El ruido de alguien golpeando en la puerta de mi habitación me despierta de mi pesadilla. Me levanto tambaleándome por la habitación, y cuando llego a la puerta la abro frunciendo el ceño.
— Señor Jones, su abogado está en la sala. ¿Quiere que le diga que baja en un minuto?
Fruncí más el ceño e hice una ademan con la mano, restándole importancia.
— Dile que venga mañana a la misma hora. Hoy tengo que ir a casa de mi novio.
El ama de llames se ruborizó y asintió, abrumada por su espacio personal.
Bueno, no es mi culpa ser extremadamente sexy.
Entré en la habitación, cerrando la puerta detrás de mí. Luego fui al armario y quité una camisa blanca, un saco negro, pantalones de vestir, cinturón marrón y obviamente; zapatos.
Mi vida no es perfecta como todos dicen. Muchos me tienen envidia por todo el dinero que tengo, pero nadie sabe los sacrificios que tuve que hacer… y espero que siga siendo un secreto. Aunque debo de admitir que el dinero me dio y me sigue dando muchos beneficios, sin embargo, como dicen todos; no compra la felicidad.
Tengo un novio de mi misma edad; 26 años. Nos llevamos bien, pero últimamente le está importando más mi dinero y mi pene que hablar un rato conmigo. Lo conocí cuando mi padre trajo al hijo de su amigo hace 4 años. Todo era perfecto los primeros 3 años… pero éste último, no sé lo que le pasó.
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Sonreí cuando vi tirada la foto de mi madre al lado de la puerta de mi cuarto. Apuesto que fue Elba la que puso la foto allí. Esa mujer es buena, pero se está entrometiendo demasiado en mi vida privada… Mañana la despido, definitivamente.
Bajé las escaleras, ya vestido, y salí directamente de mi mansión sin siquiera avisarle a los empleados.
Cuando subí a mi BMW color negro, aparté un mechón de mi cabello rubio y lo coloqué detrás de mi oreja.
«Tengo que cortarme el cabello»
Por alguna razón no puedo encender el auto. Tengo miedo… y eso es raro, ¿yo con miedo? Tal vez tenga miedo porque sé que este es el ultimo día en el cual voy a ver a Logan. Quiero dejarlo, pero se pone a llorar y se me ablanda el maldito corazón. La única forma de que no llore es dándole dinero, así que tendré que darle una buena cantidad.
«Hijo de puta, interesado… imbécil.»
¿Cómo pude malgastar 4 años de mi vida estando junto a él?
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Aparqué en un estacionamiento cercano y bajé de mi auto. Miré con indiferencia a los jóvenes de ahora, y debo de decir que la sociedad está perdida. No les interesa nada. Son unos malditos desagradecidos. Dan repugnancia.
La riqueza que tengo hoy en día es gracias a la educación que pudieron darme mis padres antes de que mi madre muriera y mi padre se fuera a Italia a vivir con mi hermano Jeff. No me quejo, amo vivir solo. Soy un hombre que le gusta tener su espacio personal. Debo de decir que también soy sensible, pero trato de ocultarlo. Nunca nadie me vio llorar desde que tengo memoria, tal vez la única fue mi madre… pero tenía 6 años, así que no cuenta.
Camino tranquila y precavidamente por las calles del barrio donde vive mi novio. Hace frio y todo está oscuro. Solamente puedo ver por la tenue luz de la luna y de las estrellas; además de 3 faroles que se encuentran en la vereda.
— Sigue, sigue… ¡Ah!, que rico… Amo follarte la boca… Me voy a venir mi amor, y quiero que te tomes toda la lechita de papá. — dijo una voz pervertida y adulta.
Abrí los ojos como platos cuando reconocí esa voz; Logan.
Corrí hacia donde se escuchaba los gritos de un muchacho y llegué a un callejón. Me fui adentrando en el, y cuando los gritos cesaron, corrí dentro del callejón. Me encontré a una figura en el suelo. Un chico amarrado y desnudo.
«¿Qué sucedió aqui?»
— Ayúdeme… Duele, duele mucho. — murmuró suplicando el joven antes de quedarse completamente dormido.
Mire hacia todos lados, cerciorándome que no hubiera uno de los violadores; ya que escuché más de una voz madura. Cuando me tranquilicé, levanté al chico y lo llevé hacia mi auto.
Cuando las luces de mi auto se prendieron, pude ver el rostro del muchacho. Sus cejas trabajadas. Labios carnosos y finos. Nariz respingada y pequeña. Perfecto, tiernamente perfecto. Pero por muy lindo que sea, no puedo hacerle nada. En primer lugar porque recién acaban de violarlo y segundo, parece se secundaria; y yo soy un hombre adulto. No voy a salir con un mocoso.
— B-basta… d-duele mucho. — fruncí el ceño al notar que está soñando.
Éste muchacho tuvo que haber sufrido mucho, y debe sufrir aún. Por alguna razón, comprendo que me va a traer más problemas de los que ya tengo… pero no puedo simplemente abandonarlo. No puedo.
— Hola mi amor… — una voz se escuchó detrás mío y me giré rápidamente, encontrándome con unos ojos miel; Logan — ¿Quién es él muchacho que está detrás, cariño? — me preguntó con una sonrisa que dentro de poco se esfumaría al oír mi noticia.
— Un chico que acaba de ser violado. ¿Qué haces aquí, Logan?
Él me miró un momento y soltó una risita.
— Mi amor… tienes que practicar un poco sobre «deducción».
Abrí los ojos exageradamente y sentí como me quedaba sin aliento.
La primera voz que escuche cuando bajé del auto… definitivamente era de Logan.