Sin más, salí corriendo rumbo a donde me habían citado; era hora de saber que era lo que me quería decir Alexa.
Cuando llegué pude verla, estaba sentada en la jardinera que rodeaba el gran árbol, la sombra la cubría a excepción de unos pequeños rayos del sol que se colaban por las hojas y alumbraban sutilmente su rostro. En ese momento me di cuenta de algo… ¡Hubiera preferido mil veces haberme ido con mi novio a estar en este lugar con ese monstruo con cara de mosca muerta!
-Hola.- Dije con una sonrisa forzada en el rostro mientras alzaba mi mano sin ganas.
-Llegas tarde.- Elevó su mirada y me quedó viendo a los ojos. Lucía molesta.
-¿Eh?- Fue lo único que pude decir al estar sorprendido por tan “cordial” saludo.
- Eh dicho, que llegas tarde.- Se levantó de su asiento y se sacudió la falda del uniforme, para después dedicarme una mirada furiosa.
-Claro que no.- Hablé enojado. ¿Quién se cree para reclamarme?, además fui puntual, no tiene por qué estar enojada.
-Claro que sí, mira.- Sacó su súper teléfono y me lo mostró. El reloj marcaba 5 minutos más de la hora acordada.
-¡Solo son 5 minutos!- Grité fastidiado y me crucé de brazos.
-¡¿Solo 5 minutos, dices?!- Ella se alteró más y comenzó a gritarme mientras posicionaba sus manos en la cintura.- ¡La gente me ha quedado viendo raro! ¡Han de haber pensado que me dejaron plantada! O tal vez… ¡Hayan pensado que soy una rara como tú!
-¡Oye!- Protesté molesto.- sabes qué…- Suspiré.- Mejor me voy, solo vine a perder mi tiempo.- Si camino rápido, entonces aún puedo alcanzar a Matthew y a Miranda… aunque ellos se llevaron la bici y yo me tendría que ir caminando… me pregunto si esa canción que estaba cantando hace rato esa mujer rara será tan poderosa como dice, a lo mejor si voy corriendo y la canto… ¿Cómo era?... Hime, Hime, suki suki daisuki hi…. ¡¿POR QUÉ MIERDA ESTOY CANTANDO MENTALMENTE ESTO?! ¡Y lo peor es que me lo aprendí con una vez que la cantó!.... si tan solo eso me pasara con los temas de matemáticas…agh, mi vida sería más fácil.
-¡No te vayas! ¡Ni siquiera te he dicho nada!- Gritó con su gran y “hermosa” voz chillona de ardilla.
-Tengo cosas que hacer, así que habla.- Le dije fastidiado mientras pasaba mi mano con pesadez en mi rostro.
-¿Pudiste llegar a casa de Matt ayer?- Preguntó desviando la mirada avergonzada.
-¿Para qué quieres saber?- Me volví a cruzar de brazos y le quedé viendo con una ceja alzada.
-¡¿FUISTE O NO?!- Alzó el tono de su voz, de manera de que casi me deja sordo. ¡Wah! ¡Qué horror! ¿Por qué tengo que estar soportando esto?
-¡Si fui!-Contesté ya fastidiado. ¿En serio para esto quería que viniera?
-¿Y cómo es?, ¿Su casa es tan linda como él?- De repente su rostro cambió drásticamente, la cara de amargada que traía ahora era una de fangirl emocionada; Si saben a lo que me refiero, ¿verdad?
-No te diré, eso es raro.- Hice una mueca de disgusto, por supuesto que no le diré donde vive MI NOVIO, es capaz de ir a fastidiarlo o acosarlo todos los malditos días y eso… No lo voy a permitir, ¡Que quede claro!- ¿Era todo lo que querías decirme?
-Bueno, pues básicamente…-Movió su cabeza con aires de grandeza y luego con una de sus manos ondeó su cabello de una manera muy, pero muy creída.-Sí.- Y finalmente terminó su frase.
-¡¿Para eso me trajiste aquí?!- Es suficiente, solo porque es una chica, si no ya le hubiera gritado hasta de lo que se iba a morir…cof…cof… zorra.
-¡No es mi culpa!- Exclamó indignada.- Es que pues… una persona como tú…-Me señaló con un toque de desprecio.- No creo que use un celular, de otra forma te hubiera mandado un mensaje de texto.
-¡Claro que tengo celular!- Furioso comencé a buscar en el bolsillo del pantalón mi móvil, hasta que después de unos segundos di con el.- ¡Aquí está!- Se lo mostré con mi mano extendida.
-De cualquier forma no tengo tu número.-Me ignoró y comenzó a ver sus uñas. (Que por cierto eran postizas y con un montón de piedrecillas de adorno…no tengo nada contra las uñas, pero todo lo que tenga que ver con Alexa… simplemente lo detesto)
-No es como si te lo fuera a dar.- Hablé casi en forma de susurro y rodé mis ojos.
Ya completamente fastidiado, decidí ignorarla y darme media vuelta para después ir camino a mi casa. Lo vuelvo a repetir, definitivamente solo había venido a perder el tiempo aquí; Así que comencé a caminar rápido, mientras antes me quitara de ahí, mucho mejor.
Sin embargo justo cuando me estaba alejando, ella vino corriendo y me jaló de la camisa.
-Es…es…espera…-Dijo entre cortada, mientras trataba de respirar. ¡Ja!, y yo que creía que era el que tenía la peor condición física del mundo, pero después de verla correr me he dado cuenta de que estaba completamente equivocado. Alexa no había corrido ni un metro y ya estaba desfalleciendo.-Escuchaste…el…rumor…ah…ah…
-¿De qué hablas?-Me volteé confundido para verla.
-Ejem…- Una sonrisa se dibujó en su rostro, definitivamente me daba muy mala espina, después de eso recuperó la compostura y se volvió a parar derecha, no obstante aún seguía sosteniendo mi camisa con su mano izquierda.- ¿Te enteraste de que Matt ya consiguió novia?
-¿Eh?- ¿Acababa de decir novia?, eso es imposible se supone que él es mi novio… ¿Está saliendo con alguien más aparte de mí?- E…En… ¿En serio?- Tartamudeé con algo de miedo, no estaba seguro de si quería saber la respuesta. ¿Será verdad?, ¿Matthew está con alguien más?... ¡Lo sabía!, era demasiado bueno para ser verdad…me siento como un completo estúpido, ¡Joder!
-Sí- Dijo emocionada, yo supongo que por el chisme, y después puso una cara de pocos amigos.- Pero quien quiera que sea, yo soy mucho mejor que ella. Que tenga novia no significa que el lindo de Matt y no esté disponible, ¿Me entiendes?- Me guiñó el ojo de una forma maliciosa.
-Y… ¿Y cómo es ella?- Un nudo en la garganta se me formó. Correr, eso era lo que quería hacer en ese momento, ¿Para qué?... supongo que para evitar que de alguna forma Alexa no me viera de una forma tan humillante. Aunque… puede que esté sacando conclusiones equivocada de manera precipitada, lo mejor es esperar a que termine de hablar.
-Bueno pues.- Volvió a sonreír.- Escuché que los demás chicos comenzaron a interrogar a Matt en el receso, y ellos le preguntaron que si ya había conseguido novia- Relataba de una manera muy entusiasmada.- A lo que él contestó: ¿Novia?...bueno…este...pues, no creo que…digamos que no es exactamente una “novia”- Eso último que dijo me llamó completamente la atención.
-¿Cómo que no es exactamente una novia?- Pregunté confundido y bastante curioso.
-Yo que sé, tal vez sea una amiga con derecho- Habló de una forma desinteresada mientras hacía una ademan con su mano indicando que éste detalle no tenía importancia.-Él dijo que apenas ayer había comenzado a salir con alguien y lucía bastante feliz al contar que según había estado enamorado de esa persona durante bastante tiempo y finalmente descubrió que era correspondido.-Alexa seguía relatando y en base a que avanzaba con la historia yo me sentía mucho más tranquilo, respecto a ese idiota .Pues presentía que solo se trataba de un malentendido. Tengo que admitir que de alguna forma ella captó mi atención, no sé si es por el tono de voz con el que cuenta los “chismes” o los ademanes que hace cuando habla; pero juro que no me di cuenta en que momento nos sentamos los dos juntos en la jardinera del gran árbol a escasos centímetros de distancia uno del otro…oh por cierto ahora ella tenía asentada su mano en mi hombro. Si lo sé, una escena bastante rara, los dos ahí sentados “platicando” como si fuéramos amigos de toda la vida… Cuando llegue a mi casa me ducharé bien para quitarme los gérmenes que me dejo al tocarme.
-¿Solo eso?-Volví a cuestionarla.
-Pues también dijo que es persona tiene unos ojos bastante bonitos, le gusta las expresiones que hace, como se comporta, también es muy enojona, un poquito antisocial y un poco rara…mmm eso fue todo lo que entendí - La mano que tenía libre se la puso en la barbilla de manera pensativa. – De alguna manera pienso que la descripción encaja en muchas cosas contigo… ¿No es curioso?
-Pues…- Entrecerré mi ojos en señal de confusión. Poco a poco fui juntando las descripciones que me dio Alexa, después de pensar un rato me di cuenta de algo- Ese idiota…- Me golpeé la cara con una de mis manos. Bueno…creo que yo me pase de tonto también a desconfiar de él. La persona que dice ella… es obvio que soy yo, estoy seguro. No es porque tenga aires de superioridad, es solo que además de todo lo que dijo. A ver, ¿díganme quien es el único antisocial, raro y amargado que conoce Matthew?, De cualquier forma no sé porque dijo que yo soy la novia… ¡En todo caso el sería la novia! Porque… ¡Porque yo fui quien tomó la iniciativa de la relación! ¡Así que técnicamente yo soy el novio!
-Comprendo que te sientas mal.- Me dedicó una expresión de lastima.
-¿Mal porque?- Le dije.
-Pues porque tú te traías una “ondita” rara con Matt- Hizo una mueca que fue indescifrable para mí- Siempre te he visto como un rival en el amor. Pero como a ninguno de los dos se nos hizo, ni modos.- ¡JAJAJAJAJAAJA! ¡Eso crees zorra! ¡Matthew es mi idiota! ¡Muere y retuércete de envidia!
-¿Ah sí?- Fingí asombro. Le seguiré el juego a Alexa para ver qué pasa.
-Hay que unir fuerzas y trabajar juntos para que Matt sepa de lo que se perdió- Alexa tenía una mirada decidida.
-De la manera más educada, quiero decirte que…. De ninguna manera.-Tomé su mano que estaba en mi hombro y lentamente me la quité de encima.
-¡KYAAA!-Gritó y me dio una cachetada.
-¡Auch!-Me sobé mi cachete en donde había sido golpeado. Ya va más de una vez que soy maltratado por una mujer en el día, mi vida es cruel.
-No…no…no creas que puedes tomarme de la mano con tanta confianza- Cerró fuertemente los ojos mientras su cara se ponía completamente roja de la vergüenza y apretaba su mano contra su pecho.
-“Que linda”- Dije sarcásticamente sin quitarme mi mano de la cara, aun me dolía.
-T…Tú.- Ella abrió los ojos como platos sorprendida, me quedó viendo por unos segundos y luego desvió su mirada nerviosa. ¿Por qué creo que no captó mi sarcasmo e interpretó de otra manera mis palabras?
-Bue…bueno…adiós…-Hablé entre cortado. Me estaba poniendo impaciente, quería irme estar mucho tiempo con esa zorra podría causarme alguna enfermedad o un trauma severo.
-¡Iré contigo!- Gritó de forma autoritaria y con un leve rubor en su cara.
-Pero yo…-Traté de protestar…
-¡EH DICHO QUE IRÉ CONTIGO!- …Pero fue inútil tratar de dialogar con ella.
Tengo el presentimiento, que desde este momento cosas malas pasaran…muy malas….
Temo por mi vida.
Después de que ella decidió acompañarme sin mi consentimiento, (Por qué le valió madr…. Mi opinión), así que pues tuve que irme caminando con ella.
En el transcurso se la pasó hablando y hablando sin parar, si yo creía que Miranda era escandalosa…Alexa es peor y para rematarla su voz tan chillona… ¡Lastima mis tímpanos!
Creo que con ese rato que estuve con ella allí escuchándola, pude enterarme de la vida de todos mis compañeros de clase, cosa rara considerando que esa zorra ni siquiera está en mí mismo grupo, y además estuvo diciendo cosas sobre belleza, tanto así que con todos los “Tips” que me dio, soy capaz de montar una estética ahora mismo.
Solo espero que a la hora del examen recuerde lo que aprendí en la escuela y no lo que estuvo parloteando Alexa todo el trayecto… de alguna manera me siento perturbado .Nunca me imaginé regresando de la escuela con ella, lo vuelvo a repetir, esto definitivamente me da mala espina, tal vez es señal... ¡DEL FIN DEL MUNDO!... ¡soy demasiado joven y atractivo para morir!
No miento cuando digo que los siguientes 5 minutos de camino estuve planeando como sobrevivir a diferentes catástrofes, incuso me planteé la idea de un apocalipsis zombie. En caso de un posible fin del mundo yo tengo que estar preparado para cualquier cosa.
Oh, por cierto… casi lo olvido, de alguna forma esa tipa consiguió que yo le diera mi número de celular, ahora espero que no me esté fastidiando a las 3 de la mañana diciéndome algo estúpido y sin sentido, aunque bueno…. Creo que la única que hace eso de mandarme mensaje de madrugada es Miranda…pero bueno está loca y además la tolero…solo porque es mi amiga.
En fin, ahorita mismo me encuentro caminando rumbo a mi casa, ya solo me quedan unas calles para llegar. Gracias a cualquier fuerza mística Alexa se fue hace un rato, que porque quedó de verse con unas amigas en una pastelería que queda cerca de por acá, siendo sincero no tenía ni idea de que hubiera un local así cerca. Nótese lo poco atento que estoy de mis alrededores.
-Pz…guapo…- Una voz vino de algún lugar de la calle en la que estaba pasando.
Supongo que le estarán hablando a alguien más, es mejor seguir caminando.
-Pz amargado….- La misma voz volvió a oírse, en ese momento caí en cuenta que estaba caminando por la calle en donde vivía Miranda, así que decidí voltear a su casa.
Y ahí estaba ella recargada en la ventana del segundo piso con una sonrisa burlona en la cara.
-Ja…ja…ja… chistosita.- Le dije sarcásticamente.
-Jajajaja oye guapo jajajaja acércate.- Me habló mientras me hacía un ademan con su mano para que caminara hacia su casa.
-Ya cállate.- Estaba apenado pues la gente que estaba por ahí en esos momentos comenzó a vernos raro.
Me aproximé hasta quedar justo debajo de la ventana de su casa y tuve que alzar mi cabeza para así poder verla
-¡Matt ven!- Gritó Miranda y en cuestión de segundos ese idiota se asomó también por la ventana.
-Hola Drake- Me saludó con una linda sonrisa en el rostro.
-Bueno Matt, ya es momento- Esa mujer rara alzó su puño al aire de manera decidida.
-¿Momento para qué?-Mi novio ladeó la cabeza confundido.
-Para que digas: “Oh, Romeo, Romeo. ¿Dónde estás que no te veo?”- Miranda habló dramatizando lo que decía.- ¿Verdad Romeo?- Bajó su vista y me quedó viendo con una sonrisa pícara.- Digo… Drake, lo siento me confundí jajajaja.- Se ve que lo está disfrutando… ¡Es una maldita!
-¡¿Eh?!- Exclamó Matthew sorprendido y un leve rubor apareció en sus mejillas.
-¡Miranda no lo molestes!- Le grité a mi amiga.
-¡Hay mi vida! ¡Lo defiende!- Habló de manera burlona.- No pero ya en serio, pasa y cuéntame el chisme de cómo te fue.
-Pues…- Suspiré con pesadez con tan solo acordarme de Alexa.-Baja a abrirme la puerta.
-Está abierta-Me dijo Miranda y luego se fue de la ventana…bueno también jaló a Matthew.
Decidí pasar a la casa de mi amiga. Al cerrar la puerta, lo primero que dije fue: “Buenas tardes”, por si se encontraba algún familiar de Miranda; pero al parecer no había nadie. Sin más comencé a subir las escaleras para dirigirme al cuarto de esa mujer rara.
Cuando llegué pude divisar que Matthew estaba sentado en el sillón mediano y Miranda se encontraba en el pequeño mientras abrazaba ese gran oso de moño azul.
-Deja tu mochila donde quieras- Habló Miranda mientras movía su mano indicando que no tenía importancia en qué lugar dejara mis cosas.-Siéntate… ¡Cuenta el chisme!
Le hice caso y decidí sentarme a lado de Matt.
-Cierto- Susurré.-Tengo que hablar contigo.- Le dije a ese idiota viéndolo a los ojos.
-Que… ¿Qué es?- Habló con una voz temblorosa y me miró sorprendido.
-¿Qué es eso de que tienes novia? ¿Sales con alguien más?- Pregunté con un enojo fingido, prácticamente estaba casi seguro de que era un malentendido; digamos que solo quería asustar un poquito a este idiota. Miranda miraba atentamente mientras abrazaba fuertemente a su oso y hundió su barbilla en la cabeza del peluche.
-¡¿Qué?! Yo… ¡Yo no!- Exclamó con unas pequeñas lágrimas en los ojos.- ¿Quién te dijo eso?, tal y como dijiste tú: “Yo solo te quiero a ti”- Luego bajo su mirada y apretó los puños.
-Oh, por dios…esto se pone bueno.- Esa mujer rara susurró pero solo yo me percaté de lo que dijo, pero decidí no darle importancia. Bueno pues porque… está loca.
-Y….- Quise seguir hablando pero él me interrumpió.
-Fue un malentendido, yo no quería dar a entender eso.- Habló preocupado y viéndome a los ojos.- Ellos me preguntaron que si tenía novia y yo… yo contesté que algo así, porqué estoy saliendo contigo…- Hizo una pausa de unos pocos segundos.- Pero tú no eres novia…eres mi novio, por eso dije que algo así… ¡Pero ellos lo malinterpretaron! Y pensaron que yo solo tenía pena y estaba negando las cosas y…y…-Volvió a bajar la cabeza, pero esta vez porque una pequeña lagrima corrió por su mejilla y él quería evitar que yo la viera.
-Ya, ya. No llores.- Le dije sintiéndome un poco culpable, creo que fue mi culpa hacerlo llorar. Al parecer no hablé con mucho “tacto”.- Ya sé que fue un malentendido.
-¡¿En serio?!- Exclamó sorprendido.
-Sí, confió en ti.- Aunque al principio sí dude de él, pero es mejor que no lo sepa je…je...je… ¿Qué?, es que mi cabeza comenzó a trabajar a lo estúpido y no me puse a pensar claramente, es solo eso.-Además eres un idiota y ya sabía que algo como esto podría pasar.- Infló las mejillas y tiernamente frunció el ceño. Yo decidí revolverle el cabello y limpiarle delicadamente con mis pulgares las pequeñas lágrimas de los ojos. Él me vio unos instantes y luego se lanzó sobre mí para abrazarme fuertemente.
-¡YA BÉSENSE! – Gritó Miranda emocionada y con cámara en mano.- Hagan como si yo no estuviera aquí, así que siéntanse libres de hacer todas las “cosas” que quieran- Una sonrisa de pervertida se dibujó en su rostro.
-¡ESTÁS LOCA!- Le grité y le dediqué una mirada asesina. Luego agarré un cojín que estaba a mi alcancé y se lo lancé en la cara.
-¡WAAAAAAH!- Gritó mi amiga.- ¡Eres un tarado casi tiras mi celular!- Abrazó fuertemente su teléfono.- Ya está pequeño, ya pasó. Nadie te hará daño.- Lentamente acariciaba su móvil y le susurraba cosas.
-Les estás hablando a un teléfono.- Eh perdió las esperanzas, mi amiga ya no puede ser salvada.
-Cállate, lo asustaste. ¡Casi lo matas!- Me reclamó.- Dime que iba a ser de mí sin mi pequeño.
-Estás loca.- Le dije casi sin emoción alguna.
-Jajajajaj.- Matthew solo comenzó a reírse mientras aun me tenía abrazado.
Después de estar como diez minutos más escuchando como esa mujer rara le susurraba cosas a su celular para después decirme que soy una persona sin corazón. Finalmente Matthew decidió hablar.
-¿Y con quien te había mandado la carta?- Preguntó mi novio un poco… ¿Celoso?
-Una chica…- Contesté desviando mi mirada hacía el infinito.
-¡¡¿En serio si era una chica?!!- Miranda estaba sumamente sorprendida.
-De alguna manera me siento ofendido.- Al terminar de hablar suspiré.
-¡¿Quién era?!- Los dos dijeron curiosos.
-¿Eh?- ¡¡Demonios!! ¡¿Y ahora que digo?! Definitivamente no puedo decir que era Alexa porque Matthew se lleva con ella y no quiero que anden hablando sobre esto cuando yo no esté presente.- Bueno…este…- Comencé a rascarme la cabeza nervioso. Drake, piensa en algo ingenioso...- No la conocen.- Fue lo mejor que mi cerebro pudo pensar.
-¿Cómo se llama?, yo conozco a varias personas.- Habló Matthew.- Puede que yo sepa quién es.
- ¿No tienen hambre?- Cambié el tema de conversación.- Yo no he comido je...je…je…, siento que me gruñe el estómago.- M e levanté del sillón y agarré mis cosas. Matthew volvió a hacer la misma expresión tierna de hace rato y Miranda me dedicó una mirada asesina.
-Pero como le cortas la inspiración a uno.- Mi amiga se levantó enojada de donde estaba sentada y se acercó hacia a mi.- Ya oíste Matt, ¿tienes hambre?
-Este…bueno…. Un poco.- Contestó algo confundido, debido a que de repente la plática tomó un rumbo extraño.
-Yo conozco un lugar en donde podemos ir a comer- Ella sonrió.- Así que ya sabes.- Luego me golpeó fuertemente la espalda.- Vamos, Drake invita.-
-¡¿QUÉ?! ¡¿POR QUÉ YO?!- Protesté.
-Porque tu dijiste que si nosotros teníamos hambre, lo que se puede interpretar como una invitación a comer. -Dijo segura mi amiga.- ¿Verdad Matt?
-Bueno, pues técnicamente.- Hizo una pausa.- Sí, se puede interpretar como una invitación…pero…
-¡Ves! ¡Hasta el lindo Matt lo dice! ¡Así que vamos!- Gritó entusiasmada y comenzó a empujarme fuera de la habitación.
Resumiendo lo que pasó después, esos dos tragaron como si no hubiera mañana y yo quedé pobre. Al terminar, fuimos a dejar a Miranda a su casa y nosotros dos seguimos nuestro camino como era costumbre.
Cuando llegué a mi casa me despedí de él en la puerta y le di un pequeño beso en los labios. Cosa que hizo que un leve rubor apareciera en su rostro.
Finalmente entré a mi vivienda, saludé brevemente a mi hermanita y mi madre y luego me fui derechito a mi cuarto para evitar cualquier interrogatorio vergonzoso, después agarré mi ropa tomé un baño y me recosté en mi cama.
Que día más raro y estresante había sido hoy, al final nunca les dije a esos dos que Alexa me envió la carta…y…. Alexa…
¡Demonios! ¡Alexa!, por alguna razón tengo el presentimiento de que la estaré viendo más a menudo.