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Los trágicos amantes del Distrito 8 por Bubble Tea

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Notas del capitulo:

[Historia paralela dentro de los Juegos del Hambre ]

Parte VI

 

Por una vez, decidió obedecer al mayor y no inquirió acerca del beso que torpemente correspondía; por supuesto que era la primera vez que los belfos de alguien se acercaban a los propios, las electrizantes y alegres energías que vibraban en su interior le impulsaban a aferrarse al mayor, sentándose sobre su regazo con cuidado de no hacer presión sobre sus heridas; pero se negaba a apartarse incluso si el aire era cada vez más necesario…

 

 

 

 

-Por ello, cuando Shell insistió en que debía añadir una línea de bordado me negué…-Sonrió dulcemente cuando el mayor besó su mano antes de soltar la misma para ambos quitarse los zapatos y las chaquetas de la fábrica al llegar a su desierto hogar. No se sorprendió de que Jinki le cargara en brazos hasta el sofá por lo que prosiguió realmente enfadado.-… Y ¿puedes creer que fue tan poco profesional de regañarme?-

 

-Hmm…-

 

-Lo peor ha sido que, no es mi culpa si ella no encuentra los bocetos. Es su obligación crearnos una copia del patrón. Ugh-Cuando la fresca brisa de su hogar acarició su piel suspiró relajando un poco su entrecejo.

 

-Hmmhumm.-

 

-De igual forma debí obedecer y crear un bordado adicional a las cincuenta prendas que ya había acabado. ¿Y todo para qué Jinx?-

 

-Hm.-

 

-¡Exacto! Cuando la jornada iba a acabar encontró los malditos papeles que enseñaban que yo tenía la razón… ¡Debí deshacer el trabajo extra nuevamente!....-

 

-Hmm.-

 

-¿Me escuchas o sólo me babeas?-

 

-Hmm…Oye~ en primera son besitos por todo tu cuello, en segunda me parece detestable que la coordinadora te obligue a hacer el doble de trabajo, parece que es adrede a veces, Key…-Cuando el mayor susurró aquello, nuevamente comenzó a besar sobre sus apenas expuestas clavículas, por lo que el rubio rio ligeramente acariciándole su largo cabello.- ¿De qué ríes pequeño? Creí que aún ibas enfadado…-

 

-Es que tú me pones de buenas~ Jinki.-

 

-Lo sé, es poco el tiempo que tenemos a solas, me agrada consentirte… ¿Puedo hacerte el amor aquí y ahora?- Cuando su novio desde hacía unos meses le acarició la espalda bajo su camiseta, Kibum colocó una pierna a cada lado del contrario mientras asentía y jaló apenas de su cabello para unir sus labios en un fogoso beso.

 

-Kibum ya deb…-Al oír la grave voz de su padre ambos se apartaron con pánico reflejado en sus ojos, por lo que el hombre vestido con su traje blanco de agente y algunos papeles en sus manos agregó.-Bueno… Es algo que sospechaba pero es indebido besarse en la sala de mi hogar…-

 

-S..Sí señor Kim n… No haríamos otra cosa.-El balbuceo de Jinki hizo que Kibum sonriera travieso ya que jamás le había notado nervioso de aquella manera.

 

-Padre yo lo siento, creí que nos encontrábamos solos…-

 

-No importa hijo, sólo…-El hombre carraspeó apenas mientras se calzaba.-Si van a besarse pues a tú habitación. Y nada de demostraciones en público aunque tu madre y yo lo aceptemos me temo por las reacciones de los demás…-Key sorprendido por lo que su padre decía ensanchó el gesto en sus labios mientras asentía contento. Cuando el mayor abrió la puerta, el rubio se relajó un poco tomando la mano de su pareja para dirigirse a su cuarto.-Oh, una cosa más…-Se detuvieron en la escalera para voltear hacia el dueño de casa que se encontraba a punto de colocarse el casco.-Como intensifiques un grado más ese beso hacia mi hijo y le toques un cabello más me encargaré de cortarte los testículos con una máquina en la fábrica para dejarte castrado… Pobre de ti si le haces daño a mi hijo ¿comprendido?-

 

-S…Sí señor Kim.-Repitió el pelilargo mientras tragaba forzadamente, y como si nada el señor Kim les dedicó una dulce sonrisa antes de agregar.

 

-Bien… Por cierto, mañana les llevaré a conocer a Peeta y Katniss por la gira de la victoria cuando lleguen al distrito, por lo que ya tienen el día libre de trabajo, nos veremos aquí cuando sales de clase Kibum. Buenas tardes muchachos…- Y sin decir más se retiró a trabajar.

 

-Mi padre va a castrarte~ cuando se entere de lo que me haces~- Canturreó el rubio mientras subía las escaleras dando ligeros saltitos a lo que Jinki le siguió refunfuñando, negándose a demostrarle todo su amor como minutos atrás… Aunque sólo se mantuvo por unos instantes cuando Key se desnudó coquetamente frente a él.

 

Sí, el adorable y tímido adolescente había descubierto la apasionante  y divertida faceta desinhibida junto a su amante.

 

El rubio algo inquieto se removió de un lado a otro, los trágicos amantes del distrito 12 pronto pisarían su distrito y él podría a conocer a Peeta, expresarle cómo gracias a él había comprendido que el amor podría florecer inesperadamente en alguien como era para él Jinki. Pero cuando los vencedores pasaron frente a él, Katniss siquiera volteó y el panadero les dedicó una cálida sonrisa antes de dirigirse al escenario; acción que le bastó a Kibum para sentir sus piernas temblar y se desvaneció desmayándose en los brazos de su novio; que momentos después le despertó con sonoras risas aunque notaba lo celoso que se encontraba, el pelilargo no podría reclamarle en público.

Nada que luego en la formal cena quedase en claro gracias a las delicadas caricias que le dedicó cuidadosamente bajo la mesa no hubiese enmendado, por supuesto.

Aunque la estadía de los vencedores fue corta, Key estaba seguro que el pelilargo había admitido su derrote sobre el amor entre ellos; además que pocos días después en el gran final de la gira observaron por la televisión en su cuarto cómo se comprometían en matrimonio.


Aunque con muchas quejas de por medio, el rubio logró convencer a su novio de que cocinara en su hogar, además de que era hora de conocer personalmente a la señorita Lee.
Ese día no tendrían trabajo por la tarde debido al anuncio sobre el vasallaje; pero Kibum no tenía interés alguno sobre qué trataría este año… No se atrevía a decirle al mayor que su nombre no saldría entre los seleccionados, pero con toda la excusa de la cena con su “suegrita” distrajo a Jinki luego de hacer las compras en el mercado y se dirigieron a la precaria casa del contrario.

Key debía admitir que el día en el cual vió  a Félix junto al mayor un tiempo atrás, no había notado el tamaño del pequeño lugar armado principalmente con escombros de industria; y al encontrarse dentro de la oscura habitación suspiró ligeramente al pensar que dentro de todo los Lee poseían una casa bastante completa: un ambiente que poseía en un rincón una estufa y la pequeña nevera además de algunos cacharros apilados descuidadamente en un rincón, luego en el centro un par de sofás gastados con mantas que se encontraban perfectamente acomodadas (de seguro por su visita), era evidente que allí dormían ambos y por último una biblioteca que en los estantes más altos dejaban ver las gastadas prendas perfectamente ordenadas y en los restantes libros, pequeños detalles varios y un par de fotografías de los dos. El rubio se acercó a las mismas y rió ligeramente ante las notables mejillas de su novio cuando era pequeño,  y éste refunfuñó al comenzar a preparar los ingredientes sobre la misma estufa aún apagada.
Kibum notó la ausencia de una encimera o al menos una mesa en el lugar pero no preguntó nada, sólo pudo ver una puerta de madera gastada que se trataba del baño cuando Jinki abrió la misma para lavar allí algunos vegetales luego de haber aseado sus manos.
El invitado se dejó caer en el sofá que su pareja le indicó era su cama y suspiró contento al ver en un rincón su bajo perfectamente lustrado y acomodado en un pequeño pedestal para el instrumento…

 

Jinki no bromeaba al decir que su hogar cabía dentro del armario de su habitación,  y la impotencia que el rubio sentía ante la diferencia con el capitolio creía segundo a segundo; pero la llegada de la señora Lee hizo que su mente se dispersara y pasase una amena cena con ellos.

-¿Sabes? Me gustaría poder apreciar las estrellas sin tanto smog dentro de la ciudad, mientras camino por las calles contigo a mi lado…

-Oh… Te has puesto romántico ¿es porque mi suegrita me acepta?

-Aún no puedo creer que le llamaras así y, peor aún, ¡ella aceptara!

 

-Será muy joven pero aún y así es mi suegra~

 

-De todas formas…

Jinki se acercó con un tono divertido en su voz hacia él, pero mantuvo distancia al no poder demostrarse afecto en público, la noche se encontraba algo fresca pero agradable y el Distrito poco a poco se dirigía a dormir; el mayor había anunciado que obligadamente le escoltaría hacia su hogar. Pero cuando el pelilargo parecía no poder contenerse e intentar abrazarlo, las pocas luces de las calles de tierras se apagaron, dejándoles ver como la electricidad había sido cortada en el distrito por completo.

 

-Hmm extraño… ¿Habrá tormenta en el Distrito 5?

-No lo creo Key… Pero es una buena excusa para abrazarte con este frío, ven aquí…

El rubio no se negó al sentir cómo el mayor le tomaba por los hombros como cuando aún eran amigos; no sabían porque evitaban incluso aquello cuando no se encontraban en sus momentos privados; pero Key no pensó mucho al sentir la mano del castaño apretujar apenas su trasero.

-¡Lee Jinki! Nos encontramos en plena calle, ah~m.

-Es tu culpa por llevar algo tan ajustado para conocer a mi madre… Hmm... Es raro que la luz aún no regrese…

 

El resto del camino continuaron en silencio ante tanta penumbra, apegados el uno al otro con cuidado cuando escucharon algunos vecinos curiosos llamarse de una casa a la otra, todos anunciando que sólo veían estática en su televisión. Ninguna otra energía parecía funcionar.

 

Cuando se encontraron en la alegre entrada de su hogar, sonrió subiendo un par de escalones para quedar mucho más alto que el mayor, y luego de controlar que no se encontrase ningún guardia cerca le tomó por los hombros y se inclinó a besar sonoramente sus labios.

 

-Nos vemos mañana… Te quiero…

-Hasta mañana mi chico capitolio…

 

Una vez dentro de su casa, se descalzó saludando a sus padres que le anunciaron de qué tratarían los juegos de aquél año y negó pensando en las pobres almas que jamás tenían la suerte de su lado. Mientras debatían sobre ello sentados en el sofá de la gran sala, de pronto la estática entre la tenue luz de las velas aromáticas de su madre; dejó ver un mensaje del Capitolio hablando sobre los rebeldes de su distrito y sus acciones, antes de ver en vivo y directo ejecuciones de los mismos que le hicieron sobre saltar, acurrucándose en los brazos de sus progenitores. ¿Qué estaba sucediendo en aquél mundo tan cruel?

 

Luego de unos días de los apagones con los morbosos videos siendo transmitidos de tanto y tanto cesaron completamente y la rutina regresó  a las asfaltadas calles.

 

 

Key sonrió apartándose los enmarañados cabellos sobre su frente, debía acabar un largo pedido de faldas antes de que la coordinadora Shell comenzase a reclamarle de nueva cuenta sobre los detalles en los complejos bordados que se encontraban de moda aquél año.
Todo gracias a la chica en llamas.

No que los diseños no fuesen de su agrado, pero le hubiese agradado hacer algunos cambios para que no fuese todo absorbido por la esencia de Cinna.

Kibum suspiró con pesadez al dejarse caer en su asiento frente a la máquina de coser; minutos atrás había visto a su padre hablar muy de cerca con una mujer de tez morena y no le agradaba para nada aquello. La forma confidencial en la que intercambiaban palabras ocultos en un rincón detrás de unos paredones a unas calles de allí era bastante desagradable para él ¿qué podía faltarle a su madre para que el idiota de su padre buscase a una mujer por ahí? Además de que por su uniforme muy pocas se sentirían atraídas hacia él si no era por interés.
De ahora más llamaría a su padre señor Kim hasta saber qué demonios estaba tramando su mayor.

 

-¿Sabes? Hace unos días que deseo decírtelo… Luego de que cenaras en casa… Me alegra que, siquiera una vez, me observaras como una pobre alma carenciada…. Significa mucho para mí que seas tan trasparente y puro conmigo… Y con todos. Sé que odias la situación y que eres capaz de obligarnos a mudarnos con ustedes si no fuese porque yo no lo permitiría… Algún día seré un compositor importante y haré que mi madre pueda tener su propio hogar…

Sus pensamientos y problemas se dispersaron cuando el mayor se sentó sobre su mesa de trabajo, acariciando su mano disimuladamente con la propia sobre un par de telas y por la risueña sonrisa del pelilargo parecía que Jinki realmente quería decirle aquello urgentemente, por lo que le dedicó una amplia sonrisa, sintiendo un calorcito invadir su rostro ante aquella manera tan franca pero delicada del mayor para hablarle.

 

-G…Gracias… A veces siento que me conoces tú a mí más que yo a ti…

 

-¿Hm? Tranquilo, no te equivocas… Pero eso te hace aún más agradable que ese tinte rosado en tus pomulitos que tanto me gusta…  En fin, aunque aún no es tu descanso, he venido a buscarte para escaparnos hoy~

-¿Qué?

-Así es, Joon desea beber algo con nosotros antes del anochecer que tendrá muchos clientes ahora que la energía ha vuelto por lo que debemos irnos ahora, anda~

-No puedo, Shell se dará cuenta…

-¿Y?

 

-Hará mi vida imposible. Porque sabe que no puede echarme por mi padre…

 

-Exacto, y ya te hace amargar por mero gusto y envidia por lo que ¿qué tal si le damos una razón para que lo sea?

-Hm…

 

-Anda~ ¡nos ha preparado emparedados de pollo! Sería trágico que se echara a perder…

 

-En todo caso los comerá él o venderá pero…. Tienes razón, además necesito despejarme… Yo… He visto a mi padre con una mujer… T…Te contaré en el camino.

 

-Oh… Vaya… Soy todo oídos, andando.-Su novio le tomó de la mano antes de reincorporarse de la mesa, y al soltarle Key notó un bonito prendedor aguamarina con una tallada flor en medio; no parecía ser una joya costosa pero sí muy elegante.-Acabo de ver a mi madre en el otro piso, ese botón es de cuando ella era niña y deseaba obsequiártelo y no estaba segura de cuándo te vería por ello me ha pedido a mí que te lo entregue…

-Ah… Me encanta. Espera.

El rubio tomó una aguja de su mesa de trabajo y un hilo antes de coser el pequeño broche sobre el pico derecho que marcaba su dispareja camisa a un lado de su cuello y sonrió ampliamente al terminar de aplicarlo y asintió indicándole que era hora de huir; Jinki solía poseer pase libre por la fábrica debido a su reparto, pero Kibum debía ir con mayor cuidado ante algunos coordinadores, pero no les fue imposible escapar.

 Entre sonoras carcajadas ante las desiertas calles debido al horario laboral y escolar para los más chicos; podían caminar tomados de la mano sin miedo alguno, después de todo incluso los agentes de la paz se encontraban ocupados en aquél momento. El pelilargo tenía el don de distraerle y siquiera pensó en su padre al pasar por el mismo lugar, pero ambos alzaron su mirada al notar unas cuantas naves volar un tanto bajo sobre ellos, y cómo los que parecían ser aerodeslizadores comenzaron a dejar caer…

-¿Esos son paquetes Jinx? Parecen ir a la fábrica deben ser telas, nunca las he visto llegar as….
-K…Key corre.
-¿Uh?

El mayor le tomó de la mano fuertemente antes de jalarle con fuerza en la misma dirección que se dirigían en un comienzo, y de pronto todo comenzó a temblar, haciéndoles perder el equilibrio metros delante, y una humareda negra  les rodeó completamente, a la par que sus tímpanos les hacían percibir un fuerte zumbido. Algo aturdido se reincorporó cuando pudo divisar la mirada del morocho que le tomaba del rostro diciéndole algo antes de reincorporarse ambos y voltearon hacia el lado de la notoria explosión: ya no quedaban si quiera rastros de la fábrica…
Era como si hubiese desaparecido completamente, con todo lo que había dentro de sus grandes paredes de concreto… Incluyendo sus madres.

Notas finales:

He vuelto~ <3


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