Capítulo 26. Exilio de Dante Sparda…
Este es el peor error que has cometido, porque ahora te odio de una forma que no creí humanamente posible, mírame bien maldita sea, porque no me vas a volver a ver hasta el día en que te arrebate el mundo de los muertos…
Recuerdo cuando me habían dado mi primera misión como agente de la mediocre comisaria de mi padre, supuestamente debía investigar un asesinato y capturar al criminal, iba solo en un auto que me habían asignado, nadie quiso ser mi compañero porque yo era “demasiado cruel”, el solo recordarlo me sacaba una que otra risilla porque era verdad. Iba conduciendo mientras escuchaba a Kudai en la radio, tenía mal humor porque debía ir a una triste graja donde habían matado un niño, ¡que más daba!, los infantes no sirven para nada, en vez de encarcelarlo deberían de condecorarlo, ¿y porque?, simple…
Había eliminado un estorbo más que inundaba este patético mundo…
Llegue al sitio, me baje del maldito coche y me dirigí a la escena del crimen, bueno, para mí era una obra de arte. Cuando me encontré con la “dulce pareja”, estaban hechos trizas, yo me emocione porque percibí desesperanza y anhelos de abandonar este mundo, la tipa le calculaba unos 24 años y al tipo unos 26, lo que me jodía era como estaban muy unidos, yo quería ver su agonía y tal parece que no me darían el lujo de presenciarlo…
¿O sí?...
Después de entrar en esa pútrida granja llena de animales y bichos, me senté en un sofá, la mujer y su marido se hicieron en frente mío en sillones para comenzar con el cuestionario, comencé con las preguntas típicas como la hora en que encontraron el cadáver, el sospechoso, entre otras cosas…
Cada que indagaba más en la escena del crimen, la chica comenzaba a llorar y el marido comenzaba a besarla delante de mí para consolarla y asegurarle que todo iba a estar bien, aquello me parecía una falta de respeto además de ridículo, pero ¿Qué más se podría esperar de la gente pobre?, así que tratando de retener la poca paciencia que tenía continuaba con el interrogatorio…
A veces me molestaba ser tan bondadoso…
Después de un rato me acerqué al lugar donde habían matado al maldito niño, había sido en el granero y la peste a mierda que inundaba el lugar por poco y me provoca un paro cardiaco, obviamente el cuerpo ya no estaba, los de forense se lo habían llevado hace tiempo, analizaba los rastros de sangre y demás, pero los malditos sozollos de la perra esa no me dejaban concentrar…, “Oiga, ¿puede callarse de una puta vez?”, le recrimine a la mujer después de levantarme y retirar los guantes de mis manos, parece que al tipo no le había gustado mi comentario, “¿Perdón pero está insultando a mi mujer?”, me cuestiono el tipo algo altanero…
¿Acaso sabia con quién estaba tratando?...
“Si no cierra el pico y deja de llorar como una tonta, quizás pueda encontrar al asesino”, le comente mientras me di la vuelta, yo no sentía compasión por aquellos cretinos que habían perdido al estorbo de su hijo, primero porque no me interesa el dolor de los demás y segundo…
Porque odio profundamente los niños…
Sentí como el tipo me empujo con ganas, no caí sobre el heno, pero rápidamente me di la vuelta, “¿Qué te pasa imbécil?”, le interrogue muy ofendido, “¿acaso quieres pelear conmigo?”, le cuestione mientras la mujer se interpuso entre nosotros, note como me dio la espalda y trato de que su marido se calmara, “Tranquilo mi amor, el policía hace lo mejor que puede, sé que la pérdida de nuestro…”, no le deje terminar cuando en frente del tipo, apareció una navaja que atravesaba el abdomen de su chica, la perra impresionada agachó su mirada para corroborar como el filo de mi arma se revolcaba en sus entrañas, de su boca comenzó a salir varia sangre y cayo muerta al instante…
El tipo rápidamente trato de buscarme con su mirada, pero no se percató que estaba detrás de él, un poco de cloroformo y santo remedio, cuando despertó noto que estaba siendo arrestado por dos de mis “compañeros de trabajo”, ¿y porque?, simple, le grave con mi dispositivo móvil mientras degollaba y descuartizaba a su mujer, ¿Cómo era posible eso?, pues utilice mi Reloj y en forma de “Frio” le manipule como un títere, después me convertí en “Fuego” e incendie la granja, muchos animales murieron quemados, pero eso tampoco me interesaba, el tipo gritaba a los vientos que yo había sido el culpable, ¡qué cosa más difamadora!, la culpa la había tenido esa mujer al decir “él hace lo mejor que puede”, ¿Cómo se atrevía?, ¿me estaban tomando por un mediocre principiante?, el tipo gritaba y gritaba de frustración mientras lo metían a la patrulla, yo solo me despedí de él con una sonrisa enorme sobre mi rostro perfecto, lo enjuiciaron por múltiples asesinatos de primer grado y con ayuda de mi informe le dieron cadena perpetua…
Definitivamente la Justicia es ciega y sorda…
A los días fui a verle porque quería verlo destruido, no sé porque me sentía tan bien, pero no me cambiaba por nadie, aquella había sido la mejor primera misión de todas, encontrar un cadáver, matar a uno de los padres y culpar al otro y lo mejor de todo es que todos se lo creyeron, cuando llevaron al tipo a la sala de visitas, casi se tira a golpearme, por fortuna, los guardias le detuvieron y le amenazaron con joderle su estadía en la cárcel si trataba de hacerme daño…
Aquello me emocionaba más, porque a los ojos de todos yo era un buen policía, un buen detective y un buen agente secreto…
“¿Qué diablos haces aquí?” me cuestiono aborreciendo mi presencia, yo chiste pues me encantaba que los demás estuvieran a punto de enloquecer por ira y no poderlo hacer, yo le pase una gran liana, le aconseje que se suicidara, que ya nada valía la pena, le advertí que yo era el gran Ben Tennyson y que no debían insultarme si no quería que hundiera su vida, el tipo comenzó a romper en llanto y yo solo le di palmaditas en su espalda, insistía en que se quitara la vida, que ya nada volvería a ser como antes, que el único camino era la muerte, el pobre diablo me miro a los ojos, yo lucia sensacional por supuesto y él un completo miserable, “Eres tan malo que hasta los infiernos temen por el día en que llegues…”, me dijo con una voz ronca y llena de odio, yo tome unas elegantes gafas negras y me las puse, le sonreí y le agradecí el halago, me levante y me marché, a los días leí en las noticias que el tipo había amanecido muerto en su celda con una soga muy fina que recordaría al instante, pues yo fui quien se la dio, termine mi café satisfecho porque la misión había sido un éxito, me levante, pague mi cuenta y tome mi coche de última generación a seguir cumpliendo con las misiones que se me asignaran, después de todo…
Me había salido con la mía…
Tuve aquel hermoso recuerdo porque había exiliado a un estúpido granjero de lo poco que tenía, me pareció divertido persuadirlo y lograr que se matara, ahora estaba sentado sobre las cintura de Dante, los hilos que sostenían sus brazos producto de mi alíen “Mono araña”, funcionaban perfectamente, pues a pesar de estar en su forma poderosa, parecía un simple mortal que lo atan para entregarse a la voluntad de su opresor…
_ ¿Qué piensas hacer princesita?, ¿me vas a violar?- me cuestiono en tono de desafío, yo lo agarré aún más de su corbata y atraje aquellos labios a los míos tan cerca que su respiración chocaba con la mía…
_ Maldito imbécil- le dije mientras sonreía, aquello le enfurecía mas, lo noté cuando jalaba más y más de los hilos, me sorprendía que la cama no se desbaratara, porque conocía la fuerza de Dante y era grandiosa debía admitirlo…
_ ¿Crees que me voy a acostar contigo niño?- me cuestiono muy convencido pero las cartas estaban a mi favor y el tenia al destino en su contra…
_ No…- le respondí, - solo cumplirás como un buen marido en tu noche de bodas cretino-, le comente, - parece que ya no te vez tan rudo como dicen- le comente, - te ves tan indefenso, no puedo creer que mi Omnitrix haya detenido al criminal más buscado del mundo-…
_ Idiota- me dijo mientras cada palabra lastimaba su ego y su orgullo, aquello era fascinante…
Le bese porque estaba harto de hablar, solo hubo con contacto superficial, no quería que me arrancara la lengua, tenía que ser precavido, Dante tiene muchas sorpresas. Le afloje la corbata y la arroje muy lejos, él cayo tumbado sobre el cómodo colchón de la cama nupcial, ambos éramos los reyes del reino de Arabia, debíamos consumar “nuestro amor” para que el pacto estuviera hecho, note frustración en su mirada, yo lo divisaba desde lo alto, moví mis caderas para que mis glúteos perfectos generaran fricción con su miembro, no sabía si lo estaba haciendo bien, solo lo hacía por fastidiarle…
_ ¡Detente de una maldita vez!- me grito a lo que yo le cachetee, no iba a tolerar que nuestro matrimonio comenzara con el pie izquierdo…
_ Veo que algo ya se está poniendo duro haya abajo, ¿te da vergüenza acaso?-, le cuestione mientras le desabotonaba la camisa…
_ Tú no me gustas, a mí me gustan las chicas con buen culo y buenas tetas, no maricas acomplejados como tú- me dijo a lo que yo le cachetee de nuevo porque me había insultado nuevamente…
_ Pues con este marica acomplejado fue la persona a la que le prometiste amor eterno- le recalque para lastimar su orgullo…
_ ¿No me digas que estás enamorado de mí Benjamín?...
Me detuve un momento, gire mi rostro porque no estaba acostumbrado a que me llamara nuevamente así, cerré mi ojos cuestionándome si esto era lo que quería…
_ Responde…- me dijo Dante a lo que le mire nuevamente…
_ Por supuesto que no estúpido- le dije, continué desabotonando su camisa, al terminar contemple su rostro lleno de ira, reconozco que sus pectorales grandes y fuertes y su abdomen marcado me hipnotizaban un poco, pasee mis manos por todo su rostro y me recosté sobre su pecho, escuche los latidos de su corazón y sonreí un poco, quise creer que él era el Dante de hace años y que yo era su eterno enamorado, pero ahora las cosas eran distintas, él se había convertido en un criminal y yo en una persona fría y calculadora…
Bese su cuello y percibí su rechazo, continúe reclamando cada parte como mía, de mi propiedad, si se había atrevido a tanto debía asumir el compromiso de sus caprichos…
_ El día de hoy te exiliare de tu hombría, ahora pasaras a ser mío Dante- le dije para provocarle más resentimiento mientras comenzaba a besar su pecho y baje lentamente por su abdomen definido…
_ Detente de una vez niño- me amenazo el marginal ese cuando estaba en los límites de su pantalón…
Yo le mire fijamente desde mi posición, notaba miles de sentimientos negativos hacia mi persona, yo le sonreí debido a que no me detendría y lo mejor de todo es que él lo sabía y no podía hacer nada…
Le quite la correa y comencé a percibir su nerviosismo, ¿tan ansioso estaba?, o es que despreciaba totalmente la idea de hacerlo con un hombre…
Desabotone su prenda inferior y hábilmente subí para besarle, con mi mano derecha me introduje entre la ropa interior para buscar su masculinidad, rápidamente la sentí y el contacto me agrado mucho, era una virilidad de buen tamaño y estaba dura y húmeda...
_ Parece que hoy si vas a cumplir como hombre-, le dije mientras con mi mano izquierda acariciaba su rostro, le bese de nuevo y sentía la sangre recorrer aquel miembro lo que me incitaba a seguir con la siguiente parte de mi plan…
Descendí hasta llegar nuevamente a los límites de su pantalón, apretaba un poco aquel miembro que retenía con mi mano y notaba como él arrugaba un poco el entrecejo, yo sonreí porque a pesar de ser mi primera vez y con un homofobo, lo estaba haciendo bien…
Baje la cremallera y desplace su ropa interior hasta las rodillas, pude ver aquel gran miembro completamente erecto, yo rápidamente lamí la base de este y sentía la humedad que le recubría, pasee mi lengua por sus grandes bolas y subí por aquel miembro hasta llevar a la punta, yo le enfile con mis iris color jade, nuevamente notaba que estaba reteniendo sentimientos y parece que su orgullo no le dejaba liberarse…
_ No te ves tan disgustado como decías estarlo- le dije para molestarle aún más a lo que percibí su respiración un poco más agitada de lo normal, noté como sus iris plata me enfilaban, yo no podía percibir que sentimiento me trataba de trasmitir, yo le sonreí triunfante y aquello lastimo nuevamente su orgullo, me acerque a su glande y rápidamente me metí todo su miembro a la boca, escuche como jadeo al instante y luego me lo saque, repetí mi hazaña una vez más y luego comencé a mamar aquel miembro que desde hace rato solicitaba un buen trato…
Pude sentir aquel gran miembro desplazarse por mis labios virginales, percibía que Dante retenía todo el placer que, por supuesto le estaba generando, jadeaba muy entrecortadamente, escuche como sus brazos hacían más y más fuerza para liberarse de los hilos y detener mi venganza, pero como lo había dicho, era completamente inútil…
_ Te ves tan infantil Dante- le dije mientras me burlaba de él una vez que saque su miembro de mis boca,- luces completamente indefenso, ¿Qué pasa?, ¿el gato te comió la lengua?- le cuestione buscando respuesta alguna…
_ Eres despreciable niño- me dijo a lo que me escupió en la cara- yo abrí mis ojos lo más que pude mientras me quitaba aquello de la cara, - es lo único que recibirás de mi parte- me dijo a lo que le estampille mis 5 dígitos en su rostro, el tipo gruño molesto porque era la tercera vez que lo hacía, - Pegas como una niña imbécil- trato de retarme, pero esas tácticas de manipulación no funcionaban conmigo…
Yo era el maestro del engaño y la persuasión…
_ Hijo… de puta…- le susurre muy cerca de sus labios mientras apreté sus bolas con mis manos, obviamente que aquello le dolió muchísimo porque se quejó al instante, - Mírame Dante, y mírame bien- le dije a lo que obedeció rápidamente, después de todo cualquier movimiento mío le causaría más dolor, - Ahora yo soy tu esposo y tú el mío, yo no quería casarme con un cretino marginal muerto de hambre y tonto criminal, pero si te atreviste a secuestrarme y hacer esta locura, esta noche responderás como todo un semental y no acepto un no como respuesta- le apreté un poco más las bolas a lo que gruño por el dolor, -¿!entendido!?- le cuestione muy encabronado…
_ Vete al diablo- me respondió con dificultad, admiraba lo mucho que aguantaba y más si era en esa zona tan sensible. Yo sabía que se estaba oponiendo, pero eso a mí no me interesaba…
Me senté sobre su cadera y me quite la camisa, mi hermosa piel nívea se resaltaba en la oscuridad con la luz de la luna, me quite la correa y la mande lejos, me quite los zapatos y me deje el pantalón del traje…
Todavía no era momento de que me profanaran, la noche aún era joven…
Dante no se detenía, trataba de zafarse pero era un intento vano, baje hasta encontrarme con aquel miembro, aún seguía duro y erecto, me lo metí en la boca nuevamente y percibía sabores extraños, esta vez dejaría mi estatus y saborearía todo lo que él me diera, sabía que eso le molestaría más y con tal de cometer mi venganza haría lo que hiciera falta…
Subía y bajaba con aquella masculinidad en mi boca, era grande y con dificultad podía llevármelo hasta mi garganta, seguía escuchando los jadeos de Sparda y aquello me divertía porque a la vez que sentía placer, estaba abandonado su “hombría”, ya no podría presumir el sin número de veces que se follo a una mujer, ahora tenía un expediente manchado, ahora me incluiría en su lista y perdería su ego de macho y su orgullo de varón…
¿No era perfecta mi venganza?...
Al instante sentí como mi cavidad bucal se inundó de un líquido espeso, su sabor ligeramente salado me indicaba que su semilla había sido expulsada. Con su miembro en mi boca, sonreí y el semen se mes escurrió de los dientes, era una buena cantidad y termine tragando una parte, la otra llego hasta su zona púbica, saque su virilidad aun erecta de mis labios manchados por el pecado…
_ Pensé que durarías más, no eres tan bueno como pensé- le dije burlándome de su precocidad, parece que mi comentario le encabrono mucho, su ceño fruncido, seguido de aquel pecho cubierto por una capa de sudor que se expandía rápidamente por lo agitado que se encontraba, me indicaba que le había gustado mi mamada pero su orgullo había sido quebrantado a la mitad, lo que no era suficiente para mi…
Yo lo quería hecho añicos…
Dante no me dio respuesta, yo me senté en la cama y me quite el pantalón, seguido de mi ropa interior, me senté completamente desnudo sobre su cadera y el contacto piel a piel era una realidad, mis nalgas blancas sentía aquel miembro deslizarse entre ellas…
_ Ni te atrevas niñato- me amenazo Sparda cuando sabía que era mi hora, seguramente le aterraba la idea de penetrar a un hombre como yo, pasee mi lengua para humectar mis labios y seguido de mi sonrisa triunfadora, le tome del mentón para que me mirara a los ojos, quería que entendiera mis palabras…
_ No seas egoísta, además debes sentirte afortunado, al fin de cuentas soy virgen y aquello es una fortuna para cualquier hombre- le comente mientras tome la erección de Dante y la introduje sin compasión en mi entrada, lo bueno es que debido a la mamada y al semen que se había escurrido, sirvieron de buen lubricante y no entro con tanta dificultad…
Me agarre de los pectorales de Dante, aferre mis yemas sobre aquel duro pecho, no soportaba el dolor y mi gesto lo reflejaba, me quejaba en voz baja, debía aceptar que aquella masculinidad era demasiado para mi primera vez…
_ Parece que el niño rico no puede aguantar el tamaño de mi verga- le escuche decir a lo que dio una fuerte embestida contra mis nalgas…
Lance un grito en seco, mientras mi espalda se encorvo y mi vista dio al techo, presione aún más mis dedos contra los pectorales de Dante, me dolía mucho, solté el aire que había retenido mientras agache mi mirada, unas lagrimillas salieron de mis ojos y cayeron sobre su abdomen, Dante chisto y me encabronaba saber que esta parte no había salido como yo lo había planeado…
Dante volvió a embestirme con brutalidad, sabía que no lo hacía por gusto, sino por tomar venganza en contra mía, le había mostrado un punto débil claramente, no sabía si detenerme, pues no aguantaba el dolor que tenía…
Parece que las cartas estaban en mi contra, nuevamente Sparda me embistió y solté un gruñido, estaba paralizado y no podía moverme, mis nalgas sobre su cadera y sobre su miembro me tenían inmóvil…
_ ¿Creíste que me venciste?, ¿creíste que me derrotaste, me humillaste y detuviste?- le cuestione muy despacito, - Yo soy Ben Tennyson, el futuro heredo de la fortuna Tennyson, la actual Reina de Arabia Saudita y dueño de la arma más poderosa del universo- le dije mientras alce mi mirada y confronte sus iris plata, note como el color de su cabello había pasado de Gris a negro, - Ni tú, ni nadie lograran ganar alguna guerra en contra mía-, le confesé a lo que vi como frunció nuevamente su ceño…
Ahora fui yo quien comenzó a moverse, me dolía de puta madre sí, pero no iba a dejarle ganar, continúe muy despacito mientras mi interior sentía al miembro de Dante desplazarse con más profundidad, escuche que jadeaba nuevamente, cerro sus ojos y apretó sus labios…
_ Así mamacita, más rápido- me dijo a lo comprendí su estrategia, había cerrado sus ojos y nublado su vista para imaginarse que lo estaba haciendo con una mujer…
Sería un tonto si dejara que hiciera eso…
Le abofetee, le tome del mentón y mientras aumentaba la frecuencia con la que cabalgaba a Dante, le mire a los ojos…
_ No estás haciéndolo con una mujer cretino, lo estás haciendo con el gran Ben Tennyson- le dije a lo que le amenace con que si cometía de nuevo aquella insolencia conmigo le haría mal…
Subía y bajaba con mayor facilidad, su miembro se desplazaba con mucha facilidad, ambos estábamos agitados y ahora el dolor de había marchado, su miembro me penetraba más y más y ambos soltábamos jadeos de placer…
Seguimos así por quince minutos, nuestros cuerpos cubiertos por sudor sugería que estábamos haciendo un esfuerzo mayor, yo sentía muchas sensaciones agradables, tome mi miembro erecto y comencé a masturbarlo para aumentar el placer, la frecuencia de las embestidas que hacia sobre la masculinidad de Sparda aumentaban y las fricciones en mi interior eran demasiado agradables, sentí llegar al éxtasis y con la respiración muy entrecortada derrame mi semilla sobre aquel abdomen marcado, seguido de eso, sentí como Dante se corrió dentro de mí, estábamos cansados, nos mirábamos a los ojos al momento, su miembro salió de mi entrada algo flácido y seguido de él, el líquido viscoso recorrió mis piernas hasta dar con sus muslos…
Yo aún seguía sentado en sus piernas, era muy de madrugada y caí sobre él, su pecho sudado por un momento me pareció cómodo, no sé qué hora era y tampoco me importaba, pues segundos después quede completamente dormido sin interesarme mucho lo que el tonto ese pensara de mí…
Sentí los incomodos rayos del sol golpear mi perfecta cara, la mañana iba a ser calurosa, pues, a pesar de estar desnudo, no sentía frio alguno. Apreté un poco mis parpados y comencé a despertar lentamente, abrí los ojos muy despacito y me encontré sobre el pecho de Dante, escuchaba los latidos de su corazón y me maldije por haber dormido sobre él, alcé mi vista y abrí mis ojos completamente cuando vi los hilos con los que le había amarrado completamente rotos, ¿Cómo era posible?, ¿acaso había logrado zafarse?, ¿pero cuando?, me moví un poco y sentí un brazo suyo sobre mi espalda, puse una mueca de fastidio, ¡parecíamos una pareja de recién casados!, pero esperen, ¡es que lo estábamos!, me escurrí entre su cuerpo desnudo y me separe de él, si estaba encabronado porque lo obligue a tener sexo conmigo ni imaginar cuando ya estuviese libre y sin ataduras…
Me puse de pie y un gran calambre me dio los buenos días, caí al piso al instante, ¿Qué diablos pasaba?, lentamente me fui parando, puse una mano sobre mis lumbagos, cojeaba en búsqueda de mi ropa. A regañadientes la fui encontrando y me puse en frente de un espejo de cuerpo completo, me coloque la camisa primero y sobre el reflejo vi a Dante dormir plácidamente mientras me daba la espalda…
_ Desgraciado- susurre listo para marcharme, lo abandonaría para regresar a Alemania, era obvio que ya me había usado para sus fines, además yo no quería estar con él, lo odiaba a pesar de ser la persona que había amado, sentía algo de nostalgia pero a la vez sentía felicidad, porque era el momento de asesinar a Kevin, a Gwen y a mi padre y con ello la fase final de mi plan estaría lista…
Me agache para ponerme la ropa interior, cuando subí nuevamente me asuste al encontrármelo detrás mío completamente desnudo, vi sus ojos plata mirarme fijamente, estaba molesto y de mala leche, había puesto una pistola muy extraña en mi sien, la imagen que reflejaba el espejo era una locura, ya que ambos éramos…
Pareja…
_ ¿A dónde crees que vas Benjamín?- fruncí mi ceño al escuchar mi autentico nombre salir de sus tontos labios, ¿Qué quería maldita sea?, - ¿Crees que después de haberte burlado de mi anoche iba a dejar que te marcharas tan fácilmente cretino?- me cuestiono a lo que chiste, tal parece que la guerra entre él y yo no se había acabado, después de todo…
Este es el peor error que has cometido, porque ahora te odio de una forma que no creí humanamente posible, mírame bien maldita sea, porque no me vas a volver a ver hasta el día en que te arrebate el mundo de los muertos…
Continuará…