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La gatitud de Kibum [JongKey] por AndyCornio

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Notas del fanfic:

¡Holi! 

Vengo con un oneshot algo raro y fantaseoso xD 

Disculpen si está medio incoherente pero lo hice en una hora y no me dio tiempo de revisarlo lol 

Siento que mi "lemon" es una cosita fea :'v pero no soy buena poniendo eso u.u igual lo pongo porque sé que les gusta... ewe 

Me inspiré viendo a mis gatos relamerse el pelaje u.u <3 

Feo y todo lo hago con mucho amor *-* 

Bye~ 

Notas del capitulo:

Si les gustó y les gustaría que subiera más OneShot que tengo escritos y que estoy por escribir háganmelo saber en los review *3* se los agradecería demasiado <3 

Love u <3 

"La gatitud de Kibum" 

 

Había una vez un hombre muy dulce y amable llamado Jonghyun, éste hombre vivía en una ciudad no muy grande y no muy conocida, aburrida para muchos pero para él era su hogar y su felicidad, a pesar de que vivía solo, siempre trataba de encontrarle el lado positivo a la vida y ser feliz.

A veces Jonghyun se sentía en extremo solo pues nunca había tenido una novia a pesar de ser muy popular entre las chicas por ser muy guapo y amable, según él no había encontrado a la indicada o simplemente se sentía incómodo con ellas, apenado e inseguro dejaba que todas las chicas se fueran de su lado, a pesar de esto él no perdía la fe y seguía siendo una buena persona con la esperanza de algún día poder casarse y formar una bonita familia.

Si había algo que endulzara aún más el corazón del amable hombre eran los gatos, pues le parecían lo más hermoso que sus ojos pudieran ver, gracias a estas nobles criaturas aterciopeladas Jonghyun podía presumir que no vivía del todo solo, sus siete gatitos eran suficientes para calmar sus sentimientos repentinos de soledad y tristeza causados por aún no lograr formar una familia a sus 30 años.

Los vecinos de Jong eran de diferentes tipos: estaban los que lo saludaban muy alegremente por la mañana antes de marcharse al trabajo y los que sólo lo miraban feo para después evadir su presencia a causa de los rumores sin sentido que esparcía la gente sobre él; según ellos, él era uno de esos "raritos que se creen chicas solteronas", ya tenía mucho tiempo escuchando esos rumores que al principio le lastimaron pero que al final le daban igual.

Era otoño y nunca sabía cuando iba a llover, así que salió de su casa (después de alimentar a sus siete mininos, claro) con un abrigo color beige, sombrero negro, su portafolio -herramienta esencial de trabajo- y una sombrilla, todo esto para prevenir una futura tormenta y vientos fríos que lo pudieran dejar estático en medio de la calle.

Todos los días eran lo mismo: despertaba con un estresante dolor en los oídos a causa de la alarma que le indicaba que debía despertar y comenzar un nuevo día,  alimentaba con leche hervida a sus siete hermosos mininos (ronnie, selene, romeo, taemin, hermey, tofu y bill), salía de su casa vestido como su cartera mejor se lo permitiera, cruzaba caminando a paso acelerado varios callejones y calles llenos de oscuridad matutina para llegar al pequeño edificio donde se encontraba su humilde pero "divertido" trabajo: editor de un periódico con bajo presupuesto.

-¡Hola Jong! ¿cómo estás? ¿ya has desayunado? -preguntó con entusiasmo un chico de mediana estatura, piel blanca como la nieve y delgada figura, Jong negó con la cabeza algo sorprendido por la inesperada llegada de su amigo-Lo supuse, te traje una dona y un café, espero que te gusten-el chico le tendió en el escritorio un vaso mediano con un rico líquido negro caliente en él y un plato de plástico con una dona de chocolate y se marchó sonriente-.

Jonghyun se sentía halagado con la comida que tal chico le ofrecía, su nombre era Taemin, el chico de apenas quince años que atendía la pequeña cafetería del edificio, el niño siempre se portó amable con él, lo apreciaba tanto que llamó a uno de sus gatitos como él, incluso se prometió a sí mismo que si algún día llegaba a tener un hijo consideraría el llamarle de esa manera.

Todo ese día había sido normal, incluso la horrible tormenta que azotaba las calles parecía bastante monótona para Jonghyun, hasta que en uno de los callejones que cruzaba con prisa se encontró con una escena que le hizo trizas el corazón: un lindo y mojado gatito maullaba desesperado mientras era acorralado por dos rufianes enormes e imponentes. Jonghyun no esperó ni diez segundos cuando ya estaba asustando a esos enormes perros con su sombrilla para después tomar con cuidado al gatito entre sus brazos y llevarlo a casa.

Llegaron totalmente empapados a la pequeña casa de Jonghyun y éste se apresuró a buscar una toalla para secar al feo y maltratado minino. -listo, ahora vamos a alimentarte con un poco de leche, te ves realmente desnutrido-dijo Jonghyun dejando al pequeño en una canasta con trapos suaves de color rosado-.

Jonghyun sirvió leche en un platito rosado dos veces y el gatito cayó dormido en la canasta de mimbre que le había acondicionado como cama, el hombre de baja estatura y ojos de cachorro observaba a la criatura con mucha ternura, se alegraba de poder salvarlo de aquellos rufianes caninos que amenazaban con comerlo vivo, definitivamente el pequeño minino se uniría a su gran familia felina pues al parecer éste no tenía una, aun que no había decidido un nombre aún, ya que para él los nombres que los gatos recibieran, al menos los suyos, debían ser especiales y significativos.

Había pasado ya una semana y el gatito se comportaba de maravilla con él, se le restregaba todo el tiempo en muestra de agradecimiento y respeto, incluso insistía en dormir en su regazo, a pesar de que a ninguno de sus bebés les había permitido eso antes, él por algún motivo desconocido lo había convencido.

Pasaron dos semanas desde que el curioso gatito negro de ojos verdes y caminar elegante había llegado a habitar esa casa y por fin tenía un nombre; Jonghyun decidió llamarle "diva" pues su caminar sobresalía de entre todos por ser en extremo remarcado y embelesador, los demás gatitos lo miraban raro y casi no se le acercaban, lo cual le parecía extraño a Jonghyun, pues todos eran muy amigables cuando un nuevo cachorrito ocupaba un nuevo lugar en su creciente familia, "diva" se lavaba cada 2 horas su ahora hermoso y frondoso pelaje y nunca insistía con salir en busca de amor como sus demás hermanos adoptivos.

"Diva" había crecido considerablemente durante los últimos diez meses y en tan sólo diez meses ya era el consentido de Jonghyun, éste le ponía listones rosados alrededor del cuello, cascabeles dorados y un perfume que desprendía un fuerte aroma sabor durazno. Cada que Jonghyun llegaba del trabajo, "diva" era el primero en recibirlo con caricias desesperadas y miradas enternecedoras, el pequeño minino casi nunca maullaba, lo cual le parecía extraño a Jonghyun, pero al final no le daba importancia y simplemente se lo atribuía a su actitud divosa.

"Diva" comenzó a comportarse de una manera extraña, ya no se mostraba tan cariñoso y había comenzado a salir "de caza" como sus demás hermanos adoptivos, siempre regresaba dos o tres días después con el  pelaje húmedo, Jonghyun supuso que había encontrado amor felino por algún otro lugar y a pesar de que se sintió algo traicionado por su pequeño minino consentido, comprendió que era normal, sólo "cosas de gatos".

-Estás actuando extraño, pequeña diva-dijo Jonghyun acariciando a "diva" en su regazo, quien sólo respondió con un suave "miau", saltó del lugar y salió corriendo por la ventana -.

Al otro día Jonghyun regresó del trabajo con compañía; Taemin había aceptado tomar un poco de té en su casa, después de todo él siempre le regalaba comida y ahora era su turno de portarse amable con el chico, ambos se sentaron en una pequeña mesa con dos sillas que se encontraba en el verde jardín trasero. Jonghyun reía muy animadamente escuchando las anécdotas que Taemin le contaba sobre su colegio, la niña que le gustaba y demás situaciones típicas de un chico de quince años, hasta que ambos se sobresaltaron al escuchar un gruñido felino que provenía del negro y gordo gato situado en la barda del jardín trasero de la casa, éste los observaba con furia en su mirada y las garras amenazantes con salir disparadas para sacar un par de ojos.

No anticiparon lo que sucedió después; "diva" saltó de la barda con sus garras asomándose peligrosamente en dirección a la cara de Taemin y éste cayó de la silla por la sorpresa que le provocó el tener al furioso gato en su cabeza tratando de herirle el rostro, Jonghyun se sorprendió mucho por lo agresivo que se estaba comportando "diva" con su pequeño amigo, enseguida reaccionó y corrió para quitarle al gato de encima, Taemin estaba sonrojado y asustado por el repentino ataque del minino desconocido para él, agradeció a Jonghyun por el té y las galletas después de que el dueño del minino se disculpara y se marchó sin más.

El hombre estaba muy enojado y apenado por la actitud de su bebé divoso, así que esa noche no lo dejó dormir en su cama como lo había dejado todos los días desde que ya no cupo en aquella canasta de mimbre que lo recibió la primera noche en esa casa. "Diva" estaba muy enojado y triste porque su Jong lo había regañado y había defendido a ese niño desconocido que le quería robar su amor y su cariño con esas risitas ridículas y gestos poco agraciados a su gatuno parecer.

"Diva" duró una semana castigado sin dormir en la cama de su dueño, durante esos días tuvo que conformarse con compartir una gran cesta de mimbre con sabanas rosadas donde dormía "Gwiboon", la nueva integrante de la familia gatuna de Jonghyun. A veces se iba todo el día a vagar por ahí para cazar ratones, aves y demás animalejos por simple diversión o bien, para dejarlos como "regalo" en la cama de su solitario dueño como muestra de disculpa, Jonghyun no tardó en doblegarse ante esta tierna acción por parte de su minino consentido y en menos de siete días "diva" estaba de regreso en su cama habitual.

Después del incidente de Taemin "diva" comenzó a comportarse de nuevo como antes, seguía siendo el fiel minino consentido que recibía a su dueño en casa de una manera dulce, comprendió que los humanos pueden convivir con humanos, así como él se iba de vez en cuando a convivir con gatos callejeros y problemáticos que conocía en su caminata nocturna, aun que había decidido no volver a realizar tales "caminatas" pues debía cuidar a Jong de cualquier niño humano que quisiera adueñarse de él.

Una noche Jonghyun llegó llorando a casa, a "diva" le entristeció de sobre manera el verlo así, pues él nunca estaba triste y aun que lo estuviera él nunca lloraba.

Jonghyun se encontraba sollozando sentado en su cama con apenas una pequeña lámpara alumbrándole, dejó la puerta entrecerrada así que con mucha facilidad "diva" pudo colarse y caminar hasta su cama para después dar un salto y quedar situado al lado de su amoroso dueño, "diva" comenzó a dar pequeños lengüetazos en la mano del hombre en muestra de apoyo, su acongojado dueño apenas lo notó comenzó a acariciar su suave pelaje con el dorso de su mano.

-Tú y tus hermanos adoptivos serán para siempre mi única compañía, ¿verdad gatito? -habló soltando un nostálgico suspiro-.

"Creo que es hora" -pensó el pequeño gatito mientras emitía un sonoro "miau" que sorprendió a Jonghyun

"Diva" se bajó de la cama y se alejó unos pasos de su dueño, éste volteó a verlo extrañado cuando el pequeño minino comenzó a tomar una forma sorprendente; su pelaje se fue de su cuerpo para convertirse  en piel humana muy blanca, sus cuatro patitas comenzaron a alargarse mientras perdían su suave pelaje, su cuerpo comenzó a alargarse quedando unos centímetros más arriba de Jonghyun y a tomar una forma humana con una cara completamente hermosa, ojos igual de felinos, labios rosados y ligeramente gruesos con forma de corazón, orejas grandes y puntiagudas, pómulos rosados y sobresaltados, cabello negro azabache y una figura realmente delgada y bonita, estaba totalmente desnudo con sólo su eterno lazo rosado amarrado al cuello.

Jonghyun tenía una expresión de shock en el rostro, no podía creer lo que estaba observando: "diva" se había transformado en una criatura "humana" hermosa y celestial, parecía sacado de un cuento de hadas, estuvo a punto de hablar cuando sintió que unos brazos delgados le rodeaban el cuello.

-¡Jong! -dijo aquella criatura abrazada al cuello del contrario con un tono suave y lindo que parecía más bien un maullido-.

-¿Diva? ¿Qué... te pasó? ¿tú...? me estoy volviendo loco ¿verdad? -preguntó aún incrédulo-.

-Me llamo Kibum-dijo la criatura fantástica separándose de Jonghyun-.

-No entiendo... ¡Dios! ¡me estoy volviendo loco! -gritó agarrando su cabeza con ambas manos-.

-No te estás volviendo loco Jonggie, yo soy "diva" pero en realidad me llamo Kibum, soy una criatura anamuh abandonada por sus dueños, tú me salvaste y me has demostrado cariño, así que tu eres mi esposo ahora-explicó Kibum con una linda sonrisa en su rostro-.

-¿Me puedes explicar todo lo que acabas de decir...?

-Mira... nosotros: las criaturas anamuh, somos almas que nunca tuvieron forma de nada, sólo nos creamos pero nunca existimos firmemente en la realidad de alguien, a menos que ese alguien nos conserve hasta su muerte y así nos salve de la eternidad y nos lleve consigo a descansar para siempre, tomamos forma de lo que más desea o más adora aquel que se pone en nuestro camino, recuerdo que yo antes era una linda chica pero luego me abandonaron y no tenía forma de nada, hasta que por ese callejón oscuro te cruzaste tú y mágicamente tomé forma de gato, creí que no me notarías porque era negro así que hice que me vieras en peligro, ahora he cambiado de forma porque tú así lo deseaste-.

-Esto... es verdaderamente extraño... no sé qué decir-.

-No digas nada, ahora eres mi esposo-.

Kibum abrazó a Jonghyun y le dio un tímido beso en los labios con sabor a durazno, el de menor estatura seguía procesando toda esa extraña información en su cabeza para después terminar de asimilarlo y quedar dormido junto a esa bella criatura recostada en su regazo.

Habían pasado dos años desde la repentina transformación de aquel lindo gatito y seguía de esa forma bella, vivía muy feliz con Jong, los vecinos chismosos estaban más que alarmados por la situación: "dos hombres raros viviendo juntos, ¡no es posible...!" pero a ninguno de los dos les importaba, habían adoptado más gatitos y un perrito que Kibum encontró por ahí, aun que Jonghyun le advirtió que sería un cambio muy drástico para sus gatunos amigos, "diva" como solía ser llamado, no hizo caso y obligó a los mininos a llevarse bien con él.

El tiempo pasaba y Jonghyun estaba más que satisfecho porque sus deseos y el amor hacia Kibum parecían no tener fin, ambos tenían una vida llena de aventuras, Kibum a veces decidía tomar forma de gato y sorprender a "su esposo" pues el amor de éste hacia los gatos no había disminuido en lo más mínimo, el de mirada felina conservaba algunas de las características de "diva" pues su caminar era elegante, su actitud caprichosa y sus muestras de amor a veces dulces y otras veces demasiado salvajes.

La relación de Kibum con Taemin resultó ser muy buena; ambos eran amigos cercanos y a menudo salían de compras, el de mayor estatura consideraba a Taemin un bebé y siempre trataba de cuidarlo de aquellos que querían abusar de su nobleza, le daba consejos para llamar la atención de aquella linda chica que trabajaba con él en la cafetería y hasta lo enseñó a cocinar.

-¡Jonggie! debes arreglarte ahora, invite a Taemin a comer con su nueva novia y no puedes mostrarte así... en pijama -habló un Kibum atareado-.

-Está bien minino, no te preocupes precioso -Jonghyun se levantó del sofá y abrazo a Kibum por la cintura-ya me voy a vestir, pero te advierto que cuando Tae y su novia se vayan no duraré mucho así... -le susurró seductoramente en el oído al chico de mayor estatura, dejándolo sonrojado-.

-Ya basta Jong, ahora no... -dijo apenado soltándose del agarre de su "esposo"-.

-Hoy no te salvas pequeñín -hablo seductoramente Jonghyun dando una sonora palmada al trasero de Kibum, éste suponía que su aparición en la vida de Jong lo había trastornado, llevándolo de ser un hombre dulce e inocente a uno lujurioso y rebelde pero dulce y tierno al fin. 

Kibum preparó una deliciosa pasta roja acompañada de carne picante, él se sentía orgulloso cuando todos degustaban sus platillos con emoción y le decían que todo estaba delicioso, en poco tiempo se había convertido en un esposo excepcional para Jonghyun y viceversa.

Llegó Taemin con su novia y Kibum los recibió gustosamente haciéndolos pasar de inmediato al comedor, Jonghyun se había arreglado de una manera casual pero sensual al mismo tiempo.

-¡Wow! realmente mantienes toda la casa en orden Kibummie, Jong era un desastre sin ti, aún recuerdo cuando aquel gato negro y feo me atacó en su jardín... no los disciplinaba -habló divertido Taemin haciendo reír a todos excepto a Kibum quien mantuvo un puchero extraño en los labios al recordar esa incómoda situación, por supuesto Taemin no sabía nada acerca de su mágica metamorfosis, él creía que había conocido a Jong en una de las fiestas de su madre y que después simplemente había accedido a vivir con él.

-¡Ya! no se burlen... ese gatito era muy bonito... -dijo Kibum sonrojado-

-Estaba bien feo, pero que mal que no volvió, supongo... -dijo Taemin ahogando una carcajada-

Toda la cena fue amena y divertida, excluyendo los pucheros raros de Kibum, Taemin y su novia Taeyeon se marcharon algo tarde por lo que Jonghyun se ofreció a acompañarlos.

Kibum recordó lo que le había insinuado su "esposo" antes de la llegada de sus amigos y decidió que quería sorprenderlo, fue a su habitación y se apresuró a perfumarse, colocarse la pijama y esperar totalmente desprevenido, a pesar de que ya habían pasado dos años desde su mágico encuentro, nunca habían llegado más allá de caricias y besos desesperados pues Kibum sentía miedo, agradecía de sobremanera la paciencia de su "esposo" pero no podía ser egoísta, él se había ganado su completa confianza y amor así que ahora consideraba que era tiempo de demostrárselo.

Jonghyun llegó media hora después y notó que Kibum se encontraba en la habitación, inmediatamente se sintió un poco decepcionado pues parecía que Kibum se había prevenido de sus insinuaciones  y se había dormido. Se llevó una gran sorpresa cuando entró a la habitación y vio a su minino leyendo un libro, éste al notar su presencia le dedicó una coqueta sonrisa y dejó el libro a un lado, le hizo una señal para que ocupara su lugar en la cama y Jonghyun inmediatamente acató las sutiles órdenes de su felino "esposo".

Sin dedicarse una sola palabra ambos se dieron cuenta de que era lo que deseaban en ese momento, se dedicaron una mirada melosa y comenzaron a rosar sus labios delicadamente, Jonghyun rodeó la cintura de Kibum y lo situó debajo de él, el de menor estatura se separó un poco de los labios de Kibum y comenzó a besar su cuello provocando así un estremecimiento en éste, el de piel lechosa abrió un poco las piernas para que el otro pudiera acomodarse mejor sobre él, Jonghyun sacó la camiseta que privaba a su vista de apreciar el panorama hermoso que estaba por disfrutar, enseguida de esto se dirigió hacia los pequeños botones rosados que poseía Kibum e introdujo uno en su boca succionándolo y mordisqueándolo levemente.

-Ah~ Jong... espera... -soltó un pequeño gemido y se revolvió un poco al sentir esa humedad recorrer su pecho.

El de piel bronceada se sacó de un tirón desesperado la camisa, los jeans y su ropa interior lo cual dejó debajo de él a un Kibum totalmente sonrojado y anonado, éste gesto por parte del menor lo había excitado de sobremanera y no esperó ni un segundo cuando ya se encontraba desnudándolo con delicadeza pues no quería asustar a su felino novio.

Kibum se sintió inútil en ese momento por lo que decidió deslizar ambas manos por el torso de su "esposo" hasta llegar a su parte baja y comenzar a masajear aquella parte íntima con timidez.

-Humm~ Vaya gatito... no eres tan inocente después de todo -dijo divertido Jonghyun entre besos y mordiscos que atacaban el cuello del menor.

-Te amo Jong...

-Yo también te amo gatito lindo.

Jonghyun siguió con las caricias delicadas y toscas, apretujó el trasero de Kibum sacando de éste un excitante gemido y rosó su entrada con un dedo.

-Ah~¿Jo-Jong...? ¿Qué... estás haciendo? -preguntó el más blanco entre jadeos.

-¿Estás listo bebé? -preguntó suave el de piel bronceada mientras mordía delicadamente el lóbulo izquierdo de Kibum.

-Creo que... si.

El chico felino se sobresaltó cuando sintió un dedo embistiéndolo y abriéndose paso dentro de él, apretó los ojos experimentando una sensación de dolor y placer a la vez y enterró levemente las uñas en la espalda del contrario, a éste no le molestó mucho la acción, por el contrario, provocó que se excitara más, acto seguido introdujo un segundo dedo creando un movimiento "en tijera" y sacó ambos dedos de golpe.

-Prometo no lastimarte gatito precioso -susurró al oído de Kibum mientras acariciaba tiernamente su cuerpo.

-Confío en ti Jonggie.. -dijo Kibum en un susurro aparentemente asustado pues no sabía que más decir, nunca había estado en una situación tan acelerada.

Jonghyun comenzó a situarse cerca de la entrada de Kibum y éste enredo sus piernas en la cadera del chico situado sobre él dejándole una mejor libertad de movimiento, el de piel bronceada comenzó a introducirse poco a poco, apenas estaba comenzando a introducir su despierto miembro y el de piel más clara ya sentía que lo partían en mil pedazos.

-¡Ah! Jonghyun... du-duele... -Kibum se abrazo con fuerza a la espalda de su "esposo" sintiendo un dolor punzante en el trasero.

-Perdón amor, sólo relájate y te prometo que el dolor se irá -beso sus labios para tratar de calmar a su perturbado minino y siguió introduciéndose en él.

Kibum sintió que el miembro de Jong lo iba a atravesar, sentía una presión dentro de él que no lo dejaba si quiera respirar y a pesar de todo estaba feliz y completo, Jonghyun por su parte, estaba impaciente por comenzar a moverse, tenía miedo de lastimar a su delicado novio por lo que decidió llevar toda la situación con calma y de alguna manera controlar sus impulsos.

-Muévete Jong... -habló el menor depositando un casto beso en los labios del mayor.

--Sólo relájate, precioso.

Comenzó a dar embestidas lentas mientras acariciaba el miembro del chico de piel blanca, haciéndolo gemir de impotencia, placer  y dolor pues éste no podía hacer nada para controlarse. Las embestidas fueron aumentando su ritmo y Kibum ya no podía sentir más dolor, ahora sólo sentía placer, cada vez que el miembro de su "esposo" tocaba aquel punto sensible dentro de él lo hacía tocar las estrellas con las yemas de los dedos, ahora más que nunca sabía que esto era lo correcto.

-Ah~ Jong...¡Sigue, por favor! -dijo Kibum casi en un grito, aceptando que no podría contenerse más aun que la vergüenza de su primera vez lo invadiera y lo hiciera sentir sucio.

Ambos terminaron rendidos con sus muestras de amor, Jonghyun se recostó en el pecho de Kibum, ambos tratando de recuperar su respiración normal, al de piel bronceada le encantaba sentir los latidos acelerados de su novio tan cerca, éstos le daban a entender que su tacto tenía un significado importante para el chico felino.

-Te amo demasiado Jonggie, gracias por ser tan... cariñoso.

-Yo te amo más gatito y no tienes nada que agradecer, todo lo que hago es por amor...

-Promete que nunca dejarás que tome otra forma que no sea esta...

-Tontito, nunca lo permitiría, te llevaré conmigo cuando muera, de eso puedes estar seguro-habló dulce y depositó un largo beso en aquellos labios de corazón que tanto amaba para después quedarse dormido en su regazo.

Ambos durmieron abrazados y felices, seguros de que el último día que permanecieran así sería el día de su muerte.

FIN

Notas finales:

¡Gracias por leer! *3* 


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