Después de todo el drama, al día siguiente Midorima y Murasakibara despertaron en el piso abrazados con los ojos rojos e hinchados, los demás (que ya se habían levantado antes) se pararon alrededor de ellos viendo la “escenita” de esos dos. Kise uso sabiamente su cámara fotográfica aprueba de agua (que traía colgada en el cuello desde que cayeron) y les tomó una foto para recordar ese “lindo” momento o más bien para usarla en otro momento como chantaje para que lo acompañaran a algún lado.
Al final las risas de Kagami y Aomine despertaron a los bellos durmientes, esos dos abrieron los ojos como platos y gritaron tan varonilmente como pudieron.
-¡Kyaaa!- Gritaron el peli-morado y el peli-verde.- ¡ESTO NO ES LO QUE PIENSAN!- Dijeron al mismo tiempo alterados y un poco nerviosos.
-Si nosotros no pensamos nada~- Dijeron Kagami y Aomine con un tono insinuante de voz y con una mirada que decía más de mil palabras.
-A Takao-kun y a Himuro-kun no les gusta esto-Dijo Kuroko mientras hacia un “dislike” con su dedo pulgar.
-Tienes razón yo si fuera ellos y los viera “así” estaría muy enojado y dolido-Decía Kise mientras los miraba con decepción.
-Y si no era lo que pensábamos… ¿Qué estaban haciendo?- Aomine hizo una pícara sonrisa.
-Pues… pues… no estábamos haciendo nada-Contestaron mientras movían los ojos de un lado a otro de manera nerviosa.
-Si claro, no estaban haciendo nada… y yo les creo- Se burló Kagami.
-No hicimos nada y punto final- Dijo el peli-verde mientras se levantaba y dejaba al gigante de Yosen ahí sentado con cara de “ido”
Dejando a un lado el “show” de la mañana cortesía de Midorima Shintarou y Murasakiba Atsushi, los demás empezaron a pensar sobre que harían pues ya casi se les acababa su alimento (los dulces y refrescos que le arrebataron salvajemente a Murasakibara)
Kise tomó la palabra.
-Ayer antes de que me cayera y que Aomine-chi se riera de mi- El rubio le clavó una mirada asesina al moreno- Puede observar un lago… creo… bueno no sé qué era pero tenía agua.
-¡¿Y por qué no lo dijiste ayer idiota?!- Reclamó Aomine.
-Pues porque… ¡¡Te estabas riendo como desquiciado Aomine-chi!!
-¡¡No es mi culpa que seas tan idiota para caerte en el lodo!!
-¡¡Pero si tú me empujaste!!- Dijo sollozando
-Agh como sea deja de lloriquear-Se quejó el moreno.
-Kise-kun, ¿Podrías llevarnos allí, por favor? – le preguntó amablemente Kuroko.
-¡¡Claro Kuroko-chi!!- Después de eso, se le aventó al chico sombra y lo abrazó, el peli-azul se quedó como estatua con su cara tan “expresiva” que lo caracteriza, mientras Aomine y Kagami ardían de celos (Ya hasta parecía costumbre ver a esos dos de esa forma)
Se prepararon todos, agarraron las pocas cosas que tenían y empezaron a caminar rumbo al lugar donde había dicho el modelo.
Cuando llegaron al lugar, pudieron apreciar un pequeño “estanque” o “laguna” donde desembocaba una pequeña cascada. Era un lugar hermoso rodeado de vegetación y rocas coloridas.
Dieron un grito de victoria al ver el agua fluir, unos se quitaron la camisa y los zapatos y se tiraron de un clavado hacia el agua, otros (Mejor dicho “otro” porque solo el peli-verde era el “inadaptado”) como el “agua-fiestas” de Midorima Shintarou se quedaron de un lado, hasta que lo agarraron entre todos y después lo tiraron al agua.
Los chicos se quedaron nadando un buen rato (A decir verdad, ya les hacía falta un baño)
Kagami y Aomine se la pasaban compitiendo en carreras de natación, aunque quedaban en empate todo el tiempo, nadaban bastante bien y rápido. Sin duda esos dos serian buenos candidatos para el club de natación de “Iwatobi”
Mientras tanto en un rincón de la laguna, se encontraba Midorima con los brazos cruzados y con cara de pocos amigos mientras Kise y Murasakibara le arrojaban agua porque, según ellos: “no debería de ser tan amargado”, aunque con la cara que tenía el peli-morado (la misma de siempre) no tenía mucho sentido lo que éste decía.
Y Kuroko… bueno… él… ¡¡ ¿Y KUROKO?!! Todos se habían olvidado de él hasta que vieron que estaba flotando como muñequito boca abajo, los chicos se alarmaron e inmediatamente lo sacaron del agua. Los miembros de la Kiseki No Sedai y en especial Kagami estaban extremadamente preocupados pues el peli-azul no daba señales de vida, el modelo ya comenzaba a entrar en pánico.
-¡¡KUROKO-CHI!!- Empezaron a brotar las lágrimas de los ojos de Kise.
-Oi Kise tranquilízate- Le decía el moreno- ¡¡BAKAGAMI HAS ALGO!!
-¿Eh?...- Esa fue la inteligente contestación del pelirrojo, pues a decir verdad estaba en shock.
-Mido-chin~… ¿Kuro-Chin va a estar bien?-Decía Murasakibara preocupado.
-¡Agh! ¡Kise cállate! ¡¡No me dejas pensar!!- Gritaba el peli-verde estresado e ignorando lo que le dijo el gigante de Yosen, pues él también estaba preocupado pero los lloriqueos del modelo que eran “para nada escandalosos” no lo dejaban concentrarse.
-¿Qué hacemos? ¡Waaaaaah!- Seguía llorando el modelo.
-Ya Kise- Aomine puso su mano en la cabeza del más bajo y le revolvió tiernamente el cabello- ¡¡Bakagami!!
-¡¡AHOMINE!! ¡¿Por qué me gritas a mí?!
-¡¡Bakagami!!- Gritó ahora el peli-verde
-¡Otro!... ¡¿Y ahora qué?!
-Ya sé que hacer, dale respiración de boca a boca- Dijo el chico megane.
-¡¿QUEEEEE?! ¡¡¡ ¿Por qué yo?!!!- Gritó sonrojado hasta las orejas.- ¡¿Por qué no lo hace alguno de ustedes?!
-Por qué Kise está llorando como niña, Aomine es un idiota…
-¡¡OYE!!- Interrumpió el moreno.
-Murasakibara… es Murasakibara y yo…-Shintarou se sonrojó demasiado pero no se notaba mucho porque en ese mismo momento se ajustó sus gafas.
-Porque… porque… porque Takao-chi lo va a regañar- Dijo Kise entre sollozos.
-C… ¡CÁLLATE KISE! ¡¡¿QUÉ NO ESTABAS LLORANDO?!!- Se defendió el peli-verde, mientras quedaba más rojo cada segundo.
El chico de anteojos estaba extremadamente rojo, entre tanto alboroto Kagami se dio cuenta de que Kuroko estaba muriéndose y decidió darle respiración boca a boca (cosa que no le costaría mucho trabajo que digamos)
Estaba aproximándose lentamente mientras sentía como sus mejillas se teñían de un rojo tan intenso como el de sus propios cabellos, su corazón latía a mil por hora y eso que su sombra se encontraba inconsciente, quien sabe que pasaría si estuviera consiente, tal vez a Taiga ya le hubiera dado un infarto antes de que hiciera cualquier cosa… es más antes de siquiera pensarlo. Estaba a tan solo unos cuantos centímetros de los labios del chico peli-azul, el pelirrojo seguía todo acelerado, sin embargo se preparó, trago saliva, respiró hondo y prosiguió.
Ya estaba a tan solo unos milímetros de la boca del otro cuando Kuroko empezó a toser y a recobrar poco a poco la conciencia, las miradas de todos se llenaron de alivio y felicidad.
-Ka… ¿Kagami-kun? ¿Qué paso? E… estas muy cerca- Estas fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Kuroko, se podía notar un ligero rubor en sus mejillas.
-¡KUROKO!- Gritó eufórico Kagami con una que otra lagrima en los ojos ( aunque eso no le quitaba lo macho que se respeta) se le abalanzó para abrazar fuertemente al más bajo , duro unos largos segundos así hasta que reaccionó, se sonrojó y soltó rápidamente a su sombra.
-Kagami-kun…- Es lo único que dijo el chico oji-azul ahora con un notorio sonrojo.
-Eh… yo…Kuroko…- El As de Seirin no pudo pronunciar otra cosa
-¡¡Kuroko-chi!!- Kise dio su grito de batalla y se le aventó al chico fantasma
-JAJAJAJA sigue participando ¡Bakagami!- Aomine se acercó y jaló a Kagami después lo aventó a un lado para ir a ver al otro chico- Tetsu ¿Estas bien?
-Kuro-chin ten un dulce para que te mejores~- El gigante de Yosen le acercó una paleta.
-Oye… ¿de dónde sacaste eso? Se supone que te quitamos la mochila- Dijo Midorima curioso, ya que él también se había acercado a Kuroko pero lo hizo bien tsunderemente, porque simplemente chasqueó la lengua y un idiota salió por su boca para después ir a sentarse cerca de los demás.
-Si es cierto ¿de dónde sacaste eso Murasakibara?- Ahora preguntó curioso Aomine.
-Mine-chin~ Mido-chin~…- Dijo felizmente el peli-morado- No quieren saber – Terminó la frase con una cara insinuante y después puso una sonrisa (que daba cierto miedo a decir verdad)
-Aaaaa…...- Dijeron los demás chicos al unísono, al parecer quedaron perturbados con lo que acababa de hacer/decir el peli-morado.
-Murasakibara-Kun estoy bien gracias- Kuroko rechazó la paleta.
-Bueno… ¿no lo quieres Kuro-chin?~…. Porque yo si- Al finalizar su frase se metió la paleta a la boca- umm…Aun sigue conservando su sabor original~
-¡¡¿DONDE MIERDA TENIAS ESO?!!- Gritaron todos incluso Kagami que ya se había recuperado de su shock. Kuroko solo se quedó callado observando.
-Jejejeje…- El peli-morado solo dio una pícara risita como respuesta- ¿Enserio quieren saber?
-No gracias- Respondieron todos- Perturbador.
Dejando atrás todo este drama de telenovela y el misterio de la paleta, todos se preparaban para salir de la “laguna” mientras que otros como Kagami y Kuroko se quedaron sentados en una orilla, pues uno consolaba al otro por el gran trauma que había vivido. Sí, Kuroko consolaba a Kagami pues el pelirrojo había quedado seriamente traumado con tan solo pensar que sería de el sin su pequeña sombra.
Mientras los chicos llenaban las botellas vacías de refresco con agua, escucharon unos ruidos raros que provenían desde lo profundo de la selva. Kise empezó a gritar como niña y se tiró encima de Aomine, los dos se cayeron y quedaron peligrosamente cerca, el moreno solo se sonrojó al tener al sexy modelo tan cerca de él.
-Ki… Kise muévete- Dijo el moreno.
-¡Aomine-chi!- El rubio reforzó su agarre para no soltar al otro, ya que no quería que ese extraño momento romántico terminara.
Entonces Midorima llego a interrumpir ese “mágico” momento
-¡Kise deja de gritar como niña!- Lo reprendió el peli-verde
Murasakibara escuchó los regaños de Midorima y se acercó para ver que ocurría.
-¿Qué están haciendo?- Preguntó inocentemente a los que estaban tirados en el suelo.
Kise y Aomine decidieron ponerse de pie para no pasar más vergüenza.
Después de terminar su terapia de “pareja”(no oficial, por cierto) los chicos de Seirin se unieron de nuevo al grupo y vieron a Kise un poco asustado, así que se le acercaron para averiguar que pasaba.
-Kise-kun, ¿Qué ocurre?- Preguntó Kuroko.
-¡Kuroko-chi estoy asustado!- Gritó el rubio mientras temblaba de miedo
Kise le contó a Kuroko que desde hace rato estaban escuchando unos ruidos extraños detrás de aquellos árboles.
De pronto las hojas se empezaron a mover cada vez más y más, todos quedaron congelados del miedo imaginándose que cosa pudiera estar detrás de aquellos arbustos. En cuestión de minutos salió lo que se ocultaba en ese lugar, no eran monstruos ni nada parecido eran nada más y nada menos que Takao Kazunari y Himuro Tatsuya.
-Jo~ ¡¡Chicos son ustedes!!- Takao saludó felizmente a todos dando brincos de un lado a otro como pony encantado.
-Hola, que gusto verlos- Dijo Himuro con un tono de alivio y felicidad.
-¡¡HERMANO!!- Kagami se abalanzó sobre Tatsuya para abrazarlo- ¡¿Estas bien?! ¡¿No te paso nada?! ¡¿Estas comiendo?! Te siento más flaco- Habló histérico el pelirrojo o más bien como un hermano preocupado…. Demasiado preocupado.
-Sí, si Taiga, estoy bien Jajaja- Dijo Himuro feliz mientras le daba palmadas en la espalda a su hermano.
-Kagami-kun está muy cariñoso desde que llegamos a la isla- Kuroko dijo con una cara indescifrable pero con un aura oscura y tenebrosa.
-Me pregunto si la isla también hace que se le quite lo tsundere a Midorima-chi- Dijo Kise y solo se ganó una mirada asesina por parte del peli-verde.
-¡¡Bakagami a un lado!!- Gritó Murasakibara antes de que apartara (empujara sin piedad) a Kagami para dejarlo lejos de Himuro.
-¡Atsushi!- Exclamo feliz el chico pelinegro.
-Mu…Mu… Muro-chin~- El peli-morado empezó a soltar unas lágrimas- Muro-chin waaaaaaah porque me dejaste waaaah- Y se puso a llorar como Magdalena.
-A… Atsushi calma, yo también me preocupe por ti- El pelinegro se acercó al más alto- Ya deja de llorar jaja…- Reía nervioso tratando de calmarlo.
-Muro-chin~ me dejaste con estos idiotas, me maltrataron, me quitaron mis dulces y me ataron a un árbol ¡Bwaaaaaaah! –Seguía quejándose y sollozando pero lo hacía “flojamente” pues hasta parecía que le costaba quejarse y llorar.
-¡¡OYE!!- Protestaron todos.
- Ya Atsushi, mira- Enseguida sacó un dulce de su bolsillo- Lo guarde para ti- Después se lo entregó y sonrió dulcemente.
-Muro-chin~- Agarró la paleta y se la metió en la boca mientras seguían brotando cascadas de lágrimas de sus ojos.
Himuro solo sonrió, se sentó alado de Murasakibara y pronto los rodeo a los dos un aura de ponys encantados arcoíris y unicornios mágicos.
-Hum Takao ¿En dónde demonios te habías metido?- Preguntó enojado Midorima.
-¡¿Me perdí en una isla por todo un día y me recibes así Shin-chan?!
-¡Sí! De cualquier forma, tú fuiste el idiota que se separó del grupo.
-Midorima-Kun creo que…-Kuroko quiso interrumpir la discusión de los dos chicos de Shutoku.
-¡Kuroko no te metas!- Interrumpió el peli-verde.
-¡Oye no le grites a Kuroko, zanahoria con patas!- Lo defendió Kagami. El pelirrojo se puso enfrente del chico 11 de Seirin con una pose que se podría interpretar a simple vista como: “Si te metes con él, te metes conmigo”. El chico de anteojos solo los ignoró.
-¡Shin-chan! ¡No le andes gritando a los demás!- Alzó la voz el pelinegro.
-Él se metió en lo que no le importaba- El chico de lentes dijo cortante.
-Oi Midorima, cálmate- Esta vez Aomine interfirió
-Shin-chan eres un… ¡Idiota!- Takao se dio media vuelta y se fue caminando enojado hasta que se perdió en los árboles.
El oji-verde se quedó parado con la cabeza abajo mientras Takao se iba, todos se quedaron en silencio y de alguna forma se habían enojado por la actitud de Midorima. Kise iba a hablar para tratar de romper la tensión en el ambiente, pero cuando estaba a punto de pronunciar algo, Shintarou salió corriendo hacia la dirección a la que se había ido el 10 de Shutoku.
No le tomó mucho tiempo alcanzarlo, el más bajo notó su presencia y se detuvo a unos metros de él.
-¿Qué quieres?… Midorima- Se notaba que el chico estaba realmente enojado pues ya ni siquiera le decía “Shin-chan”
-¿Por qué te fuiste? ¿A dónde pensabas ir?
-Ah… ¿Eso te importa?... no lo creo- Sin más, el pelinegro se fue enojado de nuevo.
-¡¡OYE TAKAO!!- Midorima corrió tras él y lo abrazo por el cuello.
-Qu…. Que quie…- Intentó decir algo pero fue interrumpido por el peli-verde.
-No te vuelvas a ir de mi lado, después de todo… no soy nada sin mi Lucky Item
-Shi…¿Shin-chan?- Preguntó extrañado Takao.
-Eres un idiota, estaba preocupado por ti…
-Shin-chan…- El pelinegro sonrió- al parecer la isla si te ha quitado un poco lo tsundere Jajajaja- Comenzó a reírse bastante fuerte.
-¡¡CÁLLATE BAKAO!!- Gritó Midorima sonrojado.
El más pequeño de los dos se volteó para corresponder el abrazo (o mejor dicho intento de abrazo). Los chicos se quedaron un rato así, se notaba que los dos se había extrañado cada quien a su manera por supuesto. Como sea, lo importante era que ya no estaban peleados.
*-*-*-*-*-*
Los miembros de la Kiseki No Sedai, Kagami y Himuro se preocuparon porque Takao y Midorima no regresaban, de repente los chicos de Shutoku salieron de los arbustos y se volvieron a integrar al grupo. Takao obligó a Midorima a disculparse con los demás, claro que el peli-verde lo hizo muy “a su manera”, pero de cualquier forma contaron como disculpas.
-¿Oigan chicos quieren ir con nosotros al refugio?-Preguntó Kise a los “chicos nuevos” con una gran sonrisa- Estábamos a punto de irnos cuando ustedes llegaron.
Los chicos aceptaron, y siguieron a los miembros de la Kiseki No Sedai para que los guiaran a su “gran y hermoso” refugio.
En el camino todos iban platicando Taiga y Atsushi invadían el “espacio personal” de Himuro, uno se la pasaba viendo que no tuviera heridas o alguna lesión, el otro se la pasaba diciendo: “Muro-chin~ ¿Te puedo cargar?”, a lo que Tatsuya solo contestaba con una risita y con un estoy bien puedo caminar yo solo. De igual forma Takao también estaba siendo “acosado” por Midorima pues caminaba detrás de él a una distancia considerable, aunque más que acosador parecía un guarura o guardaespaldas…. Incluso tal vez un hombre de negro (solo que más tsundere y sin traje)
Himuro y Takao esperaban con emoción ver lo que todos ellos habían construido a decir verdad tenían muy altas expectativas, por que como eran más pudieron haber construido algo mejor que ellos dos.
Al fin llegó el momento tan esperado, todos llegaron al lugar donde estaba el refugio de los chicos de la Kiseki No Sedai y Kagami. Los creadores de “La obra maestra” presentaban su creación orgullosos, mientras que los dos pelinegros se decepcionaban cada vez más de ellos.
-Shin-chan…-Habló Takao.
-Que…-Contestó casi de inmediato Midorima.
-¿Tu hiciste esto?-Pregunto el pelinegro.
-Si- Respondió orgulloso el peli-verde.
-…Esperaba más de ti- Se acercó y le dio unas palmaditas en la espalda a Midorima para “consolarlo” mientras él solo movía la cabeza con decepción y se tapaba la boca con la otra mano para contener su risa. Esperaba más de SU Shin-chan. Midorima solo lo volteo a ver con una mirada asesina y Takao empezó a reír a carcajadas.
-Nosotros también hicimos un refugio, ¿Quieren venir?-Dijo Himuro al ver la “obra maestra” que los chicos habían hecho.
Los miembros de la Kiseki no Sedai y el As de Seirin se pusieron a pensar e intercambiaron miradas, posiblemente el refugio de ellos dos fuera mejor aunque era casi imposible pues solo eran dos personas, así que lo más probable era que el refugio de los dos pelinegros estuviera peor de lo que ellos habían hecho.
Al final después de tanto pensar los chicos aceptaron ir al refugio de los otros, así fue como Takao y Himuro guiaron a los demás hacia el lugar donde ellos se habían asentado temporalmente. En el camino todos iban platicando sobre cómo sería el refugio de los dos pelinegros.
Al llegar los miembros de la Kiseki No Sedai y Kagami quedaron asombrados y enojados porque el refugio de los dos pelinegros era más amplio, estaba mejor construido, tenían varias reservas de comida, en fin era mejor en todo sentido y todo eso lo habían hecho ellos dos solos en tal vez un día y medio. Al observar todo eso Kagami, Midorima y Aomine se alejaron un poco de los demás y se sentaron en el suelo hechos bolita luego se pusieron a llorar pues… su orgullo fue aplastado por dos chicos lindos de cabello negro.
Kise y Kuroko más “normales” por supuesto, se pusieron a platicar con los chicos sobre lo bien que estaba su refugio, esperaron a que los otros 3 recuperaran (tan solo un poco) la postura y los pelinegros los invitaron a todos a comer, los otros por supuesto que no se negaron.
Buscaron un buen lugar y se sentaron en círculo a comer, sin embargo había un gran silencio y algo parecido a un puchero disimulado en la cara de los 3 chicos con el orgullo dañado.
Entre los alimentos que tenían se encontraban plátano, coco, kiwi, entre otras cosas que el 10 de Shutoku y el 12 de Yosen habían encontrado.
-Muro-chin~ ¿no tienen televisor?- Preguntó Murasakibara pues si bien habían construido un lugar decente al menos deberían tener un simple televisor ¿no?
-No Atsushi, no tenemos televisor… y si tuviéramos uno no lo podríamos usar porque no hay electricidad para que funcione.- Contestó Tatsuya con toda la tranquilidad del mundo, mientras los demás pensaban que tenía una paciencia sobrehumana pues si él no hubiera estado ahí seguro que los demás con la “gran” paciencia que tienen… ya hubieran agarrado a palazos al peli-morado.
-Ya sé que puede servir de entretenimiento entonces- Dijo en un tono ingenioso y con un brillito en los ojos el moreno- Tetsu pásame esas cascaras de cocos- Kuroko obedeció extrañado.
El moreno se levantó de su “asiento” y se perdió entre los árboles y tardo un rato, los demás solo observaban extrañados el lugar por donde se fue Daiki.
-¡Ya está!- Le aventó a Kise los cocos de antes y aparentemente una montaña de hojas- Póntelos y empieza a bailar como hawaiana.
-A… ¡¡Aomine-chi!!- Gritó sonrojado el modelo.
-JAJAJAJA- Explotaron en risas Kagami y Takao, otros como Himuro y Kuroko reían más sutilmente.
-Aomine debes estar muy desesperado…- Dijo el peli-verde.
-¡Cállate zanahoria con patas!- Se defendió el moreno.
Y así se armó una gran discusión entre Shintarou y Daiki, la cual se prolongó durante el resto del almuerzo. De alguna forma eso sirvió como entretenimiento para los demás pues gracias a eso se rompió el silencio que había antes.
Terminaron de almorzar y Himuro propuso que había que armar una balsa pues tenían que salir de ahí, no podían quedarse en ese lugar más tiempo y tal vez si navegaban un poco podrían llegar por lo menos a un lugar en el cual al menos hubieran personas.
Los chicos a los que les habían aplastado el orgullo, propusieron dividirse en 2 equipos para ver quien hacia la mejor balsa, después de todo ellos tenían que reconstruir su orgullo que se había hecho pedazos.
Los equipos quedaron así:
Equipo 1
Aomine
Kise
Kuroko
Murasakibara
Kagami
Midorima
Equipo 2
Takao
Himuro
Esto no era más que un pretexto para una revancha y poder recuperar su orgullo.
El primer equipo era un desastre, nadie se ponía de acuerdo ni aportaba buenas ideas, se quedaron un buen rato discutiendo, hasta que al fin se les ocurrió algo a los “grandes arquitectos” y decidieron emprender su gran travesía para buscar lo que les faltaba para comenzar a construir.
En el otro equipo el chico espejismo y el chico ojos de halcón trabajaban armoniosamente y progresaban rápidamente, ya tenían un gran pedazo de la balsa hecha. Ellos eran todo lo contrario al otro equipo que, aunque ya tenían los materiales para trabajar seguían siendo un desastre.
Kagami y Aomine peleaban como siempre, Kise trataba de calmarlos junto con Murasakibara ( y su gran actitud) , Midorima estaba extremadamente estresado y Kuroko… bueno al menos el si estaba tratando de trabajar pero el solo no avanzaba mucho que digamos. En algún momento se pusieron de acuerdo y pudieron construir la balsa, pero…. Eso no significaba que la hubieran construido bien. Su hermoso “barco” no era más que unos troncos mal amarrados y uno que sobresalía en el centro en el cual se encontraba una hoja amarrada como bandera. Lo interesante aquí era que, en la bandera tenía el kanji de “Kiseki” y en una remota esquina tenía el nombre de Kagami (bullying… ¿Dónde?). La balsa ya estaba casi lista, ahora solo faltaba probar si funcionaba así que tenían que utilizar alguien como conejillo de indias.
-Kise-chin~ ¿podrías subirte ahí?...- Preguntó el peli-morado y antes de que el rubio le contestara lo agarró y lo cargo como princesa luego lo aventó en la balsa.
Los chicos empujaron la balsa para que comenzara a navegar y Kise solo se ponía cada vez más nervioso pues la balsa se alejaba cada vez más desde la costa, fue cuestión de minutos para que la balsa se empezara a destruir pues estaba pesimamente armada. Los demás se quedaron en la orilla viendo cómo se hundía poco a poco.
-Kagami-kun, creo que no funciono- Dijo el peli-azul con su cara inexpresiva.
-cierto… vamos a ver lo que hace Tatsuya- Kagami le dijo el otro chico, ambos se fueron caminando y los demás los siguieron, pero solo Aomine hizo una pausa para decirle algo a Kise.
-¡Kise! ¡¡Te espero ahí!!- Le dijo el moreno mientras señalaba el lugar con su dedo índice.
-¡¡AOMINE-CHI NO ME DEJES!!!- Gritó histérico el modelo mientras se hundía, pero Aomine ya se había ido con los demás.
Un rato después los chicos habían decidido que la balsa que usarían seria la que los dos lindos pelinegros había construido pues por obvias razones era mucho mejor que el “Titanic” que habían construido los de la Kiseki no Sedai y el As de Seirin. El peli-verde, el moreno y el pelirrojo habían perdido una vez más contra ellos, su orgullo ya había recibido un “fatallity”, y una patada de Chuck Norris para entonces.
Kise salió del mar todo empapado, con algas verdes en la cabeza y en los hombros, también tenía una expresión que, más que furiosa parecía como si se estaba conteniendo para no ponerse a llorar como niña; se acercó a los demás y éstos lo quedaron viendo.
-Kise-chin~ ¿Dónde te habías metido?- Preguntó Murasakibara, el modelo solo lo ignoró.
-Kise apestas, vete a bañar o algo hueles a marisco- Dijo el moreno mientras se tapaba la nariz con los dedos.
- ¡Aomine-chi!- Gritó con su voz temblorosa, definitivamente quería llorar.
En ese momento se acercó Midorima- ¡Kise ya te dije que eso no es gracioso!-Le reclamó el peli-verde pues el chico de ojos dorados llevaba unas algas verdes en su cabeza-¡¡Además ni te pareces a mi-nanodayo!!
-Kise-kun eres un insensible- Le dijo el peli-azul
-¡Kuroko-chi! Yo no…. No es apropósito-El modelo trato de explicar las cosas pero todos los demás se habían ido a hacer lo que sea que estuvieran haciendo antes de que Kise llegara.
*-*-*-*-*-*
Después de los malentendidos en la playa, los chicos entraron al refugio para cenar ( ya habían decidido quedarse ahí con los pelinegros). Al terminar les sobró mucho tiempo y aun no tenían sueño, entre todos decidieron que sería muy buena idea contar historias de terror. Murasakibara fue el primero en contar su historia, todos trataron de escuchar atentamente.
-…Y entonces abrió su alacena y ya no había ningún…. ¡¡DULCE!!-Dijo el peli-morado con autentico miedo y paranoia en su rostro.
-Murasakibara eso no da miedo- El moreno bostezo aburrido.
-si tan solo hubiera contado algo así como la maldición de ¡¡OHA-ASA!!- Gritó como loco psicópata el peli-verde.
-Shin-chan… mejor cállate- Dijo Takao avergonzado y decepcionado de lo que su compañero de Shutoku acababa de decir.
-Da igual, la historia que cuenten no me dará miedo- Alardeó el gran Aomine Daiki.
-¿Seguro Ahomine?, Tatsuya sabe contar unas historias geniales ¿verdad hermano?- Dijo Kagami como niño chiquito entusiasmado.
-No es para tanto- contestó el aludido- pero les contare una- Terminó con una sonrisa.
Al final de la historia Takao estaba como si nada riendo de los demás que se asustaron un poco y Aomine al parecer había quedado traumado de por vida. Como ya era tarde y tenían sueño decidieron irse a dormir, cada uno estaba a una distancia considerable del otro, no tomó mucho para que todos quedaran profundamente dormidos…. Bueno casi todos pues Daiki era el único que aún no podía conciliar el sueño, era oficial jamás en su vida podría volver a dormir al menos que tuviera un oso de peluche o algo que lo acompañara… tal vez un rosario.
El moreno se levantó del lugar donde “dormía” y se le ocurrió la gran idea de ir a dormir con alguien. Así que empezó a considerar sus opciones: Si iba con Murasakibara, posiblemente seria aplastado por éste, si iba con Himuro… también sería aplastado por Murasakibara. Pensó en irse a dormir a lado de Kuroko pero Kagami estaba a su lado y sinceramente no quería soportar su presencia más tiempo. A Midorima lo descartó de inmediato, y a Takao también por supuesto, si no el peli-verde le haría un embrujo raro con sus amuletos que siempre cargaba a todas partes. Y como última opción solo quedaba… Kise, el moreno se sonrojo en solo pensarlo pero en ese mismo momento escuchó unos ruidos raros cerca de ahí y considero la mejor opción.
-Pss Kise…- Dijo el moreno acercándose al modelo.
-A… ¿Aomine-chi?...¿Que...- El rubio estaba a punto de gritar pero Daiki le tapó la boca y le susurró al oído.
-Shh… no hagas ruido- Susurró mientras hacia un ademan de silencio con su mano- ¿Puedo dormir contigo?
-Qu… ¿Qué? ¿Qué?... Qué cosas dices Aomine-chi- Dijo todo rojo.- Tu y yo… no waaah no podemos hacer “eso” a… waaah…- Empezó a balbucear cosas por lo nervioso que estaba.
-No… no de esa manera…. Hablo de dormir, dormir-Aomine dijo sonrojado igual o incluso más que el otro chico.
-…-No sirvió de nada la explicación pues el rubio iba explotar por tan solo haber considerado hacer “eso” con Aomine.
-¿Si puedo dormir contigo? Es que…-
-¿Es que?...
-Porque me asustó la historia que contó Himuro- Soltó la verdadera razón el moreno.
-Ah… era por eso- Dio un suspiro de alivio y el sonrojo comenzaba a desaparecer poco a poco.
-Kise eres un mal pensado…- Lo burló Aomine.
-¡Aomine-chi!, eso no es cierto…- bajo su tono de voz recordando que los demás estaban dormidos.
Después de un rato el moreno al fin logro conciliar el sueño, inconscientemente se acercó a Kise y lo abrazo (bueno… tal vez no tan inconscientemente) y así fue como esos dos terminaron durmiendo “juntos” de una manera muy peculiar.
Al final solo restaba esperar a que el día siguiente llegara para saber que les sucedería a los chicos.