A la mañana siguiente había ensayo por lo que debían despertarse temprano todos en la casa. Ya había algo de ruido por parte de los más madrugadores pero Kyuhyun y Sungmin estaban ajenos a aquellas voces, metidos en sus sueños hasta que desgraciadamente sonó el despertador del móvil del más mayor.
Kyuhyun como seguía adormilado aún no era consciente de quien estaba en su cama y simplemente se quejó por el ruido como solía hacer las mañanas que despertaba con él.
-Apaga esooooo… -dijo Kyuhyun como si lo estuvieran matando.
Sungmin abrió los ojos y se separó del menor para apagar la alarma, cuando la desconectó notó que había movimiento por parte de su compañero y cuando se giró se lo encontró de frente, tumbado de costado mirándolo como si hubiera visto a un fantasma.
-¿K-kyu…? –preguntó el mayor un poco asustado de verlo así.
-Sungmin… ¿Estás aquí o aún sigo dormido? –preguntó el maknae llevando una mano a la cintura ajena, acariciándola para “comprobar si era un fantasma”.
-Estoy… estoy aquí… ¿Qué haces? –preguntó Sungmin al notar la mano acariciando su piel así de repente.
-¿Cuándo has llegado? No recuerdo haberme dormido contigo anoche –susurró Kyuhyun que en verdad se estaba pensando que se volvió loco.
-Llegué a las tres y media o así de la mañana, estabas dormido… ¿Has dormido bien? Al menos no te desperté –dijo Sungmin notando que ahora la mano del menor se quedaba quieta pero sin apartarse de su cuerpo.
-¿En serio? ¿Tan tarde? ¿Ha pasado algo con… tu novia? –preguntó Kyuhyun preocupado por él, aunque deseaba que discutieran y cortaran.
-Algo así, ya te contaré… Tenemos ensayo –dijo Sungmin dejando claro que no quería llegar tarde o que los regañaran.
-Ash… espera… abrázame –pidió el maknae reteniendo al otro, rodeándolo con sus brazos para pegarlo a su cuerpo.
Sungmin se sorprendió por aquello y se alegró de que todo estuviera oscuro porque en verdad se le pusieron las mejillas un tanto rojas al notar como los cuerpos semi desnudos de los dos se juntaban de nuevo, como tiempo atrás ya que habían dejado de usar pijamas a no ser que hiciera frío.
-Kyu… ¿Estás bien…? –preguntó el mayor rodeándolo con sus brazos cerrando los ojos bastante feliz.
-Ahora mismo sí… Quiero que vuelvas a dormir conmigo –dijo el maknae sin rodeos.
-Pues… yo también –confesó Sungmin que en verdad prefería mil veces más dormir con él que con su novia.
-¿Entonces? ¿Por qué te vas? –preguntó Kyuhyun pareciendo un niño pequeño que no comprendía las cosas de las personas adultas, y aquello enterneció al mayor.
-Ya lo sabes Kyu… por ella... –dijo Sungmin apenado y se separó un poco de él, pero como el menor no quería lo volvió a pegar contra su cuerpo.
-Lo decidiste de un día a otro, de repente me enteré de que te ibas de casa porque vi las maletas en la puerta y me enteré de que era porque tenías novia… ¿Por qué lo mantuviste en secreto? –preguntó Kyuhyun, realmente estaba dolido por eso.
-Kyu… hablamos luego, te lo prometo… Pero vamos a llegar tarde y ya sabes cómo se pone Eunhyuk con los ensayos –advirtió el mayor aunque trataba de evitar el tema de momento ya que no se sentía bien hablando de ese tema precisamente con él.
-Luego, luego cuando terminemos los ensayos… Y esta noche duermes aquí de nuevo… ¿Me lo prometes también? Las dos cosas –dijo Kyuhyun exigiendo su atención por parte de su ex compañero de habitación.
-Vale, está bien, dormiré contigo… Vamos ya –dijo Sungmin levantándose de la cama y fue al armario a robarle algo de ropa al maknae.
-Eso te queda pequeño, aún hay ropa tuya en el armario –dijo Kyuhyun que lo observaba desde la cama con una sonrisa triunfal al saber que dormiría con él esa noche.
-Es para ti –dijo el mayor cogiendo unos pantalones deportivos negros y una camiseta lanzándoselos a la cama al menor para que se vistiera y no llegaba tarde. Se sonrieron mutuamente cuando Sungmin hizo aquello, él era siempre atento con el contrario.
-Vístete ya, deja de mirarme –dijo Kyuhyun desde la cama sin dejar de sonreírle.
-Te robo algo de ropa y voy al baño –dijo el mayor cogiendo ropa de Kyuhyun, elástica, algunas cosas que pensó que podían quedarle bien y se fue de allí para ir a cambiarse al baño.
Mientras Sungmin se cambiaba en el baño, escuchaba a Kyuhyun en el cuarto cantar alegremente mientras se cambiaba de ropa hasta que alguien lo interrumpió para regañarlo por tardón y por escandaloso.
-¿Ya estás cantando a estas horas? Y todavía sin vestir… ¡Vamos hombre o te llevo en calzoncillos hasta la sala de ensayos! –lo regañó Eunhyuk que pasaba por allí y se fijó en que el más pequeño de la casa se acababa de levantar.
-Es que me entretuve –se excusó el otro diciendo la verdad.
-¿Con qué? ¿Con la almohada? –preguntó Eunhyuk alzando la ceja.
-No listo, con Sungmin –respondió Kyuhyun mientras se colocaba la ropa.
-¿Sungmin? Estás fatal… Kyu… Sungmin ahora vive con su novia… ¿Otra vez te quedaste hablando con la foto esa con la que duermes? Es solo una foto Kyuhyun… asúmelo, él se ha ido –dijo Eunhyuk preocupado por su saeng, pensó que estaba loco.
-Sungmin sí que está aquí –dijo Kyuhyun algo serio terminando de vestirse.
-Claro… bueno, luego te pido cita con el psiquiatra –dijo el mayor negando con la cabeza.
Sungmin escuchó aquella conversación y se apenó muchísimo de saber que ahora su ex compañero de cuarto dormía abrazando todas las noches una foto de ellos. Salió del baño sorprendiendo al bailarín principal del grupo que comprobó que el maknae no estaba tan loco.
-Sí que he dormido aquí esta noche –dijo Sungmin vestido ya con la ropa del maknae.
-¿Y eso por qué? –preguntó Eunhyuk parpadeando un par de veces.
-Me echaba de menos –respondió el iluso Kyuhyun con una sonrisa de niño bueno.
-Porque… sí, lo echaba de menos –dijo Sungmin riendo un poco ya que le gustaba más la respuesta del menor.
-Oh… Bueno… ¡A desayunar! –dijo el bailarín realmente contento de ver que el compañero que se iba a casar, volviera a casa aunque sea solo por un día, le gustaría que volviera porque todos notaban su ausencia.
La mañana fue agradable aunque dura. Los chicos tras desayunar estuvieron ensayando toda la mañana hasta que llegó la hora de descanso y el rato que tenían para comer. Eran las 12:10 del mediodía. Algunos chicos se fueron de la sala para poder pasear libremente por la empresa pero otros se quedaron haciendo estiramientos en la sala.
Fue entonces cuando apareció Heechul, que se había ido a comer algo pero no pudo por la visita molesta que llegó. Se encontró con la prometida de Sungmin y la llevó hasta la sala de ensayos donde estaban Kyuhyun, Sungmin, Eunhyuk, Shin Dong y Donghae.
-Sungmin tienes visita –dijo Heechul dejando a la chica en la puerta y se fue de allí, no le agradaba nada aquella chica porque las veces que vio llorar últimamente a su amigo, fueron por culpa de ella.
Todos se sorprendieron al ver allí a esa chica, arreglada y bien vestida con unos tacones, un vestido rojo que le llegaba por las rodillas y tenía un poco de vuelo, una chaqueta que iba a juego con el vestido y un recogido que se trataba de un moño alto decorado con unos cristalitos brillantes que sujetaban el pelo firmemente. Iba maquillada con los ojos de negro pero no muy marcados y los labios rojos.
Los chicos se quedaron de piedra al verla a ella allí y más aún al verla vestida de aquella forma porque parecía como si quisiera posar para una revista ejerciendo de modelo. De una modelo independiente y sensual para una revistas de esas de mujeres que los hombres solo compraban para ver si las modelos estaban buenas o no.
Sungmin que no comprendía por qué razón su novia iba vestida para una rueda de prensa y pintada como una puerta, se alarmó y se acercó hasta la entrada de la sala preocupado.
-¿Qué haces aquí? –preguntó parpadeando un par de veces, se notaba que no le gustaba nada que ella fuera ni a su trabajo ni a su casa.
-¿No me vas a dar un besito? Vine a visitarte en el descanso –dijo ella sonriendo dulcemente y acarició su mejilla esperando el beso.
-No, no te beso que me vas a dejar la cara roja –se excusó Sungmin, que aún seguía enfadado con ella por la discusión de la noche anterior.
-¿Es que no te gusta cómo me pinté? ¿No estoy guapa? –preguntó ella desanimada y algo molesta.
-Me da igual cómo te pintes, es tu cara… ¿Qué quieres SaEun? Sabes que no puedes venir cuando quieras –dijo él cruzándose de brazos. Kyuhyun estaba desanimado al verla allí pero al verlo y escuchar aquellas cosas frías que le decía estaba sonriendo internamente.
-¿Te da igual? Que desagradable te has vuelto –dijo ella ofendida.
-Pues si no te gusta soportarme vete, igual que hice yo ayer, estoy ocupado y no puedo atenderte –dijo él sonando bastante duro e inflexible.
-Pero Sungmin… -dijo ella ahora un poco triste, a ver si conseguía dar pena.
-Nada, Sungmin nada, luego cuando tenga tiempo te llamo –dijo él dándose la vuelta sin decir ni si quiera adiós y se acercó a sus amigos para seguir estirando.
La chica lo miró realmente triste y desilusionada pero no iba a armar un drama ni una pelea delante de todo el mundo así que simplemente se dio media vuelta y se fue de aquella sala, aunque no de la empresa porque seguiría insistiéndole y reclamándole a su futuro marido la atención que ella quería recibir.