*****Raúl*****
Suspire aliviado al regresar a casa. La tensión se había ido y me alegraba que no hubiera pasado mayor cosa…
Lo peor durante el intercambio de regalos fue que a mi tío Manuel le regalaron una foto de su ex esposa que lo abandono no hace mucho, y en cuanto a “nosotros”, como “los niños”, un primo de improviso dijo…
-¿te dejo tu novia o algo? Te ves muy decaído o solitario -Aunque tenía algo de razón, extrañaba a Hugo.
No lo dijo en burla, como esperaba, lo malo fue que todos lo escucharon y termine siendo molestado… que había dejado a mi novia allá porque me daba pena que vieran lo fea o gorda que era, que ella no quería ser vista conmigo, que me abandono por ser muy no sé qué (feo, malo, estúpido, frio)… no había límite para su imaginación y las variantes fueron infinitas… pero nadie dijo nada sobre salir con un hombre, como si a nadie se le ocurriera. Los ignoré.
Y por fin estaba de vuelta en casa.
-pero no regreses muy tarde…
Alcanzo a decir mi madre antes de que Dany corriera por la puerta. Realmente estaba impaciente.
-¿Cuándo regresa?- pregunté a mi mamá
-hasta el día dos, que bueno que la madre de ese niño lo quiere porque…- se quejó en broma mi mamá ¿Cómo no querer a Dany?- tu padre y yo iremos a una fiesta con nuestros compañeros de universidad ¿estarás bien solo?
-iré a casa de Hugo- dije tomando una manzana de la mesa.
-vigila que no se queme el cerebro con esos videojuegos, tiene que comer bien.
-lo sé mamá, volveré mañana en la tarde- me despedí dándole un beso en la mejilla. La note rara -¿Qué pasa, mamá?
-Hugo sabe que… -dudó, supe a que se refería.
-lo sabe- y me fui.
Lo sabría de primera mano si mis planes funcionaban.
*****David*****
Cuando desperté en la mañana se habían ido.
Mire a mi alrededor un poco confundido, ¿lo habría soñado?
El Enano dormía profundamente a mi lado, al igual que la mayoría de mis primos. ¿Dónde estará Oli? Note la luz de la cocina por debajo de la puerta y salí sin hacer ruido, me dio una sensación de deja vú.
Mi mamá, la tía Ana y la tía María platicaban alegremente mientras cocinaban.
-¿Dónde está Oliver?- pregunté.
-dijo que iría con Clara a la ciudad, que tenían algo que hacer.- respondió mi madre –despierta a tu hermano para que desayunen.
Regresaba a la habitación para hacer lo que dijo mi madre cuando escuche a la tía Ana susurrarle a la tía María.
-parece que el pequeño Oliver al fin será tu yerno.
No quise quedarme a escuchar y me apresure a ir a levantar a mi hermano. ¿Qué tenían todos de repente con querer juntar a Oliver y Clara?
Oliver es MIO.
*****Oliver*****
-Arthuro...
-no, Oliver- interrumpió mi protesta - has pasado mucho tiempo con Clara como para que ahora...
-¿seguro?- pregunté indeciso.
-si- contesto triste pero firme- adelántate, ve con David, debe extrañarte.
Lo deje solo, en parte porque extrañaba a David, pero la mayor parte porque sabía que necesitaba tiempo solo.
Llegue a casa de la tía Ana no mucho después, todo parecía listo para la fiesta de esa noche. Gran parte de la familia ya estaba en la sala empezando a poner música, bailar, jugar…
Encontré a David jugando cartas con algunos primos, su hermano a su lado, me acerque, me saludaron y pronto estaba sentado al lado de David jugando con ellos.
-¿y Clara? –preguntó David.
Negué con la cabeza, no sabía que contestar ¿Cómo se supone que conteste a eso ahora? Preferí cambiar de tema -¿Por qué Gerardo te ve mucho, o es mi imaginación?
-aunque aprecio los celos, no me ve a mí, mira al Enano.
Vi de nuevo a Gerardo y seguí su mirada hasta el hermano de David, ¿Qué me había perdido?
*****Raúl*****
-hey, Raúl –me saludó Amanda, la hermana de Hugo. Iba de salida cuando yo llegaba a la casa de Hugo –Hugo está en su cuarto, ya sabes, con la computadora. Yo me voy de fiesta con mis amigos –dijo emocionada –nos vemos luego- pellizco mi mejilla antes de irse, cerrando la puerta tras ella.
Avance por el pasillo hacia la recamara de Hugo, pero me detuve en la puerta.
-Nooo!- gritaba Hugo –Maldito cerebro con ojo.- escuché en la computadora el sonido de un grito ahogado y luego el típico sonido cuando revives al principio. Entreabrí la puerta para ver, tenía una buena vista de la pantalla y del perfil de Hugo, Kida estaba en se regazo, también viendo la pantalla y como animándolo. Se escuchó la música del jefe cuando llegó a la habitación, vaya, realmente es un cerebro con ojo. –si!, tómala Neurón, tú y tu maldita tendencia suicida.-levantó a Kida con sus manos y lo abrazo -¿viste eso, Kida, lo viste? ¡Le gané!
-sí, yo también lo vi –le contesté entrando a la habitación. Hugo giro la cabeza para verme lentamente, como hacen en las películas de terror o suspenso –hola.
-Hola –dijo medio perdido. -¿Qué haces aquí?
-nah, mis padres fueron a una fiesta, Dany se fue con su amigo y yo no pensaba quedarme solo, así que pensé ¿Qué puedo hacer?
-“molestar a Hugo” fue lo primero que se te ocurrió, ¿no?
-bingo! –le dije con un fingido tono, como el de los presentadores de concursos – te veré jugar, es interesante… gritas mucho –me burlé.
Me miro molesto, pero no protesto. Señalo a la cama detrás de él, ofreciéndome asiento, y siguió jugando. Me senté y lo observe. Realmente era interesante verlo, podía hacerlo todo el día.
*****David*****
Eran como las seis de la tarde, la familia estaba reunida y solo faltaba Clara. No la había visto en todo el día ¿A dónde habría ido hasta esta hora?
La puerta se abrió y me quede mirando como estúpido ¿Quién era él?
Un muchacho, no mayor que yo estaba allí. Estaba mejor vestido de lo que acostumbraba ver, aunque solo fueran unos buenos pantalones de mezclilla y un suéter cuello V sobre una camisa celeste. Su cabello también se veía muy cuidado, no era el típico se “corta muy corto y se deja crecer”.
Sin decir palabra ni inmutarse, cerró la puerta detrás de él y entro como Pedro por su casa. Mire alrededor, saludó a mis tías como si fuera normal, nadie parecía prestarle mucha atención, como si fuera normal o lo conocieran.
Algunas personas mostraban un poco e sorpresa pero se reponían rápido. Gerardo tenía los ojos como platos mientras lo miraba sin apartar la vista o siquiera parpadear, su prometida a su lado miraba de Gerardo al chico con curiosidad.
Nadie dijo nada. Poco después empezaron a servir la cena. ¿Qué pasaba aquí?
Oliver me tomo del brazo para llevarme hacia la mesa cuando no reaccioné, el Enano al otro lado. Fui consciente de que Gerardo compartía mi reacción de shock al ver como su novia le tomaba el brazo para arrastrarlo también, el extraño avanzó con paso firme hacia ellos y separo su mano del brazo de mi primo, rodeo la cintura de mi primo con un brazo y lo separo de ella, poniéndose en medio posesivamente.
-Arthuro- dijo con sorpresa Gerardo. El sujeto era por lo menos veinte centímetros más bajo que Gerardo.
¿Arthuro? ¿Dónde había escuchado ese nombre? <<Arthuro es muy pequeño para que ande arreglando tus líos>> la voz del Enano llego a mi cabeza oh, ese Arthuro pensé. Aunque, claro, eso no me resolvía nada.
Arthuro se llevó a Gerardo por el pasillo. Christina parecía querer protestar pero el Enano la detuvo.
-tu parte está hecha, viniste a juntar a esos dos, ¿no?
Ella lo miro con sorpresa –me descubriste, ¿no?… entonces él es… ¿Qué? –se veía tan confundida como yo me sentía… vaya, al parecer no todos están locos hoy.
-Arthuro es Clara, larga historia, muy simple en realidad. Ahora, ¿Qué tal si nos dices quien eres en realidad?
Las palabras del Enano rebotaron en mi cabeza hasta que cobraron sentido… entonces, Clara es Arthuro… ¡¿Qué?!
-bueno, me parece que el niño tiene razón – dijo Christina dirigiéndose a la familia- mi nombre en realidad es Samara, soy amiga de Gerardo.
-presentaciones hechas –declaro mi tío Alfonso- Empecemos a comer, ellos se lo pierden. Tengo hambre.
Risas y comentarios siguieron mientras empezábamos a cenar… espero que las cosas no se pongan mas raras…
*****Hugo*****
Raúl se quedó viéndome jugar un largo rato, también se emocionaba y me decía cosas, me aconsejaba y unas horas después, hasta tenía su propia cuenta. Si no fuera por él, a lo mejor no hubiera comido ese día. Nunca se lo diría.
-espera- dijo de pronto y miro su reloj- tres… dos… uno…-antes de darme cuenta sus labios estaban pegados a los míos, me besó –Feliz año nuevo –dijo como si nada al separarnos.
-¿pero qué te pasa?- me talle la boca con el dorso del brazo.
Él sonrió, esa sonrisa burlona que tenía siempre que se salía con la suya y me molestaba.
-tradición de año nuevo- dijo aun sonriendo.
¿Qué tradición era esa? Ya habíamos pasado año nuevo juntos antes y no lo había hecho nunca.
*****Oliver*****
-Oliver, tu eres mi amigo, ¿cierto?-preguntó clara un día de la nada- ¿y puedo contarte un secreto, verdad?
-claro que si –no sabía a qué venia aquello, desde hace un año Clara es mi mejor amiga aquí. Cuando crecimos, no pude estar todo el tiempo pegado a David y Clara se acercó a mí.
-¿sabes?-vaciló, miraba al suelo y estaba un poco nerviosa –mi nombre en realidad era Arthuro- la mire sorprendido, aun sin acabar de comprender, ella siguió… emm él- cuando tenía como seis años le dije a mi padre que me casaría con… eso será otro día… el punto era que es un hombre. Mi papá me dijo que los hombres no se casan, que son hombres con mujeres y así. No me importaba, había algo dentro de mí que me decía que debía estar con él –“como yo sentí por David” pensé- entonces todo fue obvio, debía ser niña-exclamo sin alegría- comencé a usar faldas y vestidos, jugar con muñecas, me negué a cortarme el cabello… me di cuenta que era lo en realidad me gustaba… ¡amaba ser niña! Con el tiempo mis padres lo aceptaron y me apoyaron. Me convertí en Clara.
Sabía que esperaba mi reacción. Descubrir que era un hombre francamente era un shock ¿Qué debía decir? No lo sabía, así que solo la abrace.
Era mi amiga y lo seguiría siendo.