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Moon Trance por Zack Engel

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Notas del capitulo:

hello~

 

este fic si que lo tenia botado, espero que me perdonen por ello, pero actualice mas que nada para que no me lo borraran. intentare actualizar pronto, pero mi prioridad es Abusando de nuestros destinos asi que posiblemente no sera semanalmente u.u

dicho eso, los dejo leer tranquilos

Esos días habían pasado con una extraña tranquilidad a su al redor. Si bien lo seguían molestando en ocasiones, también estaba el hecho de que Cristian corría a ayudarlo siempre que podía demostrando que tenía mucha más fuerza física que él. Por otro lado Ryoga lo iba a buscar por las tarde para así acompañarlo hasta el cementerio e incluso en muchas ocasiones se pasaba a la casa en donde se quedaba a probar cada uno de sus experimentos. Gran hazaña tomando en cuenta de que ni siquiera se había metido en esos años a la cocina ni para poder hervir un poco de agua.

Realmente apreciaba ese gesto de Ryoga, pero solo lograba que se le hiciera mucho más difícil hablar sobre el asunto pendiente “no es como si el me presionara a hablar, me deja ir a mi ritmo” pensó con cierta confusión ya que quería hablar ya y ser directo, pero a la vez quería mantenerse en esa pasividad en la que nada lo podía hacer infeliz. Ni siquiera las miradas de sus compañeros de clase o de tenis.

Respirando hondo, Zack estaba pensando nuevamente en cómo hacerlo con otro de sus problemas, no podía depender toda la vida de sus amigos para que le salvaran, pero tampoco tenía la fuerza suficiente para enfrentar todo eso el solo. Soltando un suspiro por no encontrar nada decidió que lo mejor sería ir ya a la cancha de tenis y seguir con su día normalmente, por lo que se levantó y fue hacia la salida del aula, más cuando estaba por entrar por el pasillo choco contra una persona. Una chica mejor dicho que ya estaba cayendo al suelo.

Aquella situación no era la mejor de todas, no podía permitirse que otra persona más lo odiara o que se esparciera por el colegio que ahora le hacía daño a las niñas. Ya suficiente tenía con el hecho de que era gay. Decidido a actuar, hizo uso de sus mejores reflejos tomo la mano de la chica y la acercó a su cuerpo dejando caer todo lo que tenía en las manos, más no a la chica. Ya luego la ayudaría a recoger todo si antes no lo golpeaba y le gritaba unas cuantas cosas sobre su orientación sexual o su origen socio-económico.

Al ver que no le llegaban ni golpes ni insultos, miró a la chica confundido y notó con sorpresa como esta se encontraba sonrojada a mas no poder y desviaba un poco la vista para no ser vista posiblemente. “que tierna” pensó enseguida sin poder dejar de verla por unos segundos. Aunque no quería parecer acosador, se tomó la libertad de verla por completo y con asombro noto que la chica a pesar de no ser igual de femenina que los demás, tenía un ángel que le hacía sentir tranquilidad a la vez que relajo “no se necesita ser una belleza en lo físico para tener ese ángel” pensó con cierta envidia de que la chica lograra tener todo en su vida.

Soltándola con cuidado vio los papeles esparcidos y no pudo más que suspirar. No podía creerlo, pero era mucho y de seguro se atrasarían en llegar a sus prácticas.  Rascándose un poco la cabeza se decidió a ayudarla, no podía dejarla sola siendo que él tuvo la culpa de hacer que tirara todos los papeles.

El grito de la chica le aviso de que ya se había dado cuenta, por lo que se arrodillo y con tranquilidad comenzó a recoger los papeles ordenadamente mientras que su “amiga” lo hacía todo rápido y de forma desordenada. Aquello no pudo más que hacerle negar con la cabeza, pero la dejo hacer hasta que lograron reunir todo.

Escucho un leve agradecimiento y noto que la voz no era del todo tierna “quizás no lo tenga todo” pensó a la vez que la veía salir corriendo nuevamente por el pasillo. Olvidándose de la chica vio la hora y noto que estaba atrasado  “mierda”.

Corriendo hasta el vestidor intento llegar lo más pronto posible, más en la puerta iba saliendo Loki junto a Sherlock por lo que fue irremediable que chocara contra ambos. Era irónico que la escena pasada se repitiera, aunque había una leve diferencia. Nadie se había encargado de tomarlo para que no cayera al suelo, así que aterrizo sobre su trasero de forma dolorosa.

-llegas tarde –hizo notar el de pelo naranjo con un semblante serio

-tuve un percance – respondiendo mordaz le mostro su mejor cara de enojo a Loki, no por ser gay se dejaría amedrentar por el hombre. Él también era lo bastante hombre para enfrentarse al menos verbalmente – ahora si me disculpa, tengo que cambiarme

-hoy no. Estas castigado, lárgate – sin inmutarse decidió seguir su camino a pesar de que no era seguido por Sherlock

-no me iré, el capitán de este lugar no lo ha dicho… muy capitán serás de la selección, pero nada tienes que ver con este colegio – obstinado vio la mano extendida de Sherlock para ayudarlo, así que sonriendo la acepto – gracias

-Loki creo que, si no te molesta, el señor Engel puede ser de gran ayuda para mí en la práctica – manteniéndose sereno como siempre se acercó al de pelos naranjos y toco su hombro - ¿puedo utilizarlo?

-¿para qué quiere… no me lo digas – negando con la cabeza se encogió de hombros y siguió avanzando – solo no abuses

-no lo haría – con una media sonrisa de diversión lo vio partir – anda a prepararte, Engel.

 

Con confusión vio al contrario irse mientras él se quedaba quieto. No sabía que era lo que quería, pero las palabras no le habían gustado demasiado “Criss tampoco tuvo un partido muy armonioso con él, debo tener cuidado” pensó mientras tragaba fuerte y se decidía a entrar. No daría marcha atrás, además quería jugar tenis con alguien que lo viera como un oponente verdadero a pesar de que le superara en las capacidades, no como alguien que solo jugaba a querer hacerle daño en cualquier oportunidad que tuviera.

Ya cambiado se miró el traje y trago fuerte. Tantas veces esas ropas blancas y rojas le había ocultado sus heridas tras un partido o en el mismo que ahora estaba un tanto más nervioso ¿será que le hará algo? No sabía, pero quería jugar con toda su alma por lo que no dudo en salir solo con su raqueta  en dirección hacia la cancha.

Al llegar pudo observar como su rubio amigo hablaba un poco con unos chicos. Ni siquiera quiso llamar la atención de este, sabía que lo retaría. Suspirando con ansiedad sintió una mano en su hombro, en cuanto se giró a verlo noto como Sherlock estaba a su lado, mas sus ojos ya no eran del todo inexpresivos. Ahora el azabache se mostraba quizás como era realmente. Un depredador ansioso por romper lo que cazara.

Tragando fuerte asintió con la cabeza y empezó a caminar hacia la cancha, más la misma mano en su hombro lo detuvo ‘primero debemos calentar, sígueme el paso’ con esa simple frase el contrario comenzó a trotar.  Seguirle el paso en un principio no era difícil. El chico trotaba por los jardines con total libertad y no era por presumir, pero Zack presumía de grandes habilidades físicas como para no tener problemas. Mas,  pasado treinta minutos vio con frustración como el mayor aumentaba el paso dejándolo inevitablemente atrás.

Apretando la mandíbula con enojo acelero el paso y lo pudo alcanzar, a duras penas pero lo consiguió. Sintiéndose victorioso mantuvo ese paso aun a pesar de que su corazón palpitaba con fuerza luego de un tiempo y su garganta se encontraba más que seca.

A los 45 minutos de haber trotado como unos dementes Sherlock freno su corrida justo al inicio de la entrada de la cancha por lo que Zack hizo lo mismo, más se tiró al suelo intentando recuperar el aire. A lo lejos pudo escuchar las risas burlonas de algunos compañeros, pero no le dio importancia. En ese momento quería recuperar su respiración y ver si podía dar más. Quería forzar su cuerpo a dar mucho más de lo que él creía que era capaz.

Sintió como alguien le movía una de las piernas, por lo que abrió los ojos y noto como nuevamente sherlock le ofrecía la mano para levantarse. No se negó a ella. Le gustaba realmente esa sensación.

Sin conversación ni miradas, ambos comenzaron a alongar un poco por separado. Zack sabía lo que venía por lo que sonriendo estiro lo mejor que pudo todas sus articulaciones antes de  voltear a ver a su compañero de juego.

El chico parecía que ya estaba listo. No tenían que retrasar más lo inevitable por lo que ambos entraron a la cancha en donde muchos de los jugadores los observaron. Incluso sintió como Cristian le daba una palmada en el hombro y le apoyaba con un pequeño ‘haz lo mejor que puedas’. Claro que iba a hacer lo mejor que podía, andaba ansioso y con una necesidad imperiosa de poder jugar tenis con ese chico. Quería saber que tan bueno era como para vencer a su amigo de tal manera.

Ambos en su lado de la cancha se saludaron y Sherlock sin dudarlo hizo girar la raqueta. Zack escogió revés y perdió, mas no le importó para nada porque pudo partir y mantener su posición en la cancha “debes concentrarte hombre, no lo tomes a la ligera” pensó yendo hacía el final de la cancha y respirando con dificultado. Todo su cuerpo andaba temblando. Mejor demostración de su emoción no podía haber.

Escucho como el árbitro daba el permiso para sacar, así que sin pensarlo solo llevo su muñequera a la palma de su mano y posteriormente le dio un beso. Volvió a escuchar las risas y burlas de su actitud “romántica”, pero no le dio importancia para nada y comenzó con ese partido.

El primer punto por impresionante que fuera resulto en un As, no sabía si el contrario no se había movido a propósito o su saque fue muy rápido “no te fíes, nada es lo que parece” se dijo al instante para luego sacar nuevamente.

 Un juego se fue volando sin respuesta alguna, Zack no sabía si lo hacía bien o no, pero eso no le gustaba para nada. Ningún seleccionado podía ser vencido por un chico que tenía menos condición física “ahora cuando saque, puedes analizarlo” pensó decidido a desentreñar cada uno de los misterios del contrario.

El juego comenzó con un saque lento, pero eso no fue suficiente para desconcentrar a Zack, quien molesto devolvió el golpe con la misma fuerza. Si debía ser un espejo lo sería. 

Llegado al octava juego aún no se podían desempatar del todo. Zack estaba más cansado de lo que correspondía, pero aun así luchaba por llegar a cada pelota que le devolvían, en cambio el contrario solo respiraba agitado y bebía agua como si nada pasara “¡maldición! No puedo perder así” frustrado se estiro soltando un grito que sorprendió a más de alguno para luego lanzarse hacía atrás dejando que su cabeza chocara contra el suelo

 

-es imposible… - dijo mirando todo al revés mientras seguía escuchando risas por su comportamiento – es imposible

-nada es imposible – Sherlock parado frente al menor le extendió la mano para que se levantara – no vuelvas a golpearte o quedaras mal

-que va, nací tonto así que las cosas de niños inteligentes no me van – mostrando una gran sonrisa alzo sus dos piernas como si estuviera sentado y comenzó a moverlas como niño – por cierto. Muchas gracias

-aun no te he utilizado por completo

-me vale, solo quiero agradecerte por hacer esto… hace mucho que no jugaba así – soltando un suspiro tomo impulso y de un salto se paró como era debido - ¿listo para doce juegos más?

-¿podrás?

-claro, estás hablando con el gran Zack Engel

 

Mostrándose ambos una sonrisa de victoria fueron a la cancha nuevamente y jugaron hasta que las luces se encendieron por la oscuridad de la noche. Era obvio que Zack había perdido hace mucho, pero como habían acordado 12 juegos más, Sherlock se los hizo cumplir a pesar de que ambos se mostraban cansados.

Al volver a los camerinos vieron a Cristian, Ryoga y a Loki muy bien sentados en su lado cada uno sin conversar. De alguna forma aquella escena le dio gracia a Zack por lo que no pudo ahogar su pequeña risa, la cual conllevó a que se ganara un zapato lanzado por su amigo rubio.

Quejándose por el dolor fue a cambiarse de ropa con tranquilidad y a los pocos minutos ya estaba saliendo con Ryoga del vestidor. Al parecer Cristian tenía que quedarse a conversar algo con esos dos. No era que le preocupara tampoco, pero le hubiera gustado que su amigo los acompañara de camino a casa para no tener un ambiente tan pesado con Ryoga.

Nervioso por si salía la charla entre los dos. Zack se fue con la cabeza gacha todo el camino sin entender como el peli verde no preguntaba nada ni hacia comentario, no podía ser tan buen amigo “tal vez si, tal vez tienes a la mejor persona del mundo pero no lo quieres ver” se reprendió mentalmente antes de alzar la cabeza y notar que su hermano-amigo no estaba por ningún lado. Lo busco medio asustado con la mirada por los alrededores, pero no lo encontró hasta que escucho un grito provenir de la entrada de una tienda.

Sorprendido noto como el mayor llevaba dos crepas en la mano. Parecía que eran para llevar y no se veían nada mal así que tomo la suya agradecido y le dio una pequeña mordida. Realmente estaba deliciosa por lo que sonrió y miró al contrario en signo de agradecimiento. Fue en ese momento cuando sintió que algo cambio.

Sin poder saber porque realmente, Ryoga se había inclinado lo suficiente como para poder besarlo en los labios. El beso era delicado, era tierno y era dulce. Tenía ese sabor dulce que no había podido conocer en su primer beso cuando Loki lo beso en los labios “debió ser por las lágrimas” excuso a la vez que se preguntaba por qué no se separaba del mayor. Sabía que debía hacerlo, pero su cuerpo reclamaba un poco de amor al parecer.

Con un leve sonrojo se separó del mayor y junto sus frentes para que así no tuviera oportunidad de besarlo nuevamente, pero tampoco de separarse. Era egoísta, pero le gustaba esa sensación realmente. La sensación de poder tener al contrario a su completa disposición. Porque sí, estaba seguro de que Ryoga siempre estaría a su completa disposición sin queja alguna “como el hombre perfecto para mi” pensó sonriendo suave, más la imagen de un Ryoma pequeño llamándolo hermano no le pareció del todo bien. Eso no era debido ni ayer, ni hoy ni nunca.

Con  cuidado se separó del mayor y negó un par de veces con la cabeza. Sabía que el mayor debía entender lo que estaba pensando. Sabía que el mayor no se quejaría para nada. Sabía que el mayor le respetaría el hecho de que no quisiera hablar, pero saber no era suficiente. Saber algo no era precisamente la acción que debía tomar ahora, por lo que con toda el valor del mundo volvió a mirar al peli verde y lo enfrento mirándolo a los ojos.

Esa sonrisa en las iris del contrario hicieron que su corazón le doliera. Estaba a tan poco de encontrar felicidad con ese chico tramposo, mas ahora estaba desechando toda oportunidad por un mocoso que hace mucho que no veía “no importa que, Ryoma es mi hermanito y lo honrare tanto como lo he hecho con Ronald. Nada puede decir lo contrario.

 

-tenemos que hablar – fue lo primero que dijo esperando que el mayor no se molestara – sobre lo pasado y esto… no quiero tenerte así, no a ti

-hablaremos cuando tú quieras, donde tú quieras y como tú quieras – con una media sonrisa se acercó lo que el menor se había alejado y le dejo un beso en la frente – sabes que tú y Ryoma son lo más importante para mi

-por eso mismo no… - bajando la mirada, decidió caminar con la mano del mayor agarrada, no dejaría que se alejara a pesar de que no tuviera el valor para verle – te quiero mucho, más que como un hermano creo, pero no puedo estar contigo

-anda~ es la primera vez que me rechazan así – dijo divertido para luego darle una mordida a su crepa – es la primera vez que me rechazan realmente

-Ryoga, eres especial, pero yo ahora – dándose vuelta lo miró a los ojos mostrando que ya estaba llorando – no puedo

-no puedes amarme… ¿no puedes dejar que me hunda contigo o no puedes olvidarlo? – preguntó algo más serio - ¿Qué no puedes Zack?

-olvidarle

 

Viendo como el menor lloraba con un poco más de ganas se mordió el labio inferior y tomo la crepa de Zack para botar ambas al cesto de basura. No necesitaban comer ahora, no era necesario realmente así que sin más se puso a caminar hacia el cementerio sin preocuparle que el menor no viera.

Cuando ambos llegaron, Zack todavía se encontraba negado a la situación, parecía que no lo aceptaría fácil, por lo que Ryoga volvió a guiar en el camino teniendo el deseo de golpear a ese maldito capitán. Una cosa era que Zack nunca le correspondiera por su pasado, pero otra cosa muy distinta era que ese maldito jugara con los sentimientos de su niño.

Al llegar a la tumba de Ronald y la madre de Zack frenaron y Ryoga no dudo en sentarse tirando en el proceso al menor. No le importaba que se quejara, porque esta iba a ser la única oportunidad en la que el menor lo iba a escuchar.

Con el menor pataleando entre sus manos soltó un suspiro y poso su mentón sobre la cabellera del contrario haciendo que este se relajara mágicamente “debes decir las palabras adecuadas, es Zack, debes decirlas” pensó Ryoga con cierta frustración ya que él no servía mucho para esas cosas.  Él no iba consolando gente por la vida, pero parecía que el chico no lo entendía  por qué no lo valoraba para nada.

-Zack, deberías escuchar a tus mayores – le dijo el peli verde con una voz algo divertida – no me enojare nunca

-parece que eres demasiado perfecto Ryoga… eres ideal… pero no puedo – dijo soltando un suspiro mientras se acomodaba en el cuerpo del contrario con los ojos cerrados – no puedo

-¿ni aunque Loki no estuviera de por medio?

-lo amo demasiado, Ryo-onii-chan lo he intentado, pero lo amo demasiado – con un semblante triste llevo sus manos a sus propios ojos – ¿Por qué no puedo odiarlo? ¿Por qué?

-hnng…. – mordiéndose el labio inferior acallo todo comentario que quería soltar “todo es por zack, todo es por el” – eres idiota… lo amas y punto, nunca podrás a amar a alguien perfecto, yo tampoco lo soy~  tengo un pasado que me condena

-¿Cuál? No te conozco nada, aunque hace mucho que no hablamos de nosotros – relajado miró al mayor y sonrió suave, quería intentar relajarse– también dime como esta Ryoma

-yo… yo soy de los que se acuestan con cualquiera, no puedo ser fiel a nadie Zacky, ni siquiera lo seria a ti – dijo divertido al ver como el otro casi se caía de la impresión – oye~ mi cuerpo es bello. Tengo que aprovecharlo

-¿esto es en serio?

-completamente en serio

-¿no me estás jugando una broma?

-¿tengo cara de hacerlo?

-siempre, pero no importa – riendo suave miró a un costado y observo las tumbas de su hermano y madre – supongo que estará bien así, no quiero perderte nunca, eres un gran apoyo como hermano

-nunca me perderás idiota… estaré para ti siempre que quieras – acariciándole el cabello un momento se dejó llevar por la tranquilidad

-¿Cómo esta Ryoma?

-normal, es un mocoso que si bien ya no me ve, si está jugando bien al tenis… pronto viajara a Japon y se unirá a una vieja escuela de papa así que verlo, verlo… no podre – soltando un suspiro abrazo al menor con fuerza y se restregó a él como si fuera un peluche - ¡quedare solo Zack-kun~!

-¡¡argh!! Me haces daño – se quejó a pesar de que se reía para luego liberarse y pararse – puedes venir a vivir a Inglaterra, trabajarías en mi pastelería… cuando pueda hacer pasteles decentes

-no poder, hable con mi padre y practicare con más ganas para ver si América me quieren como jugador, sino, luchare por Japón

-¿serás seleccionado de alguno de esos países? – alzando una ceja miró al contrario que también se levantaba

-sí, espero que Ryoma y yo estemos en el mismo equipo, pero si no se puede, entonces lo veré en cada competencia

-entonces nos veremos en Wimbledon alguna vez y te aseguro que ganare – estirando su mano espero a que el contrario la correspondiera para poder estrecharla como si fuera una promesa – te ganare Ryoga

-lo dudo, pero estaré esperando por ese encuentro… y Ryoma de seguro estará feliz de poder jugar contigo también, los dos seremos grandes rivales – estrechando su mano con fuerza le mostro la mejor de sus sonrisas

-no lo dudo

 

Sin más conversación ambos se despidieron en silencio de ambas lapidas y comenzaron a caminar hacia la salida. A Zack le alegraba bastante que el cementerio le diera la oportunidad de poder quedarse hasta tarde, sabía que todo aquello era obra de su padrastro, pero como este no  quería decir nada se quedaría callado hasta que se dignara a abrir la boca y pudiera burlarse del mayor.

A la salida pudo ver como el característico auto de Winfried, sabía que lo esperaba así que fingiendo sorpresa miró al peli verde y pidió permiso en silencio para poder irse con el mayor. Obviamente Ryoga le dijo que se fuera, sabía lo feliz que hacía a Zack ser tratado como un hijo de verdad por el mayor.

Corriendo hasta el auto, llego sin ninguna dificultad y entro rápidamente saludando al mayor en el proceso. No le daba besos en la mejilla como si fuera su padre de verdad, pero si le decía un cariñoso hola antes de parlotear todo lo que había pasado en su día, obviamente omitiendo las partes en que lo humillaban o golpeaban.

Win como siempre escuchaba en silencio mientras conducía  y fumaba con tranquilidad, parecía ser que ese había sido un muy buen día para el menor así que intento ocultar una pequeña sonrisa de satisfacción y con palabras toscas lo felicito esperando que se esforzara mucho más en el futuro.

Era obvio que Zack se esforzaría más, no porque el mayor se lo decía, sino porque hoy pudo demostrar que su entrenamiento si había valido la pena y que una de sus grandes paciones siempre sería el Tenis, no importaba cuanto amara la repostería, siempre, pero siempre amaría el tenis como la gran ayuda que tuvo para salir adelante.

Al llegar a casa ambos se bajaron del auto y se adentraron en la casa silenciosa. Hace mucho que la mujer no pasaba tiempo en la casa y el “hermanastro” de Zack se la pasaba metido en su pieza jugando con sus consolas, por lo que tenían la casa para ellos solos la mayor parte de la noche.

Siendo recibidos por Marie los ofreció ir a bañarse y cambiarse de ropa antes de cenar, mas Zack con algo de arrogancia dijo que quería preparar algo para los tres y que se bañaría luego. Ni Winfried ni Marie quisieron arruinar el momento del menor con una queja por lo que le dejaron la cocina completamente a su disposición mientras ellos se iban a hacer otras cosas, como rezar para no morir de intoxicación por ejemplo.

Con la sonrisa estampada en la cara vio la cocina desalojada de personas y soltó un suspiro. Tenía que hacer las cosas bien, no solo porque dos personas muy importantes en su vida comerían, sino porque también esa sería la prueba que se impondría antes de luchar por la selección de tenis.

 

-todo gran tenista tiene que pasar metas. Ronald ayúdame a pasar esta meta por favor

 

Decido comenzó a preparar su postre mirando una receta por internet, aunque cada vez que algo no le parecía correcto o lo encontraba estúpido decidía cambiarlo, ya que su instinto le decía que era mejor de otra manera. Así pasada unas dos horas pudo hacer un perfecto chest cake de frambuesa. Perfecto no era, pero si tenía una muy buena presentación a los ojos de unos expertos “no será lo mejor que poder hacer, pero sí creo que esta delicioso” pensó feliz de la vida antes de gritar que ya todo estaba listo.

Sin haber pasado ningún segundo, Marie y Win aparecieron por la puerta y entraron casi peleando para poder ver el pastel. El menor sabía que tenían sus dudas con respecto a su gran hazaña, más en cuanto notaron que no tenía mala imagen sonrió y con felicidad noto a ambos adultos resignados a comerlo.

 

-está bueno, no sean llorones y ya vallan a sentarse

-ten más respeto Zack

-si, si Win… lo siento Marie, por favor, valla a sentarse

 

Ganándose la risa de la mujer, y un gruñido por parte del mayor los vio ir a sentarse con algo de ansiedad, así que sirvió tres pedazos y el resto lo guardo en el refrigerador para poder comerlo en otra ocasión. Incluso tenía pensado en darle un poco a Ryoga como recompensa si le había salido bien, sino, se lo daría por ser un chico fácil que se acostaba con cualquiera.

Estando los tres sentados en la mesa como si fueran una familia real dieron gracias a la comida y comenzaron a comer. Aunque el chest cake nadie lo probó hasta que Zack le dio el visto bueno a su creación.

 

-valla… veo que has mejorado mucho en estas semanas – dijo sorprendido Win. Aunque lo suyo no fuera lo dulce, aquello si le había gustado bastante – parece que tienes manos para esto

-que te puedo decir, mi padre era un panadero… al menos en ese era bueno – dijo con algo de melancolía al recordar ese pasado tormentoso

-Zack, eres muy hábil con las manos, en tu casa nunca faltaran comidas ricas que probar

-jejejeje eso espero… - algo avergonzado acepto todas las alabanzas de su familia.

 

No podía entender como en tan poco tiempo había mejorado. Quizás había influido el hecho de que una chica no quisiera golpearlo, el hecho de que tuvo un juego fantástico y también por el hecho de que se había desahogado con Ryoga “¡Ryoga! No le pregunte nada sobre lo del otro día… todo porque Ryoga me beso… ¿Ryoga es gay?” pensando recién en esos hechos miro sorprendido su postre e intento encontrar alguna respuesta oculta en él, mas nada pudo saber de aquello por lo que tragando con fuerza soltó un suspiro y siguió comiendo pensando en el peli verde y su posible orientación homosexual, aunque lo veía mucho más como un ser bisexual ya que sabía al mayor le venían tanto los hombres como las mujeres.

Notas finales:

y aqui termina

espero que les haya gustado el capitulo y tambien espero que nos veamos pronto en esta historia.

 

sin mas que decir, me despido. cuidense.

un beso, un abrazo y nos vemos pronto

 

bye bye

Zack Engel


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