Sentimientos
Timidez
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Tu aroma en la habitación de al lado me decía que todavía no te ibas, ¡no me sentía nada culpable del golpe que te había dado! Y es que ¿cómo te atreves a decir que mi casa era un chiquero? ¡Estaba todo estratégicamente acomodado! De todas formas no iba a pedir que tú lo entendieras.
Rodé los ojos mientras abrazaba mi almohada con más fuerza. ¡Que te jodan, Gray!
La puerta de mi habitación se abrió dejando ver tu figura, te acercaste a mí y cuando quise darme cuenta estabas en mi cama abrazándome nuevamente por la espalda. — ¿Qué haces? —Te dije en voz baja, no quería despertar a Happy.
—Quiero dormir… —Me dijiste y te acomodaste mejor en mi cama.
—Estoy enojado contigo…—Fruncí el entrecejo. —Así que será mejor que te vayas…
No te moviste, no dijiste nada, y es que ahora que lo pensaba mejor mis palabras habían sonado algo duras, ¡no es como si quisiera echarte de mi casa! En un movimiento rápido me hiciste quedar debajo de tu cuerpo mientras tu boca quedaba pegada a mi clavícula. Me diste un beso allí y el calor fue recorriendo mi cuerpo, ¡sentía arder cada parte que tocabas de mí!
— ¿Quieres qué me vaya? —Tus orbes azules se fijaron en mis jades, negué levemente con la cabeza y es que no podía articular palabra. Sonreíste, fue una leve sonrisa pero lo hiciste, ¡cómo me gustaba cuando sonreías! Te abrazaste a mi cuerpo, podía sentir tu respiración, tu corazón, tu piel, tus manos acariciando suavemente mi cintura. Como me gustaban tus caricias, como me gustaba estar contigo. Cerré los ojos cuando tus manos recorrieron mi pecho pero me alerte de más cuando fueron bajando hasta quedar sobre mi entrepierna, mis mejillas se tiñeron de rojo y alejé tu mano de ahí. ¡No, no estaba preparado para eso! No quería verte a los ojos, seguramente estabas molesto. —Lo siento…—Dijiste y aun así no te miré, jamás había hecho esto con alguien desde mi punto de vista era compresible que tuviera cierta timidez para las cosas nuevas. —…Natsu— ¡Además no entendía! ¿Qué éramos Gray? ¡Porque seguíamos besándonos pero no éramos nada! ¿Amigos? ¿Compañeros de grupo? ¿Rivales? —Te quiero, Natsu.
Parpadeé, necesitaba que repitas lo que acabas de decir, ¿había escuchado bien? ¿Qué habías dicho? — ¿Qué…Qué dijiste? —Esta vez sí giré mi rostro para mirarte, tu rostro estaba sonrojado y si me preguntaban, en lo personal, te veías adorable. Aunque decírtelo en voz alta implicaba tal vez que terminemos discutiendo, quién pensaría que Gray Fullbuster podría llegar a verse adorable.
—Te quiero… —Repetiste, muy seguro de lo que estabas diciendo, podía jurar que estabas avergonzado de toda esta situación pero me estabas diciendo que me querías, ¿qué más importaba? ¿Cuántas veces había esperado qué me dijeras esas palabras? ¡Por una vez en tu vida no estabas siendo cerrado y expresabas lo que sentías! Entonces… ¿Por qué no salía nada de mi boca? Porque sentía que mi cara quemaba, mi garganta estaba seca, sentía náuseas y en cualquier momento las manos me empezarían a sudar. ¡Yo no era alguien tímido! Pero tu Gray, tú eras capaz de hacerme sentir sensaciones que jamás había experimentado.
Mi corazón late con fuerza cada vez que me haces sentir timidez, Gray.