-¿Piensas quedarte ahí sentándote?- Alexa exclamó autoritariamente.
-Puedo hacer lo que se me dé la gana- Me crucé de brazos y cerré los ojos. Maldición había olvidado por primera vez mis audífonos, no tenía como ignorarla.
-Agh, como te detesto.- Se paró de golpe y quedó enfrente de mi- ¡Todo esto es tu culpa!- Me señaló acusadoramente con el dedo índice, eso hizo que le prestara por lo menos un poco de atención.- Si tu no existieras yo ya sería novia de Matt…- cada vez se veía más furiosa.- Siempre estás ahí entrometiéndote en todo, si pudiera deshacerme de ti para quedarme con Mi Matt…- suspiró.- Seria la chica más feliz del mundo.
-Para empezar él es MI idiota.- Me levanté y le contesté enojado, ella abrió los ojos de golpe sorprendida.-…yo lo conocí primero y quieras o no siempre voy a estar pegado a él o viceversa.- Supongo que entré a mi modo infantil para ponerme a discutir diciendo estas cosas, pero es solo que no soporto a esta zorra, ¿Quién se creé para decir esas cosas?.... ¿Deshacerse de mí? ¡¡jajajajaja!! Algo está mal en la cabeza de esta tipa. ¡Nadie puede deshacerse de mí, no lo dejare! ¡No dejaré que nadie me gane! (Creo que ya me salí del tema, pero ya quedo claro.)
Los dos nos quedamos viendo en silencio, el ambiente era tan tenso que hasta se podía ver que salían chispas de nuestros ojos.
-Te apuesto a que no puedes encontrar a MI lindo Matt antes que yo.- Alexa habló con aires de grandeza mientras con su mano se movía el cabello. Yo estaba a punto de decir que no, hasta que reaccioné. Si le seguía el juego, estaba la posibilidad de que yo encontrara la casa de ese idiota primero y así ella no vendría conmigo, en otras palabras así me quitaría a esa tipa de encima. Aunque cabía la posibilidad de que ella lo encontrara primero y… Naaah eso es imposible.
-Está bien.-Sonreí de lado y le dediqué una mirada competitiva, ella me miró de la misma manera.
Luego de eso cada quien agarró sus cosas y se fue por un camino diferente.
El lugar donde estábamos tenía una glorieta en el centro y había cuatro calles o caminitos en donde se encontraban más casas al fondo, como una “cerrada”. En la esquina de una, se encontraba una pequeña tiendita.
Caminé un buen rato, aproximadamente como una hora y media. Ya había comenzado a ponerse el sol…. ¡Y yo seguía sin encontrar la casa de ese idiota! ¡¿Cómo podía ser eso posible siendo un pueblo tan pequeño?!
Ya fastidiado de caminar y más que nada cansado, decidí ir a comprar algo de tomar, pues ya me estaba muriendo de sed. Recordé que una de las esquinas había visto una pequeña tienda, así que me acerqué a ella. Rápidamente me dirigí a los pequeños refrigeradores, saqué un agua de litro y la fui a pagar.
Abrí rápidamente la botella y me la bebí como si llevara semanas sin tomar agua. Tomé el último trago de agua (solo que aún lo mantenía en la boca) y ya estaba a punto de salir cuando escuché una voz familiar que decía: “Gracias” desde el mostrador. Volteé a ver y me llevé la sorpresa de que era ese idiota.
Escupí el agua de la impresión y emocionado lo señalé con el dedo índice.
-Te encontré.- Exclamé emocionado y todos los presentes en la tienda se me quedaron observando.
-D… ¿Drake?- Preguntó sorprendido Matthew.
-No hay tiempo, ven.- Me acerqué a él, lo tomé de la mano y a paso rápido salí de la tienda jalándolo.
-Q…Que… ¿Qué haces aquí?- Dijo con una sonrisa en la cara.
-Lo mismo digo.- Lo observé más de cerca y le toqué la frente- Estas enfermo y además tienes la cabeza caliente, no deberías estar caminando tranquilamente en la calle, ¿Eres idiota, o que?- Lo reprendí severamente, podría ser grave que ande vagando así por aquí, además la cara que traía no se veía bastante bien, la enfermedad sí que le había afectado.
-Lo…lo siento… pero tenía que salir a comprar unas cosas jejeje.- Me mostró la bolsa de plástico que tenía en la mano.
-No te disculpes…es solo…que… no, nada olvídalo- Volteé mi rostro para evitar que mi mirada se cruzara con la suya.- Te acompañaré a tu casa por cualquier cosa.- ¡Sí!, Drake 1 y la zorra esa 0, encontré a Matthew primero y además iré a su casa.
-¡¿En serio?!- Exclamó con sus mejillas sonrojadas, aunque ya estaban un poco rosas por el resfriado que tenía. Poco después comenzó a toser.
-¿Ya fuiste al doctor?- Le pregunté preocupado y el asintió con la cabeza.- Dame esa bolsa, la cargaré por ti.
Todo iba bien hasta que a lo lejos divisé la figura de la “linda”, “tierna” y “bellísima” Alexa Bustamante.
-Mierda.- Maldecí y comencé a ver desesperadamente mis alrededores para buscar unos arbustos, así podría usar mi técnica milenaria para esconderme en ellos.-¡¡ALLÍ!!- Lo volví a jalar de la mano y lo tumbé detrás de ellos.
-Que… ¿Qué haces?- Preguntó sorprendido.
-¡Shhh!- Me hinqué, luego le tapé la boca y me acerqué a su oreja.- No hagas ruido yo te digo a qué horas saldremos de aquí.
-¿De quién te escondes?- Resopló confundido.
-De alguien, es una larga historia… no hagas muchas preguntas.- Me aproximé más a su rostro, mientras le decía todo esto algo fastidiado.
-E…es…estas muy cerca.- Dijo con el rostro sumamente sonrojado y desviando su mirada nervioso.
-Waaah… perdón.- Me separé de golpe y también me sonrojé.
Decidí observar en unos espacios que había entre las ramas y las hojas, estaba esperando a que Alexa se alejara un poco. Lo volteé a ver de reojo y parecía perdido, tal vez era por la enfermedad.
-Yo…quiero…- Comenzó a hablar en voz baja.
-Si… lo sé…-Cerré los ojos fastidiado.- Espera un poco y nos iremos, esto es algo crucial de vida o muerte.
-No… no es eso.- Agachó la vista- Me…gusta…- Lo volteé a ver incrédulo.
-¿No que te querías ir?- Le pregunté confundido- Ahora sales con que te gusta estar aquí.- Lo dejé de ver y dirigí mi mirada a la calle para ver a Alexa, ya se estaba alejando por la dirección contraria.
-No es eso Drake.- Sonaba algo frustrado.- ¡Yo te quiero mucho!- Me jaló de mi ropa para que lo quedara viendo a los ojos.
-¡¡¿AAAAAAAAAAH?!!!!- Grité muy muy pero muy sorprendido.- Demonios- Instintivamente me tapé la boca. Aunque pensándolo bien, no es como si Alexa se fuera a acercar para buscarme, mientras más lejos permanezca… mejor para ella.
-L…lo…siento.-Cerró los ojos de golpe sin soltarme de la camisa, y su rostro quedó peor que un tomate.- Pero…es que…me desesperaste y no me entendías… es más creo que ni me prestabas atención.- Infló sus mejillas y frunció tiernamente el ceño.
-…Es… ¿Es verdad…eso?- Pregunté mientras mis mejillas comenzaban a arder y desviaba mi vista a otro lado.
-S…Sí…- Contestó con nerviosismo mientras apretaba fuertemente los ojos.- Me gustas desde…hace mucho…y…ayer… que me dijiste...eso…me puse muy feliz…- Abrió los ojos y me sonrió dulcemente.- Pero saliste corriendo asustado ayer…
-¡HEY! ¡Yo no salí corriendo asustado!- Reclamé- Bueno…tal vez…si me fui… pero solo estaba caminando muy rápido y...y… ¡No estaba asustado!- Él solo rió tiernamente.
-Pues…te fuiste y no sé… no me dejaste decirte nada.- Cambió su expresión a una un poco triste.- Después de tanto pensarlo, incluso llegué a la conclusión de que tal vez solo dijiste eso por error.
-¡¡¿Ah?!! ¡Yo jamás diría eso por error idiota!- Le grité enojado. Aaaah, me pregunto: ¿Qué dirá la gente que está pasando cuando escuche salir unas voces de este arbusto?, no es nada normal ir pasando por la calle tranquilamente y que un montón de hojas hable… ¿No creen?... Bueno volviendo al tema.-Para mí, que la fiebre ya te hacía alucinar cosas.- Le golpeé la frente con la palma de mi mano. Él solo hizo un puchero, soltó una de sus manos y se sobó la cabeza.- Eres un idiota…
Después de eso le sonreí y nos quedamos viendo fijamente en silencio. El rostro de Matthew creo que no podía estar más rojo, y juraba que el mío estaba de la misma forma o peor.
Poco a poco fui aproximándome más para acortar más la distancia que había entre los dos, creo que lo hacía más por instinto que por cualquier cosa, y él estaba de acuerdo con todo esto. Parecía broma, sueño o lo que sea el caso es que no sentía como si fuera real, ¿Al fin podría besar a ese idiota?.... ¡¡¡No es como si estuviera desesperado o algo por el estilo!!!
-¡NO!- Gritó de golpe, abrió sus ojos y se tapó rápidamente la boca. ¿Y a este idiota que le pasa? … ¿Quién lo entiende?
-Si no querías que te besara, por lo menos no me hubieras rechazado de esa forma.- Mi rostro volvió a su color normal y le dije…algo ¿enojado?, ¿triste?, ¿decepcionado?.... Ni idea…Pero poco después analicé mis palabras y me volví a sonrojar, en serio que hoy estoy diciendo cada estupidez…- Ya vámonos…- Me comencé a levantar de donde estaba sentado.
-¡No!- Volvió a gritar y me tomó de la manga. Creo que el refriado lo está volviendo algo escandaloso.-No…no… no eso…-Sus ojos se cristalizaron como si quisiera empezar a llorar.- Es…es…es que si no… te voy a contagiar….y.. No quiero que te enfermes…por mi culpa…- Puso carita de perrito triste y unas pequeñas lagrimas amenazaban con salir de sus ojos.
-De verdad que eres un idiota…- Sonreí y me volví a sentar a su lado.- Pero así te quiero…- Abrió los ojos sorprendido y yo me dispuse a abrazarlo fuertemente.
-..D…Drake…- Susurro mientras apretaba más el abrazo.
-Ya se hace tarde…- Me separé y le di un tierno beso en la frente, cosa que hizo que Matthew se sonrojara de golpe.
-¡¡Jajajajaja!!- Comenzó a reír nerviosamente.- No sabía que podrías ser tan lindo y tierno…
-¡Cierra la boca y vámonos!- Me sonrojé por lo que había dicho y raídamente me levanté para salir de los arbustos.
-Waaaah…espérame…-Exclamó mientras se ponía de pie.- Oh…olvidaste esto- Me entregó la bolsa de la comida- Es por ahí.- Me señaló la dirección a donde debíamos dirigirnos con el dedo índice.
-Es para ti.- Contesté indiferente, se la di y seguí caminando.
-¿Para mí?- Sonrió contento.- ¿Viniste hasta aquí solo para traerlo?
-Sí…algo así…- Me comencé a rascar la mejilla nervioso.- El plan era llevarlo a tu casa...- Que vergüenza que se entere de que no sabía… más bien… que se entere de que no sé en donde vive.
-¿Pero como me lo ibas a llevar si no sabes dónde vivo?- Preguntó curioso mientras ladeaba su cabeza.
-¡¿Cómo lo sabias?!- Exclamé alarmado. ¡¡Matthew me puede leer la mente!!-…Digo...bueno...es que…- Empecé a tartamudear. Me habían descubierto.
-Bueno es que no me gusta decir la dirección de mi casa...-Lo observé atento mientras hablaba.- Porque luego muchas personas pasan por ahí a propósito y dicen que es casualidad…Mienten solo para ir a verme.- No sé porque me dieron unas enormes ganas de golpearlo…
-¡¿Creíste que te iba a acosar día y noche?! ¡¿Qué clase de persona crees que soy?! ¡¿Es por eso que no me lo dijiste?!- Dije “tranquilamente”, estaba bastante indignado.
-No, no me refería a eso.- Comenzó a mover nerviosamente las manos.- No me importaría si tú me acosaras día y noche- Cerró los ojos fuertemente y sus mejillas se volvieron a teñir de rosa.
-Wow…- Fue lo único que salió de mi boca mientras lo veía sorprendido.
-Además, tú nunca me preguntaste por mi dirección, pensé que no querías saber dónde vivía.- Dijo y después sonrió. ¿Por qué me sentí culpable por lo que dijo?, cosas como esa me hacen ver como una persona vil y cruel sin sentimientos.
Dejando a un lado esa incomoda conversación en donde yo no quedé bien del todo. Caminamos solo unos minutos y llegamos a su casa.
No era una construcción grande, por fuera se veía como una casa promedio igual a las que hay en este lugar, ni muy grandes ni muy chicas. Tenía una cerca de madera de color blanco con la pintura un poco desgastada, pero igual seguía luciendo bonita. Había un jardín con la hierba un poco descuidada, como si estuviera volviendo a crecer, no tenía flores, arboles ni nada por el estilo. Al pararte enfrente de la rejita, lo primero que capta la atención es la hermosa puerta color café que tiene unos bellos adornos. En conclusión, la casa se veía bonita por fuera.
Matthew abrió la rejita y me invitó a pasar. Me quedé admirando la fachada mientras él buscaba sus llaves en uno de sus bolsillos.
Finalmente después de buscar y buscar las encontró y se dispuso a abrir la puerta.
-Perdón jejejeje.- Rió nerviosamente y se comenzó a rascar la cabeza.- Pero está un poco desordenado.
-No te preocupes, cualquiera tiene desordenada su casa.- Contesté como si nada.
Cuando entré a ese lugar, todo estaba patas para arriba. Habían vasos y platos regados por todo lados, las pequeñas masetas que tenía…era obvio que necesitaban agua, había camisas por todas partes, zapatos, libros, libretas, envolturas de frituras…¿Un árbol de navidad?
He escuchado que muchas personas tienen desarregladas su casas…. ¡¡¡PERO ESTO ES ABSURDO!!! ¡¿POR QUÉ MIERDA AUN TIENE EL ARBOLITO DE NAVIDAD?! ¡Y CON TODO Y ESFERAS Y LUCES!!... al menos es artificial, si no estaría el pobre árbol todo sin hojas.
-…¡¡VIVES EN UN BASURERO!!!- Le grité.- ¿Es que jamás limpias? ¡¡¿O QUE?!!
-¡Waaah!- Se asustó.- Sí limpio… a veces…pero a casi no estoy en mi casa, muchas veces me la paso en la calle o trabajando.- Sonrió orgulloso.
-Sabes, eso no significa que no puedas limpiar.- Me pasé la mano en la cara frustrado.- ¡¿Por qué demonios tienes todavía un arbolito de navidad?! ¡Eso es una exageración! ¡¿Lo sabes?!- Me acerqué más a él para regañarlo más de cerca.
-Bu…bueno este…jejejejej- Comenzó a reír nervioso mientras se rascaba la cabeza.
-Te aseguro que no has comido.- Lo volví a reprender y el asintió más que nervioso.- Te traje comida, ve a tu cuarto a comer.- Le apunté la bolsa en donde guardé la sopa de pollo.- No voy a dejarte comer aquí… ¡¡Ni siquiera puedo ver dónde está la mesa con tantas cosas tiradas que tienes!! , además necesitas descansar…
-¡SÍ!- Respondió y se fue lo más rápido que pudo a su cuarto.
No soy adicto a la limpieza ni nada parecido, pero como ya había dicho esto era una exageración.
Comencé a limpiar poco a poco, definitivamente no terminaría hoy, al menos que en verdad me esforzara… ¡¿En serio un árbol de navidad?!... lo siento… aun no puedo superarlo.
¿Cómo me fui a enamorar de este tremendo idiota?
No tengo idea de cuantas horas pasaron hasta que al fin pude ver el suelo de la casa.
-Dra...Drake…- Matthew me observaba medio escondido desde la puerta de su habitación.
-¿Qué?...- Pregunté indiferente mientras seguía barriendo.
-Ya son las once de la noche.-Dijo inocentemente.
-¡¡¡QUEEEEEEEEEEEE?!!!- Grité alarmado. ¿Cómo demonios se podía haber hecho tan tarde?, Me iban a regañar cuando llegara a casa.- ¡¡¿Maldición porque no me dijiste nada?!!-Estaba desesperado.
-Te lo dije muchas veces pero no me hiciste caso.- Hizo un puchero y frunció el ceño.
-No importa.- Suspiré resignado y me dirigí a la puerta.- Lo siento, tengo que irme nos vemos maña….¡¡¡AAAAAAAAAH!!
-¡¿QUÉ PASO?!- Matthew gritó preocupado y rápidamente fue a la puerta en donde yo me encontraba.
-¡¿Qué mierda es eso?! ¡¿Un jodido hoyo negro?! ¡¡Parece parte de una película de terror!!- Comencé a gritar histéricamente viendo a Matthew para que me diera una explicación de lo que estaba viendo.
-Aaaaah…-Dijo comprendiendo la situación.- Hace como una semana se echó a perder el poste de luz que alumbraba gran parte…- Explicó tranquilamente.- Pero no te preocupes si caminas un buen tramo podrás ver como el otro poste alumbra el resto de la calle.-Sonrió al terminar de hablar.
-¡¡¿QUÉ NO ME PREOCUPE?!!- Exclamé entrando en pánico.- ¡¡PERO SI NO SE VE NADA!! ¡¡ME VAN A MATAR SI CAMINO ALLÍ!! ¡SLENDERMAN ME MATARÁ!... ¡O VENDRA ESE TIPO Y ME DIRA “GO TO SLEEP”!! ¡¡¿O QUE TAL SI FREDDY FAZBEAR SE ME APARECE Y ME LLEVA A SU PIZZERIA?!!
-Tranquilo Drake no cre…-Comenzó a hablar Matthew.- ¡¡¿Estas llorando?!!
-¡¡CLARO QUE NO!!- Me pasé mi mano en los ojos.- No ves que solo estoy sudando por los ojos.
-Si quieres, puedes quedarte a dormir.- Dijo algo preocupado.
-¡¡¿En serio?!!- Lo tomé de las manos y lo vi directamente a los ojos, estaba eternamente agradecido con él.
-Jajajajaja- Comenzó a reír.- Solo avísale a tu mamá para que no se preocupe.
-Está bien… le diré que me quedare contigo a dormi…-Analicé lo que dije, algo no estaba del todo bien en la oración.- ¡¡A DORMIR CONTIGO!!- Volteé a ver alarmado a Matthew que solo me veía incrédulo.
-Sí, ¿qué tiene?- Parpadeó varias veces tratando de comprender.
-Solo a dormir.- Repetí algo paranoico.
-Emmm… ¿Sí?- Contestó aun sin entender.
-Espero que no malinterpreten las cosas.- Suspiré y me di una palmada en la cabeza.
-¿Malinterpretar por qué?- Al parecer seguía sin entender. A veces es bueno que sea inocente. Pero juro que me pasa por la cabeza la jodida voz de Miranda diciendo: “No vayan a hacer cosas para mayores de 18” y me imagino su tremenda cara de pervertida... esa mujer rara me ha dejado traumado.
-Nada…- Agarré mi celular y me puse a marcar al teléfono de mi madre.- Hola mamá…
-¡¡¿Se puede saber en dónde rayos estas?!! ¡Naomi dijo que saliste en la tarde, pero que no hayas regresado a estas horas es ridículo!…- Mi progenitora me comenzó a reprender furiosa.
-Estoy en casa de Matthew, le vine a traer algo para que se recuperara porque está enfermo.- Dije algo temeroso.- Pero pasaron unos inconvenientes y se me hizo tarde…y ya no puedo regresar porque toda la calle está a oscuras y… ¿sabes qué es eso, mamá?- cuando terminé de decir lo último me recorrieron unos escalofríos. De verdad que daba miedo esa calle si no estaba alumbrada.
-umm pobre Matt.- Habló mi madre con un tono de preocupación.- Aunque no sé a qué tipo de “inconvenientes” te refieres.- Su voz definitivamente insinuaba algo.- Esta bien, solo quédate a DORMIR y mañana vienes por tu uniforme para ir a la escuela.
-¡SÍ! ¡Solo me quedaré a dormir!- Grité avergonzado. ¿Es que acaso piensan que soy un pervertido?
-Bueno pero recuerda que no quiero nietos por ahora….- Bromeó mi madre.
-¡¡MAMÁ ESO NO ES POSIBLE!!- ¿Por qué me hace bullying hasta por teléfono?
-Tu que sabes…. ¿Quién me lo asegura?- Se seguía burlando.
-Ay Mamá…-Me di un golpe en la cara y mejor me decidí a colgar el teléfono.
-¿Te dejó?- Preguntó curioso Matthew.
-Sí.- Suspiré.- Por cierto… dormiré en el sillón así no te molestare. Él hizo un puchero y me jaló de la manga.- ¿Qué paso?- Le hablé curioso.
-No me molestaría…si…tu… quisieras dormir conmigo…- Le miré asombrado y él se sonrojo.- Digo…digo…mi cama es grande…-Comenzó a tartamudear.-…cabemos….dos…y…si no quieres no importa…
-No, está bien.- Le sonreí tiernamente y lo abracé- Ya es tarde, es mejor dormir de una vez.
-S…SÍ…-Contestó cabizbajo y nervioso.
Comencé a caminar rumbo a su cuarto. No era nada malo solo dormiríamos en la misma cama… no es como si no lo hubiera hecho antes con él…Joder… eso se escuchó muy raro.
Mientras seguía debatiéndome mentalmente, Matthew intentó tomarme de la mano tímidamente, a lo que yo volteé rápidamente y le quedé viendo a los ojos, cosa que lo hizo sonrojar como un tomate. Se veía tan lindo.
Le sonreí y lo tomé de la mano. Esta pequeña acción lo hizo sonreír como si fuera un niño pequeño.
Finalmente los dos nos acomodamos en la cama para dormir. En el proceso Matthew tosió un par de veces y yo lo reprendí por que debería estar descansando y no haciéndose el tonto.
-Drake…- Ambos estábamos recostados en la cama con las luces apagadas y nos quedamos viendo de frente.
-Cierto… no te lo pregunté…- Reí algo frustrado.-¿Quieres salir conmigo?- Pregunté sonrojado y desviando mi mirada.
-¿A dónde?- Contestó Matthew.- Ya es muy tarde para andar saliendo.
-¡De verdad que eres idiota!- Le di un golpe en la cabeza.- Lo que trato de decir es que si… ¿quieres ser mi novio?....idiota.- Una gran, linda y tierna sonrisa se dibujó en su rostro.
-¡¡¡SÍ!!!- Contestó más que feliz y luego me abrazó mientras aun seguíamos acostados en la cama.
Me acerqué lentamente a su rostro. Esta vez definitivamente iba a besarlo.
-¡Waaaaah!- Se tapó la boca- Ya te dije que no quiero contagiarte.- Hizo un puchero.
-No me importa…-Le dije.- Un simple resfriado no puede contra el gran Drake Anchevida.-Alardeé. Él me miró sorprendido y comenzó a reír.
-JAJAJAJAJAJA…Esta…bien…- Un sonrojo cubrió sus mejillas y cerró los ojos.
Poco a poco me fui aproximando más y más hasta que al fin pude unir mis labios con los suyos, en ese momento cerré fuertemente mis ojos. Fue algo bastante torpe ya que este era mi primer beso y además….¡¡¡ME ESTABA MURIENDO DE VERGÜENZA!
No duró mucho porqué sentí mi corazón palpitar a mil por hora y mi rostro estaba hirviendo a más no poder. Cuando me separé, puede apreciar a Matthew con los ojos cerrados y las mejillas bañadas de carmín. Se veía jodidamente lindo.
Poco a poco fue abriendo sus ojitos, me quedo viendo y lo primero que hizo fue sonreír como tarado.
-P…P… ¿Por qué te ríes de esa forma?...- Pregunté avergonzado.
-Es que estoy muy feliz, porque al fin me besaste.- Dijo con una deslumbrante sonrisa en su rostro.
-Tch…-Chasqueé mi lengua.- Idiota…- Al final yo también le sonreí, pero la vergüenza me ganó.- Ya vámonos a dormir.
-Entonces…-Exclamó.- ¿Ese fue un beso de buenas noches?- Un extraño brillito se podía apreciar en su ojos.
-¡Ya cállate! ¡No digas cosas vergonzosas!- Le grité sumamente sonrojado.
-¡JAJAJAJAJAJAJA!!- Comenzó a reír con ganas.
-¡¡YA MEJOR VETE A DORMIR!!!- Le dije finalmente antes de cerrar mis ojos y caer en coma.
Sinceramente caminar tanto y encima limpiar la casa de ese idiota me había cansado…
Ah, no…. Perdón…. Ahora ya es MI idiota…