Sé que estas en algún lugar
En algún lugar lejos
Te quiero de regreso
Te quiero de regreso
¿Qué quién soy?
Pues mi nombre es Kim Myungsoo, soy fotógrafo.
¿Edad?
27 años…
¿Alguna aspiración en mi vida?
Todos han de suponer que deseo tener una esposa y muchos niños, pero no. Nunca quise una esposa, jamás desee tener niños, tampoco necesite una gran casa, solo lo quería, necesité y lo desee a él…
¿Mi color favorito?
Negro…
Negro, porque me recuerda el luto que cargo, negro como la noche en la que mi Hyung murió. Negro como el cielo al cual me dedico a hablarle esperando una respuesta de parte de Sunggyu.
Mis vecinos creen que estoy loco
Pero ellos no entienden
Eres todo lo que tengo
Eres todo lo que tengo
¿Mi familia?
Algunas veces me pregunto si tuve una…
Mis padres murieron cuando yo era pequeño, y quedé al cuidado de mis abuelos pero ellos ya eran de avanzada edad, murieron un par años después de mis padres, me quedé solo en una gran casa, pero sólo…
En esos años me entretenía pasando mis tardes en los parques donde veía a los niños de mi edad jugando, jugando con sus madres, con sus padres.
En uno de esos días, vi a un niño… tan solo como yo lo estaba, con la diferencia que él no observaba a los demás, más bien dudaba que se fijase lo que pasaba a su alrededor.
Escuché un clic y la imagen de ese niño quedó grabada, por ese entonces, cámara digital. Aún conservo esa fotografía, esa y otras tantas que saque mientras Sunggyu estaba distraído.
¿Si lo volví a ver?
Pues recuerdo que un día llego el amigo de mi padre que se hacía cargo de mí, pues él jamás tuvo hermanos al igual que mis abuelos, por lo que me encontraba completamente sólo. Ese día aquel hombre me dijo que lo mejor para mí era mudarme de la mansión que mis padres me heredaron, era un lugar demasiado grande para un niño tan pequeño.
Esa semana me mudé a un departamento más pequeño y de paso a un colegio nuevo.
Y le vi allí
Sólo
En la entrada del colegio mientras veía con los ojos llenos de lágrimas como un coche negro se marchaba… serían sus padres.
Ese día decidí que me volvería su amigo, ya ninguno estaría solo ahora seríamos los dos. No le dejaría solo nunca… al menos eso creí
Por la noche cuando veo las estrellas
Iluminan mi habitación
Me siento por mi mismo
Hablando con la luna
Tratando de llegar a ti
…
¿Cuándo le hablé por primera vez?
Ese mismo día en el que cruce por primera vez la puerta de la que sería mi nueva sala de clases, lo pude ver allí sentado en la última fila, de nuevo solo y triste.
Ese día a mi corta edad me sentí contrariado por primera vez, no sabía si me sentía feliz o triste. Feliz porque de ahora en adelante podría verlo todos los días… pero triste… triste porque si quiera volteo a mirarme cuando me presente, triste porque cuando al fin alzo su mirada pude ver cuánto dolor cargaba en ella, así nuevamente me plantee el mismo objetivo hacerme su amigo…
Así fue que tomé el valor de sentarme a su lado y hablarle, contrariado nuevamente porque nunca me había preocupado por alguien, jamás en mi corta vida me intereso en lo mas mínimo obtener la atención de alguien, nunca me había gustado llamar la atención y sin embargo allí estaba, sentado al lado de aquel niño distraído y de mirada triste, mientras extendía mi mano hacia él esperando a que el correspondiese a mi saludo…
Y así lo hizo…
Kim Sunggyu
Así se llamabael niño que sin saberlo, y sin siquiera yo descubrirlo se había llevado una parte de mí corazón…
¿Si me enamoré de él?
Pues sí…
Solo que en ese entonces no lo sabía…
Un amigo, un hermano, pero jamás como un novio…
Jamás consideré a mi Hyung para algo que no fuese amistad, pues aunque sabía que no era normal que me abstrajese únicamente en su persona, estando con él o sin él a mi lado.
En cualquier lugar en el que me encontrase, con cualquier cosa que estuviese haciendo, un pensamiento era dedicado a él, por eso la gente me consideraba distraído, porque no podía prestar atención a nada que no fuese él.
A medida que pasaban los años, esto se volvía peor, a duras penas me concentraba en clases y solo por el hecho de que se encontraba sentado a mi lado, pero si no era así…
Ya sea en un parque donde tomaba fotografías o en el living de mi casa, un en pensamiento era dedicado a su persona…
Pero para mí era la simple costumbre de tenerlo a mi lado, durante seis años, siempre estuvo para mí… durante seis años fue lo único que tuve en mi vida, durante seis años fui su sombra, durante seis años…
Pero no todo es igual para siempre ¿No?
Llegan otros intereses, algo que nos llama más la atención. Así es el ser humano… Así somos todos. Y yo no era la excepción. Llegó alguien nuevo, llegó quien borraría durante un tiempo los pensamientos que dedicaba a mi Hyung, llegó quien hizo que la existencia de él desapareciera para mi… llegó Sungjong…
…
Con la esperanza de que
Estés en el otro lado
Hablándome a mí también,
O soy un tonto que se sienta solo
A Hablar con la luna.
¿Si rompí mi propia promesa?
Sí lo hice, y no hay día que me arrepienta de aquello, no hay noche en la que no le pida disculpas a Sunggyu Hyung, siempre esperando a que el aparezca, que llame a mi puerta y que me diga que “todo estará bien, un error lo comete cualquiera… Myungsoo~ah… ”
Pero sé que ese día nunca llegará, se que jamás me volverá a hablar, jamás volverá a sonreír para mí, jamás me volverá a abrasar, y nunca podré ver ese rubor que aparecía en su rostro cuando besaba sus mejillas…
Todo por no comprender lo que sentía…
Ya nunca le volvería a ver…
¿Si me enamoré de Sungjong?
Eso creí… o eso quise creer.
En pocas palabras Sungjong era perfecto… más bien perfecto a su modo. Era un niño a mis ojos, un niño que se veía frágil, pero que a pesar de las apariencias era alguien fuerte, incluso más que yo, de personalidad avasalladora, una persona que era capaz de envolverte en sus encantos, era todo lo contrario a mi Hyung… quizá por eso me llamó tanto la atención, era alguien al que no estaba acostumbrado a tratar, era algo nuevo… y lo nuevo siempre capta nuestra atención para que dejemos de lado lo viejo… y en ese momento lo viejo era él… Sunggyu…
Sin darme cuenta deje de prestarle atención a mi Hyung, sin darme cuenta me encontraba pensando en Sungjong, pero sólo ahora me di cuenta de que era simple curiosidad, con un anhelo de sentir que era estar enamorado, sin saber que ya lo estaba, y no precisamente de Sungjong…
Así fue como ese anhelo se convirtió en un espejismo, algo que me encerró nuevamente, pero con una persona diferente, encierro que me mantuvo cautivo solo por unas cuantas semanas, semanas decisivas para el destino que me tendría que enfrentar, semanas en las cuales creí saber que era el amor, y en una de esas semanas pedí a Sungjong que fuese mi novio…
¿Cómo lo tomó Hyung?
A mi parecer lo tomó bien, solo que no me tomé el tiempo suficiente para darme cuenta que aquella tristeza que estaba siempre en los ojos de mi Hyung se volvió aun más profunda, no me di cuenta que enviaba a mi Hyung a los brazos de alguien, alguien que no era bueno, no me di cuenta de la maldad que se empeñaba en abrazar a mi Sunggyu, para mis ojos solo existía Lee Sungjong…
Me cegué a tal punto, de que era incapaz de saber lo que pasaba por la mente de él…
Fui incapaz de notar que él se alejaba de mí…
Fui incapaz de notar a Nam Woohyun…
Me siento como si fuera famoso
Por lo que hablan en la ciudad
Dicen
Que me he vuelto loco
Si
Me he vuelto loco
Pero ellos no saben
Lo que sé
¿Qué quién es Nam Woohyun?
La persona que desgracio nuestras vidas…
La persona que le arrebató la vida a mi Hyung, y junto con la suya se llevó también la mía…
El fue el mal que llegó a nuestras vidas, fue quien se encargo de acompañar a mi Hyung cuando yo no estaba, fue quien lo llenaba de abrazos cuando los míos ya no estaban, fue quien le lleno de besos mientras mis labios le pertenecían a otra persona, quizá …
Tal vez… y solo tal vez… Nam hubiese sido alguien que realmente amara a Hyung…
Pero le absorbió su egoísmo igual que a mi los celos... celos que me encargaba de ocultar pues eran injustificados, celos que aparecían cada vez que veía a mi Hyung rodeado de brazos que eran los míos, aparecían cada vez que veía como unos labios rozaban sus mejillas provocando que estas se tiñeran y no por mi causa…
Y entonces desperté… Ya no me dejé llevar por los encantos de Sungjong…
Igual que un niño pequeño que deja de lado su juguete, y que sin embargo lo quiere de vuelta cuando alguien más lo tiene, así era yo… un egoísta…
Quizá tanto como Nam Woohyun…
¿Si terminé con Sungjong?
Simplemente no sabía qué hacer…
Mi Hyung parecía feliz a su lado, parecía sonreír más que estando junto a mí. Y a pesar de que me llenaba de celos cada vez que veía escenitas de “pareja” entre Nam y él, era incapaz de alejar a Sungjong… quizá sea la persona más codiciosa del mundo…
Seguí al lado de mi querido niño… esperando… esperando a que mi Hyung despertara igual que yo… que abriera sus ojos y que dejara a un lado a Woohyun… Pero el mantenía su mirada en los cielos, dejando pasar lo que pasaba a su alrededor, ignorando a las personas, ignorando las excesivas muestras de cariño de él, ignorándome…
Porque cuando el sol baja
Alguien está hablando de nuevo
Si
Están hablando de nuevo.
¿Por qué no me le confesé a Sunggyu?
Había tan poco por ganar y tanto que perder… Al menos eso me hice creer.
La verdad era como una polilla… temerosa de ser rechazado por las bellas mariposas… tenía pavor de ser rechazado por ellos.
Al fin y al cabo solo era alguien más, enamorado de la persona incorrecta, podría dejar ir a mi amor, podía permitir que otro se lo llevara mientras yo permanecía al lado de alguien que no era él.
Y eso creí…
Llegó la semana antes de nuestra fiesta de graduación y como era de esperarse invité a Sungjong como mi pareja… Qué más podía hacer alguien como yo.
Y a pesar de todo fui incapaz de cumplir mi promesa otra vez… fui incapaz de alejar a Sunggyu de mi mente y por consiguiente flaqueé ante la presencia de Nam. Nuevamente los celos me comían el alma otra vez mi egoísmo aparecía y me pedía a gritos que acaparara a Hyung solo para mí, que no permitiese que nadie más se le acercara y en especial él.
Ahora sé que debí hacerle caso…
Por la noche cuando veo las estrellas
Iluminan mi habitación
Me siento por mi mismo
Hablando con la luna
Tratando de llegar a ti
Con la esperanza de que
Estés en el otro lado
Hablándome a mí también,
O soy un tonto que se sienta solo
A Hablar con la luna.
¿Qué ocurrió la noche de nuestra graduación?
Como me gustaría decir que fue la mejor noche de todas, daría hasta mi propia vida con tal de que Hyung estuviese tomando mi mano en estos momentos, contando cómo fue que nos confesamos con un tenue sonrojo… tan débil que solo yo sería capaz de percibir en su pálida piel.
Pero no es así… el no está a mi lado… y nunca lo estará.
El malnacido de Nam me lo arrebató… me lo quitó de la peor forma… él lo despojó de su alma y junto con esta se fue su vida…
…
Esa noche fue la primera de muchas…
La primera en la que me desgarre el alma de tanto llorar
La primera en la que sentí aquel vacío
La primera en la que descargué mi furia en alguien
La primera de muchas…
¿Qué tenía hoy de especial?
Hoy es el decimo aniversario desde la muerte de Sunggyu. Hace una década que estoy muerto en vida… hace diez años que se me es imposible sentir algún aprecio por alguien… hace una década que le hablo todas las noches al cielo estrellado esperando a que el me responda de alguna forma, después de ese día cada año voy a visitar su tumba cada año, el mismo día, las 24 horas.
Llevo un ramo de rosas blancas, unas cuentas botellas de Soju y dos vasos para beber acompañado de mi amor.
Hoy no era la excepción
¿Alguna vez me oyes llamar?
Porque todas las noches
Estoy hablando con la luna
Aun tratando de llegar a ti
¿Por qué me emborrachaba todos los años?
Era mi manera de llegar hasta él, era mi manera de borrar todo el horror vivido esa noche, era capaz de dejar de sentir esa culpa que me acompañaba a cada lugar que iba, era la única forma que conocía para sentirlo a mi lado…
No conocía otra…
Era el único día del año en el que podía ser feliz y libre. El único día en el que no tenía responsabilidad alguna, el único día que podía estar a su lado, el único en el que me permitía llorar como un niño pequeño… como EL niño que era.
Siempre supe que no era más que un niño al lado de Sunggyu Hyung. Solo que me di cuenta de eso cuando él dijo lo que sentía por mí, entendiendo entonces la carga que él llevo durante años… porque recién entonces es cuando en mis recuerdos se ve el brillo que poseía Hyung a mi lado… ese brillo que nunca más veré…
Y por eso lloro… lloro porque fue mi culpa que el muriese, fue mi culpa que él no fuese feliz, fue mi culpa el que él no fuese libre de amar, fue mi culpa el haberle perdido…
Con la esperanza de que estés en el otro lado
Hablándome a mí también
O soy un tonto que se sienta solo
a Hablar con la luna
¿Ya no hay más preguntas?
¿¡Por qué!?
¿¡De nuevo estaré sólo!?
¿¡Por qué estoy en esta oscuridad!?
¿¡Por qué siento este frío que cala hasta mis huesos!?
¿¡Por qué no puedo estar con Sunggyu!?
Caí en cuenta de que por más que preguntase nadie contestaría… entendí que mi destino era estar solo… porque ahora sabía que estaba muerto. Si no lo había notado era porque simplemente había estado acostumbrado a esa sensación… estar muerto pero con pulso…
Solo esperaba que Sunggyu no haya pasado por lo que estoy pasando…
Solo deseo verlo una vez más antes de…
Sé que estas en algún lugar
En algún lugar muy lejos.
-Myungsoo
Mi cuerpo se inmovilizó, era incapaz de hablar, mis ojos se ampliaron y aguaron.
Era él… algo me decía que era él…
-Myungsoo~ah
¿Era él? ¿De verdad era él? ¿Me estaban concediendo un último deseo?
-S…Sung… ¡Sunggyu!
Lo abracé, lo hice como hace años debí hacerlo. Lo estreche entre mis brazos con la intención de jamás dejarlo ir… quería estar a su lado… durante la eternidad…
-Estas más viejo Myungsoo
Rió y con su risa mis lagrimas, jamás imaginé volver a escucharle reír… solo en mis más tristes sueños… Pero ahí estaba él, entre mis brazos riendo…
-Lo sé… pero tú sigues igual de hermoso…
-¡Que dices!
-Solo la verdad…
…
…
-Myungsoo…
-¿Hm?
- Dejame ir ¿Si?
- Jamás… estuve 10 años sin ti… déjame tenerte un poquito más antes de que te alejen nuevamente…
-No me iré Myungsoo… no sin ti
Y sentí como él se aferraba a mí esta vez…
Y supe entonces que… los finales felices existen.