-Jiménez – me detuve al instante. Reconocería esa voz en cualquier parte, además solo una persona me llamaba por mi apellido. Coloqué una amable sonrisa en mi rostro y me giré a ver al profesor que me daba alcance en ese momento.
-Ingeniero Hernández- respondí a modo de saludo. El profesor estaba entrado en sus cincuenta, era jovial y animado.
-Jiménez, muchacho, ¡qué bueno que te alcanzo!- dijo al detenerse frente a mí, con su acostumbrado tono de voz, social y confiado. –verás, la dirección accedió a dar una plática en una preparatoria. Para promocionar la carrera y la universidad con los jóvenes que se graduaran. Esta mañana decidieron que fuera yo. Ellos y sus decisiones arbitrarias –se quejó, como siempre- yo tengo asuntos que resolver, compromisos, tu sabes, muchacho –ya sabía a donde iba esto- así que iras en mi lugar- no lo pidió. No preguntó. Lo afirmó. Como si no hubiera duda alguna ni motivo de discusión… bueno, no tenía mucho que hacer. Fue una locura, pero logre terminar mi tesis y materias hace poco. Nunca me gusto dejar las cosas para el final, y en contraste con mis compañeros, tenía mucho tiempo libre. Pobres diablos que apenas comienzan a trabajar en ella.
No sería mala idea que un profesor me debiera un favor. Y el Ing. Hernández me había apoyado mucho.
-claro, ¿Cuándo y dónde, profesor?
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-vengo por lo dela conferencia de la carrera de Ingeniería civil de la Universidad---
-¿el Ing. Hernández Garza?- me interrumpió la joven secretaria, apenas alzando la vista a verme.
-el Ing. Hernández tenía otros compromisos previos y me envió en su lugar, mi nombre es---
-¡que bueno! ¡Los alumnos esperan!- me volvió a interrumpir ¿alguna vez terminaría una frase?
¿Pero que le pasaba? ¿Tenia la costumbre de interrumpir a las personas o solo a mí? ¿Qué paso con los modales y esas cosas?
-por aquí- suspire resignado y la seguí, ¡que mas da!
Me condujo hasta una sala multiusos. Filas y filas de jóvenes, niños a mi parecer, esperaban sentados. Se escuchaba el murmullo de múltiples conversaciones y risas. Seguí a la joven secretaria por entre las filas de asientos a la parte de enfrente, pasando por un lado de algunos jóvenes que me miraban curiosos y otros que ignoraban nuestra presencia totalmente.
Al fondo del pasillo (frente a los estudiantes) había un escenario, supongo que aquí se hacen obras y presentaciones. A la derecha, un atril con un bote de agua de medio litro y justo en la pared al fondo una pantalla plegable para el cañón del techo. Subí los pocos escalones detrás de la mujer, que llamo la atención de los presentes.
-jóvenes, el Ing. Hernández viene de… -me miro un momento ¿no le había dicho que no era el Ing. Hernández?- … algún lugar- siguió antes de que pudiera decir nada. ¿”Algún lugar”? ¿Era en serio? ¿Siempre era así? ¿Cómo consiguió el trabajo de secretaria?
Mire al grupo de jóvenes esperando alguna respuesta, la mayoría reía disimuladamente. Entonces es costumbre de ella solo un muchacho, en la tercera línea, no se reía; me miraba fijamente, atento a cada movimiento mío ¿le interesara la carrera?
-pongan mucha atención- se despidió. Se fue, viéndose las uñas y contoneándose, salió de la sala.
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Trescientos pares de ojos me miraban al inicio; pronto, muchos perdieron interés. Algunos tomaban notas; otros, platicaban disimuladamente; alguien hacia malabares con tres libros y dos cuadernos, haciendo (o copiando) alguna tarea atrasada.
Hable todo lo que se me ocurrió. Recomendé la carrera y la escuela; conté anécdotas de profesores, alumnos y clases… y todavía tenía más de veinte minutos para hablar.
-¿alguna duda, pregunta, comentario?
Un grupo de niñas rieron y discutieron entre si hasta que una de ellas alzo la mano. - ¿todos en la carrera son tan sexys como tu? –el grupo rio y la chica se ruborizo ligeramente. Me miraban. ¿Realmente esperaban que respondiera a eso?
-hay todo tipo de personas, claro -¿Qué otra cosa podía contestar? Una de las chicas me miro de arriba abajo, mordiéndose el labio. No debí aceptar venir aquí. Por suerte otro chico alzo la mano -¿si?
-¿Cuál es el promedio mínimo para entrar?
Después de eso las preguntas fueron asertivas y coherentes. Que bueno que al menos haya interesados de verdad.
-¿tienes novia? ¿Pareja?- pregunto una chica, recibiendo un codazo del chico a su lado. El mismo que me había observado desde que llegue. El niño realmente no me quitaba la mirada de encima, observando. Esperando algo de lo que no tenía ni idea. Recriminándome con sus profundos ojos café. ¿Seria su novia? ¿La chica que le gusta? ¿Me odiaba por llamar la atención de la chica?
El anterior grupo de chicas estaba a la espera, fascinadas porque alguien más haya preguntado. La chica que pregunto esperaba mi respuesta, pero no se veía personalmente interesada, menos mal.
-para aquellos que les interese –empecé. ¿Por qué había venido? ¿Qué pasaba con estas niñas?- estudiar una ingeniería no te deja mucho tiempo libre; así que no, no tengo.
Recordé a mi novia de la preparatoria, cuando tenía la edad de estos mocosos. Era hermosa, todos lo decían. Llamaba la atención de todos los presentes al entrar a una habitación; con su largo cabello ondulado y marrón. A veces la extrañaba. Pero esto realmente no te deja tiempo y al segundo semestre se arto y me dejo. No la culpo, de todos modos. Y ahora estaba tan cerca de terminar, cuatro años después. ¿Qué seria de ella ahora?
El vitoreo del grupito de chicas me saco de mis desvaríos. Mire a la parejita, la chica que pregunto. Ella sonreía cómplice al chico y él me miraba fijamente.
Era lindo. Tal vez debería pensar en conseguir pareja ahora. Seria genial si él estuviera interesado. ¿De donde vino eso? ¡Es un niño! ¡Un hombre! Bueno, niño… pero ese es el punto. Tal vez debería conseguir otros amigos. En la universidad tengo compañeros, camaradas, amigos… pero nada como mis amigos de la preparatoria. Aquellos que me convencían día a día que el mundo se estaba volviendo de cabeza. Tal vez lo estaba.
*****Seth*****
Era él. Estoy seguro.
J.J.
Una vez más esperaba en los columpios, aquel lugar preciado donde nos conocimos. Donde nos despedimos. Por que no era tiempo. ¿Cuánto faltará?