POV´S LISA
Mis padres discutían de nuevo, yo solo quería salir de esa maldita casa, embriagarme y divertirme, olvidarme de mi jodida vida y de todo lo que existía en ella, me había encontrado con mis amigos de siempre, los habituales, y los que me conocían de toda la vida, y por supuesto que tenían mas que claras mi preferencias sexuales y por suerte me respetaban, sin presumir la mayoría de ellos había querido ligar conmigo antes, pero ahora todos éramos muy buenos amigos, saldríamos en la camioneta de Dante como de costumbre el conductor designado que nunca respetaba la regla de no beber… si puede que sea un poquito arriesgado, pero siendo sinceros a nadie le importa… todos mis amigos tenían la vida tan jodida como yo y algunos más y de peor forma
Éramos ocho en total los que subíamos en la camioneta y solo tres mujeres, Jena la novia de Dante que prácticamente era la mama de los pollitos, Tania mejor conocida como la puta del grupo, que la verdad se le agradecía el sacrificio ya que gracias a ella siempre entrabamos en los mejores lugares de antro y conseguíamos de las mejores bebidas, aunque bueno para ella en realidad no era sacrificio, y yo Lisa, demasiado gay para conquistar
Ya era avanzada la noche y todos estábamos bebidos, por ser medios de semana los antros cerraban temprano y ya era difícil de conseguir alcohol, todos estábamos desilusionados, porque tendríamos que volver pronto, en especial Dante, que gracias a lo ebria que estaba Jena le ofrecía mas de lo que regularmente le soltaba, si son una pareja especial, la verdad nos encanta verlos juntos, aunque a veces destilan tanta miel que fastidian, pero siguen siendo tiernos
Estábamos por rendirnos cuando a unas cuadras de donde estábamos, se escuchaba música de ambiente, un poco bajo probablemente por la distancia, convenciéndolos fácilmente nos acercamos al barullo de la fiesta, que estaba bastante fuerte
Ahora sí que, drogas, cerveza y rock and roll a todo lo que daba, decidimos colarnos, todos estaban demasiado fuera de sí como para notar nuestras presencias como intrusos
Nos separamos, busque la forma de integrarme y la verdad es que no me costó mucho, y no es por presumir pero mi cuerpo se invitaba solo a cualquier parte, tenía grandes tetas, siempre me preguntaban si eran operadas de lo perfectas que lucían, mi cintura diminuta y mi trasero bien formada hacían un juego perfecto con el minivestido rojo que traía puesto, mi pelo largo y negro hacían el juego perfecto con mis convers botas, y es que la verdad los tacones no son lo mío y creo que nunca lo serán, es más cómodo ligar así, al menos así me aseguro de no caer este ebria o no
Me había acercado a unas chicas guapas que estaban cercas de las bebidas, obviamente en busca de bebidas gratis, que fácilmente conseguí, ¿sabían ustedes que la mayoría de las mujeres ebrias se vuelven lesbianas? ¿No? Pues que pena porque yo sí, así que sin pensármela dos veces comencé a liarme con la que me pareció más guapa ¿Rachel? ¿Raquel? Algo así creo que se llamaba la rubia imponente que estaba bajo mis pechos en el sillón más grande de la sala
Hasta que las malditas ganas por ir al baño me desconcentraron, la rubia me indico el camino del baño de la planta alta, su casa parecía un laberinto y la chica ya hablaba en un lenguaje extraño, solté una risilla engreída al escucharla hablar, después trate de seguir sus indicaciones, me dijo que había tres habitaciones en la planta alta, “el baño público” que era al que podía entrar, y los de las habitaciones la de ella que estaba bajo mil llaves y la de su amargada hermana mayor Amber, que era vigilada por un “dragón”, que me mataría y no sé que mas, la verdad es que el alcohol afecta a uno más que a otros
Subí las escaleras un poco desesperada por encontrar el baño, al verlo prácticamente corrí hacia él arrepintiéndome de no haber tocado dos segundos después, dos de mis mejores amigos estaban dentro, Damián estaba contra el lavabo con los pantalones hasta abajo mientras era fuertemente penetrado por Bryan quien al mismo tiempo lo masturbaba, obviamente deteniéndose al momento que me vieron, creo que todo colapso en sus mentes, en la mía solo me sorprendieron escandalosamente
Cerré la puerta de golpe, no tenía cara para verlos pero tampoco podía aguantar mucho mas, así que decidida a probar suerte haber si alguna de las recamara estaba abierta o mejor dicho era fácil de abrir, cambie mi dirección
Probé con la mas cercana, y ni a empujones pude abrirla, la zarandee y nada, entonces escuche como la puerta del baño principal comenzaba a abrirse, me asuste, aun no estaba lista para ver a mis amigos y esperando tener suerte corrí hacia la entrada de la otra habitación estaba dispuesta a derrumbarla de ser necesario… pero
POV´S AMBER
¡Estaba hartaa! ¡Harta! ¡Harta! ¡Harta! Eran las tres de la mañana y esto no parecía tener fin, entendía que no fueran cenicientas y tuvieran que irse a las doce pero ya era demasiado para mí, el ruidajo no me dejaba dormir, y los intentos por entrar a mi habitación me borraban cualquier esperanza de poder hacerlo, pero el forcejeo de la puerta de la recamara de mi hermana había colmado mi paciencia, había llegado a mi limite y es que mi queridísima hermanita Rachel ya tenía mucho que explicar, la semana entrante yo tenía exámenes muy importantes de la universidad y necesitaba descanso y estudio, sin mencionar que era entre semana y en unas horas más tendría clases importantes
Y esta pequeña que recién entra a la preparatoria ya se cree la diva del lugar, me puse mis jeans negros y mi top negro, me peine un poco, tampoco podía arruinar mi reputación de belleza por una simple fiesta, me apresure y ate mis convers para salir, pero al abrir mi puerta en lugar de yo poder salir una intrusa entro en mi habitación, sabiendo perfectamente la ubicación del baño
¡Oh dios! sin permiso y como si nada entro en mi habitación una pequeñaja como de la edad de mi hermana, mala suerte para ella, toda mi frustración saldría con ella, y también aprendería una gran lección que jamás olvidaría “No entres a las habitaciones de extraños”
Cerré la puerta con llave y puse el candado para que definitivamente no pudiera salir al menos que empezara a llorar o algo así, escondí las llaves y me senté cómodamente en una esquina de mi cama a esperar a que saliera para sorprenderla, lo que no tardo mucho, pero realmente la sorprendida fui yo esa niña era una hermosura, así que cambiando mis planes, si que disfrutaría liberando mi frustración
-¿Y tu eres?- le dije rompiendo el hielo
-Oh perdona me llamo Lisa bueno en realidad Elizabeth pero todos me llaman lisa- me dijo extendiendo su mano hacia mí mientras sonreía, que ilusa y su primer error
La tome del brazo fuertemente y la avente a mi cama, tomándola por completa sorpresa
-Que salvaje eres, ya sé que no debí entrar así a tu habitación, pero era una emergencia y además tú fuiste la que me abrió- dijo levantándose un poco con sus codos mirándome a los ojos aun sin borrar su sonrisa
-En primer lugar yo no te abrí, y en segundo lugar te equivocas- le dije acercándome lentamente hacia ella, hasta colocarme sobre ella a cuatro –A mi no me molesta que hayas entrado a mi habitación- le dije acortando la distancia entre nuestros rostros –De hecho me alegra que lo hayas hecho, la verdad estaba algo estresada y comenzaba a aburrirme- termine de decir, para después besarla, seguramente su rostro era un poema, pero no lo vi, al sentir el contacto de sus labios me perdí en ellos, su sabor y su textura me pusieron al 100 en segundos, lo que me sorprendió es que no pusiera tanta resistencia como creí que pondría
Lentamente mi mano comenzó a acariciar su pierna para ir subiendo lentamente a través de ella, lo que al parecer le hizo reaccionar, se levanto demasiado rápido para mi gusto
-Lo siento pero no puedo, se que quieres asustarme pero no- parecía un poco asustada pero al mismo tiempo excitada, me pare y la abrace por detrás besando su cuello
-No te arrepentirás- le susurre al oído, mientras que mis manos se colaban bajo su vestido para deshacerse de su ropa interior, al sentir el contacto de mis manos ella gimió y eso me activo de nuevo, la recosté en la cama nuevamente para poderle retirar por completo esa prenda que me tenía tan loca, al poco tiempo de saber que existían
Al sacarla de sus piernas la avente a algún lugar de la habitación, y me incline para besarla, poco a poco baje por sus pechos mientras le desabrochaba el sostén, para después quitárselo sin dejar de lamer sus pechos mientras ella se derretía bajo mi cuerpo, intranquila de placer, gimiendo para mi, con solo su vestido puesto, me detuve para desprenderme de lo mío, hasta quedar desnuda por completo
Ella me observaba con las pupilas dilatas perdida en la sensualidad de mi cuerpo que al igual que el de ella estaba muy bien formado solo que yo era más alta, me acerque de nuevo a ella pero esta vez empezando por sus piernas besándole entre sus muslos alterándola más entre cada lamida, acercándome cada vez más a lo que ambas deseábamos, pero evitando apresurarme, después de todo se suponía era un castigo
Lamí entre sus piernas y succione en algunas partes marcándola como mía, hasta llegar a su zona, la parte de su cuerpo que más se derretía por mí en ese momento, no me contuve más, la lamí, la succione y la penetre con mi lengua grabando su sabor en mi boca, por encima y por dentro, besando cada parte de esos labios bajos
Lamí, mientras besaba y succionaba su clítoris y sus labios, hasta quedarme sorda por sus gritos de placer que retumbaban en la habitación, sentí como su cuerpo se estremecía, luego subí recorriendo su piel con mi lengua, mientras mis manos subían por sus piernas
Trataba de saciarme con el sabor de su piel, dulce y salado, acariciando y lamiendo cada rincón, mi lengua llego a su ombligo y lo penetro, provocándole cosquillas y excitación
-Aah por… favor... hazlo ya- articulo entre gemidos, no pude evitar sonreír, así que seguí ascendiendo hasta llegar a sus pechos, succiones su pezón derecho mientras que mi mano izquierda pellizcaba el izquierdo y mi mano derecha apretaba su trasero, quería enloquecerla, quería que jamás olvidara esta noche… este castigo, volví a sonreír con su pezón entre mis dientes, estaba muy deseosa y eso me enloquecía y alteraba mis sentidos de sobremanera
Mi boca siguió subiendo hasta llegar a sus labios y la bese tan profundo como pude mientras mis dedos comenzaban a penetrarla, lentamente, sin avisar ahogando sus gemidos en mi garganta y en la suya, mi lengua jugaba con la suya mientras dos de mis dedos entraban y salían de ella, le estaba costando respirar, comencé a formar círculos dentro de ella y también abrir y cerrarlos, como si fueran tijeras
Mi lengua penetraba su boca y mis manos penetraban su vagina provocándole pequeños temblores que terminaron por bañar mi mano en ese delicioso liquido que solo una mujer tiene, deje de penetrarla mientras ella sonrojada me miraba, lamí mis dedos para degustar su sabor y como lo había pensado era deliciosa
-Eres más de lo que esperaba- me dijo con una media sonrisa tratando de componerse, pero estaba equivocada, sonreí triunfante
-Soy más de lo que podrías haber imaginado alguna vez- Esto apenas iniciaba
Volví a besarla robándole el aliento nuevamente, se sorprende pero me corresponde, siento como trata de girarse y la dejo, se monta sobre mí y eso me excita
-Yo también puedo sorprenderte linda- me sonríe y sonrió, esta Lisa es tremenda, ni siquiera sabe mi nombre pero aquí está acabando de tener un orgasmo en las manos de una desconocida ¿Será así siempre?
-Me llamo Amber- le dije sonriendo, su sonrisa se amplía aun más
-Lose cariño, conocí a tu hermana y me advirtió de ti- Dudo que mi hermana le advirtiera de esto
-Entonces ¿No sabes escuchar? O ¿Te gustan los riesgos?- Su cara se muestra juguetona y me provoca mordiendo su labio inferior
-Creo que ya olvidaste quien inicio esto- dice mientras su cara muestra excitación
-En ese caso permíteme terminarlo- sonrió aun mas y la interrumpo mientras mis ojos se encienden en pasión, vuelvo a besarla de sorpresa, hundiendo su rostro en el mío, metiendo de nuevo mi lengua en ella, en ese lugar que comenzaba a parecerme tan familiar, ella suspira en mi boca no pudiendo regularizar nuestras respiraciones, sus manos pasan de mi cuello descendiendo por mis pechos manoseándolos salvajemente, me excita… me encanta… me domina… me enloquece…
Yo bajo mis manos de nuevo a su trasero masajeándolo, apretándolo, grabando mi piel en la suya, memorizando cada rincón de ella
Dejo de besarla en los labios bajando a su cuello, mordiéndolo, lambiéndolo, besándolo, haciendo pequeñas succiones que sacaban fuertes gemidos de ella
Gemía en mi oído a propósito, su respiración irregular me alteraba de sobre manera, lamio mi lóbulo derecho, después paso su lengua por el exterior de mi oído provocando que un gemido fuerte escapara de mí
-No puedo más… quiero sentirte ya- susurró en mi oído con una voz tan sugerente que pude sentir como logro humedecer aun más esa zona baja mía que también se moría por sentirla
La levante y la senté junto a mí, me monte por completo en la cama y la abrí de piernas sin acostarla, la vista era maravillosamente excitante, no pude evitar relamerme los labios, me senté frente a ella y me abrí de piernas la mire de medio lado y sonreí, estaba sorprendentemente sonrojada
-Ven aquí muñeca- le dije mientras la llamaba con mi mano seductoramente, ella trago saliva y se levanto un poco, acercándose a mí torpemente
Yo seguía sentada, tenía una pierna medio levantada y la otra completamente relajada en la cama ella se acerco por completo a mí y se sentó sobre mí, paso su pierna bajo la que yo tenía medio levantada y la otra la puso sobre la que yo tenía relajada, conforme más se acercaba su respiración se distorsionaba aun mas, provocándome con su lentitud
La tome de las caderas y la acerque a mí uniéndonos por completo, ambas soltamos un fuerte gemido al sentirnos
Nuestros clítoris se rozaban y cada movimiento de caderas era un paso más al cielo
Sus gemidos retumbaban en mis oídos provocando aun más excitación, nuestros movimientos eran un vaivén perfectamente combinado, cada vez acelerábamos más los movimientos, sintiendo como la electricidad recorría nuestros cuerpos hasta ser expulsada, mordí levemente su lóbulo tratando de acallar mis gemidos
-No puedo más- dijo entre jadeos
-Yo tampoco- dije para segundos después ambas venirnos una sobre la otra, me recosté y ella se recostó sobre mi
Nuestras respiraciones aun aceleradas resonaban en la habitación, aun no podía creer lo que acababa de pasar, nunca había sentido tanto placer con una chava y mucho menos una completa extraña, nos quedamos así por unos minutos, sin hablar y sin mirarnos, hasta que ella rompió el silencio
-Fue increíble, me encanto- me dijo con una hermosa sonrisa en el rostro, yo sonreí de solo verla
-No acostumbro hacerlo con extrañas, pero si tienes razón- Ella soltó una carcajada y yo continúe riendo con ella, después se levanto y comenzó a vestirse y yo la imite
-¿Qué horas son?- Me pregunto, yo sonreí
-Gracias mi cielo- ella me miro y rio aun más
-Dije que hora es no corazón- reí aun más y luego vi mi reloj, vaya que rápido se va el tiempo cuando lo disfrutas
-Son las 4:15- respondí
-Vaya que tarde, debo irme- ¿tan rápido?
-Espera dame tu móvil o algo- Le dije rápidamente al ver que se dirigía a la salida, ella sonrió y se volvió a mí, me tomo de la barbilla y me beso, yo le correspondí, luego se separo y se dirigió a la puerta de nuevo, me miro y sonrió
-Perdona, pero yo soy solo de una noche- me guiño el ojo y salió de mi habitación dejándome abrumada, decepcionada y perpleja…