda, no importaba cual sólo quería que esa pesadilla se acabara de una vez por todas y tener a su hijo o hija entre sus brazos, darle calor y decirle que todo estaría bien.
Las pocas personas que había en las calles ese día no hicieron por ayudarla, la miraban como si fuera un ser extraño al cual no debían ni tocar, personas como esas aún existían y a la pobre le toco estar entre ellas.
Pero la pesadilla no terminaba, las contracciones se hacían más y más fuertes, lo probable era que el número de dilatación estuviera muy alto. No pudo caminar más y cayó al suelo.

Sujetada de las rejas de un orfanato, en el cual había dado. Respiraba con dificultad, un dolor más fuerte y la fuente se le rompió…no podría ser peor. Afortunadamente la ayuda llegó, una de las madres del orfanato la encontro en pleno desgarre y sin duda fue en su auxilio. La ayudo a ingresar al orfanato pero a medío camino volvió a caer.
Querían llevarla a un hospital pero era imposible, para eso la criatura ya estaría sacando la cabeza por su cuenta. Era algo desastroso.

Ella de alguna forma parió en ese lugar con la ayuda de las madres, luego de eso murió. Simplemente no pudo soportar el parto y así sucedió. Un 9 de Marzo…un día trágico y milagroso por otra parte. Dios dio vida a un nuevo ser pero a cambio se llevó otra. La mujer de alguna forma murió feliz ya que su hijo habia llegado al mundo y lejos de aquel hombre despreciable. Ni siquiera se supo su nombre o su historia.

Era un varón, un lindo varón al cual tuvieron que llevar urgentemente a un hospital, sus pulmones no funcionaban bien y una de sus costillas estaban dañadas.

El pequeño YoonGi, así era como las madrecitas le habían puesto. Este niño vivió una dura vida, tenía problemas con sus pulmones y con su aparato circulatorio, el verlo era realmente triste. Desmayos, pérdida de aire y sangre que repentinamente salia de su nariz y nuevos cuidados y medicinas, no había dinero para más.
La vida en el orfanato no fue mala del todo, recibió cariño de las madres y tuvo amigos. Pero…

No era amor suficiente, quería una familia.

†" — madre Yura —El pequeño de ocho años se subió a un banco para poder observar la cena preparada por una de las madres.

— ¿Qué haces aquí YoonGi? Deberías estar en el comedor. —miro al niño con ojos brillantes y acarició su mejilla. Los ojos del pequeño estaban adornados de orejeras casi negras. Y el aspecto de su piel lo dejaba ver de más.

—Es que yo… Queria saber si algún día alguien me adoptará. —Jugó balanceandose en el banco mientras miraba hacia al techo. Aquella preocupación no lo dejaba dormir, para ser tan pequeño no estaba bien que se desvelara.

—Claro que sí, sólo tienes que ser paciente y esperar a que la familia indicada te elija. —"Elegir" esa palabra no le gustaba. ¿Por qué no podía elegir mejor él y ya? Nunca lo elegían y dudaba que con aquella enfermedad lo quisieran.

—Nadie nunca me querrá. ¿Verdad? —Sus ojitos se habían cristalizado. Lo sabía, sabía que nadie nunca lo querría. De seguro era una carga. — madre Yura ¿Por qué mi omma me dejo? ¿Por qué no me llevó con ella? —Sus palabras temblaban, y las lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas hasta llegar a su barbilla y caer en la mesa de madera. Era doloroso escuchar a un niño decir aquellas palabras, verlo en ese estado.

— YoonGi…

— ¡Me hubieran dejado morir! —exclamó con rabía, era la primera vez que reaccionaba de aquella forma. Y para esa edad, ese tipo de pensamientos eran desastrosos.
YoonGi se bajo del banco de madera e intento huir a donde nadie estuviera.

No logro mucho.

— ¡YoonGi!… cariño. —Para YoonGi el mundo siempre se desvanecía en minutos. ¿Cuándo dejaría de ver todo borroso? ¿Cuándo su cuerpo dejaría de perder equilibrio? ¡¿Cuándo?! — ¡YoonGi! "†

YoonGi parecía empeorar con el tiempo, tanto en su enfermedad como actitud. No quería comer, ni jugar, ahora sólo dormia aferrado a una almohada blanca para despertar en una almohada manchada de rojo. El tratamiento no lo quería tomar, no se dejaba cuidar y maldecia a todos. Era dificil tratar con él. El dia de su decimo cumpleaños la paso conectado a aparatos, su piel era tan blanca, su cara se veia demacrada, sus labios rotos…

Las madres no sabían que hacer, le habían tomado tanto cariño que definitivamente no podían dejarlo ir, le habían prometido a su madre cuidar de él, no podían faltarle a su palabra pero tampoco podían verlo sufrir.

YoonGi lo que quería era morir.

Cada cosa era como algo mortífero para YoonGi, no sabían que cosas le hacían bien y cuales mal. Paso casi el año conectado a tubos y aparatos. Y la edad de trece seguía con aquellos pensamientos, aunque ya eran casi nulos. Mas la edad ya lo estaba haciendo comportarse al menos en el exterior, pero su corazón seguía teniendo heridas y unas cuantas cicatrices.

†"— Te he traído un poco de ramen, ya que al parecer no piensas bajar. —Aquella madre siempre al pendiente de él. YoonGi estaba tan agradecido.

Miraba por la gran ventana mientras leía un libro, sentia el aire recorrer su cuerpo. Sentía algo, algo extraño que no podría explicar. Un presentimiento, tal vez.

—Muchas gracias madre Yura. No quise bajar porque ¿De que serviría? —YoonGi le miro con aquellos ojos tristes y felinos. —Hoy vienen los papás… no quiero ver como los eligen a ellos y a mi no. No quiero ver como les dan amor y a mi...— ahogó su llanto en sus labios, los mordió y cerro sus ojos.

—Oh cariño~ —Yura podía sentir su dolor, sabía aún como se sentía. Le dio proteccion en sus brazos y acarició sus cabellos. Eso hacía sentir a YoonGi de alguna forma bien, aunque no del todo. "†

YoonGi ya no tenía ni una sóla esperanza, desde hace años que la había perdido. ¿Quién iba a querer adoptarlo? Seguía enfermo y ya tenia trece años, era el mayor de todos los niños, sus antiguos amigos ya habían sido adoptados, estaba entre niños de cinco o menos años. Claro, los padres prefieren a pequeños saludables y no a grandes enfermos. No había ni un gramo de esperanza en el.

Ni uno sólo.

Por supuesto debido a eso YoonGi no se esperaba que para principios de otoño alguien llegara para llevarselo. Dos amorosos esposos que desde hace algunos meses habían estado observando a YoonGi, dos amorosos esposos que desde hace años deseaban un hijo, dos amorosos esposos que se convertirían en la familia de YoonGi.

†"Mirar las nubes, el cielo y sentir el viento. YoonGi seguía preguntandose el porqué su mamá no lo llevo con ella, el porqué no lo dejaron ir con ella cuando pudo. Tal vez eso hubiera sido mejor que haberse quedado a causar molestias y vivir en un mundo injusto y cruel. ¿Para qué? Si sólo había venido a sufrir y a preocupar a personas sin culpa.

Cerro sus ojos por algunos momentos, lo único que podía tranquilizarlo era eso, eso y llorar en silencio. Sus ojos no se relajaban sólo se tensaban y cada vez más sollozos se escaban de sus labios.
De sentir el sol golpear su rostro, sintió una sombra calentarle pero era muy diferente a como solía calentar el sol. YoonGi abrió sus ojos lentamente así tallandolos para borrar rastro de lágrimas ¿Con qué se encontro?

Se asusto por algunos minutos, se levanto del suelo sacudiendo su ropa y su rostro formo la confución "¿Quiénes eran aquellos dos adultos y qué hacian ahí?" Era la primera cuestionante que no logro resolver ni entender en un principio.

— No llores hermoso –Le había dicho una mujer que para él era desconocida. Se había acercado sin autoridad y limpiado las mejillas blancas de YoonGi.

— ¿Quié-nes…son?— Cuestionó sintiendo temor y se alejo para refugiarse en la madre Yura, la cual se acercaba con una pequeña maleta.


—YoonGi, ¿Qué es lo que pasa? —Le había preguntado ella con una sonrisa débil.


—No, nos temas pequeño todo estará bien

—YoonGi —Yura se inclinó hacia el pequeño pelinegro y acarició su mejilla. Estaban calientes. —Pensaste que nunca te adoptarían. —Suspiro. —Lo ves, perdiste tus esperanzas en vano. Debiste aguantar más YoonGi, pero ya no te preocupes que la espera a terminado. -Dijo con una sonrisa de costado a costado.

YoonGi sonrío al captar el mensaje, sintio una pizca de alegría recorrer su alma y la emoción lo hizo reaccionar de inmediato. Aquellas personas habían venido para llevárselo. Bien dicen que la esperanza es lo último que tiene que morir, YoonGi se adelantó y la mato por su cuenta, pero esta había regresado por él. No dudo en correr y abrazar a su nueva familia, queriendo robar todo el amor que le había hecho falta."†

Los Esposos Min le dieron su apellido, cariño, paciencia y comprención. Parecía que todo marcharía bien. Pero no fue así.

Hubo más problemas con respecto a la salud de YoonGi.

En tan solo días el pequeño pelinegro había logrado adaptarse a su nueva vida, claro después de haber deseado por tanto tiempo a que a aquel día llegara y que ya comenzaba a vivirlo. Nunca imagino como sería el amor de unos padres y si que había sido total de su agrado, ya ni siquiera recordaba su enfermedad o los días de el pasado, porque para eso se creo el pasado, para dejarlo atrás.
Las cosas iban de maravilla, era como un sueño. Los Min habían metido a YoonGi a la escuela y lo habían hecho viajar en varias ocasiones con ellos, le habían dado disciplina y salud. Su enfermedad parecía estar como en un estado de coma, no había ya ni un rastro de ella. YoonGi ya no se sentía cansado y parecía respirar a la perfección.

Paso así aproximadamente un año y medío, YoonGi ya cursaría el segundo año de secundaria y sus nuevos padres habían planeado un viaje para las vacaciones de verano, querían llevar a YoonGi a Seúl. Quien los viese afirmaría que era una de las mejores familias, armoniosa y amorosa, parecía ir todo perfecto, ni siquiera el mismo YoonGi podía creer el avance que compartía con sus padres, era como si hubieran sido familia desde siempre.
Los Min por supuesto que estaban orgullosos de su hijo y de sí mismos por conseguir una buena formación en él, lo habían logrado en un año, traerle educación, disciplina y sobre todo felicidad. Incluso habían traído así mismos su propia felicidad.

Pero las cosas comenzaban a salirse de control.

En el año 2008 mes de abril, los problemas para respirar habían regresado a atormentar a YoonGi. Había sido algo inesperado, de la noche a la mañana a YoonGi le había faltado el aliento como si hubiera corrido un maratón, lo peor de todo era que estaba en la escuela acabando de terminar la clase de educación física. Hubo un tremendo susto entre maestros y amigos.

†" — ¿Qué hago aquí? ¿Dónde estoy? —YoonGi estaba asustado, lo primero que había visto al despertar había sido una blanca pared seguida de algunos artefactos conectados a su cuerpo.

— ¡Hyung! —Su amigo Jimin fue lo tercero que vio.

—Jiminnie —Intento quitarse la máscara de oxígeno y quiso levantarse pero la habilidad de Jimin le impidió que hiciese algún esfuerzo. —Jimin ¿Qué hago aquí? ¿Dónde estamos? —Preguntó irritado.

—Hyung~ —Fue lo único que obtuvo como respuesta. De inmediato supo que su amigo estaba llorando, sin la necesidad de verlo ya que el quiebre y sollozos en sus palabras lo delataban.

—Jimin ¿Quisieras decirme lo que ocurre?

—Casí mueres hyung… No podías respirar y la ambulancia se tardaba, pensé que… —Las palabras entre cortadas de Jimin fueron interrumpidas.

— ¿Dónde estan mis padres? ¿Ellos saben de esto?

—No, le dije al profesor que yo me haría cargo de avisarles, pero lo olvide. Lo lamento, ahorita les llamo.

—No ¡No lo hagas! ¡No les digas! —Jimin estaba asustado ante los repentinos exclamos de YoonGi por lo que en esa ocasión no pudo impedir que YoonGi se quitara la máscara y la ultra venosa. —Estoy bien… Vámonos y por favor no hablemos de esto y menos a mis padres.

—pero… —Su amigo estaba alarmado por su actuar. ¿Cómo podría pasar por alto esa situación? De alguna manera YoonGi consiguió hacerlo callar."†

YoonGi tenía miedo, miedo de que el pasado se convirtiera en su presente y futuro, miedo de que sus padres tuvieran que cargar con su enfermedad y que ya no lo quisieran, miedo de ser un fastidio nuevamente. Por esas razones calló y no habló de ello.

Pensó que sólo sería en esa ocasión pensó que no volvería a ocurrir algo así. Pero su enfermedad estaba saliendo del coma. YoonGi volvía a sentirse vulnerable, los desmayos habían regresado al igual que la perdida de sangre. Fue difícil ocultarlo durante un año de sus padres. Fue desconciderado de su parte el ocultar algo así, ¿Qué acaso no pensaba en lo preocupados que estaban las personas a su alrededor? …l decía estar bien cuando era todo lo contrario. Pensando en que si callaba era para no angustiar a sus appas pero estaba haciendo todo lo contrario. Debío saber que si lo guardaba causarías más daño porque su enfermedad no podría ocultarse por siempre.

No lo estaba haciendo bien. Fue egoísta hasta con él mismo.

Los Min sabían de la enfermedad de YoonGi desde antes de que YoonGi los conocieran, sabían su historia casi totalmente todo sobre él, por esa razón lo eligieron porque además desde que lo vieron se había robado su corazón.
Se les hacía muy extraño que la enfermedad de YoonGi hubiera desaparecido así como así, por lo que siempre estuvieron al pendiente. Ya temían ante el repentino cambio de YoonGi.

Fue entonces que en la noche de Navidad del 2009 terminaron por enterarse de lo ocurrido. A YoonGi repentinamente le había salido sangre por la nariz en plena cena y después de haber querido correr a su habitación para que sus padres no lo vieran, había tenido como una especie de colapso al estar a mitad de las escaleras. Afortunadamente el Sr. Min le había seguido y lo alcanzó antes de que este cayera y rodara por las escaleras.

A partir de ahí la tormenta había regresado y esta vez con truenos y relámpagos.

A YoonGi tuvieron que llevarlo urgentemente al hospital y de ahí a la sala de urgencias ya que no sólo la sangre de su nariz no dejaba de salir si no que también comenzaba a sudar mucho y a tener convulsiones.
Después de varias horas el doctor había dado una noticia que sonaba mortífera.

YoonGi tenía uno de sus pulmones perforados y un severo problema con sus vías respiratorias, más otro virus que no lograban identificar. Tuvieron que someterlo a una operación y de ahí a una terapia intensiva.

YoonGi duro un año y medio hospitalizado.

Parecía estar todo bien después de eso, YoonGi ya no tenía tantos problemas para respirar, ya era casi nulo, solo debía tener alguno que otro trato especial y un último tratamiento. Las cosas para YoonGi cambiaron, aún no podía superar el trauma de saber que estuvo en aquel estado, por muchos meses dormido y por tres días en operación, no podía creer que había estado a punto de morir. Las cosas se le habían hecho pesadas y duras. YoonGi ya tenía dieciocho años, o bueno los iba a cumplir y había dejado detrás tanto esfuerzo, perdió sus estudios que era una de las cosas que más concentración aportaba y perdió vida social. Mas aún tenía a sus papás, ellos nunca lo dejaron solo y le ayudaron a levantarse nuevamente.

Fue entonces que decidieron enviar a YoonGi a los Estados Unidos por un tiempo, él se los había pedido. Se había enterado que su mejor amigo Jimin, del cuál estaba enamorado desde que lo conoció y trato, iba a irse a causa de que sus padres lo mandaron porque no querían cargar más con él. Jimin le había pedido a YoonGi que lo acompañará aunque sea por unos meses, igual lo hacia con la intención de ayudar a los Min y regresar a su hijo mejor que nunca, según él esa era una buena opción para conseguirlo. YoonGi al principio no quería pero cedió debido a que creía que debía estar al lado de Jimin para confirmar sus sentimientos y por otra parte siempre quiso visitar aquel lugar del cuál sus padres le habían hablado tanto.

Los Min dieron el permiso gustosos, además de que YoonGi ya era mayor de edad cómo para pedir autorización, igual lo veían cómo una buena opción. Confiaban en que Jimin cuidaría muy bien de él a a pesar de que fuera el menor.

Así fue cómo YoonGi partió en rumbo a U.S.A en marzo del 2011. Prácticamente habían llegado celebrando por el cumpleaños del pelinegro mayor.

El viaje formó a un nuevo y mejorado YoonGi, su vida en la U.S.A había sido efectiva, claro tuvo problemas, tanto un poco con su salud cómo para adaptarse pero pudo pasar esa fase con rapidez gracias a la ayuda de Jimin.

Formó su carácter, sus gustos y pensamientos. Conoció nueva comida que lo ponian contento y lugares que dejaban un toque de emoción e impresión. Realmente Jimin acertó con aquella propuesta. Casi todo el tiempo la pasaron jugueteando, se habían metido ambos incluso en un curso de inglés, pero no dio buenos resultados, era frustrante intentar interactuar con los demás por lo que preferían mejor no tener que socializar con ellos. Entre ellos vivieron bien, ambos en la casa de los abuelos de Jimin.

YoonGi incluso había tomado amor por varias cosas, entre ellas el Hip Hop.

La vida de YoonGi había tomado buen ritmo nuevamente. Pero igual y debían regresar, Jimin había tomado permiso de sus abuelos para ir con YoonGi de regreso, pero estos le dieron una fecha específica, y esa era hasta que pasará año nuevo.

Cuando el día llegó ellos ya estaban preparados, tomaron su vuelo y llegaron sanos y salvos a corea.

"¡Directo a casa!"

Fue lo que había gritado Jimin en el aeropuerto ganándose varias risas de su mayor, mezcladas con un mirada amenazante, varias miradas sé habían concentrado en ellos. Con unos cuantos empujones y golpes de parte del ahora pelirrojo salieron del aeropuerto y consiguieron un carro de sitio.

YoonGi estaba tan feliz de regresar por fin a casa, ansioso por ver a sus padres, de abrazarlos y convivir con ellos como antes. Ya ni siquiera recordaba los años que estuvo sometido al sufrimiento, no quería saber nada de eso y ahora si lo tenía claro. Los amaba, amaba a sus padres y sabía que ellos también a él. No había porque preocuparse de lo que tuviese o como fuese, ellos seguirían amándolo y lo sabía. Su actitud era casi madura, gracias a Jimin seguía siendo algo infantil, pero a pesar de eso tenía su lado dulce y frío a la vez.

Cuando al fin el automóvil se detuvo, las cosas parecieron pasar con rapidez. YoonGi había salido cuando antes del carro y seguido de el un Jimin carismático que no dejaba de jugarle bromas. Las maletas habían sido sacadas de la valija y ambos habían agradecido al ajushi con una inclinación de noventa grados y habían pagado el viaje. Conformes y alegres se aproximaron a caminar en dirección a la puerta blanca, YoonGi se sentía con tanda energía.

Sólo le basto con tocar un par de veces para que le recibieran con los brazos abiertos.

~" — ¡YoonG, pero cuanto has cambiado! —exclamó SooYoung abrazando a su hijo. Claro se refería en esencia, su rostro representaba felicidad, ya no era un rostro demacrado y triste si no todo lo contrario. También se refería a su cambio de luck.

—Pero sigues igual de blanco hijo ¡Incluso más! Ya casi ni te distingues —había bromeando SeokHyung.

Habían compartido más abrazos, besos y un poco de charla. Rieron y siguieron haciendo comentarios.
YoonGi había incluso recibido una noticia inesperada. Un hermano menor. YoonGi sintió más alegría y emoción de la que ya tenía, nunca imaginó tal sorpresa.

—Bueno iremos a dejar a Jimin con sus tíos, ya que no quiso aceptar nuestro hospedaje. —Jimin se encogio de hombros.

—Ok, nos vemos pronto Jiminnie. –El aludido había abrazado al mayor. YoonGi había sonreido y le alboroto los cabellos.

—No olvide marcar en la noche hyung~

—No lo olvidaré —Fuerón sus últimas palabras.

Sus padres y Jimin se habían marchado y ahora él tenía que ir a acomodar sus cosas en su antigua habitación. Subió las escaleras sin sentir o darse cuenta de los ojos que lo observaban. Recordó a su nuevo hermano y fue a buscarlo en la habitación de invitados, ya que supuso que estaría ahí. Quería conocerlo y presentarse adecuadamente pero no lo encontró, se le hizo extraño pero quiso pensar que tal vez estaba en el baño o en algun otro lugar de la casa. Nunca imagino que estaría esperandolo en su propia pieza.

JungKook estaba sentado en la cama del mayor y en cuanto este entró se asusto e intentó refugiarse en el armario.

— ¿Ah? —YoonGi le miro inteigado y dejo la maleta en el suelo. El menor le resulto como un ratoncito queriendose esconder en su hoyo. Le causo un poco de gracia y ternura. "~
Notas finales: Esta vez como lo pudieron leer, es la historia de Suga ya en el siguiente hay sukook.

Unnie. ShaRMYbee! !!!! hola *-*/ espero le haya gustado y aprovechó para decir que el otro Sukook tal vez dure más sin escribirlo. -el tipo que le iba a reparar su computadora sse fue de vacaciones ¬¬ -

Eso. Pai pai. Próximo intentaré el domingo.

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