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Save The World por iris_taohun

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Kyungsoo había vuelto a su casa muy tarde, pocas horas después de la medianoche, su "madre adoptiva", por decirle de alguna manera, lo recibió muy preocupada y le informó que Luhan pasaría la noche en casa de un amigo suyo.

Ya recordaba un poco más que antes, en su camino de vuelta a casa que hizo junto a Xiumin y su amigo Chen (Baekhyun decidió irse a su casa antes de que fuera más tarde y, para buscar a Chanyeol en el camino), recordó lo sucedido con Luhan, pero aún no reconocía al tal Kai del cual, según el relato de Xiumin, había tenido un peculiar encuentro y se estaba enamorando.

-Pronto todo volverá a su lugar y tendrá sentido- se dijo a sí mismo.

Hoy no iría a la escuela porque los médicos dijeron que descanse unos días de todo ejercicio que pueda ocasionar estrés, ya que eso podría empeorar la laguna que tiene en su mente.

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-¡¡¡Chicos, vengan rápido a ver esto!!!- gritó Lay.

Todos corrieron como si de una urgencia se tratase y, lo era, al menos para Lay esto si era una gran urgencia.

"Arqueólogo descubre escritos sobre una religión perdida"

Se podía leer en las noticias he estaban pasando. Los cuatro jóvenes observaban con atención lo que la reportera decía.

-Un arqueólogo estadounidense encontró una especie de escritura antigua, de aproximadamente miles o millones de años, que nos informa sobre una religión perdida. Todos los datos serán revelados en la conferencia que se hará este fin de semana en el museo de historia. A continuación se mostrarán imágenes del hallazgo.-

Las fotografías no mostraban mucho, sólo un pequeño libro en muy malas condiciones y muchas rocas con escrituras perfectamente grabadas.

Una de las piedras llamó la atención de todos, en especial de Tao. En la grabación se podían ver letras en otro idioma o en algún tipo de código, pero lo raro era que uno de los dibujos era muy parecido a la marca de poder que tenía el panda.

De hecho, no era parecida, era exactamente igual. Lo mismo pasó con el de Suho, Kai y Lay, y otros diferentes símbolos que, tal vez pertenezcan a otras personas.

-Sabía que esto tenía alguna explicación- dijo Kai.

-Yo sabía sobre una tribu que creía en diferentes dioses, tenían un dios para cada cosa. Creo que los principales eran trece o catorce pero creí que sólo era una historia inventada- confesó Lay haciendo que todos lo mirarán confundidos.

-Si sabías de esto porque no... ¿Porque no nos dijiste?- pregunto Suho.

-Por eso, porque creí que era mentira. No quería decirles algo que no era verdad. Yo se que quieren saber porque poseen esas habilidades pero no me pareció justo decirles algo de lo que ni siquiera yo estaba seguro- Lay bajo la mirada apenado, ahora sus amigos no volverían a confiar en él.

-Tranquilo, no hiciste nada malo. No nos vamos a enojar por esto, además, ahí hay otros símbolos lo que significa que hay más como nosotros- Tao, como siempre, quería proteger a sus amigos y hacerlos sentir mejor.

-Tao tiene razón, debemos buscar a los demas- Suho realmente se veía emocionado con esto de buscar a sus "compañeros" pero, Kai se encontraba muy pensativo, demasiado.

-Deberíamos ir a la exposición, para saber más sobre esto y, tal vez allí encontremos a otro como nosotros- opinó Tao.

-Yo opino lo mismo, deberíamos ir todos- dijo Suho.

-Kai, ¿Tu que dices, nos acompañas?- Lay sacó al moreno de sus pensamientos.

-Si,si. Pero primero... debo hacer algo. Iré a prepararme para la escuela, ¿Vienes Tao?- el mayor revolvió el pelo del panda haciendo que se enojara.

-Oye, me despeinas- quitó la mano de su cabeza y corrió a su habitación a cambiarse para poder ir hacia el colegio.

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Chanyeol comenzaba a despertarse, lentamente y mientras abría cada vez más los ojos, vio cada detalle de aquella habitación que, por supuesto, no era la suya. Parecía un hotel, si esa era la única respuesta ya que, todo lo delataba, en especial las dos camas con sábanas blancas que había. ¿Como había llegado hasta ahí? Y ¿Que pasó con el otro joven?

Pareciera como si Sehun hubiera leído su mente porque, al cabo de un rato apareció.

-¿Como terminé acá?- preguntó.

-Anoche tomaste algunas copas de más y, supongo que por eso no recuerdas el camino- el rubio le hablo serenamente como si intentara ocultar algo con sus palabras.

-En primer lugar, yo no tomo y segundo, puedo ver en tu cara que me estás ocultando algo. Dime que es, no importa si es bueno o malo, sólo dime- Chanyeol miraba a los ojos del otro intentando encontrar la respuesta por si mismo.

-Si te digo no me creerás- ¿Acaso estaba pensando en contarle la verdad? Sí, se la dirá.

-Sólo dímelo, por favor-

-Ayer salimos de comer y, en una esquina una chica te golpeó muy fuerte en la cabeza. Caiste inconsistente y, yo te traje aquí para que no te  hiciera daño-

-¿Como lograste traerme hasta aquí tu sólo? Eres más pequeño que yo sería casi imposible que me cargaras hasta... ¿En que hotel estamos?- Yeol estaba realmente curioso hoy.

Al ver que el rubio no respondía se puso de pie y se dirigió hacia la puerta -Entonces le preguntaré al de recepción- dijo intentando salir pero, la puerta no abría, un fuerte viento entraba desde la ventana y golpeaba de lleno la puerta volviendo más difícil los intentos por abrirla.

-¿Que demonios fue eso?- Chanyeol se acercó a Sehun, lo miró con atención y...

-¿Porque no me dijiste lo que eras?- dijo señalando el cuello del otro, justo donde se encontraba su marca de nacimiento.

-Ningún humano normal sabe lo que soy. Siempre creí que se asustarian de mi verdadero ser y me dejarían sólo- Sehun miraba al suelo, no quería ver al otro a la cara por temor a que le diga o haga algo.

-Yo soy igual que tú, no tenías porque ocultarte- Chanyeol interrumpió los pensamientos del mayor.

-¿Como?- preguntó confundido.

El alto sólo respondió mostrándole una pequeña bola de fuego que crecía en su mano.

-Dios- susurró Hun.

Ambos sonrieron, ya no tenían que ocultar lo que eran el uno del otro.

Su tranquila charla fue interrumpida por unos fuertes golpes en la puerta. Se miraron asustados y Chanyeol habló primero.

-Debemos salir de aquí, sígueme- dicho esto, el cuerpo del alto desapareció convirtiéndose en una gran llamarada que se desintegró en el aire lentamente.

-¡Yah! Debiste haberme esperado- un pequeño tornado se formó tragando por completo el cuerpo del rubio y sacandolo de ese lugar antes de que alguien entre.

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-Después nos vemos- Tao y Kai saludaban a Lay y Suho que se habían ofrecido a llevarlos a la escuela.

-La exposición es en unos días, no olvides que debemos ir- dijo Tao.

-Yah! Ni que sea tan estúpido- se quejó Kai.

-Si que eres estúpido. Por tu culpa hoy hubiéramos llegado tarde, por suerte Lay nos salvó y nos trajo-

-Si claro, como digas. Ahora debo encontrar a...- no pudo terminar porque alguien lo interrumpió.

-¡Tao!- Luhan corría hacia ellos llevando a alguien de la mano.

-¿Kris?-Preguntó Kai incrédulo de ver a su amigo junto al pequeño de cabellos rosa.

-Hola Kai ¿Como estas hermano?- El alto lo saludo lo más natural posible, después de saludar al moreno se dirigió al pelinegro que lo miraba con ¿Miedo?

-Tao, tengo que hablar contigo ¿Vienes?- dijo haciendo señas hacia una banca que había bajo un árbol.

-Cl... Claro- respondió -Kai, Luhan. Los veo luego- dicho esto se fue con, quien hasta ese entonces, era su agresor.

Ambos fueron caminando en silencio dejando a sus amigos atrás.

-Esto llevará tiempo, ¿te importaría saltarte la primer hora?- preguntó el mayor.

-Oh, esta bien. Después de todo yo me adelante en mi tarea y hoy no tenía nada que hacer- respondio Tao sentándose en la banca.

-Ok, ¿por donde debo empezar?- Kris aún estaba de pie y se rascaba la nuca con una sonrisa en su rostro.

Por debajo de la manga de su camisa se podía apreciar un bonito y llamativo tatuaje. Parecía un gran pájaro con sus dos alas desplegadas.

-¿Te gusta?- preguntó el rubio al notar que el otro no apartaba los ojos de su brazo izquierdo.

-¿Que?- respondió el pelinegro.

-El tatuaje, lo tengo desde pequeño pero antes era una tenue cicatriz. Me gustó mucho cuando la descubrí que decidí tatuarme el contorno- dijo Kris con orgullo. -Volviendo a lo que te quería decir...- tomo asiento junto al otro y continuo hablando -Quiero pedirte disculpas-

-¿Porque?-

-¿Como que porqué? Por todo. Por todo lo que te hice pasar este tiempo-

-Oh, no te... no te preocupes-

-¿Como? ¿Que clase de persona que es golpeada por otra durante mucho tiempo puede decir eso?-

-Supongo que soy la primera. No soy rencoroso, tal vez tenías tus motivos por el cual tratarme asi- Tao miraba sus manos mientras hablaba. Aún tenía algo de miedo pero, si se tomaba el tiempo en disculparse debía aceptarlo ¿No?

-Eres sorprendente- susurró Kris para sí mismo pero, el otro lo escucho y sonrió.

El rubio levantó su brazo para palmearle la espalda pero, por acto reflejo, Tao detuvo el tiempo y se alejó creyendo que lo golpearia.

Todo este entrenamiento que mantenía en secreto con los chicos había funcionado. Ahora pudo detener todo sin el más mínimo esfuerzo.

"Dios mío. Me va a descubrir" pensó para sí mismo. Corriendo aquel riesgo, con un movimiento de su mano logró que todo volviera a moverse.

-¿Que demonios?- Kris vio que el pelinegro ahora estaba parado a su lado y...

-Puedo explicarlo-

-Comienza...- dijo cruzando sus brazos sobre su pecho.

"Es posible que este pequeño tenga un poder, de alguna manera lo siento en el aire. Es la misma sensación que tuve cuando conocí a Sehun y Kai."

Kris se encontraba sumergido en sus pensamientos y no le prestó atención a la explicación de Tao que, por cierto fue absurda. ¿Que clase de persona se levanta tan rápido? Nadie!

-Tienes un poder- soltó Kris de la nada. Tao sólo se ahogó con su propia saliva y comenzó a toser.

-¿Estas bien?- preguntó el rubio parandose a su lado. El pelinegro sólo asintió mientras se recuperaba.

-Muestramelo-

-¿Que? ¿Nose de que... estas hablando?- respondió Tao algo, nervioso.

-No tienes porque ocultarlo, puedo sentirlo. Tu eres especial-

-No debo dejar que nadie lo sepa-

-Muestrame lo que haces y después yo te mostraré mi poder-

-Tu... ¿tu que?-

-Ya me escuchaste-

-Esta bien-

Tao se concentró en volver a detener el tiempo hasta, que alguien lo tomo del hombro.

-¿Que haces?- pregunto Tao.

-Si estoy en contacto con tigo, no seré afectado con lo que hagas. O eso creo- respondió Kris riendo. Tao sólo volvió a asentir y le devolvió la sonrisa.

Ambos cerraron los ojos. Tao hizo el mayor esfuerzo para detener todo excepto a Kris, después de unos segundos conteniendo su poder lo dejo salir lentamente sintiendo como todo a su alrededor permanecía en su lugar.

-Ya está- dijo Tao. Después de haber abierto sus ojos vio que Kris aún permanecía a su lado, sujetando y con los ojos fuertemente apretados.

-Wow- dijo el rubio observando todo su alrededor -Esto es sorprendente- sonreía a más no poder. Ver todo detenido era magnífico, los alumnos del colegio parecían estatuas, los pájaros e insectos que volaban estaban en el aire sin que nada los sostuviera, todo quieto a excepción de ellos y...

-¿Que es eso?- pregunto Tao señalando hacia una nube negra que se formó unos metros delante de ellos.

-Parece una especie de portal- Kris comenzó a acercarse a ese objeto - Tao ven, mira-

-No creo se buena idea entrar- dijo Tao retrocediendo.

-Vamos, prometo que te cuidaré- dijo Kris tomadolo del brazo -Por favor- suplicó.

Tao se rindió y entraron a dicho lugar, había que admitir que estaban algo asustados o nerviosos pero al cruzar hacia ese mundo una paz los invadió haciéndolos sentir como en casa.

Caminaron sin rumbo hasta que, a lo lejos, divisaron lo que creyeron era una torre alta y puntuaguda.

Corrieron con cuidado, temiendo de que algo se les pueda aparecer, poco después llegaron hasta la supuesta torre sólo para encontrarse con una enorme estatua de un dragón. Este estaba apoyado en sus cuatro patas, sus enormes alas desplegadas, el hocico abierto rujiendo mirando hacia adelante y la cola en alto.

-Tengo un mal presentimiento- dijo Tao.

Kris le hizo caso nulo a lo que acababa de decir su compañero y se acercó a la enorme bestia. Casi por instinto puso su mano sobre la cabeza del animal. Se escuchó un leve gruñido el cual ambos escucharon. Kris y Tao miraron a todas partes buscando el origen de aquel ruido sólo para ver que la cola de la estatua se movía lentamente pero, se detuvo.

-Debemos salir de acá- dijo Tao.

-¿Que acaba de...- Kris fue interrumpido por el grito de un águila.

El sonido se escuchaba cada ves más cerca, un enorme ave de fuego pasó por encima de sus cabezas y se posó, unos cortos segundos en la cola del dragón. Este comenzó a ser consumido por las llamas que desprendía el pájaro hasta el punto en que todo su cuerpo comenzó a quebrarse y a caer de a pedazos dejando ver las brillantes escamas negras del dragón que estaba dentro de la estatua.

Tao intentó detener el tiempo para poder escapar pero era inútil, su poder no respondía. Lo mismo pasó con Kris, ya no podía volar. Ambos corrieron al lado contrario de donde miraba el dragón y se adentraron al pequeño bosque que había.

Corrieron sin descanso hasta que ya sólo quedaba un absoluto silencio.

-Allá hay una torre- dijo Kris acelerando el paso.

-¿Seguro que no es otro dragón?- preguntó al agitado Tao. Nunca en su vida corrió tanto.

Kris sólo rodó los ojos -Nos arriesgaremos- dijo caminando aún más rápido.

-Sólo espero salir de aquí con vida- murmuró Tao mientras lo seguía.

Llegaron hasta el lugar y para su suerte, no era otro dragón, eran las ruinas de una gran castillo, casi no quedaba nada en pie sólo había algunas torres y un gran portal entre uno de los muchos tronos que había.

-Ni un paso más- escucharon murmurar a una mujer pero no podían verla.

-¿Quien anda ahí?- preguntó Tao algo asustado.

-Yo debería preguntarles eso, ¿Que hacen aquí?- volvió a hablar.

-Muestrate- dijo Kris con voz autoritaria.

-Como digan- poco a poco detrás de ellos se fue formando una tenue imagen de una mujer. Tenía un vestido simple de color negro hasta poco más arriba de las rodillas, andaba descalza y sostenía un arco y una flecha con ambas manos apuntando a la cabeza de Kris.

-Por favor, baja eso- dijo Tao con la voz temblorosa.

-Primero díganme quienes son- dijo la joven.

-Soy Wu YiFan y el es Huang ZiTao, pero todos nos dicen Kris y Tao- respondió Kris.

La chica bajo su arma y camino hasta estar delante de ellos. A las espaldas de la chica apareció el dragón del cual escaparon minutos antes.

-No te asustes pero... hay un dragón detrás tuyo- dijo Kris muy bajo para que el animal no lo oyera. Esta bestia lo observaba directo a los ojos y caminaba lentamente hacia él.

-Kris... ¿acaso no te acuerdas de él?- preguntó la chica.

-¿Debería?- respondió.

-Combatieron juntos durante siglos- volvió a hablar la joven.

-¿Siglos? Si sólo tengo algunos años ¿Como es posible?-

-No recuerdan su vida pasada- afirmó la chica acercándose al dragón. Puso su mano sobre la cabeza del animal y este dio media vuelta para irse volando.

-Sientense, será una larga historia- dijo la joven.

-Me llamo She Uth, y para mi religión soy la diosa protectora de la vida en la tierra. Kris, tu eras, y aún eres, el dios que sobrevolaba los cielos de todo el mundo protegiendo a los humanos de todo peligro existente. Tao, tú en tu vida pasada, como otro de los quince dioses protectores, rondabas por todas partes deteniendo el tiempo y corrigiendo las fallas que normalmente cometían las personas.

Todos juntos nos encargabamos de mantener el mundo en una perfecta paz y armonía, no había accidentes, ni catástrofes, todo era perfecto pero el problema surgió cuando las personas dejaron de creer en todo esto y escogieron su propia religión. DaeSho, era la representación de la muerte. Ella fue la primera en romper las reglas y, llevarse un alma antes de que llegue a la edad que debía tener antes de morir. El equilibrio se rompió, las últimas personas creyentes comenzaron a cuestionar su decisión, comenzó a existir la angustia, la tristeza, el caos, la violencia, y DaeSho fue tomando gusto por todo eso hasta el punto de querer gobernar ella sola para poder disfrutar del sufrimiento de los demás- dijo She Uth.

-Pero... ¿No la detuvimos?- preguntó Tao.

-Ella contaba con la ayuda de Ireh, otra de las diosas, esta era la encargada de usar sus poderes para arreglar si había algo que no podíamos corregir. Es la más pequeña de todos nosotros, su alma y su cuerpo dejaron de envejecer a los dieciséis años pero, aún asi puede controlar cualquier poder con un simple hechizo-

-Entonces...- dijo Kris.

-Con un hechizo destruyó sus cuerpos físicos y borro todo recuerdo que podría quedar. Por suerte, el alma no se puede destruir. Vagaron sin rumbo hasta que encontraron un huésped lo suficientemente fuerte como para soportar su poder- finalizó She Uth.

-¿Hay algo que podamos hacer?- preguntó Tao asumiendo su responsabilidad como portador de tal poder.

-Sólo una cosa- dijo la joven -Siganme y lo sabrán- hablo mientras caminaba hacia el portal.


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