Allí estaba él, mi rayito de sol ¿Qué lo hacía tan hermoso y especial? Eso ni yo mismo lo sé pero desde la primera vez que lo vi me dejo sin aliento. Era lo más hermoso que había visto nunca, mi corazón latió tan rápido cual colibrí. Y la suerte que tuve de que estuviera en mi clase, la oportunidad de verlo todos los días me hacía tan feliz. Pero eso no termino allí, no, la suerte seguía sonriéndome pues quedamos en algunos equipos para proyectos y se hizo mi amigo.
No solo era lo más hermoso que vi nunca, también la más amable persona que he conocido, tímido, dulce, inteligente y gracioso… y solo pude volver a enamorarme.
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Algo le paso a mi rayito de sol, ya no se le ve tan alegre como antes. Está extraño, melancólico, triste y un poco nervioso.
Yo sé que hay alguien en su corazón, siempre tenía esa deslumbrante sonrisa después de verlo, suspiraba mientras garabateaba sus iniciales en un corazón… siempre suspiraba con resignación antes de cerrar su cuaderno. Pero ahora no era solo eso. Algo paso, lo sé. Si esa persona no lo sabe cuidar y valorar yo estaré aquí para él, mi rayito de sol.
Su tristeza no se va, dice que no es nada y finge estar bien pero yo sé que no lo está, nadie más lo nota ¿Cómo pueden ser tan ciegos? Solo Cami y yo hablamos con él, pero nos evade. No lo soporto, no quiero que esté triste. Yo lo haré feliz. Tengo que decirle mis sentimientos. Tengo que hacerle saber que estoy aquí para él.
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Hoy llegó muy feliz. Su sonrisa resplandecía y tenía sus mejillas ligeramente ruborizadas. Mi rayito volvió. Es feliz, o lo parece. Fue directamente a hablar con Cami, mientras yo los veía desde mi lugar. No escuché lo que decían pero se le veía muy contento. De pronto su cara se encendió por algo que le dijo Camila, le tapó la boca y volteó a todos lados. ¡Qué lindo es! Solo me quede embobado viéndolo. Podría verlo todo el día.
Casi es la hora del almuerzo, lo invitaré conmigo para hablar con él. Tiene que saber lo que siento, ya me decidí. Junté todo mi valor para levantarme e ir hasta él, el timbre me sorprendió, estaba tan nervioso. Alguien ya estaba detrás de ellos. David, de la clase de al lado, mi rayito de sol ni Cami lo habían notado aún.
-¿Qué vas a hacer?- le preguntó Cami.
-almorzará conmigo- dijo David, sorprendiéndolos. Mi rayito de sol lo vio y su expresión se tornó de sorpresa y alegría. Era él, aquel que estaba en el corazón de mi Rayito de Sol. Sus ojos brillaron y sonrió, David siguió hablando- no tuve la ultima hora y aproveche para comprar comida para ambos, vendrás ¿verdad, Oli?
-claro, vamos. Nos vemos luego, Cami.
-claro… - lo miro con desaprobación de una madre –no olvides lo que te dije.
- lo sé, lo sé. Lo que digas.- y se fue ¡se fue con él! Ahora sabía quién era mi rival.
-Hugo- Cami se dio cuenta de mi presencia- vamos a almorzar- me tomo del brazo y me arrastró a la cafetería.
-¿de qué tanto halaban Oliver y tú en la mañana?
-sus cambios drásticos de humor!- se quejó- ha estado triste desde hace semanas y de repente llega todo feliz al lado de ése.
-David- le corregí.
-como se llame. Primero lo dejo tirado y no se vieron no se cuánto y una mañana ¡pum! Decide hablarle otra vez… bueno, fue Oliver quien lo evito ¡pero fue su culpa!
-¿de qué hablas?
-¿no te lo dijo?- Camila se vio contrariada, como si sopesara la posibilidad de haber hablado de más- talvez no debería decirte. Es cosa de Oliver.
- vamos Cami, no me dejes a la mitad- la alenté. Esta chica podía ser chismosa si decías las palabras correctas- ¿Qué fue lo que paso? ¿De verdad fue Oliver quien lo evito, creí que le gustaba?- Cami abrió mucho los ojos.
-creí que no te lo había dicho!!- me regaño y me dio un ligero empujón.
-pues, no.- le dije. No le iba a mentir, no me lo había dicho. Si se entera que le mentí me iría muy mal, esta chica es de cuidado- la verdad es un poco obvio. Solo soy un buen observador.
-mmh- se lo pensó.- bien. Si, le gusta pero al parecer Oli no le diría nada porque son amigos desde hace chorromil años y creo que David es hetero. Pero un día se le salió, le dijo y no creo que David reaccionara muy bien… hasta ahora, que mágicamente parece que nada paso. Muy amigos como antes y dudo que hablaran del tema uhggg- hizo un berrinche- odio que le pase eso! ¿Sabes? Dice que se olvidara de sus sentimientos sin esperanza y disfrutara su amistad puaj ¡¡eso no tiene nada de romántico!!
-dudo que se quede así. Si volvió es por algo… -reflexioné en voz alta ¿Qué quería en realidad el señor popularidad con mi rayito de sol? -talvez solo necesita un empujoncito –agregué en voz baja, solo para mí.
Esto no se quedara así. Si el tipo solo quiere ser su amigo, verá lo que se pierde. Mañana será otro día, seguro mañana hablo con él.
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El señor popularidad no me da una oportunidad, siempre llega justo al timbre y se lleva a mi rayito de sol, en la última hora es lo mismo. Llegan y se van juntos…
Lo bueno de todo esto es el cambio en mi rayito de sol, es más alegre de lo que lo vi nunca, sus mejillas siempre tienes ese ligero rubor y sus ojos ese brillo. Mi rayito de sol está más deslumbrante que nunca, ahora es un sol. Mi solecito.
Tenemos una hora libre y se cómo aprovecharla:
-Oliver, acompáñame a buscar al tutor.