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I say a little prayer for you por SebbyPhantomhive

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Notas del capitulo:

Penultimo capirtulo :D

Hakutaku veía como se alejaba ese mortal que tanto amaba, tenía dos opciones una era dar media vuelta, irse por el camino contrario y así aceptar su triste destino de muerte y soledad. La otra opción era ir tras él aunque lo más probable era que fuera despreciado y humillado por su amado Hoozuki, aunque no lo culpaba por estar molesto y confundido; después de todo no era fácil asimilar que la persona de la que te estabas enamorando te diga que no es humano sino un ser sobrenatural. -No me rendiré tan fácil...- dijo muy seguro de sí mismo la bestia divina tomando una decisión, empezó a caminar detrás de ese hombre, quien sintió como lo seguía. En silencio llegaron a su modesta habitación. - Hoozuki... por favor hablemos...- rogaba el chino con su mirada triste, cuando vio cómo su amante agarraba sus pertenencias y las guardaba enojado en un bolso. -¿Qué haces?- Cuestionaba con aparente inocencia el chino aunque sabía muy bien lo que su a amante hacía. -No puedo seguir aquí- Respondió sin mirarle Hoozuki y seguía presuroso recogiendo sus cosas por lo menos parecía más tranquilo ya que no había intención de agredirlo. -Por favor... regálame solo unos minutos para explicarte.-  Decía como un ruego la bestia divina, el japonés levantó la mirada y vio frente a él a un ser que tenía ropas extrañas nada de lo que un humano normal usaría, miró su frente y con claridad se notaba un extraño símbolo. -Esto no tiene sentido alguno.- Murmuraba mientras desviaba la mirada pues todo al parecer era cierto, eso tan absurdo que era una divinidad era una vil realidad. -Suponiendo que tus intenciones nunca fueran malas,- Hablaba Hoozuki mirándolo de nuevo, algo le decía que ese ser no tendría malas intenciones o era quizás su corazón enamorado que no podía creer aquello, pues notaba la sinceridad en ese chino de ropas extrañas y aire divino. -¿Cómo diablos vamos a estar juntos? ¿Acaso no lo pensaste...?- Le gritaba con enojo el japonés pero parecía más frustración que enojo, Hakutaku agachaba la cabeza pues tal vez ingenuamente no notó las posibilidades, pero él creía lo que decía en la nota que le dejaron, si ellos se amaban estarían juntos, pero ¿Cómo estarían juntos? ¿Uno de los dos tenía que renunciar a su mundo? Ahora recién se planteaba esas inquietudes que parecían ser confusas oscureciendo su futuro. - Lo he pensado... pero... el amor vence cualquier obstáculo ¿Verdad?- Respondió el chino con una pequeña sonrisa disimulando también su miedos e incertidumbre. - ¿crees esas patrañas?- Le reprochó con el ceño fruncido Hoozuki el chino al no encontrar una respuesta se quedó callado. -¿eres el dios de la fantasía o qué?- Después de unos segundos dijo el japonés con una tono sarcástico -Soy el dios de la buena fortuna.- Contestaba la bestia divina que en un salto apareció junto a su amado dudando entre abrazarlo o no. - ¿Fortuna?- Musitó algo burlón el japonés sintiendo como su chino lo abrazaba temeroso. -Cada vez le veo más lo ilógico a esto, ni siquiera sé porque estamos hablando- Murmuraba el japonés al sentir ese cálido abrazo, ese abrazo que lo llenaba por completo no había duda que en verdad estaba enamorado de él, aun cuando sentía que debía despreciarlo… Simplemente no podía. Ambos se sentaron al filo de la cama y Hoozuki escuchó cada palabra que la bestia divina le explicaba, enseñándole a la vez la nota que le dejaron, esas palabras sinceras convencieron casi al japonés que estaba algo confundido. -Morirás sino te acepto...- Habló Hoozuki teniendo esa nota en sus manos, eso le parecía algo tan cruel, sin duda era u n juego de dioses pero Hakutaku no lo había planeado sino que tristemente también era una ficha del juego absurdo donde ellos eran los únicos desfavorecidos. -Eso es como una forma de chantaje ¿O no?- Le dijo el japonés algo contrariado pues no sabía qué hacer, que decisión tomar su lógica le decía algo pero su corazón con fuerza le gritaba la respuesta más obvia. -No, porque si no me amas solo te dejaré ir…- Susurró Hakutaku con una leve sonrisa, tampoco quería obligar a su amado tomar una decisión a la fuerza, o que si sintiera presionado, aun cuando su vida era la que estaba en juego, era lo que menos le importaba. -Eres un completo idiota, te odio…- Murmuraba como con un gruñido el mortal apretando sus puños, pero inmediatamente sintió como este lo abrazaba con todas sus fuerzas. -Hoozuki…- Susurró emocionado la bestia divina al sentir ese abrazo, ese abrazo que simbolizaba todo el amor que este humano le tenía, no pudo evitar más el contener las lágrimas y lloraba de alegría. -Si esto es un sueño… quiero estar contigo hasta que dure…- Dijo con la voz quebrada el japonés a su oído en ese efusivo abrazo, palabras que bastaron para que los dos se miraran fijamente, notando sus miradas enamoradas, el futuro perdía validez si el presente era tan hermoso pensaban ambos sin decir palabra alguna parecían hablarse solo con sus rasgados ojos. -Te amo…- Susurró Hakutaku uniendo sus labios a los del mortal que correspondía ese beso, si era su última noche juntos, no lo sabían a ciencia cierta, pero no dejarían pasar el momento sin amarse, como lo hicieron desde el minuto en que se conocieron. Lentamente la bestia divina era recostada sobre la suave cama, sin dejar ese profundo y dulce beso, poco a poco sus ropas estorbaron, la luz de la luna se colaba por la gran ventana, en su reflejo podían verse sus cuerpos desnudos y excitados ansiosos de sentirse más, sin detenimiento esa noche se amarían.  La lengua de Hoozuki jugueteaba traviesamente por la piel de la bestia divina que se estremecía en medio de jadeos y gemidos,  respiraciones agitadas inundaron la habitación de los amantes,  Hakutaku con la mirada rogaba que lo embistiera de una vez, porque quería sentirlo ante esa mirada perversa el japonés no se resistió, tomando su miembro veía al otro como se acomodaba en cuatro para ser embestido. -Para ser un dios eres un depravado…- Murmuraba Hoozuki con erotismo preparándose para embestirlo el otro solo le sonrió pícaramente, pero su sonrisa se borró cuando una ola de placer lo llenó al sentir esa estocada profunda y fuerte, corromper su ser con delicia,  estuvieron así por largos minutos, el mortal delineaba con sus labios esa columna vertebral casi visible de la bestia divina, algo extraño pero encantador a la vez, además veía como el otro debajo suyo parecía desvanecerse al contacto de su espalda con esa boca y lengua, cambiaron de posición para poder verse a la cara, los dos en la cama que rechinaba levemente se amaban con locura pero a la vez era evidente la devoción y ternura uno con el otro, pronto caerían en las redes del máximo placer sin dudarlo juntaron sus labios, y con un te amo en sus miradas, entrelazando sus manos llegaron al tan ansiado éxtasis, los dos sintieron delirar de placer, -No deberías ver esto… ahora creo que es incorrecto lo que haces, al principio pensé que era por su bien… pero…- Murmuraba una voz a una silueta que se  escondía en la oscuridad de la habitación de los amantes que se besaban después de ese encuentro amoroso. -Tú qué sabes… Hakutaku es demasiado valioso para ese humano…- En un susurro decía esa silueta con evidente enojo. -Solo sé que tuviste la oportunidad por siglos de mostrarle tu sentir más nunca lo hiciste.- Aclaraba el otro con molestia también, escuchaban como los amantes sonreían y murmuraban cariñosos. -No permitiré que sigas jugando con ellos de forma tan egoísta,- Sentenció con enojo esa voz que parecía más adulta, el otro se notaba su frustración. -Debes resignarte… Tú perdiste…- dijo por ultimo esa voz y desaparecía dejando a ese ser frustrado con su enojo viendo a la pareja. -Eso crees…- Murmuró con malicia y también se iba de la habitación pues era muy doloroso ver como su Hakutaku era tan feliz al estar en los brazos de ese simple humano. Minutos después se veía a la pareja en silencio se abrazaban y se regalaban tiernos besos, de pronto en altas horas de la madrugada se quedaron dormidos a la vez, no sin antes darse un tierno beso de buenas noches. A la mañana siguiente Hoozuki se sentía algo extraño, abriendo los ojos con lentitud con su mano tocaba el otro lado de la cama como buscando algo, confundido se sentaba y miraba a su costado el espacio vacío, ¿Por qué sentía que alguien debía estar a su lado? ¿Por qué sentía un vacío desolador en su ser? No lo entendía, esa sensación no lo dejaba tranquilo, su mano ahora tocaba su pecho en un triste sentimiento de desolación y angustia inexplicable. Al mismo tiempo en una nube despertaba Hakutaku, sintiendo un fuerte dolor de cabeza, pensando tal vez en que se había emborrachado de nuevo por la noche, abriendo los ojos con pesadez miraba a su alrededor como buscando algo, cuando unas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, era una tristeza mezclada con angustia que lo embargó repentinamente de forma inesperada, se levantó y comenzó a caminar por el cielo, parecía desesperado buscando algo, pero no sabía que era, esa incertidumbre y frustración solo lo hacían desesperarse más. -Pudieron borrar sus recuerdos, pero jamás borrarán sus sentimientos…- Decía con enojo la bestia divina de apariencia más adulta a su otro compañero, mientras veían caminar a unos pasos de ellos a Hakutaku con desesperación.

 

Notas finales:

muchas gracias por seguir este fic.... 

enseguida subo el final 


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